Movilidad laboral segura y sostenible en la industria química Guía básica para trabajadoras y trabajadores Introducción Algunos conceptos básicos La demanda de movilidad ha aumentado de forma exponencial durante los últimos años debido a diversos factores: la expansión urbana, la segregación y separación de usos y actividades sobre el territorio, generalmente en baja densidad, la universalización del uso del automóvil, y al aumento de las distancias que los ciudadanos recorren. Este incremento ha comportado la reducción del número de desplazamientos en medios de transporte sostenibles a favor del vehículo privado a motor qué entendemos por movilidad laboral? Son los desplazamientos que los trabajadores y las trabajadoras realizamos: ya sea para acudir a nuestro puesto de trabajo (desplazamientos in itinere) o los que llevamos a cabo por motivos laborales dentro de la propia jornada laboral (desplazamientos en misión). El sector La industria química en España tiene 212.700 trabajadores y trabajadoras. Sus más de 4.000 empresas generaban en 2012 cerca del 11% del PIB. El 85% de las empresas eran PYMES de menos de 50 trabajadores. La industria quimica en España se concentra sobre todo en Cataluña (Barcelona y Tarragona) y Andalucía (Polo químico de Huelva), y, con menor presencia, en Madrid, Murcia, Valencia, Asturias y Cantabria.
Fuente: radiografía de la industria química española, marzo 2014 Por sus características productivas, muchos centros de trabajo se encuentran alejados de los núcleos residenciales, en polígonos industriales. Ello contribuye a un aumento del tiempo y del número de desplazamientos, tanto para acudir al puesto de trabajo, como en misión durante la jornada laboral. En términos estadísticos y al igual que en otros sectores productivos, los accidentes laborales de tráfico constituyen cerca de un 10% del total de accidentes laborales con baja. Los accidentes laborales de tráfico Como consecuencia del alejamiento entre los lugares de residencia y los centros de trabajo, el aumento de la congestión viaria y la falta de alternativas de movilidad sostenibles y seguras, todos conducimos durante más tiempo y recorremos mayores distancias y en consecuencia nos exponemos a un mayor riesgo de padecer un accidente. Las condiciones estresantes asociadas al tráfico, como los atascos, la perdida de horas de sueño, la angustia por no llegar a tiempo, el
cansancio, la irritabilidad..., generan un deterioro de nuestra calidad de vida y de trabajo y, evidentemente, de nuestra salud. Los accidentes de tráfico donde intervienen asalariados y que se producen in itinere o in misión, tienen características comunes: Se producen fuera del espacio físico de la empresa En la mayoría de casos en la vía pública Son a la vez accidentes de tráfico y accidentes laborales Accidentes de tráfico, según gravedad Fuente: Anuario estadístico de accidentes de la Dirección General de Tráfico 2011 El grupo de edad que sufre un mayor número de accidentes in itínere son las personas de entre 25 a 44 años, en ambos sexos. Del total de accidentes laborales de tráfico el 70% fueron accidentes in itínere y el otro 30% fueron en misión. En 2008 y en 2009 del total de las víctimas de accidentes de tráfico, un 60 % y un 54%, respectivamente, fueron accidentes de trabajo (in misión e in itínere).
La prevención de los accidentes laborales de tráfico Los riesgos derivados de la movilidad laboral deben ser tratados como cualquier otro riesgo laboral. Por lo tanto la seguridad vial debe integrarse en la organización de la actividad preventiva de la empresa, del mismo modo que para el resto de riesgos laborales y en todas sus fases (identificación y evaluación de riesgos, plan de prevención, y vigilancia de la salud) y, además, siguiendo los principios de la acción preventiva. A la hora de organizar la gestión preventiva se deben tener en cuenta las particularidades de la empresa (sector de actividad, ubicación de sus centros de trabajo, características de los vehículos...), identificar la población laboral afectada por el riesgo de tráfico (su volumen, sus funciones y perfiles profesionales), analizar las condiciones de los desplazamientos (kilometraje medio anual, contenido, duración y longitud media de las misiones, redes viarias utilizadas). Entre las medidas de prevención de los accidentes en misión se deben realizar campañas de sensibilización y cursos de conducción segura dirigidos a todos los trabajadores susceptibles de realizar desplazamientos, principalmente a aquellos colectivos cuya actividad laboral principal es la conducción de un vehículo. Se trata de conductores profesionales cuyo centro de trabajo habitual es el vehículo. En cambio, el colectivo de trabajadores que utilizan el vehículo para acudir al centro de trabajo o cuya actividad laboral principal no es la conducción (pero que en determinados momentos, y no de forma continuada, se ven obligados a utilizar algún tipo de vehículo) deberían priorizar el uso de otras modalidades de transporte, siempre, claro está, que el tipo de tarea a desarrollar y las condiciones y el tipo de desplazamiento lo permitan. Las ventajas para los trabajadores y trabajadoras de la utilización de otras modalidades de transporte -coche compartido, autobús, bicicleta, tranvía, tren, - son claras. Por un lado, este tipo de transporte conlleva un ahorro económico claro, una reducción de los niveles de estrés asociados al uso del coche privado, y una reducción de los niveles de contaminación. Por otro lado, la propia reducción de la accidentabilidad que conlleva este tipo de transporte, unido a la reducción de los niveles de estrés del trabajador, redundan en una
reducción de costes para la empresa y un aumento de los niveles de productividad. Habitualmente los accidentes in itinere son percibidos por las empresas como algo ajeno, a diferencia de lo que pasa con los accidentes in misión que sí que tienen una regulación más clara con una obligatoriedad de controles de seguimiento y de prevención. Los accidentes in itinere, muchas veces, se quedan en un limbo preventivo. Sin embargo, sus efectos, económicos y productivos, tanto para los trabajadores y las trabajadoras, como para las empresas y para el erario público, son claros. La Gestión de la prevención Debe contemplar tres elementos: El entorno: todo lo relacionado con la vía de circulación, las condiciones de desplazamiento, ruta elegida y planificación de la misma, adopción de elementos técnicos en el vehículo para reducir al máximo la imprevisibilidad generada por obras, meteorología, etc. El vehículo: el puesto del conductor, el mantenimiento del vehículo y el equipo de trabajo, su adecuación a la actividad: transporte de mercancías. Otros factores a tener en cuenta deben ser los ergonómicos (diseño de habitáculos, asientos y sistemas de protección, manejo de cargas...) y los higiénicos (ruido, iluminación, condiciones térmicas, vibraciones, radiación solar o sustancias transportadas). El conductor: el estado del trabajador/a en todos sus aspectos (físicos y psíquicos) y la organización del trabajo en todos sus aspectos: jornada, flexibilidad de horarios de entrada, descansos, trabajo nocturno, ritmos y plazos de entrega, etc y el estado de la persona en relación a dicha organización en aspectos como fatiga, descanso, higiene (comida, sueño), alteraciones musculoesqueléticas, del sueño, digestivas, Criterios que hay que aplicar en la gestión de la prevención: Mejorar los sistemas logísticos, y adaptarlos para evitar excesos de jornada y de distancias que se deben recorrer de los trabajadores que deban conducir durante la jornada laboral.
Procedimientos de trabajo que recojan todos los aspectos de la organización del trabajo a realizar, tales como: o promover medidas de transporte público, autobuses, lanzaderas desde estaciones de cercanías o metro que circulen por los polígonos industriales, coches compartidos, etc o flexibilizar o adaptar (siempre que sea posible) los horarios de entrada a los horarios de los transportes públicos. o Organizar el trabajo de forma que se eliminen o reduzcan los factores fatigantes, los que alteran los biorritmos y faciliten la conciliación de la vida laboral y personal. Planificar y facilitar la información que el conductor debe poseer sobre el tipo de transporte a realizar, la ruta, mantenimiento del vehículo y recomendaciones sobre cómo actuar ante la aparición de la fatiga. Cuando el vehículo es un puesto de trabajo, hay que garantizar su revisión y mantenimiento, diseño ergonómico, sistemas de seguridad, adaptación al tipo de transporte a realizar, etc. Implantación de sistemas de calidad en las empresas que garanticen el desempeño de la tarea de conducir en condiciones saludables (control de tiempos, previsibilidad de la ruta, etc.) para los conductores que actúan en la empresa, sean de plantilla o subcontratados (autónomos). Se establecerán los medios de coordinación empresarial que permitan al conductor conocer y controlar los riesgos en el acceso a centros de trabajo ajenos. Igualmente, se deben evitar los desplazamientos fuera del centro de trabajo facilitando las reuniones no presenciales reuniones utilizando alternativas a partir de las nuevas tecnologías de la comunicación. La negociación colectiva: Hay que introducir la movilidad laboral segura y sostenible en la negociación colectiva, exigiendo que la evaluación y prevención de accidentes in itinere y en misión forme parte las actividades preventivas de la empresa e instando a la inclusión de los objetivos del sistema de
gestión ambiental de los aspectos de movilidad laboral (ISO 14000 o EMAS) en las empresas que dispongan de ellos. Más allá de ser una cuestión de salud laboral, LA MOVILIDAD LABORAL SEGURA Y SOSTENIBLE también reporta beneficios económicos, sociales y ambientales para las y los trabajadores, para las empresas y para la sociedad en su conjunto: TRABAJADORES/AS Ahorro: de dinero, tiempo, más horas de ocio y descanso Prevención de accidentes Reducción del estrés y la fatiga Contribuyen a evitar la discriminación laboral de aquellos colectivos que no tienen acceso a un vehículo privado. EMPRESAS Aumento de productividad Bonificación de la seguridad al tener un plan de movilidad Cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales Reducción del número de bajas y gastos laborales asociados Reducción de costes de aparcamiento y de combustible, por renovación de flotas, formación para la conducción eficiente y mejora de la gestión por medio de la innovación tecnológica. SOCIEDAD Reducción general de costes: sociales: o accidentalidad o exclusión laboral ambientales: o mejora de la contaminación o reducción del ruido o ineficiencia energética económicos: o congestión o pérdida de competitividad o espacio de aparcamiento