Las vanguardias históricas. Fauvismo (H. Matisse). Cubismo (J. Gris). Futurismo (U. Boccioni). Expresionismo (E. Munch). Los inicios de la abstracción (Kandinsky). Dadá y Surrealismo (R. Magritte). Contexto histórico-artístico. Ciencia y tecnología: La Revolución Industrial comienza a dar paso a la revolución tecnológica que se presenta como uno de los factores más influyentes en el desarrollo histórico del siglo XX. La gran revolución social y política de la industrialización y la tecnificación va seguida de un cambio espiritual fundamental para la cultura y el arte. La proliferación de máquinas y del trabajo en cadena, de los sistemas de producción en masa que proyectan la sociedad de consumo de masas, el crecimiento urbano con su nuevo y acelerado ritmo urbano, los nuevos medios de transporte (automóviles, barcos y aviones) y de comunicación (prensa, radio, teléfono, extensión de la prensa, ). Avances en la medicina (vitaminas, rayos X, antibióticos), física (teoría cuántica, relatividad). El impacto de los medios de comunicación, que ofrecen nuevos puntos de vista y una percepción cambiante de los objetos, es recogido en las obras de arte. Se rompen las perspectivas armoniosas, entran en juego las angulaciones, los escorzos casi imposibles, la multiplicación de los puntos de vista y de los planos. En el mismo sentido, el movimiento, juega un papel importante en la evolución plástica de fin de siglo. El movimiento es un elemento que condiciona el entorno y las sensaciones ambientales que el artista percibe. Esta apreciación del mundo, cambiante y diferente por momentos, se refleja no sólo en los temas de las obras, sino en esa ansia por captar rápidamente el escenario de la contemplación, acentúa la espontaneidad del artista a la hora de trabajar. En este sentido será fundamental el desarrollo de la fotografía y el cine que, con su capacidad para captar y reproducir la realidad, iniciaron una nueva cultura de la imagen que liberó a las artes tradicionales de la obligada representación de la naturaleza con mayor o menor fidelidad, pudiendo aspirar a nuevos objetivos. Las nuevas ideas. Las propuestas revolucionarias de Marx y su expansión, el vitalismo crítico de Nietzsche, el subconsciente de Freud, el irracionalismo de Bergson, Las transformaciones políticas. Es indudable que los cambios políticos provocados por la I Guerra Mundial y la Revolución Rusa provocan una conmoción en el mundo artístico. La primera echa por tierra el optimismo en el progreso que habían caracterizado, de forma general, la cultura europea desde la Revolución Industrial; surgiendo una crítica hacia esa razón responsable del horror de la guerra de ahí que muchos movimientos artísticos derivasen hacia lo absurdo (Dadá) o bien descubrieran el valor de lo irracional o el subconsciente como rechazo a la lógica y coherencia de lo cotidiano (Surrealismo). En el caso de la Revolución Rusa reafirma la creencia en la posibilidad de un mundo nuevo al que correspondería un arte nuevo, un arte al servicio de la sociedad que ayudase a la construcción de la misma (constructivismo ruso). El arte podía tener un papel en la historia. Características generales de la pintura de vanguardia. Definición de vanguardia.- Se rompe con toda norma establecida y se entiende como una investigación permanente en que los artistas experimentan con nuevos materiales y nuevas técnicas, resultando, a la vez, cada vez más ininteligible y hermético para el público. La búsqueda de lo nuevo, de la ruptura, de la libertad se convierte en referencias fundamentales de los movimientos. De algún modo, se produce la creación de un nuevo lenguaje artístico al
no concebirse la obra de arte como un instrumento de representación de la naturaleza, sino como un vehículo de creación abierta y permanente. Cronología.- Se gestan en torno a la primera década de siglo y su desarrollo alcanza hasta el final del período de entreguerras. Conocen una continuidad durante la segunda posguerra, y también en las décadas posteriores, hasta la actualidad (para algunos autores los años 30 cierran el ciclo de las vanguardias históricas debido al agotamiento de los propios movimientos artísticos, la crisis del 29 y el establecimiento de regímenes totalitarios en Alemania, Italia y URSS para los que la vanguardia no es sino arte degenerado pequeño-burgués). Pero, después de 1945, por muy diversas circunstancias, las funciones y las formas de legitimación y difusión de la vanguardia cambian notablemente, y aún más a partir de los años setenta y hasta el final de la guerra fría. Escasa duración.- los nuevos movimientos son como estallidos, fragmentos cortos, rápidos, múltiples y simultáneos. Su corta duración hace que se encabalguen, pasando los artistas muchas veces de un movimiento a otro (Picasso sería el caso más paradigmático). Rechazo a la tradición.- Tal vez uno de los elementos más comunes a todas las vanguardias, y que tienen un carácter más nítido en todos los manifiestos, sea el de rechazo a la tradición anterior, a todo lo que huela a tradición. Uno de los principales imperativos que se generalizan en las proclamaciones rupturistas de la vanguardia es la abolición de la ilusión de espacio tridimensional en la pintura. El nuevo artista. La autonomía artística.- Desde la Revolución Francesa el artista comienza a replantearse el tema de su obra, convirtiéndose en un auténtico investigador que explora de forma cada vez más libre el mundo que le rodea, sin someterse ya de forma rígida a las instituciones artísticas tradicionales (Iglesia, Estado, nobleza). El artista es, cada vez más, un creador en el sentido pleno de la palabra, que busca, de forma personal, una nueva forma de representar. El interés por la subjetividad, por la propia verdad individual, es pues un valor a destacar. Nuevos materiales y técnicas.- Las artes plásticas incorporarán durante el siglo XX nuevos materiales y técnicas sin dejar de utilizar los procedimientos tradicionales, en unos procesos de integración que, en ocasiones, hacen difícil establecer una separación entre las diferentes artes (o la fotografía). La utilización de collages, assemblages y fotomontajes es, por ejemplo, una constante entre futuristas, cubistas o constructivistas. Estas transformaciones suponen la utilización de nuevos materiales y técnicas en un proceso de búsqueda constante. Entre ellas podremos mencionar: La soldadura autógena. Técnica que supone el ensamblaje de dos o más piezas del mismo metal, fundiendo los bordes por medio de un soplete (Julio González). Supondrá la utilización de todo tipo de metales para la construcción de la obra (hierro-acero, aluminio, latón, ) Collages. Procedimiento que incorpora al lienzo pintado materiales y objetos diversos, fundamentalmente papeles de periódico o pintados, o bien trozos de madera, cuero, (Picasso y Braque con sus papeles pegados o papiers collées) Assemblage. Obras de tres dimensiones, compuestas por objetos diversos ensamblados. Supone la incorporación directa de la realidad a la obra de arte. Puede ir desde los propios collages a los ready made del arte dadá (objetos encontrados o fabricados por el hombre que adquieren valor de obra por voluntad del artista). Fotomontaje. Supone la combinación de imágenes fotográficas, siendo una variedad de los collages por yuxtaposición de recortes de fotos. Al resultado se le podrán añadir textos, colores o dibujos. Será muy característico del constructivismo ruso (Lissitzky o Moholí- Nagy) La nueva libertad formal provocará una gran diversidad de formas: verticales, horizontales, abiertas, cerradas, diagonales, cóncavas, convexas,.
Principales movimientos y artistas. El fauvismo. Fundamentalmente el Fauvismo supone una reacción contra el Impresionismo en pro del color y del objeto. El color vuelve a ser el ingrediente principal del cuadro y se utiliza de manera apasionada; Derain se entusiasma con las obras de Vlaminck y los dos aplican la pasta directamente del tubo, en la plenitud de su potencia cromática, sin alterarlo con mezclas en el pincel o en la paleta. Los pintores fauves se inclinan por la mancha plana y ancha. El color se independiza del objeto. Para respetar el objeto, que se perdería entre las violencias y arbitrariedades coloristas, la línea recupera su energía con trazos gruesos y nítidos. La luz suele desaparecer y con ella la profundidad; las composiciones propenden al plano único, a la manera de Gaugin. Los temas son los mismos del Impresionismo. Henri Matisse sigue el criterio de que el Impresionismo, y más concretamente el puntillismo, ha destrozado los objetos y creado superficies a sacudidas. En Cézanne ha descubierto la estructura, la plenitud de la forma, de la cual la luz no es más que un accidente periférico. Matisse busca la solidez, propugna la obra como creación de la mente. En el Retrato de Madame Matisse el verde y el azul, en bandas que se oponen a ondulantes franjas rojas, crean la sensación de melancolía; las líneas recuerdan por su función de parcelación a superficies de dibujo de los románicos. El fauvismo pasó pronto, pero algunos de sus seguidores no dejaron de ensayar muchos años después los principios teóricos de 1905.. El Cubismo. El nacimiento del cubismo es uno de los acontecimientos más importantes del arte contemporáneo (sus orígenes giran en torno a 1907, fecha en la que Picasso concluye Las Señoritas de Avignon, que será el punto de partida). Esto se debe a que el cubismo no es " un movimiento más", sino que representa la ruptura clara y definitiva con la pintura tradicional: desaparición de la perspectiva (profundidad), utilización de una gama de colores apagada (grises, tonos pardos y verdes suaves), introducción de la visión simultánea de varias configuraciones de un objeto (vista de frente y de perfil, por ejemplo) con lo cual desaparece el punto de vista único y la referencia a un espacio fijo e inmutable, se profundiza en el interior de los cuerpos tratando de representar el espacio interior. Las formas de la naturaleza quedan reducidas a las figuras geométricas fundamentales: prismas, rectángulos, cubos...; de ahí precisamente procede el nombre de cubismo. En definitiva, lo que los pintores cubistas intentaron y consiguieron fue elaborar un nuevo lenguaje pictórico a base de descomponer la realidad (lo que se ve) en múltiples elementos geométricos y presentar en sus obras los aspectos más significativos de los objetos (lo que se conoce). Es decir, rompieron las tres dimensiones (2 reales y una fingida por la perspectiva) en busca de la cuarta dimensión, que permitiría ver una figura (da igual que sea un objeto, un paisaje o una persona) en su globalidad. Juan Gris (1887-1927). Realizó un cubismo intelectual y ordenado, sereno y sobrio donde las formas son reconocibles. Destacó su cubismo sintético de retratos, bodegones, paisajes y collages. Sus cuadros influyeron en el constructivismo y neoplasticismo. Destacan La botella de anís y Vaso de cerveza con cartas. El futurismo. Este movimiento exalta el progreso de la ciencia, la técnica y la industria. La pintura reflejo el movimiento y la energía de los cuerpos empleando planos geométricos fragmentados. Característico del estilo será otorgar a los objetos una serie de posiciones sobre un plano con el deseo de representar el movimiento. En consecuencia pintan caballos, perros y
figuras humanas con varias cabezas o series radiales de brazos y piernas; el sonido puede ser representado como una sucesión de ondas y el color como una vibración de forma prismática. Milán fue la capital de este intento italiano, de vida breve, ya que el cine lo desplazó. Los títulos de las obras son bastante expresivos; por ejemplo varios de Carrà, Simultaneidad, Lo que nos cuenta el tranvía o de Balla: Automóvil y ruido; o de Umberto Boccioni, Dinamismo de un ciclista. El Expresionismo. Con este término se denomina una pintura en la que prima la expresión subjetiva sobre la representación de la objetividad. Se plantean las angustias vitales del hombre y por esto tiene una carga dramática, pesimista y crítica. El valor fundamental es la libertad individual de expresión, pero con unos nexos comunes: El artista expresa emociones, queriendo reproducir en el espectador sus sentimientos. Los momentos de tensión, frustración y desgarramiento político provocan en la paleta de estos pintores la expresión de un grito de protesta. Se busca por tanto la expresión de los sentimientos y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva. Revela el lado pesimista de la vida generado por las circunstancias históricas del momento. La cara oculta de la modernización, la alineación, el aislamiento, la masificación, se hizo patente en las grandes ciudades y los artistas, creyeron que debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano. La angustia existencial es el principal motor de su estética. El fin es potenciar el impacto emocional del espectador distorsionando y exagerando los temas. Representan las emociones sin preocuparse de la realidad externa, sino de la naturaleza interna y de las impresiones que despierta en el observador. Para plasmar estas tensiones, utilizan en general colores fuertes y puros, las formas retorcidas y la composición agresiva. No importa ni la luz ni la perspectiva, que se altera intencionadamente. Este término engloba obras y autores de un amplio período, aunque el país donde esta vanguardia alcanza mayor intensidad es en Alemania. En Alemania, las ciudades de Dresde, Munich y Berlín son los centros culturales y de contactos artísticos, junto con París, donde surgen agrupaciones de artistas que perfilan el expresionismo. Munch (1863-1944). Cuando expone por primera vez en Berlín, en 1892, escandaliza y su exposición es clausurada. No cree en la superación del Impresionismo sino en su inversión: de la realidad exterior a la interior. Por ello, su pintura rechaza los temas neutros del impresionismo y se dedica a la expresión de estados de ánimo intensamente subjetivos, morbosos y turbadores. Su finalidad es explorar el mundo interior de la conciencia humana. Sus temas serán, pues, la enfermedad, el alcoholismo, la dolorosa soledad de la adolescencia y la vejez, el ansia de amor insatisfecho, la decepción, la angustia. La profundidad psicológica de estos temas no podía ser expresada con una técnica realista, y por ello utiliza colores puros y distorsiona las líneas de las figuras. El Arte Abstracto. El objeto había sido sometido en la pintura del siglo XIX a toda suerte de experimentos: reducido a color en el Fauvismo, geometrizado en el Cubismo, distorsionado en el Expresionismo, vibrado dinámicamente en el Futurismo, soñado en el Surrealismo; ahora en el arte abstracto se procede definitivamente a su eliminación. El propósito de los artistas abstractos es prescindir de todos los elementos figurativos para concentrar la fuerza expresiva en formas y colores que no ofrezcan relación con la realidad visual. Se trata de un intento anterior al Surrealismo, pero que lo desborda en el tiempo puesto que al agotarse la escuela surrealista la bandera que guía a los pintores es la de la abstracción. El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones. Este lenguaje se ha elaborado
a partir de las experiencias fauvistas y expresionistas, que exaltan la fuerza del color y desembocan en la llamada abstracción lírica o informalismo, o bien a partir de la estructuración cubista, que da lugar a las diferentes abstracciones geométricas y constructivas. La obra de arte se convierte pues en una realidad autónoma, sin conexión con la naturaleza, y por tanto ya no representa hombres, paisajes, casas, flores, sino simplemente combinaciones de colores que intentan expresar, con un lenguaje sin formas, como el de la música, la necesidad interior. Este tipo de manifestación plástica se consolidó como categoría estética a lo largo del siglo XX con distintas posiciones en su lenguaje (rayonismo, suprematismo, orfismo, neoplasticismo, action painting, informalismo,). El comienzo de la abstacción se produce hacia 1912 con la obra de Kandinsky. La obra de Wassily Kandinsky ilustra la llamada abstracción lírica. Kandinsky encuentra una conexión entre la pintura y la música que dan como resultado una serie de pinturas muy creativas, de gran libertad expresiva, en las que los colores son los protagonistas absolutos de sus composiciones abstractas. En ellas, la interrelación de los colores se hace en base a la idea de ritmo, siendo ésta la característica que mejor las define (conocida como la creatividad intuitiva: formas abstractas surgidas de impresiones provocadas por la observación de la naturaleza; de improvisaciones que responden a impulsos emotivos espontáneos con intervención del azar; y composiciones surgidas de emociones internas conscientemente calculadas con la ayuda de la razón).para Kandinsky, las formas no debían estar condicionadas por las apariencias exteriores de las cosas sino por una fuerza interior, por esa necesidad que le hace al artista crear. A través de esa fuerza interior, el pintor quiere suscitar emociones en el espectador que vayan más allá de las simples sensaciones y le liberen del materialismo de la vida moderna. El dadaísmo. Surgió durante la Primera Guerra Mundial como protesta contra la sociedad capitalista. Se caracterizó por su carácter provocador. Negaban la concepción del arte como negocio y tenían una actitud inconformista ante la cultura y el arte. Lo que querían era expresar lo irracional y lo absurdo. Destaca Marcel Duchamp. El Surrealismo. El surrealismo es un movimiento amplio, que inspira una nueva sensibilidad. Sus fines son provocar la expresión libre de aquello que considera lo más interno en el hombre; su inconsciente y su imaginación. Es decir, su ideal era sobrepasar la realidad y llegar a una renovación de todos los valores culturales, morales y científicos, cuestionando la tradición y la vida burguesa. Para ello, el surrealismo tiene un interés especial en la vía onírica, el sueño, basada en las técnicas del inconsciente de Freud. Interpretación de la realidad desde el sueño, el inconsciente, la magia y la irracionalidad. Nace en Francia finalizada la primera guerra mundial. Surge en el ámbito literario y se extiende al pensamiento, artes plásticas, cine y teatro. En 1924 se produce el primer manifiesto surrealista de Breton. La primera exposición surrealista se celebró en París en 1925. En su manifiesto, Breton presenta las bases de este movimiento: Creo en el encuentro futuro de estos dos estados, en apariencia contradictorios, como son el sueño y la realidad en una especie de realidad absoluta, de surrealidad. El surrealismo expresa el funcionamiento real del pensamiento, sin control de la razón, libremente frente a preocupaciones estéticas o morales. Existe un punto en el espíritu a partir del cual la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, lo pasado y lo futura, dejan de percibirse contradictoriamente. Variados son los recursos que el surrealismo utiliza para lograr sus objetivos. En la obra aparecen un conjunto de imágenes dispares (reales o irreales), tanto en el tiempo como en el espacio. Los objetos y formas son despejados de su significación tradicional (principio de la "desorientación"), el observador queda desorientado, sin saber a qué atenerse. Una misma
imagen puede ser interpretada de varias maneras (principio de la "discordancia"), por ejemplo, una nube puede parecer la cabeza de un animal o bien otra cosa. Lo paradójico, lo absurdo domina la obra. En el campo de las artes plásticas, los pintores surrealistas se manifiestan de dos maneras diferentes, los surrealistas figurativos, interesados por la vía onírica (Magritte, Delvaux y Dalí, entre otros) y que se sirven del realismo y de las técnicas y recursos pictóricos tradicionales. René Magritte fue un pintor de formas realistas y académicas que combina con situaciones imposibles y absurdas como en La memoria.