VALORACION DE EMPRESAS 1. Cómo se valora una empresa en términos financieros? Valorar una empresa es un proceso completo en el que es necesario establecer una metodología de valoración que permita el análisis e interpretación de la situación financiera de la empresa, su estructura interna, el sector en el que opera, así como el impacto que puede tener una futura política empresarial en la creación de valor de la compañía en diferentes escenarios. Solo de esta forma se podrá determinar cuál es la realidad de una empresa o compañía. Algunas Metodologías de valoración de empresas: Método de descuento de flujos de caja. Utilizado para concretar cuál es la potencialidad o recorrido de empresa en la posible generación de valor a lo largo del tiempo, lo que facilita la toma de decisiones a accionistas y posibles inversores. Se parte inicialmente de un escenario de valoración empresarial en continuación, estimando las posibles expectativas de generación de flujos de caja mediante la realización de las actividades que le son propias a la empresa a través de la explotación de sus activos. Además, este método permite determinar las posibles necesidades de financiación de una empresa en el futuro o posibles excesos de liquidez. Método de valoración patrimonial de los activos y pasivos de la empresa. En este método, la contabilidad (método estático), se convierte en el principal referente para establecer el valor real de una empresa y el precio de ésta en el Mercado. Ejemplo, un hipotético caso de venta a un tercero. Hay que considerar que se trata de una valoración estática que atiende al valor patrimonial, y que tiene muy en cuenta el ratio precio/valor contable, como estimación de la hipotética diferencia entre los apuntes contables históricos y el valor de mercado actual, con especial relevancia e importancia de los bienes inmuebles.
Los métodos patrimoniales de valoración son aplicados minoritariamente, sin embargo hay casos en los que su aplicación es necesaria, básica y fundamental para calcular el neto patrimonial y el valor de liquidación. El cálculo del valor liquidativo siempre se realiza comparándolo con el valor de rendimiento de la compañía. Cuando el valor liquidativo supera al valor de rendimiento ha de cuestionarse la viabilidad de la empresa. Método de mercado (comparación) y uso de ratios comparables. Por último, y no por ello menos importante, hay que nombrar otro método de valoración: el método de comparación, con el que se analizan datos, operaciones, información relevante y ejemplos de casos similares en el sector para establecer una realidad operativa y financiera de la empresa a valorar. Como puede comprobarse, las finalidades de un proceso de valoración empresarial son múltiples y los métodos de valoración diferentes. Cada una de las partes implicadas en la empresa tendrá una percepción diferente del valor dependiendo de la situación en la que se encuentre. Por este motivo, es necesario dirigir el proceso de valoración con profesionalidad y confidencialidad, para dotar de una información objetiva que facilite la toma de decisiones entre las partes en aquellos negocios jurídicos en los que sea necesario aportar datos contrastados sobre el valor de la empresa.
2. Cómo se interpretan los resultados de un ejercicio de valoración empresarial? Método de valoración de descuento de flujos de caja. Este método es el más utilizado por las compañías, y sin duda el que mejor aceptación tiene. Está basado en las perspectivas de generar flujos de caja en el futuro, pero para entenderlo, lo mejor es utilizar un ejemplo. Empezaremos mostrando una cuenta de resultados que, según las previsiones de la Dirección de la compañía, serían las siguientes para los próximos tres años. Para el cálculo de los flujos de caja generados, partiremos del resultado de explotación, también llamado BAII (Beneficio antes de intereses de impuestos).
Por qué partimos del resultado de explotación? Porque para el cálculo del valor de la compañía no se tiene en cuenta quién financia el negocio, es indiferente que la financiación sea externa o sea por los accionistas. Se puede observar en la cuenta de resultados, los gastos financieros, ocasionados por la deuda externa, aparecen por debajo del resultado de explotación, y partiendo de este resultado suponemos que toda la financiación se ha realizado por los accionistas, por tanto, de ser así, no tendríamos cargas financieras. Una vez que tenemos el resultado de explotación, calcularemos el efecto impositivo sobre este importe, y obtendremos el resultado neto de impuestos, que en nuestro ejemplo, si aplicamos un 25% sería: Una vez obtenido este valor, le incorporaremos las amortizaciones, ya que no suponen una salida de caja, y tenemos el flujo de caja bruto (FCB). A este flujo de caja bruto le restaremos los desembolsos en inversiones netas (Inmovilizados o activo no corriente) y las necesidades operativas de financiación (NOF), que por resumir, es el saldo medio que necesitas para financiar tus existencias, a tus clientes y minorado por lo que te financian tus proveedores. En nuestro caso, hemos asumido unas Inversiones netas iguales a la amortización, y unas NOF del 3% sobre las ventas, teniendo en cuenta para años posteriores el 3% del incremento de las mismas. Por lo que en nuestro ejemplo, tendríamos calculado el flujo libre de caja según el cuadro adjunto.
Ya tenemos los flujos de caja esperados para los próximos tres años, y ahora nos falta valorar la compañía. Para ello tendremos que traer los flujos de caja a valor actual, es decir, el dinero pierde valor con el tiempo, por lo que tendremos que actualizarlo con una tasa de descuento. Esta tasa de descuento se descompone en dos sumandos, el primero recoge el efecto de la inflación, y el segundo una prima de riesgo, es decir, si invierto en un negocio tengo que exigirle una rentabilidad superior a la que me ofrece un bono de renta fija, y ahora la pregunta es Y en cuánto valoro esa prima de riesgo por encima de lo que me ofrece un bono a 10 años? Pues eso depende del sector, de la estabilidad del negocio en cuestión, del ciclo de vida de la empresa, es decir, del riesgo asociado a ese negocio. Por tanto es evidente que exigiré mayor rentabilidad a un negocio nuevo que a uno ya rodado y más estable. La fórmula para actualizar los flujos de caja a valor actual sería: Valor Actual de FCL = (Flujo 1) / (1+d)^1 + (Flujo 2) / (1+d)^2 + (Flujo 3) / (1+d)^3 Siendo d la tasa de descuento (WACC, weighted average cost of capital). El valor del Negocio es igual a la suma del valor de los flujos de caja más el valor residual. El valor residual se calcula porque suponemos que la empresa no va a durar solamente tres años, sino que va a seguir operativa indefinidamente, mientras no se diga lo contrario, por tanto, el valor residual lo calcularemos como una proyección a perpetuidad del último flujo de caja, por cierto, en nuestro ejemplo es la proyección del flujo del tercer año, pero las estimaciones las podemos hacer por los periodos que queramos, tres, cinco, diez o veinte años, y en ese caso utilizaríamos como flujo a proyectar el último de todos. La fórmula del valor residual es la siguiente: VR= FCDn x (1+ g) / (d g)
Siendo: FCDn el último flujo de caja. d la tasa de descuento y g la tasa de crecimiento a perpetuidad. Una vez que calculamos el valor residual lo tendremos que actualizar a valor presente y para ello: VR actual = VR / (1+d)^n Siendo n el número de años del último flujo de caja. Siguiendo con nuestro ejemplo tendríamos: El valor del negocio no es el valor de los fondos propios o de los accionistas, para obtenerlo tendríamos que sumarle el valor de los activos no afectos al negocio y restarle el valor de la deuda financiera. Siguiendo con nuestro ejemplo, suponemos activos no afectos por 200 y deuda por 700, con lo que tendríamos:
Este método de valoración tiene las siguientes ventajas: Tiene en cuenta el valor del dinero en el tiempo. Incorpora el factor de riesgo en la valoración. Posibilita la valoración de las distintas actividades del negocio. Tiene en cuenta la capacidad del negocio para generar caja en el futuro. Te permite estimar el valor del negocio incluso sin tener operaciones comparables en el mercado. Desventajas: Es extremadamente sensible a la tasa de descuento y de difícil determinación. Incrementa la dificultad de proyectar los resultados a medida que nos alejamos en el tiempo.
CIBERGRAFÍA Hidalgo, M, F. (2012). Cómo se valora una empresa? Conocimientos básicos para entender el procedimiento. Tinsa España. Disponible en: http://www.tinsa.es/blog/economia/como-se-valora-una-empresa/ Valoración Financiera de Empresas, una guía básica. Disponible en: http://es.slideshare.net/valios/vee-valoriacin-econmica-de-empresas Método de valoración de descuento de flujo de caja. Disponible en: http://finanzasenconfianza.com/metodo-de-valoracion-de-descuento-deflujos-de-caja/