Boletín Informativo INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL Coordinación de Centros de Desarrollo Infantil
OBESIDAD INFANTIL La obesidad en los niños se ha incrementado tanto en los últimos años, que se está convirtien- do en un Problema de Salud Pública. Se estima hoy en día, que en muchos países, uno de cada diez niños es obeso al llegar a los 10 años. Algunos datos a tener en cuenta: El crecimiento mundial de la obesidad infantil es producto de múltiples factores, entre los que se destacan: El aumento del consumo de alimentos industrializados de bajo costo, ricos en grasa, azúcares y sal, pero pobres en fibra y otros nutrientes. Los elevados precios de las frutas, los vegetales frescos y otros alimentos de alta calidad nutricional, que los vuelven inaccesibles para los grupos de menores ingresos económicos. Las estrategias de las corporaciones para aumentar la disponibilidad y acceso a los alimentos procesados y sus acciones de marketing para promover el consumo de alimentos no saludables y bebidas azucaradas entre los niños y las niñas. La disminución de la actividad física debida a los estilos de vida cada vez más sedentarios y a las características de la vida urbana, entre otras causas. DECÁLOGO DE LA ALIMENTACIÓN SALUDABLE: 1.- VARIADA 2.-SANA 3.-EQUILIBRADA 4.-NUTRITIVA 5.-APETECIBLE 6.-DIVERTIDA. 7.-SORPRENDENTE 8.-ORDENADA 9.-CONSISTENTE. 10.-EDUCATIVA. LA INFLUENCIA DE LA FAMILIA ES DECISIVA, YA QUE LOS NIÑOS Y NIÑAS MÁS PEQUEÑOS APRENDEN POR IMITACIÓN, POR LO QUE VEN EN CASA. ENSEÑAR LA FORMA MÁS SANA DE ALIMENTARSE REQUIERE PACIENCIA ESFUERZO Y
ENFERMEDADES EXANTEMÁTICAS EN LA INFANCIA Los exantemas son erupciones cutáneas de aparición más o menos súbita y de distribución amplia, formados por distintos elementos llamados; maculas, pápulas, vesículas, pústulas petequias, habones, tan importantes a la hora de diagnosticar un exantema. CLASIFICACIÓN Y AGENTE CAUSAL 1) Exantemas purpúricos Infecciones: Víricas Bacterianas: sepsis meningococcica, endocarditis. Vasculitis: purpura de Scholein-Henoch, panarteritis no dosa Hemopatias: Coagulopatias, trombocitopenias 2) Maculo-papulosos Morbiliformes Infecciones víricas: sarampión, rubeola, eritema infeccioso, exantema súbito, síndrome de los guantes y calcetines, enterovirus, adenovirus, Epstein-Baar, Citomegalovirus, Hepatitis-B, VIH. Infecciones bacterianas: meningococemia, rickettsiosis, enfermedad de Lyme, fiebre tifoidea. Enfermedad injerto contra huésped. Artritis reumatoide Juvenil Escarlatiniformes: Escarlatina Enfermedad de Kawasaki Síndrome de shock tóxico 3) EXANTEMAS VESICULO-AMPOLLOSOS Infecciones: Herpes simple (VHS), Varicela Zoster, enfermedad mano-pie-boca, impétigo ampolloso, síndrome de la piel escaldada Eritema multiforme Alteraciones metabólicas: porfiria cutánea tarda, diabetes, dermatitis ampollosa secundaria a hemodiálisis. 4) Exantemas habonosos Reacciones alérgicas Eritema multiforme 5) Exantemas nodulares Eritema nodoso En la edad pediátrica los reportes de exantemas el 65 al 100% con fiebre tienen una causa infecciosa (viral, bacteriana) la cual el 72% de los casos es de origen viral, en la mayoría de las veces son inofensivos, las más conocidas son el sarampión, varicela rubeola producidas por adenovirus, citomegalovirus, enterovirus, virus de Epstein Baar, herpes, exantema súbito, exantema pie-mano-boca.
PORQUE MUERDEN LOS NIÑOS La acción de pegar o morder puede convertirse en un problema si no se controla y evita. A los tres años de edad, los niños tienen mucho contacto con sus iguales y se espera que ellos sean capaces de hacer amigos y llevarse bien con ellos. Muchos niños comienzan a morder fuertemente entre la edad de uno a tres años. La acción de morder puede ser la manera de probar su poder para llamar la atención o simplemente una molestia en su dentición. Hay que conocer los motivos, primero, para poder controlarlos adecuadamente. Cuando empiezan a morder: En el inicio del curso escolar suele ser frecuente la conducta de morder en algunos niños. Esta conducta suele desaparecer cuando ellos superan el periodo de adaptación. Para una educadora de un CENDI, una de las tareas más desagradables que tienen es la de explicar a los padres o abuelos que el niño ha mordido o ha recibido un mordida de otro compañero. En el primer caso, los padres suelen pensar en lo tranquilo que es su pequeño y creen que si su hijo se relaciona con otros niños en la escuela, puede que no sea beneficioso para él. En el segundo caso, los padres pueden pensar que la responsabilidad del suceso es de la educadora que no ha sabido controlar y evitar la situación. Las preocupaciones en los dos casos, aunque no son correctas, son lógicas. Por qué? Antes de acudir a la escuelita, el niño solo tiene contacto con otros niños en los encuentros entre amigos y familiares, y siempre bajo la atención de adultos. La verdadera relación social con iguales solo empieza cuando el niño inicia su escolarización. Acostumbrado a ser el centro de las atenciones en casa, el niño tendrá que aprender a compartir la atención, el espacio y los juguetes, en la escuela, y es lógico que en algunos casos llegue a desarrollar conductas más agresivas para competir con los demás niños por la atención y los juguetes.
PORQUE MUERDEN LOS NIÑOS Por qué muerden algunos niños: Los conflictos entre los niños empiezan cuando se dan cuenta de que en la escuela ya no son el centro de las atenciones. Al principio, es normal que los niños pequeños, especialmente a los de entre 1 y 2 años, empiecen a llorar para conseguir la atención de los adultos. Es la forma que tienen para pedirles algo. También es posible que empiecen a morder todo, sin la intención de hacer daño, para aliviar la tensión por la salida de algún diente. Y como se encuentran en la fase oral, es normal que empiecen a llevar todo a la boca. La boca está relacionada con las muestras de cariño. Ellos no se dan cuenta de que cuando muerden pueden hacer daño hasta que los adultos les hagan entender. Por eso, es muy importante, tanto en la escuela como en el hogar, que hagan entender al pequeño que tanto morder como dar manotazos, pueden hacer daño, mostrando gestos de disgustos, de reprobación, y enseñándoles a dar besos y abrazos como muestra de afecto. Algunos niños muerden porque se sienten enojados, ansiosos o celosos. Algunas veces esta acción puede ser resultado de una disciplina excesiva o severa o por haber estado expuesto a la violencia física. Los padres deben recordar que a los niños que les están brotando los dientes pueden morder también. Los niños dejan de morder cuando son corregidos y cuando empiezan a desarrollar el lenguaje para relacionarse, y así solucionar sus problemas de una forma adecuada. Si a los 3 años de edad, el niño sigue mordiendo a otros niños, debemos enseñarle a pensar en lo que ha hecho. Los niños deben aprender a pedir disculpas. No hace falta y está prohibido gritarle, pegarle o castigarle severamente. Se trata, por ejemplo, de relacionar su mala conducta con el cese de una actividad que a él le gusta. Es decir, si el niño muerde, estaría bien que lo apartara de lo que estaba haciendo y le hiciera pensar por un rato, y que vea que el resto de los niños siguen jugando porque no muerden ni golpean a los demás. Es importante saber que la mejor forma de evitar que los niños peguen o muerdan es la prevención y eso se hace con el ejemplo. Qué se debe hacer en el caso de un niño que muerde - Inmediatamente dile "NO", en un tono calmado pero firme y con desaprobación. NO hace falta gritos ni ofensas. - Al bebé que comienza a caminar (1 a 2 años), apártalo de los demás niños. Así notará que su actitud no le agrada. - Al niño pequeño (2 a 3 años) dile: "Morder puede hacer mucho daño a las personas", las lastimas, le duele. - NO MUERDA AL NIÑO para mostrarle cómo se siente cuando lo muerden. Esto le enseñará a que tenga un comportamiento agresivo. - Si el niño persiste en morder a otros, no le lleve a los brazos no juegues con él por espacio de 3 minutos después que él haya mordido. Así le enseñará que mordiendo no le llamará la atención. -Hacer que el niño que mordió le frote el brazo al pequeño mordido y decirle que lo lastimó y le duele. Enseñar el comportamiento de cuidar (sin dejar que estas actividades se hagan un juego). -Apartar al niño que mordió de la situación sin movimientos bruscos, no atención, ni una respuesta emotiva, podrías darle reforzamiento negativo. -Los padres y maestras decirle al niño que muerde: No está bien morder, No puedo dejar que lastimes a tus amigos, etc. -Los niños de hasta tres años de edad en particular tal vez no entiendan un tiempo fuera como consecuencia, pero las maestras y/o papás tienen que asegurarse que el niño que mordió no esté cerca de otros niños hasta que él o ella se haya calmado. -NO jugar con el niño o niña ofreciendo o poniendo el dedo o la mano para que se la muerda y con esto mostrar agrado, ya que lo repetirá con los niños, finalmente es un juego permitido que le agrada a las personas.
INTEGRACIÓN SOCIAL A TRAVÉZ DEL JUEGO El espacio de juego es el ámbito donde naturalmente se desarrolla la socialización en los niños. Diariamente observamos situaciones en diferentes ámbitos en donde los niños buscan la compañía de otros niños de manera espontánea, alegre y sin prejuicios de por medio. Cuando escuchamos en un ámbito infantil la frase: Jugamos a...? se abre un mundo de posibilidades para desarrollar una infinidad de aspectos sociales. Los niños salen de sí mismos para interactuarse con otros niños en el juego, esto les permite desarrollar habilidades y valores sociales como la cooperación, el respeto por las reglas, esperar turnos, confrontar ideas, realizar acuerdos, la tolerancia y el compartir. El integrarse al juego es una actitud libre y voluntaria, en donde lo que se prioriza es el placer de jugar. En él no existen las diferencias sociales, todos somos iguales. Los juegos tradicionales y populares (las rondas, las escondidas y muchos otros) son excelentes para la integración social por sus características simples. Los momentos de juego libre, compartidos con amigos, contribuyen a la creatividad en conjunto. Por su parte, los juegos reglados ayudan a la aceptación de normas sociales. Es muy importante que los adultos generemos y acompañemos estas actividades para garantizar que cada pequeño tenga la oportunidad de aprender jugando con quienes deben convivir, aceptando la diversidad que enriquece a nuestra sociedad.
Agradecemos la participación y colaboración para la elaboración de este Boletín al equipo técnico de la COCENDI y de cada uno de los Centros de Desarrollo Infantil.