Nuestro sistema nervioso está constantemente recibiendo información del exterior y del interior de nuestro organismo, la procesa y elabora respuestas. El aparato locomotor es el encargado de las respuestas musculares ordenadas por el sistema nervioso mediante la realización de todo tipo de movimientos.
Está formado por: Esqueleto interno: compuesto por huesos y cartílagos: Huesos: son órganos duros y rígidos. Cuando dos o más huesos se unen forman las articulaciones. Los cartílagos: son más flexibles y se encuentran protegiendo los huesos en las articulaciones y formando algunas estructuras flexibles, como las orejas.
La musculatura: es el conjunto de músculos del organismo, están formados por células musculares, que pueden contraerse. Cuando estas células se contraen, los músculos se hacen más cortos y gruesos, y tiran de los huesos haciendo que estos se mueven. Pero cuando las células se relajan, los músculos recuperan su forma.
Voluntarios: son los movimientos que decidimos hacerlos de forma consciente mediante la orden del cerebro, es decir, nos damos cuenta de que los realizamos. Involuntarios : son los movimientos que realizamos de manera inconsciente(aunque a veces pueden ser conscientes) y que utilizamos los mismos músculos que los movimientos voluntarios, pero la orden de contraerse ha sido elaborada en la médula espinal. Los reflejos son movimientos involuntarios.
ACTO VOLUNTARIO
ACTO INVOLUNTARIO
Existen también otros músculos, como el diafragma o el músculo del corazón, que no pertenecen al aparato locomotor, pero que también realizan movimientos. Estos movimientos son inconscientes e involuntarios, y las órdenes de contraerse y relajarse se elaboran en el bulbo raquídeo.
Nuestros huesos y articulaciones son muy resistentes, pero se pueden dañar con un golpe fuerte o si lo sometemos a un esfuerzo excesivo. Fracturas: roturas de los huesos. Colocar fragmentos en su sitio e inmovilizar la zona con escayola hasta que el hueso cicatrice. Distensiones o esguinces: se producen cuando forzamos una articulación estirando los ligamentos o músculos, que resultan dañados Inmovilización con vendaje. Luxaciones: descolocación de un hueso en la articulación Recolocación de los huesos de la articulación e inmovilizarla.
ROTURA LUXACIÓN ESGUINCE
Está formado por huesos y cartílagos. Sostiene y da forma a nuestro cuerpo, proporcionando su armazón. Protege órganos importantes y frágiles del cuerpo, como el cerebro y los pulmones. Los huesos pueden ser planos, largos y cortos.
Huesos de la cabeza: Huesos del cráneo: como el frontal, temporal, los parietales y el occipital, que protegen el encéfalo. Huesos de la cara: como los pómulos, los nasales y los maxilares, inferior y superior, donde se sitúan los dientes. Huesos del tronco: Columna vertebral: es el eje del tronco formado por las vértebras (7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 del sacro y 4 del cóccix). Caja torácica: formada por doce pares de costillas (7 pares verdaderas, 3 falsas y 2 flotantes) unidas por el esternón, y que protege el corazón y los pulmones.
Huesos de las extremidades: Superiores: El húmero Brazo El cúbito y el radio Antebrazo Huesos del carpo Muñeca Huesos del metacarpo Manos. Falanges Dedos La clavícula y el omóplato unen las extremidades superiores al tronco.
Inferiores: Fémur Muslo Tibia y Peroné Pierna Huesos del tarso Tobillo Huesos del metatarso Pie Falanges Dedos Cadera, formada por dos coxales (compuesto por 3 huesos: ilion, isquion y el pubis) y últimas vértebras de la columna Une las extremidades inferiores al tronco.
Son las zonas de unión entre dos o más huesos. Fijas: los huesos están soldados y no pueden moverse, como en los huesos del cráneo. Móviles: los huesos que las forman tienen una gran capacidad de movimiento, como en el hombro. Semimóviles: los huesos que las forman tienen una movilidad reducida, como en las vértebras.
Además, los extremos están recubiertos de cartílago, que los protege y evita que rocen entre sí. Estos huesos están sujetos por unos cordones fibrosos muy resistentes llamados ligamentos.
Fusiformes: son alargados y estrechos, como el bíceps. Realizan movimientos de gran amplitud, como mover los brazos y las piernas. Planos y anchos: pueden jercer mucha forma y tienen un recorrido más corto, como los abdominales. Circulares: al contraerse pueden cerrar una abertura, como los músculos de la boca o de los ojos.
Músculos de la cabeza: nos permiten masticar, hablar y realizar gestos. Bucinadores: mueven los labios. Maseteros: permiten realizar la masticación de los alimentos. Orbiculares: abren y cierran los ojos.
Músculos del tronco: Cuello: Esternocleidomastoideos: permiten girar y agachar la cabeza. Esplenios: permiten levantar la cabeza Parte anterior al tronco: Abdominales: y pectorales: permiten flexionar el tronco. Intercostales: mueven las costillas durante la respiración. Parte posterior: Trapecios: unen la cabeza, los hombros y la espalda. Dorsales: permiten levantar y poner derecho el tronco y girarlo.
Músculos de las extremidades: Extremidades superiores: Deltoides: levantan los brazos Bíceps: flexionan los brazos. Tríceps: estiran los brazos. Flexores: doblan los dedos. Extensores: estiran los dedos: Extremidades inferiores: Glúteos: nos impulsan al caminar. Cuádriceps: estiran las piernas Bíceps: flexionan las piernas. Tibiales: levantan el empeine. Gemelos: permiten estirar el pie.
Son unas prolongaciones fibrosas y blanquecinas que sirven para unir los músculos con los huesos. No pueden contraerse ni relajarse, pero si son flexibles, ya que pueden doblarse, pero no son elásticos. Pueden ser planos y cortos, insertados en una gran superficie; o pueden ser largos o delgados, como los que unen los músculos flexores a las falanges de los dedos.