TALLER DE LICENCIATURA FACTORES PREDISPONENTES A LOS DESÓRDENES FISIOLÓGICOS EN FRUTOS CÍTRICOS EN LA REGIÓN DE VALPARAÍSO.

Documentos relacionados
LA OFERTA DE CITRUS EN EL MERCADO MODELO

Síntesis agromeoteorológica de la localidad de Los Antiguos (Santa Cruz)

Riego, fertilización y necesidades en frío invernal en frutales de hueso. Jesús Garcia Brunton Hortofruticultura IMIDA

Efecto de las altas temperaturas sobre la calidad de los frutos

PRIMER AFORO DE ACEITE DE OLIVA

PRODUCCIÓN FORZADA DE LIMÓN PERSA (Citrus latifolia Tan.) EN YUCATÁN

Ficha técnica de producto

EFECTOS DE LA ESTRATEGIA DE FERTILIZACIÓN EN EL BALANCE DE NITRÓGENO Y EN EL CRECIMIENTO DE UN CULTIVO AL EXTERIOR DE PLANTA ORNAMENTAL LEÑOSA

Previsión de cosecha de Cítricos

I N D I C E D E P R E C I O S A L C O N S U M I D O R

Cómo afecta la Difenilamina a la calidad de la fruta?

VARIACIONES EXTREMAS DE PRECIOS AL CONSUMIDOR DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y PROCESADOS JUNIO 2009

2017, año del Centenario de la Constitución Mexicana Índice Nacional de Precios al Consumidor 2017

EFECTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN EL CULTIVO DE MAÍZ

AGROCLIMÁTICA 1. INTRODUCCIÓN. Rocío Velázquez Otero Mercedes Gómez-Aguado Gutiérrez José Miguel Coleto Martínez

PARA ENFRENTAR EL FENÓMENO EL NIÑO XVI CONGRESO DEL MERCADO DE ENERGIA MAYORISTA Octubre 27, 28 y 29 de 2010

Los precios medios de los cítricos continúan a la baja

TENDENCIAS EN LA COMERCIALIZACIÓN MAYORISTA DE TOMATE EN EL MERCADO MODELO

PRIMER AFORO DE ACEITE DE OLIVA

PAPA: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS

CLIMA Y CALIDAD FRUTA

VARIACIONES EXTREMAS DE PRECIOS AL CONSUMIDOR DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y PROCESADOS DICIEMBRE 2008

CORTAVIENTOS EN AGRICULTURA CLAUDIA MC LEOD B. INIA - KAMPENAIKE

La Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación realiza

6. MEDICIÓN DE LA EVAPOTRANSPIRACIÓN MÉTODO DE BLANEY- CRIDDLE.

Riego y fertilización en granado

RESUMEN 1. INTRODUCCIÓN 2. MATERIALES Y MÉTODOS

Situación y Desafíos de la Industria de Cítricos en Chile Abril 2011

PRODUCTO ANTIESCALDASNTE SCALDFREE EMPRESA NUTRIPROVE CULTIVO MANZANA VAR. GRANNY SMITH. Septiembre de 2014 EVALUACIÓN TÉCNICA

RESUMEN METEOROLÓGICO AÑO 2004 ESTACIÓN JORGE C. SCHYTHE 1 (53 08 S; W; 6 M S.N.M.)

BOLETÍN SITUACIONAL BRÓCOLI

Prohibida su reproducción total o parcial, salvo que se indique la fuente haciendo referencia al sitio web, a la fecha y a Campo de El Mercurio.

Problema asociado a una deficiencia de potasio en el suelo.

Unidad Técnica de Estudios para la Industria UTEPI

Efecto de factores biológicos y abióticos sobre el índice de daño (ID) de pudrición ácida en uva cv. Red Globe

Producción de caña y azúcar en el valle del río Cauca, tercer trimestre de 2008

MANEJO POSTCOSECHA Y VALOR COMERCIAL

LA SIGATOKA NEGRA, UNA ENFERMEDAD A SER COMBATIDA EN LAS PLANTACIONES BANANERAS

Ing. Agr. Silvia G. Distéfano - INTA, EEA Marcos Juárez

La necesidad de conocer el comportamiento de ANTECEDENTES

FISIOLOGIA DEL ESPÁRRAGO Y SU APLICACIÓN EN EL MANEJO DEL CULTIVO

Boletín de madurez Marzo Ing. Agr. Teófilo Gomila. Área Poscosecha INTA EEA Alto Valle

FRUTALES DE HOJA CADUCA: manzano y duraznero. Ing. Agr. Gianfranca Camussi

INFLACIÓN EN DICIEMBRE DE 2007 DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y PROCESADOS

Implementación de sistema electrostático de aplicaciín para helicópteros en paltos (informe técnico)

PRIMER AFORO DE OLIVAR

Gleba Argentina Informe de ensayo eficacia y selectividad de Janfry Xtra en el control de enfermedades en soja 2013/14

CITRICULTURA. Panorama general Revisión n de casos en España. Jornadas de citricultura de COAG Santiago Bobo Mariño CAMPIÑA A VERDE Ecosol

RELEVAMIENTO ARROCERO PROVINCIAL INFORME DE CAMPAÑA 2015/16: FIN DE COSECHA CORRIENTES

ESTADÍSTICAS DE COYUNTURA ECONÓMICA Boletín Mensual. Ventas de Supermercados

Fertilización de cultivos y la nutrición de los suelos en la región Centro Oeste de Santa Fe

Vicente Tejedo Tormo Dr. Ingeniero Agrónomo IVIA. Secc. Citricultura

Cambio climático y patrones de precipitación: efecto sobre las comunidades vegetales semiáridas

RESUMEN CLIMATOLÓGICO MAYO/2012

CAPITULO 3. PARAMETROS DE CALIDAD Diego Arribillaga G., INIA Tamel Aike

EFECTO DE LA VARIABILIDAD CLIMÁTICA EN EL CULTIVO DE HABAS

CAUSAS DE DETERIORO INTRODUCCION. Dra. Luz Paucar Menacho

LECHUGA Producción y comercio en el Uruguay

Principales Problemas de Poscosecha en Chile

PROCEDIMIENTO OPERATIVO PROYECCIÓN DE LA DEMANDA

Historia de la Ecofisiología

Diagnóstico nutricional y Fertirriego: una propuesta dentro de los sistemas de producción intensivos en cítricos

"Temperaturas máximas cálidas a muy cálidas en el Valle del Aconcagua"

MEDICIÓN RUTAS DE NIEVE

XII FORO CLIMÁTICO REGIONAL 2015

Sergio Del Castillo V. Lima, Abril 2016

RUSSET EN MANZANAS Y PERAS. José Antonio Yuri Chris Voller

Rentabilidad de Cultivos CítricosC

1 de noviembre: una fecha para las flores

Efectos de la aplicación de 1-MCP en ciruelas

ENSAYO CAMPO DEMOSTRATIVO

CULTIVARES DE SOJA PERTENECIENTES A DIFERENTES GRUPOS DE MADUREZ EN SEIS FECHAS DE SIEMBRA, RAFAELA, SANTA FE, 2005/06.

CBA AGOSTO Costo CBA $ Variación mensual 0,3% Variación acumulada anual (respecto a diciembre 2013) 2,5% Variación últimos 12 meses 6,3%

10 años de fertilizantes ENTEC en hortofruticultura

Colombia. Comportamiento de la TRM 2012

Tecnologías de Riego bajo Severa Escasez de Agua

MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA DIRECCION REGIONAL HUETAR CARIBE

DETERMINACIÓN DE LA DOSIS DE NUTRIENTES EN NECTARINOS Y DURAZNOS EN PLENA PRODUCCIÓN USANDO ANÁLISIS QUÍMICO DE SUELO

Resumen ARÁNDANO. Mercado Central de Bs.As. (MCBA) FRUTILLA. Exportación argentina y tucumana

INDICADOR DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR. MES DE DICIEMBRE EVOLUCIÓN DE INDICADORES

Evapotranspiración de maíz, alfalfa y vid bajo riego, en la cuenca media del río Colorado. Fontanella, Dardo 1 ; Aumassanne, Carolina 1*.

ESQUEMA DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL SISTEMA BIO FISICO

JORNADA TÉCNICA SOBRE FERTIRRIGACIÓN EN CÍTRICOS Y FRUTALES Centro de Experiencias de Cajamar en Paiporta 20 de marzo de 2014

Nutrición y educación alimentaria Ficha N 6: Frutas y verduras Criterios para una buena selección

Situación actual de precios e ingresos en el Mercado Modelo

ENTE REGULADOR DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS OFERTA

Reporte Mensual de Precios de Pan Área Metropolitana

Anlisis de Oportunidades en el Mercado Chino

INDICADOR DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR. MES DE MARZO EVOLUCIÓN DE INDICADORES

INDICADOR DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR. MES DE MAYO EVOLUCIÓN DE INDICADORES

Espacio para imagen GRADO DE MADUREZ DE COSECHA Y MANEJO DE TEMPERATURA DE ENVÍO DE MANGO DESTINADO A MERCADO LISTO PARA COMER

Dr. Carolina Torres Universidad de Talca, Chile

La cumbre más importante de la última década Fecha: 25 y 26 de Octubre 2016 Quito

Actividad comercial del cultivo de frutilla en la Argentina y Tucumán, campaña 2014 vs 2013 y gastos de producción en el año 2014

INFORME TURISMO. Boletín Informativo del Instituto Nacional de Estadísticas

AFORO DE CÍTRICOS DE ANDALUCÍA

EVALUACIÓN DE SEMILLAS DE MAÍZ DE PROSEMILLAS EN EL CENTRO DE CHIAPAS

INDICADOR DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR. MES DE JUNIO EVOLUCIÓN DE INDICADORES

INST.MPAL.DE ARTE Y CULTURA DE AHOME ESTADO DE SINALOA ESTADO DE FLUJOS DE EFECTIVO AL 31/ene/2013. Fecha de Impresión 13/may/13 Página: 1

LAS HORTALIZAS SECAS EN EL LITORAL NORTE

Transcripción:

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Fundación Isabel Caces de Brown Estación Experimental La Palma Casilla 4-D, Quillota-Chile Teléfonos 56-32-274501-56-33-310524 Fax 56-32-274570, 56-33-313222 http://www.agronomia.ucv.cl TALLER DE LICENCIATURA FACTORES PREDISPONENTES A LOS DESÓRDENES FISIOLÓGICOS EN FRUTOS CÍTRICOS EN LA REGIÓN DE VALPARAÍSO. Alumna: Roxana Geldes Hermosilla Profesor guía: Ricardo Cautín Morales Profesor corrector: Marco Cisternas Vega Quillota, 31 de marzo del 2008

Índice Resumen Summary 1. Introducción 1.1. Hipótesis 2 1.2. Objetivo general 2 1.3. Objetivos específicos 2 2. Revisión bibliográfica 3 2.1. Desórdenes fisiológicos en frutos cítricos 3 2.1.1. Creasing 3 2.1.2. Peteca 5 2.1.3. Bufado 6 2.1.4. Oleocelosis 7 2.1.5. Picado o peel pitting 8 3. Materiales y métodos 10 3.1. Determinación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos y de la Importancia que estos presentan para la exportación 10 3.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores de tipo fisiológico y de manejo de huerto 11 3.2.1. Descripción de los factores a evaluar 11 3.2.2. Análisis estadístico 12 3.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores climáticos 12 3.3.1. Variables climáticas consideradas 13 3.3.2. Análisis de los datos 14 4. Resultados y discusión 15

2 4.1. Determinación de la incidencia de los principales desórdenes fisiológicos a nivel de exportación 15 4.1.1.Mandarina clementina 15 4.1.2. Limón 16 4.1.3. Naranja 18 4.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores fisiológicos y de manejo de huerto 19 4.2.1. Mandarina clementina 20 4.2.2. Limón 22 4.2.3. Naranja 23 4.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores climáticos 26 4.3.1. Mandarina clementina 26 4.3.2. Limón 32 4.3.3. Naranja 39 5. Conclusiones 41 6. Literatura citada 42 Anexos

Resumen Los desórdenes fisiológicos en frutos cítricos afectan la calidad comercial de estos de manera que producen pérdidas económicas importantes. En esta investigación se determinó la incidencia e importancia de estos a nivel de packing. Se realizó una evaluación de los principales desórdenes fisiológicos encontrados en descarte de exportación, que afectan a los frutos cítricos mandarina clementina, limón y naranja, durante las temporadas 2006 y 2007. Se determinó en orden de mayor a menor importancia que las incidencias mas altas y que generan las mayores perdidas en mandarina clementina son oleocelosis, bufado y creasing, en limón fueron oleocelosis y peteca en igual magnitud, mientras que en naranjas oleocelosis, creasing y pitting fueron los mas importantes. Paralelo a esto se determinó mediante análisis de componentes principales, la asociación entre las incidencias y los factores asociados a la aparición e incidencia de los desórdenes fisiológicos, tales como, factores de tipo fisiológico (edad de la plantación y producción) y de manejo de huerto (aporte hídrico y fertilización nitrogenada). En mandarina clementina se asoció la incidencia de oleocelosis a la producción obtenida (kg/ha/año), el creasing se asoció a la fertilización nitrogenada (UN/ha/año) y no se encontró relación entre la incidencia de bufado y los factores antes mencionados, en naranjas se asoció el pitting con la edad del huerto (años) y la oleocelosis con el factor riego (m³/ha/año), mientras que en limón no se encontró asociación entre las alteraciones peteca y oleocelosis con los factores mencionados. Además se determinó la asociación entre las incidencias de los desórdenes fisiológicos y factores de tipo climático realizando para ello una zonificación, registrando las variables climáticas temperatura mínima, temperatura máxima, humedad relativa y precipitación, según cada zona. Con respecto al análisis anterior en mandarina clementina el creasing se asoció descriptivamente a la humedad relativa y la oleocelosis a la precipitación, mientras que el bufado se relacionó a la temperatura mínima registrada; para el caso del limón las alteraciones oleocelosis y peteca se asociaron a las variables temperatura mínima y precipitación, mientras que en naranjas no se encontró asociación entre el creasing y pitting, con las variables climáticas estudiadas.

Summary Physiological disorders in citrus affect the quality of these, producing significant economic losses. In this investigation, their impact and importance on packing facilities were determinated. An assessment of the major physiological disorders found in export rejections, affecting citrus fruits such as clementine mandarins, lemons and oranges, was carried out during 2006 and 2007 season. It was determined through classification from highest to lowest importance that the higher incidences and those generating greater losses for in clementine mandarins are oleocellosis, puffing and creasing, whereas in lemons, peteca and oleocellosis were the same magnitude; while in oranges, oleocellosis, creasing and pitting were the most important. At the same time, the association between the incidence and factors related o the occurrence and incidence of physiological disorders, such as physiological factors (age of the plantation and production) and orchard management (water availability and nitrogen fertilization) was determined through the analysis of main components. In clementine mandarins, the incidence of oleocelosis was associated with the production (kg/ha/year), creasing was associated with the nitrogen (UN/ha/year) and no relationship was found between the effect of puffing and the factors before mentioned; in oranges, pitting was associated with age (years) of the orchard and oleocellosis with irrigation factor (m³/ha /year); while in lemons no association was found between peteca and oleocellosis and the factors mentioned. Besides, the association between the incidence of physiological disorders and factors type climate, through zoning, records of climate variables, minimum temperature, maximum temperature, relative humidity and precipitation, according to each area. In accordance with the previous analysis, in clementine mandarins, creasing was associated descriptively with relative humidity, while oleocellosis with precipitation; whereas puffing was related to the minimum temperature recorded, in the case of lemons, peteca and oleocelosis alterations were associated with variables minimum temperature and precipitation, while in oranges, no association was found between the creasing and pitting and climatie variables studied.

1. Introducción La citricultura es una actividad de gran importancia en el sector agrícola nacional, esta actividad ha sufrido cambios cualitativos y decididamente ha cambiado su orientación comercial desde el mercado local al mercado internacional. El actual desarrollo de la citricultura de exportación requiere respuestas precisas sobre el comportamiento de las especies cítricas y sobre sus manejos, de modo de poder maximizar el rendimiento de la fruta para abastecer el mercado nacional y de exportación. Las altas demandas de producción y calidad exigen que los productores y exportadores cuenten con información técnica apropiada, que les permitan tomar decisiones adecuadas y efectuar inversiones confiables para acceder a mejores opciones de comercialización. La información sobre cítricos disponible en Chile proviene de la experiencia de otros países con diferentes variedades, condiciones de suelo y clima; por lo que se requeriría urgentemente generar información representativa de la realidad citrícola tanto a nivel nacional como regional. Durante el período de comercialización y/o conservación de los frutos cítricos se producen pérdidas económicas ocasionadas por desórdenes fisiológicos, los cuales se definen como el conjunto de alteraciones causadas por el ecosistema al margen de organismos bióticos (Alcaraz-Lopez et al., 2004); al respecto Ortúzar (1999), señala que existen numerosas fisiopatías que afectan a los cítricos y cuyo impacto sobre la calidad y valor de la fruta depende tanto de su incidencia (proporción de frutos afectados) como de la severidad (proporción del fruto afectado) del desorden, además, agrega que entre los principales desórdenes fisiológicos que afectan a los cítricos en Chile se encontrarían el creasing, bufado, peteca, oleocelosis y granulación. La gran mayoría de los desórdenes fisiológicos se manifiestan días después del proceso de recolección, al respecto Alcaraz-Lopez et al., (2004) señalan que esto genera problemas al momento de la comercialización de los cítricos debido a la pérdida del valor de la producción, así como también, del valor agregado en todas las operaciones post

2 recolección tales como, manipulación, desverdización y refrigeración, esto sumado además a un deterioro de la imagen comercial en los mercados de destino, la cual en la actualidad es necesario conservar. 1.1. Hipótesis La aparición e incidencia de desórdenes fisiológicos en frutos cítricos se debe a factores precosecha, tales como: fisiológicos, de manejo del huerto y climáticos imperantes durante el desarrollo de los frutos. 1.2. Objetivo general Determinar los principales desórdenes fisiológicos en frutos cítricos y relacionar su aparición e incidencia con los factores causales de éstos. 1.3. Objetivos específicos Determinar la incidencia de los principales desórdenes fisiológicos que afectan a los frutos cítricos: mandarina Clementina, limón y naranja, cultivados en diferentes zonas de la Región de Valparaíso y su importancia a nivel de exportación. Relacionar factores fisiológicos y de manejo del huerto, con la aparición e incidencia de los desórdenes fisiológicos en los frutos mandarina Clementina, limón y naranja. Relacionar variables climáticas, con la aparición e incidencia de los desórdenes fisiológicos en los frutos mandarina Clementina, limón y naranja.

3 2. Revisión bibliográfica 2.1. Desórdenes fisiológicos en frutos cítricos La fruta de los cítricos frecuentemente está sujeta a problemas de diferente naturaleza que afectan su calidad, muchas veces de manera irrecuperable, es así como Agustí (2003), señala que entre los problemas de los frutos cítricos se encuentran algunos que se conocen genéricamente bajo la denominación de desórdenes o alteraciones fisiológicas, al respecto, este mismo autor señala que se trata de modificaciones externas que suelen ser meramente estéticas, pero pueden evolucionar hasta alterar gravemente su desarrollo y comportamiento de post-recolección. Así también Alcaraz-Lopez et al. (2004), señalan que, si bien, en la mayoría de los casos la causa principal de éstas alteraciones no ha podido ser establecida, estarían asociadas a condiciones climáticas y edáficas en las cuales de desarrolla el cultivo, por tanto, su incidencia e importancia serian variables de unas zonas a otras. Agustí (2003), comenta de igual modo que estas alteraciones involucran un concepto muy amplio y que comprenden desequilibrios tanto de origen climático como, provocados por el cultivo y la manipulación post-cosecha. 2.1.1. Creasing El creasing, crease, albedo break down o clareta es un desorden fisiológico que afecta a los frutos cítricos, en especial a naranjas navel, valencia y mandarinas (Ortuzar, 1999). Según lo descrito por Zaragoza y Agustí (1998), Agustí (2003) y Delham y Puchades (2005), esta alteración se caracteriza por la formación de grietas o fisuras en el albedo (parte blanca de la corteza de los cítricos) que se manifiestan como irregularidades o abolladuras en la parte más externa de la piel o flavedo; Storey y Treeby (1994), señalan que esta alteración es producida por la pérdida de conexiones entre células adyacentes a nivel de lamela media, lo cual coincide con lo planteado por Agustí (2003), quien indica que al romperse las ramificaciones celulares, que constituyen los espacios aéreos del

4 albedo, éste se daña y las células se separan, apareciendo grietas que impiden la conexión entre ellas; al respecto Delham y Puchades (2005) indican que la consecuencia más inmediata de la alteración es la pérdida de resistencia mecánica de la corteza con la consecuente repercusión en su capacidad de almacenamiento, transporte y conservación. Causas de la alteración Diversos autores, entre ellos Zaragoza y Agustí (1998) y Jones et al. (1967), señalan que existen numerosos factores asociados a este desorden, entre ellos estarían las condiciones climáticas, riego, patrón, nutrición mineral, madurez de la fruta, grosor de la cáscara, carga frutal y factores genéticos, lo cual es coincidente con lo planteado por Agustí (2003) quien indica que entre los posibles factores asociados a la alteración se encontrarían condiciones climáticas, de suelo, fluctuaciones de humedad, factores hereditarios, cosechas elevadas, aspectos nutricionales relacionados al fósforo, nitrógeno y potasio, como también prácticas culturales tales como el riego y el patrón utilizado, al respecto Delham y Puchades (2005) consideran que parece haber varios factores que afectan a la presencia de la alteración, refiriéndose a ésta como una alteración multicausal, en la cual parecen estar involucrados diversos factores, sin embargo, no se ha llegado a conocer con exactitud cuál es el grado de influencia concreta de las diversas posibles causas. Control de la alteración Según experiencias llevadas a cabo por Ruiz y Primo-Millo, (1989), la aplicación de ácido giberélico, solo o en combinación con sales de potasio, reducen marcadamente la incidencia de la clareta. Análisis realizados por Ortúzar et al. (1999), revelaron que la aplicación de 15 mg/l de ácido giberélico (AG3) no tiene un efecto consistente sobre el desarrollo del agrietamiento del albedo, pero sí, tiene un efecto en disminuir y retardar el desarrollo del creasing, lo cual depende de la fecha de aplicación, fecha de cosecha e intensidad en que se presenta el creasing; igual situación fue comprobada por Agustí (2003) cuyos estudios revelaron que la aplicación de 20 mg/l de ácido giberélico durante

5 los primeros estados de desarrollo del fruto, reduce en un 50% la incidencia de clareta, pero 10 mg/l son suficientes en condiciones de baja incidencia. 2.1.2. Peteca Díaz (2007) señala que Chile tiene la más alta incidencia como país de este desorden. La peteca es una alteración que se presenta con frecuencia en limones, como manchas grises de alrededor de medio centímetro, más o menos circulares y bastante deprimidas, ubicadas en forma dispersa sobre la superficie del fruto (Razeto, 1987). Razeto (2000), señala que la porción del albedo (tejido blanco y esponjoso de la cáscara) ubicado bajo cada depresión se deseca, y que si bien, el daño no llega a la pulpa, deteriora tanto la apariencia del fruto que éste pierde parcial o totalmente su valor para venta en estado fresco; este mismo autor destaca que esta alteración es una de las causas de mayor pérdida de producción de fruta en limonero. Causas de la alteración Según estudios realizados por Razeto (2000), la incidencia de peteca estaría relacionada con las bajas temperaturas asociadas a condiciones de elevada humedad atmosférica, lo cual coincide con lo observado por Gómez (1984) quien reconoció que los frutos ubicados en la parte sur del árbol se afectan más con peteca debido a que reciben menor cantidad de radiación, a una temperatura más baja y mayor humedad relativa que los demás. Razeto (2000), señala que mojamientos del fruto por rocío, neblinas y precipitaciones, sorprenderían al limón en un estado fisiológico susceptible, favoreciendo la aparición de peteca, sin embargo, no descarta la posibilidad que este desorden tenga origen distinto o adicional al mencionado, al respecto Schultze (2000), señala que la peteca no es producto de una acumulación de horas frío, sino más bien de un quiebre de temperaturas mínimas, junto a un estado fisiológico susceptible de la fruta, aunque la temperatura mínima por sí sola, no se relaciona directamente con la peteca y que por lo tanto, existirían otros factores que en conjunto producirían el daño.

6 Control de la alteración Razeto (1987), indica que el almacenaje del limón por algunos días, permite la manifestación del problema antes del embalaje, y de esta forma se evitaría la comercialización de frutos afectados; sin embargo, Razeto (2000) concluye que no existirían aún tratamientos preventivos para la peteca del limón. 2.1.3. Bufado El bufado del fruto es una alteración fisiológica caracterizada por la separación de la corteza y la pulpa, y que se presenta con frecuencia en mandarinas, especialmente Satsuma (Agustí, 2003), esto coincide con lo planteado por Murata (1997), quien señala que el bufado es escaso en naranjas y limones, pero común en mandarinas. Agustí (2003), indica que el origen del bufado es la aparición de grandes espacios intercelulares en las capas más profundas del albedo después de que el fruto supera la fase de división celular; de este modo, el desarrollo de estos espacios da lugar cuando el fruto madura, a roturas celulares y a un albedo agrietado y poco resistente. Este mismo autor señala que en la mandarina Satsuma, la aparición de bufado es responsable de un recrecimiento final de la corteza, que tiene lugar cuando los segmentos han completado su desarrollo, provocando la separación entre corteza y pulpa, en cambio en la mandarina Clemenules la pérdida de zumo provoca la contracción de la pulpa y ésta se separa de la corteza provocando el bufado. Causas de la alteración La humedad relativa sería el principal factor responsable de la aparición de bufado especialmente durante las últimas fases de desarrollo del fruto, así pues, elevados

7 valores de esta en combinación con temperaturas altas en otoño lo favorecerían, especialmente si ha existido un período seco previo (Agustí, 2003). Según estudios realizados por Murata (1997) y Agustí (2003), un crecimiento vigoroso del árbol y un crecimiento activo del fruto estarían asociados a la aparición del problema; así también, Agustí (2003) agrega que alteraciones nutricionales debido a una fertilización inadecuada se ha relacionado con la incidencia de bufado. Control de la alteración Estudios realizados por Agustí (1988), demostraron que la aplicación de ácido giberélico antes de que el fruto inicie el cambio de color retarda significativamente la pérdida de clorofilas de la corteza, al mismo tiempo que reduce la incidencia de bufado, como consecuencia de estos tratamientos se tiene un notable retraso en la pérdida de zumo y un aumento en la resistencia de la corteza. 2.1.4. Oleocelosis Es uno de los problemas que causa las mayores pérdidas en postcosecha, y es considerada un problema cosmético y una vía de entrada de hongos (Díaz, 2007). El término oleocelosis se aplica a la alteración producida por la liberación de aceites esenciales tras la rotura de sus glándulas situadas en el flavedo (Agustí, 2003); al respecto Shomer y Erner (1989), señalan que las células dañadas por oleocelosis son el resultado de una contaminación interna con aceite esencial y no de una presión mecánica per se. Estos aceites (terpenos), son tóxicos para las células epidérmicas que se colapsan (Murata, 1997), llenándose su lumen por un gran cloroplasto que contiene grandes cantidades de clorofila responsable de las manchas verdes que aparecen en las zonas afectadas después de que el fruto cambia de color (Agustí, 2003). Según Razeto (1987), la oleocelosis se presenta más frecuentemente en limones, aunque Ortúzar (1999) y Murata (1997) señalan que puede afectar a todos los cítricos,

8 pero especialmente a limas, limones y naranjas. Lastarria (1999), indica que en limones la oleocelosis sería más frecuente en frutos inmaduros, ya que poseen glándulas de aceite más prominentes facilitando su ruptura por contacto o roce, al contrario de lo que sucede en naranjas donde el daño estaría más relacionado a un problema de sobremadurez. Causas de la alteración En general, la oleocelosis es consecuencia de alteraciones de las condiciones climáticas durante el período inmediatamente anterior al cambio de color del fruto (Agustí, 2003). Varios autores, entre ellos Murata (1997), Agustí (1998a) y Agustí (2003) señalan que entre las causas a las que se atribuye esta alteración, se mencionan el rocío, humedad relativa elevada, temperaturas altas, alteraciones del estado nutricional, ataques de insectos, exceso de riego y cambios bruscos de la temperaturas de almacenamiento, Talón (2007) agrega además que el daño causado por heladas causa también serios problemas de olecocelosis. Control de la alteración Razeto (1987), señala que la oleocelosis se puede prevenir, evitando las condiciones que contribuyen al escape de aceite desde las glándulas, entre las cuales se tienen el no cosechar fruta mojada con lluvia o rocío, el cosechar y manejar la fruta con mucho cuidado y el someter a la fruta cosechada a un período de curado, dejándola a temperatura ambiente por unos tres a cinco días en el caso del limón y uno a tres días en la naranja, dependiendo de la turgencia y la temperatura. Según Agustí (2003), el control de la oleocelosis es muy difícil, sin embargo señala que la aplicación de 10 mg/l de ácido giberélico antes de que el fruto inicie el cambio de color, no elimina la alteración pero la reduce notablemente y retarda su aparición. 2.1.5. Picado o peel pitting

9 Agustí (2003), indica que el picado de la corteza o peel pitting se presenta como unas manchas de color marrón, más o menos amplias, ubicadas en la superficie de la corteza de los frutos, que se desarrollan luego del cambio de color del éstos en el árbol o durante su almacenamiento en cámara. Agustí (1998a), señala que en híbridos y pomelos, temperaturas bajas afectan a la capa cérea cuticular del fruto, rompiéndola y favoreciendo la transpiración, siendo afectadas las primeras capas de células epidérmicas y subepidérmicas del fruto, cuyo citoplasma se colapsa, muriendo y dando lugar a pequeñas señales o puntos oscuros responsables del picado o peel pitting. En el caso de la mandarina Fortune, este desorden causa una importante reducción de la calidad del fruto, disminuyendo marcadamente su valor comercial (Agustí et al., 1997). Causas de la alteración Estudios realizados por Agustí et al. (1997), indican que las condiciones ambientales durante la maduración y el almacenamiento del fruto parecen ser los principales factores desencadenantes del peel pitting, al respecto Agustí (2003) señala que el factor causal del picado no es conocido, aunque las bajas temperaturas podrían estar involucradas en su desarrollo y que la presencia de vientos fuertes y fríos, así como variaciones de la humedad relativa ambiente, se han relacionado también con su aparición; es así como Vercher et al. (1994), plantean que el incremento de la permeabilidad cuticular debido a las bajas temperaturas causa, en primer lugar, la pérdida de agua de las células epidérmicas, provocando de este modo la depresión o picado de la superficie del fruto. Además Agustí (2003) y Joui (2007), agregan que también se ha relacionado la aparición de pitting con el estado de maduración de los frutos, su posición en el árbol y la sensibilidad de algunas variedades. Control de la alteración Resultados de Zaragoza et al. (1996), concluyen que la aplicación de nitrato cálcico aplicado justo antes del cambio de color, reduce la permeabilidad cuticular y como consecuencia de ello se reduce la incidencia del picado, así también señalan que el ácido giberélico reduce la incidencia del peel pitting pero con menor eficacia que el nitrato cálcico, al respecto Agustí (2003), señala que esto es debido a que su acción es a través

10 del control de la senescencia, pero ésta no parece ser el único factor responsable de la alteración, este mismo autor señala además que la reducción de la permeabilidad cuticular también se puede lograr con el uso de antitranspirantes. 3. Materiales y métodos Se determinó la aparición e incidencia de los principales desórdenes fisiológicos que afectan a los frutos cítricos en el proceso de packing, luego se relacionó los valores de incidencia con los factores predisponentes a las alteraciones, considerando factores de tipo fisiológico, de manejo de huerto y climáticos. 3.1. Determinación de la incidencia de desórdenes fisiológicos y de la importancia que estos presentan para la exportación La investigación abarcó dos períodos, correspondientes a las temporadas citrícolas 2006-2007, durante los cuales se trabajó con datos de la Exportadora Santa Cruz S.A. ubicada en la comuna de Quillota, sector la Palma, Región de Valparaíso (Anexo 1). Se analizaron los productores de clementinas, limones y naranjas, que procesan su fruta en la Exportadora Santa Cruz, provenientes de huertos de la Región de Valparaíso, que corresponden a 18 productores en total (tres de clementinas, cuatro de naranjas y 11 de limones). Se analizaron los siguientes desórdenes fisiológicos por especie: Clementina: creasing, oleocelosis y bufado Limón: oleocelosis y peteca Naranja: creasing, oleocelosis y pitting

11 La incidencia se define como la proporción de frutos afectados por una determinada alteración, de un total de frutos revisados, dado ésto, para calcular los valores de incidencias, se registraron los datos sobre el proceso de descarte a cada uno de los productores, utilizando información de las planillas de descarte (Anexo 2) y de los informes de procesos de cada productor (Anexo 3), para luego realizar una sumatoria de datos, obteniendo de ese modo un valor de incidencia general por desorden fisiológico a nivel de packing utilizando siguientes fórmulas: Suma de frutos afectados por desorden X 100 = % Frutos afectados por desorden Suma de frutos totales revisados correspondiente al descarte % Frutos afectados por desorden X kg de descarte total correspondiente al descarte = kg de frutos por 100 desorden del descarte kg de frutos por desorden del descarte X 100= Incidencia o % de frutos afectados kg totales procesados por desorden fisiológico 3.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores de tipo fisiológico y de manejo de huerto Se calculó una incidencia (con las fórmulas anteriores) a cada productor individualmente según la especie y para cada uno de los desórdenes fisiológicos asociados. Luego se tomaron datos de los huertos de cada especie, en los cuales se registró información de los factores fisiológicos, y de manejo del huerto, asociados a los desórdenes fisiológicos. 3.2.1. Descripción de los factores evaluados: Edad de la plantación (años).

12 Nivel de producción: Se medió la cantidad de kilos obtenidos por hectárea en ambas temporadas (kg/ha/año). Nutrición: niveles de nitrógeno (N) aplicados mediante fertilización, la unidad de medida utilizada fue unidades de N por hectárea al año (UN/ha/año). Aporte hídrico: tasa de agua aplicada mediante el riego, la unidad de medida utilizada fue metros cúbicos aplicados por hectárea al año (m³/ha/año). 3.2.2. Análisis estadístico: Se realizó un análisis estadístico de tipo exploratorio denominado Análisis de Componentes Principales (ACP), el cual es de uso descriptivo o exploratorio de datos y corresponde a una técnica multivariante de interdependencia. Esta técnica consiste en la reducción de la dimensionalidad de las variables, que se realiza para una visualización y cuantificación de la asociación que hay entre ellas. La representación del análisis se realiza en un biplot o gráfico cartesiano, el cual refleja las distancias que hay entre cada variable y/o atributo. 3.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores climáticos: Se agruparon las comunas de la Región de Valparaíso a las cuales pertenecen los huertos de los productores de mandarina Clementina, limones y naranjas, en base a la zonificación agroclimática, realizada por el Centro Regional de Informaciones Agrometeorológicas (CRIA) Región de Valparaíso (Anexo 4), se consideró la zona o comuna por sí misma, o la más cercana a la ubicación del huerto. Distribución de las comunas por zona: Zona 1: Petorca Zona 2: La Ligua

13 Zona 3: Cabildo Zona 4: Panquehue Zona 5: La Cruz, Quillota Zona 6: Hijuelas Zona 7: Olmué, Limache Distribución de las zonas por especie, segun ubicación de los huertos: Mandarina Clementina: zona: 1, 4 y 6 Limón: zona: 2, 3, 4, 5, 6 y 7 Naranja: zona: 3, 5 y 7 3.3.1. Variables climáticas consideradas: Temperatura mínima Temperatura máxima Humedad relativa (HR) Precipitación (mm) Los datos tomados fueron registros diarios de las variables climáticas y se tomaron en los meses iniciales del desarrollo del fruto hasta su cosecha. Mandarina Clementina: registros diarios desde enero de 2006 hasta mayo o junio 2006 (según término de cosecha por zona) y desde diciembre de 2006 hasta junio de 2007. Limón: registros diarios desde noviembre de 2005 hasta julio de 2006 y desde noviembre de 2006 hasta junio o julio de 2007 (según término de cosecha por zona). Naranja: registros diarios desde noviembre de 2005 hasta agosto de 2006, no se consideró la temporada 2006-2007 debido a que no se realizó cosecha. Simultáneamente se calculó la incidencia por zona, considerando los descartes de los productores que pertenecen a una misma zona, utilizando las fórmulas anteriores de incidencia.

14 3.3.2. Análisis de los datos: Para relacionar las incidencias obtenidas por zonas con las variables climáticas se realizó un análisis descriptivo, para lo cual se graficó las variables en series de tiempo describiendo aquellas que tuvieran una mayor relación con las respectivas incidencias de las zonas, esto debido a que no se puede realizar un análisis estadístico convencional ya que los datos de origen tienen formatos distintos (datos diarios en el caso de las variables climáticas, y un dato anual para las incidencias por zona).

15 4. Resultados y discusión 4.1. Determinación de la incidencia de los principales desórdenes fisiológicos a nivel de exportación 4.1.1. Mandarina Clementina En el Cuadro 1 se presentan los desórdenes fisiológicos más comunes encontrados como descarte en el proceso de packing, además se muestran los valores respectivos de sus incidencias. En las Figuras 1 y 2 se observa la distribución en porcentajes para cada desorden fisiológico. Cuadro 1. Valores de incidencia de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de mandarina Clementina, temporadas 2006 y 2007. Alteración 2006 2007 Oleocelosis 10,71 6,0 Bufado 0,73 6,0 creasing 0,41 0, 1 90.34 3.48 6.18 oleocelosis bufado creasing Figura 1. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de mandarina clementina, temporada 2006

16 45.92 0.85 53.23 oleocelosis bufado creasing Figura 2. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de mandarina clementina, temporada 2007 A la vista de las Figuras 1 y 2 existiría una manifestación variable de los desórdenes fisiológicos en mandarina Clementina en ambas temporadas, evidenciándose una notable variación en la distribución porcentual de las alteraciones, así como también los valores propios de incidencia registrados en el proceso de packing. 4.1.2. Limón En el Cuadro 2 se presentan los desórdenes fisiológicos más comunes encontrados en los procesos de descartes de packing y sus respectivos valores de incidencia. En las Figuras 3 y 4 se observa la distribución en porcentajes por desorden fisiológico. Cuadro 2. Valores de incidencia de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de limón, temporada 2006 y 2007 Alteración 2006 2007 Oleocelosis 9,53 2,40 peteca 9,15 2,60

17 44% oleocelosis 56% peteca Figura 3. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de limón, temporada 2006 52% 48% oleocelosis peteca Figura 4. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de limón, temporada 2007 A la vista de estos resultados se evidencia la notable variación de los valores de incidencia de las alteraciones fisiológicas en limón para ambas temporadas, sin embargo, la distribución porcentual de éstas se muestra relativamente similar.

18 4.1.3. Naranja En el Cuadro 3 se presentan los desórdenes fisiológicos más comunes encontrados en los procesos de packing y sus valores de incidencia. En la Figura 5 se observa la distribución en porcentajes por cada desorden fisiológico. No se obtuvieron resultados para la temporada 2007, ya que, no se realizó proceso de packing para esta especie en dicha temporada. Cuadro 3. Valores de incidencia de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de naranja, temporada 2006 alteración 2006 Oleocelosis 4,39 Creasing 2,03 pitting 1,39 18% 56% 26% oleocelosis creasing pitting Figura 5. Representación gráfica de las incidencias de desórdenes fisiológicos de naranja, temporada 2006 Al igual que en las demás especies cítricas queda de manifiesto el alto porcentaje que adquiere el desórden oleocelosis con respecto al resto de las alteraciones, siendo éste sin duda el que provocaría las mayores pérdidas.

19 La diferencia porcentual de los distintos desórdenes fisiológicos entre ambas temporadas, se explicarían por la acción de los factores causales de cada una de las alteraciones; en los puntos 4.2 y 4.3 se explica la posible relación existente entre las incidencias de los desórdenes fisiológicos y los factores asociados a la aparición e incidencias de éstos. La importancia que estas pérdidas representan en cada una de las especies cítricas, se ve reflejada en la magnitud de las incidencias, las cuales representan pérdidas no menores que equivalen de una u otra forma a pérdidas de tipo económicas tanto a nivel de productor, packing y exportadora. 4.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores fisiológicos y de manejo del huerto En Anexo 5 se presenta el detalle del análisis estadístico (ACP). Los análisis se presentan por especie: mandarina clementina, limón y naranja. Las variables fueron identificadas según como muestra el Cuadro 4. Cuadro 4. Identificador y unidad de medida de las variables utilizadas en el análisis de componentes principales. Variable Identificador Unidad de medida unidades de nitrógeno nit UN/ha/año riego rie m³/ha/año producción pro kg/ha/año edad del huerto edad años oleocelosis oleo porcentaje creasing crea porcentaje pitting pitt porcentaje peteca pet porcentaje bufado buf porcentaje

20 4.2.1. Mandarina Clementina En la Figura 6, se observan las asociaciones entre las variables en estudio. El porcentaje de oleocelosis esta asociado negativamente con la producción, ello implica mayor incidencia de oleocelosis al obtener menor producción y viceversa. El porcentaje de creasing se asoció positivamente con las unidades de nitrógeno, en este caso un aumento en el nitrógeno aplicado supone un aumento en la incidencia de la alteración. Los resultados relacionados a la asociación negativa entre olecocelosis y la producción, podrían deberse a que generalmente al tener mayor producción, hay mayor número de frutos, siendo estos más pequeños y de corteza más fina, mientras que al haber menor producción con menor numero de frutos, estos suelen ser más grandes y de corteza más gruesa (Ortuzar 1995; Talón 2007), así es frecuente que estos frutos tengan glándulas de aceite más prominentes en la corteza, además es conocido que la oleocelosis se genera al derramarse el aceite de las glándulas del flavedo, y esto ocurre por lo general cuando se aplica una fuerza física superior a la tolerancia de las capas de células que cubren la glándula (Knigth, 2001), por tanto, los frutos de corteza más gruesa, serían más sensibles al manipulado y post recolección, facilitando la ruptura de las glándulas de aceite, manifestándose oleocelosis en éstos. Sin embargo, esto no concordaría con estudios anteriores realizados por Wardoswki et al. (1998), quienes señalan que los calibres más pequeños son más susceptibles a oleocelosis que los calibres grandes, esta falta de concordancia se podría justificar debido a que esta alteración está frecuentemente asociada a condiciones climáticas ocurridas durante el desarrollo de los frutos como indican Agustí (2003), Talón (2007) y Díaz (2007), las cuales podrían tener mayor influencia en la incidencia de la alteración. Además Wardowski et al. (1998), asocian esta alteración principalmente a mal manejo de cosecha, manipulación y comercialización. Por otro lado es sabido que el nitrógeno es el elemento más importante en la determinación de la calidad de los frutos cítricos, así Delham y Puchades (2005) asocian

21 el abonado nitrogenado con la manifestación de creasing, señalan además que esta alteración se presenta alternante en años y asocian a un factor climatológico no bien determinado como agente causal directo o indirecto de la alteración; el hecho de la asociación positiva entre el porcentaje de creasing y las unidades de nitrógeno aplicadas concordaría con lo señalado por Agustí (2003) y Talón (2007), quienes reportaron que altas dosis de nitrógeno incrementan la aparición de creasing, en cambio no es coincidente con estudios previos de Ortúzar (1995), el cual demuestra efectos inconsistentes con aumentos y descensos del creasing al aumentar o bajar las cantidades de nitrógeno. Figura 6. Representación factorial de la asociación de las factores fisiológicos y de manejo de huerto, con las incidencias de los desordenes fisiológicos en mandarina clementina

22 4.2.2. Limón Puede verse en la Figura 7 que ninguna de las variables queda bien representada en los ejes factoriales, debido a que ninguna de las correlaciones es significativa (Anexo 5). Estos resultados sugieren que probablemente la incidencia de oleocelosis y peteca se deba principalmente a factores de tipo climático sumado a un mal manejo de manipulación y postrecolección, tal como señalan Agustí (2003), Razeto (2000), Talón (2007) y Díaz (2007). Figura 7. Representación factorial de la asociación de los factores fisiológicos y de manejo de huerto con las incidencias de los desórdenes fisiológicos en limón.

23 4.2.3. Naranja En la Figura 8 aparecen representadas las asociaciones entre variables. La edad del huerto con el porcentaje de pitting se asocian positivamente, y misma situación ocurre entre el porcentaje de oleocelosis y riego (Anexo 5). Aunque no existen estudios anteriores que relacionen directamente las variables incidencia de pitting y edad del huerto, esta relación podría ser atribuible a la mayor carga frutal que experimentan los huertos de mayor edad, con la consiguiente distribución de los frutos tanto en el centro del árbol como en la periferia, ahora bien, según Agustí (2003) la aparición de pitting se haya asociada a la posición del fruto en el árbol, de acuerdo a ello un árbol de mayor edad tendría mayor proporción de frutos ubicados en la periferia del árbol, los cuales estarían más expuestos a condiciones climáticas adversas como bajas temperaturas, vientos y variaciones de humedad relativa, las cuales además se sabe son factores causales de la aparición del problema. Por otro lado, es de considerar que esta alteración se relaciona con las funciones fisiológicas de la cutícula (Agustí et al., 1997) y las condiciones de clima adverso aumentarían la permeabilidad de ésta, con la consecuente pérdida de agua y aparición de pittting; además es necesario considerar que en huertos de mayor edad la carga frutal suele ser mayor cada año, y por tanto se produce número mayor de frutos los cuales generalmente son de menor tamaño y de corteza más fina, tal como señalan Ortuzar y Martin (1995), de este modo los frutos de corteza más fina serían más sensibles a las condiciones climáticas antes mencionadas, sin embargo Agustí et al. (1997), atribuyen la manifestación de pitting a la relación con la permeabilidad cuticular de la corteza antes que al espesor o resistencia de ésta. Por otra parte, estudios realizados por Grierson (1986) demuestran que la incidencia de pitting se haya relacionada con árboles de mayor carga frutal, la que estaría relacionada a condiciones nutricionales y en particular con la traslocación de nutrientes dentro del árbol, la cual sería más ineficiente en árboles sobrecargados, ello implica que huertos de

24 mayor edad generalmente tendrían mayor carga frutal por árbol, teniendo más incidencia de pitting, en comparación con huertos de menos años. En todas las citriculturas el riego es necesario para maximizar la producción y la calidad del fruto, un riego inadecuado da lugar a diferentes tipos de respuestas, entre ellas reducción de la conductancia estomática y del potencial hídrico de las hojas (Agustí 1998c), sin embargo este mismo autor señala que el riego no es el factor más importante en la determinación de la calidad del fruto, sin embargo señala también que el riego constituye una práctica cultural de efectos notables en la determinación del tamaño final del fruto, provocando aumento del tamaño de estos al realizar riegos abundantes y si estos se realizan cerca de la cosecha los vuelve más turgentes y más sensibles al manejo poscosecha. Similares observaciones realizaron Reitz y Embleton (1986), quienes evidenciaron que el exceso de riego puede reducir la calidad del fruto al incrementar la incidencia de oleocelosis, de acuerdo con ello, un exceso en la cantidad de agua aportada provoca mayor turgencia de los frutos, volviéndolos más sensibles a su manipulación incrementando la incidencia de este problema, dado este planteamiento resulta evidente la asociación positiva entre las variables riego y porcentaje de oleocelosis.

25 Figura 8. Representación factorial de la asociación de los factores fisiológicos y de manejo de huerto, con las incidencias de los desórdenes fisiológicos en naranja El análisis de la información de cada una de las asociaciones proporcionó evidencia que permite señalar que existiría asociación entre las variables de tipo fisiológica y de manejo de huerto, y las incidencias de los desórdenes fisiológicos, de este modo, en la medida que sean conocidas éstas pueden ser alteradas o modificadas, para disminuir la incidencia de éstas.

26 4.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores climáticos 4.3.1. Mandarina Clementina En el Cuadro 5, se detallan los valores de incidencia calculadas para los desórdenes fisiológicos en cada temporada. Cuadro 5. Valores de incidencia por zona, de desórdenes fisiológicos en mandarina clementina, temporadas 2006 y 2007 Zona Temporada creasing oleocelosis bufado 1 2006 1,11 4,72 0,7 1 2007 0 6,15 10,7 4 2006 0,48 7,27 0,29 4 2007 0 6 8 6 2006 0,3 8,44 0,6 6 2007 0,18 7,45 4 A la vista de estos resultados, existe coincidencia en la manifestación del desorden creasing en la temporada 2006 para todas las zonas, siendo ésta más alta que la temporada 2007, con respecto a las variables climáticas estudiadas, éstas son determinantes en el distinto comportamiento de la alteración, el cual se explicaría por las variaciones de humedad relativa en los primeros meses durante esa temporada en todas las zonas en estudio (Figura 9, 10 y 11); sin embargo esta variación de la humedad relativa también ocurrió la temporada 2007, en la cual la incidencia de creasing fue nula o muy baja, esto no es coincidente con lo señalado por Agustí (2003), quien afirma que la aparición de creasing estaría relacionada con fluctuaciones de la humedad relativa ambiental, más que a un rango específico de valores de ésta, especialmente durante las primeras etapas del crecimiento del fruto, entonces posiblemente exista una manifestación del creasing variable en años causada por un factor climático no determinado tal como señalan Delham y Puchades (2005).

27 120 100 80 % 60 40 20 0 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07 Figura 9. Humedad relativa registrada en la zona 1, temporadas 2006 y 2007 120 100 80 % 60 40 20 0 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 Figura 10. Humedad relativa registrada en zona 4, temporadas 2006 y 2007

28 120 100 80 % 60 40 20 0 dic/05 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07 Figura 11. Humedad relativa registrada en zona 6, temporadas 2006 y 2007 Por otro lado, en lo que se refiere a los datos de olecocelosis, estos apuntan a que no existió mayor variación en la incidencia de este desorden en ambas temporadas, considerando que en las zonas 4 y 6 se produjo un leve aumento de la incidencia en la temporada 2006, lo cual se explicaría por el aumento de las precipitaciones (Figura 12 y 13), concentradas en los meses de mayo y junio, lo que estaría relacionado con lo señalado por Agustí (2003), quien indica que las condiciones climáticas, tales como aumento en las precipitaciones durante el período anterior al cambio de color del fruto los torna sensibles y los predisponen a la aparición de olecocelosis, mientras que lo ocurrido en la zona 1 corrobora esta afirmación ya que en esta zona la incidencia de oleocelosis fue menor para la temporada 2006 coincidiendo con la ausencia de precipitaciones en esa temporada (Figura 14).

29 7 6 5 Milimetros 4 3 2 1 0 dic/05 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 Figura 12. Precipitaciones registradas en zona 4, temporadas 2006 y 2007 60 50 Milimetros 40 30 20 10 0 dic/05 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07 Figura 13. Precipitaciones registradas en zona 6, temporadas 2006 y 2007

30 60 50 40 30 20 10 0 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07 Milimetros Figura 14. Precipitaciones registradas en zona 1, temporada 2006 y 2007 Para el caso del bufado, la alta incidencia el año 2007 en todas las zonas se debería a las bajas temperaturas mínimas registradas en esa temporada (Figura 15, 16 y 17), algunas de ellas con características de heladas, concentradas principalmente entre los meses de abril y mayo, estas bajas temperaturas traerían como consecuencia el cese del desarrollo radicular, lo cual restringiría el aporte de giberelinas a la copa, acelerando con ello la senescencia de la corteza, contribuyendo de forma directa con la mayor incidencia de bufado esa temporada, esto se fundamentaría con estudios previos de Agustí (1998b), quien indica que la respuesta observada frente a un factor climático se produciría como consecuencia del transporte de un mensaje específico desde otro órgano de la planta previamente afectado.

31 20 15 10 C 5 0-5 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07-10 Figura 15. Temperatura mínima registrada en zona 1, temporadas 2006 y 2007 20 15 10 C 5 0-5 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 Figura 16. Temperatura mínima registrada en zona 4, temporada 2006 y 2007

32 20 15 10 C 5 0-5 dic/05 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07-10 Figura 17. Temperatura mínima registrada en zona 6, temporada 2006 y 2007 4.3.2. Limón A continuación se muestra en el Cuadro 6 las incidencias calculadas para los desórdenes fisiológicos, en cada una de las zonas durante las temporadas 2006 y 2007. Cuadro 6. Valores de incidencia por zona, de desórdenes fisiológicos en limón, temporadas 2006 y 2007 Zona Temporada oleocelosis peteca 2 2006 4,13 0,60 2 2007 2,30 2,50 3 2006 10,85 17,64 3 2007 2,80 3,90 4 2006 3,61 0 4 2007 2,20 0,90 5 2006 9,21 4,14 5 2007 1,99 2,20 7 2006 2,06 0,04 7 2007 2,50 1,90

33 A la vista de los resultados, se reconoce que la alteración oleocelosis se presentó en todas las zonas, ocurriendo con incidencia más alta en la temporada 2006 en las zonas 2, 3, 4 y 5. Con respecto a las variables climáticas analizadas, para la zona 2, el distinto comportamiento de oleocelosis en la temporada 2006 podría ser consecuencia de las temperaturas mínimas las cuales presentaron gran variabilidad (Figura 18), a diferencia de las otras variables climáticas que presentaron comportamiento similar en ambas temporadas, esta situación podría asociarse a lo investigado por Agustí (2003), quien evidencia que los cambios bruscos de temperaturas en almacenaje son predisponentes para la parición de esta fisiopatía, aunque es necesario considerar que las temperaturas mínimas fueron registradas en campo, la variabilidad de estas en la temporada 2006 podría estar en coincidencia con la alta manifestación de oleocelosis. 20 18 16 14 12 Cº 10 8 6 4 2 0 nov-05 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 Figura 18. Temperatura mínima registrada en zona 2, temporadas 2006 y 2007 En cuanto a las zonas 3, 4 y 5, la mayoría de las variables climáticas no registraron variaciones en ambas temporadas, sin embargo, se registraron altas precipitaciones durante la temporada 2006 (Figura 19, 20, y 21), siendo esta la causa más probable que podría estar en coincidencia con la alta incidencia de oleocelosis, las que además se concentraron en pocos meses y en su mayoría fueron de gran intensidad, es de destacar que este análisis coincidiría con lo afirmado por Razeto (1987) y Díaz (2007), quienes

34 señalan como factor desencadenante de esta alteración principalmente a la lluvia, rocío o neblina, que provocarían una alta humedad en la piel de los frutos, lo cual los hace más sensibles al momento de la recolección, ya que, como señala Díaz (2007), el mayor porcentaje de oleocelosis se produce en el manejo mismo de la cosecha, por tanto las condiciones de mojamiento del fruto sumado al inadecuado manejo de recolección, podrían ser la causa de la mayor sensibilidad de la piel de los limones, específicamente de las glándulas de aceite esencial, y en consecuencia de la alta incidencia de esta alteración. 50 45 40 35 Milimetros 30 25 20 15 10 5 0 nov/05 dic/05 ene/06 feb/06 mar/06 abr/06 may/06 jun/06 jul/06 ago/06 sep/06 oct/06 nov/06 dic/06 ene/07 feb/07 mar/07 abr/07 may/07 jun/07 jul/07 ago/07 Figura 19. Precipitaciones registradas en zona 3, temporadas 2006 y 200

35 80 70 60 50 40 30 20 10 0 ene/06 ene/06 ene/06 feb/06 feb/06 mar/06 mar/06 abr/06 abr/06 may/06 may/06 jun/06 jun/06 jul/06 jul/06 jul/06 ago/06 ago/06 Milimetros Figura 20. Precipitaciones registradas en zona 5, temporadas 2006 y 2007 La zona 7, de igual modo manifestó problemas de oleocelosis, sin embargo, estos fueron muy similares para ambas temporadas, al respecto, las observaciones de las variables climáticas indicarían que no se trataría de un efecto de las precipitaciones, ya que estas al igual que en las otras zonas se presentaron en abundancia en la temporada 2006, no así en la 2007, lo que no es coincidente con lo descrito anteriormente. Tomando en consideración que las demás variables no presentaron observaciones relevantes, este distinto comportamiento de la alteración podría explicarse debido a la acción de otro factor climático que podría ser la temperatura mínima, ya que esta variable se mostró similar en ambas temporadas presentando un comportamiento muy heterogéneo en sus valores diarios (Figura 21), provocando la misma situación ocurrida en la zona 2, para lo cual se hace alusión a lo señalado por Agustí (2003), quien indicaba que los frutos de limón se ven afectados por variaciones de temperatura mínima, provocando la aparición de oleocelosis.

36 20 18 16 14 12 C 10 8 6 4 2 0 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 jul-07 Figura 21. Temperatura mínima registrada en zona 7, temporadas 2006 y 2007 Los datos en cuanto a peteca, ponen de manifiesto que esta alteración tuvo más alta incidencia la temporada 2007 en las zonas 2, 4 y 7, mientras que en la temporada 2006 la peteca se manifestó en forma muy baja o nula, el distinto comportamiento de este problema en esas zonas pudo ser debido a la coincidente interacción de las variables climáticas temperatura mínima y precipitación, cabe destacar que en las zonas antes mencionadas, se presentó la concordancia de temperaturas mínimas muy bajas (Figura 18, 16 y 21) producidas justo después de períodos de lluvias en la temporada 2007 (Figura 22, 12, y 23), posiblemente esta interacción resultaría en el aumento de la incidencia de peteca esa temporada, ello resulta lógico y coincide con estudios de Razeto (2000) quien presume que el problema de la peteca estaría relacionado con condiciones meteorológicas reinantes en el período de maduración del fruto en el árbol entre las cuales se encontrarían las bajas temperaturas asociadas a condiciones de humedad, rocío o precipitaciones que provocarían un mojamiento del fruto y lo sorprenderían en un estado susceptible, similares observaciones realizaron Gómez (1984) y Schultze (2000) quienes reportaron que la aparición de peteca estaría asociada a un quiebre en las temperaturas mínimas en un momento fisiológico susceptible del limón, ésto además, resulta coincidente con lo expresado por Díaz (2007), el cual afirma que la peteca puede alcanzar altos valores al tener días fríos luego de una lluvia.

37 60 50 40 Milimetros 30 20 10 0 nov-05 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 Figura 22. Precipitaciones registradas en zona 2, temporadas 2006 y 2007 120 100 Metros Cubicos 80 60 40 20 0 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 jul-07 Figura 23. Precipitaciones registradas en zona 7, temporadas 2006 y 2007 En las zonas 3 y 5, se evidencia lo opuesto a lo ocurrido en las otras zonas estudiadas, ya que la incidencia de peteca fue mayor en la temporada 2006, siendo notoriamente

38 más alta en la zona 3, analizando el comportamiento de las variables climáticas la posible causa del aumento de peteca esa temporada, podría deberse a las altas precipitaciones registradas (Figura 19 y 20), esto concordaría con lo señalado por Razeto (2000) quien indica que una alta humedad sobre el fruto provocada por rocío o precipitación aumentan la aparición de este desorden, todo esto sumado a un efecto de las temperaturas mínimas que se presentaron muy variables durante la temporada en ambas zonas (Figura 24 y 25), si bien no se presentaron con características de heladas, la alta variabilidad de estas podría ser uno de los factores desencadenantes de la aparición de peteca. A su vez Razeto (2000), señala que la peteca presenta una manifestación errática en años, variando en zonas o incluso dentro de un mismo huerto, además Schultze (2000), concluye que existiría una interacción entre diversos factores climáticos que en conjunto producirían la aparición de peteca. 25 20 15 Cº 10 5 0 nov-05 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 jul-07 Figura 25. Temperaturas mínimas registradas en zona 3, temporadas 2006 y 2007

39 20 15 10 C 5 0-5 dic-05 ene-06 feb-06 mar-06 abr-06 may-06 jun-06 jul-06 ago-06 sep-06 oct-06 nov-06 dic-06 ene-07 feb-07 mar-07 abr-07 may-07 jun-07 jul-07 Figura 26. Temperaturas mínimas registradas en zona 5, temporadas 2006 y 200 4.3.3. Naranja A continuación en el Cuadro 7, se presentan los resultados de las incidencias de desórdenes fisiológicos, calculadas para cada una de las zonas. Cuadro 7. Valores de incidencia por zona, de desórdenes fisiológicos en naranja, temporada 2006 Zona Temporada oleocelosis creasing pitting 3 2006 3,44 1,29 0,46 5 2006 3,89 1,95 11,03 7 2006 4,14 3,10 1,63 En relación a la aparición e incidencia de oleocelosis en la temporada 2006, las altas precipitaciones que se registraron en todas las zonas esa temporada, serían determinantes (Figura 19, 21, y 22), esto concordaría con lo señalado anteriormente para el caso de las otras especies cítricas, donde queda de manifiesto que los frutos sometidos a mojamiento, ya sea por rocío, humedad o precipitaciones son más susceptibles a presentar problemas de oleocelosis, además, es de destacar que precisamente la zona 7 que tuvo la incidencia más alta de oleocelosis, además, registró

40 el nivel mas alto de precipitaciones comparada con las zonas 3 y 5, cabe señalar que bajo estas condiciones de humedad del fruto, un mal manejo de éste en recolección acrecienta el problema de oleocelosis, tal como lo señala Díaz (2007). Cabe mencionar que además la temperatura mínima se presentó muy variable toda la temporada lo que se observa en las Figuras 24, 25 y 21, y que este factor también podría ser un adicional a la incidencia de oleocelosis, ya que, como se mencionó anteriormente los cambios bruscos de temperatura traen como consecuencia la manifestación de esta alteración. Para el caso de la alteración creasing, si bien este desorden apareció en todas las zonas, las variables climáticas que podrían relacionarse con la incidencia no concuerdan con estudios anteriores, ya que, comúnmente se ha relacionado este desorden a fluctuaciones de humedad relativa tal como lo indica Agustí (2003), lo cual no es coincidente con los registros de esta variable climática en las zonas estudiadas, las cuales presentaron valores relativamente estables en cuanto a esa variable. Sin embargo, Delham y Puchades (2005), describen al creasing como una alteración que se presenta variable en años y que existiría aún un factor climático no determinado el cual sería el agente causal directo o indirecto de su aparición. Situación similar ocurre con el pitting, ya que frecuentemente se ha relacionado este desorden a temperaturas mínimas y a variaciones de humedad relativa (Agustí, 1998, 2003), lo cual no ocurrió en las zonas estudiadas y por tanto la aparición e incidencia de pitting estaría relacionada a otros factores causales distintos a los supuestos. Con respecto a las variables climáticas estudiadas, es necesario considerar que éstas no pueden ser modificadas en condiciones agronómicas, pero son determinantes en el comportamiento de las alteraciones fisiológicas y el estudio de la relación de éstas permite tener una apreciación o crear modelos predictivos sobre lo que podría ocurrir en determinados años con la aparición e incidencia de las alteraciones fisiológicas, dadas ciertas condiciones climáticas.

41 5. Conclusiones Los desórdenes fisiológicos más comunes en clementinas en la Región de Valparaíso, en orden de mayor a menor importancia son oleocelosis, bufado y creasing. Para el caso de los limones son oleocelosis y peteca, ambos en igual magnitud de importancia, mientras que en naranjas son oleocelosis, creasing y pitting. En clementinas, la incidencia de oleocelosis se asoció con menores producciones (kg/ha/año), la incidencia de creasing se asoció con mayor nivel de fertilización nitrogenada (UN/ha/año) y no se encontró asociación entre la incidencia de bufado y los factores fisiológicos y de manejo de huerto. En limones no se encontró asociación entre los factores fisiológicos y de manejo de huerto con las incidencias de los desórdenes oleocelosis y peteca. En naranjas, la mayor edad del huerto se asoció con la incidencia de pitting y un aumento en el riego (m³/ha/año), se asoció con la incidencia de oleocelosis. En clementinas, la incidencia de creasing mostró efectos inconsistentes respecto a la variable climática humedad relativa, la incidencia de oleocelosis se asoció descriptivamente con la variable precipitación y la incidencia de bufado con la variable temperatura mínima. En limones, la incidencia de oleocelosis y peteca se asoció descriptivamente con las variables climáticas temperatura mínima y precipitaciones. En naranjas, la incidencia de oleocelosis se asoció descriptivamente con las variables climáticas temperatura mínima y precipitaciones, y no se encontró asociación entre las variables climáticas y las incidencias de creasing y pitting.

42 6. Literatura citada Agustí M. 1988. Aplicaciones de ácido giberélico para el control de las alteraciones de la corteza de las mandarinas, asociadas a su maduración. Inv. Agr. Prod. Prot. Veg. Vol 3 (2): 125-137 Agustí, M., S. Zaragoza, V.Almela, P. Lapica, I. Trenor, M. Juan, E. Alonso y J. Salvia. 1997. Caracterización y control del picado (peel pitting) del fruto de la mandarina fortune. Levante Agrícola 36 (341): 346-353 Agustí, M. 1998(a). Factores precosecha que afectan a la calidad de los frutos cítricos: I parte, factores ambientales. Todo citrus 1: 22-34 Agustí, M. 1998(b). Factores precosecha que afectan a la calidad de los frutos cítricos: II parte, factores fisiológicos, bióticos y nutricionales. Todo Citrus 2: 28-35 Agustí, M. 1998(c). Factores precosecha que afectan a la calidad de los frutos cítricos: III parte, factores culturales. Todo Citrus 3: 29-36 Agustí, M. 2003. Citricultura. 422p. 2 edición, Ediciones Mundi Prensa, Madrid, España. Alcaraz-Lopez, C.,M. García., C.F. Alcaraz y F. Riquelme. 2004. La producción de limón. Control de alteraciones fisiológicas. Levante agrícola. Vol (370):155-161 Delham, M., y J. Puchades. 2005. La clareta (creasing) de los cítricos: estrategias a seguir por parte de los agricultores. Levante agrícola 44 (374):91-97 Díaz, R. 2007. Análisis de los principales aspectos de postcosecha en cítricos, In Asoex II Ciclo de seminarios frutícolas de actualización técnico comercial, cítricos. Santiago. Chile. 22-23 de mayo de 2007. Asoex, Santiago, Chile Gomez, P. 1984. Características de los limones y factores de huerto que incidirían en el desarrollo de peteca. 76 p. Tesis de Ingeniero Agrónomo, Universidad de Chile. Grierson, W. 1986. Physiological disorders. p:361-378. In W.F. Wardowski, S. Nagry, W. Grierson (eds). Fresh citrus fruit. AVI Publishing company, Connecticut.

43 Jones, W. W., T. W. Embleton, M.J. Garber and C.B. Crec. 1967. Creasing of orange fruit. Hilagardia 38 (6): 231-244 Joui, M. 2007. Evaluación de los principales parámetros de calidad y condición utilizados por la industria citrícola chilena, In Asoex II Ciclo de seminarios frutícolas de actualización técnico comercial, cítricos. Santiago. Chile. 22-23 de mayo de 2007. Asoex, Santiago, Chile Knigth, G., A. Klieber and M. Seadgley. 2001. The relationship between oil gland and fruit development in Washington navel orange (Citrus sinensis L. Osbeck). Annals of Botany 88: 1039-1047. Lastarria, D. 1999. Efecto de la hora de cosecha y tipo de curado, sobre el desarrollo de oleocelosis en limones cv. Eureka, cosechados con dos estados de madurez. 40p. Taller de título, Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Murata, T. 1997. Citrus. p:21-46 In Mitra, S. (ed). Post harvest physiology and storage of tropical and subtropical fruits. International United Kingdom CAB. Ortuzar, J. E. y F. Martin. 1995. El creasing o clareta, un importante desorden fisiológico de la naranja. Aconex 49:20-24 Ortuzar, J.E. 1999. La calidad de los frutos cítricos y los factores que la determinan. Aconex 63:16-22 Ortuzar, J.E., L. Barrales, I.Peña, P. Carmona, J. Martiz, A. Farias, y J. Quinteros. 1999. Influencia de la aplicación de ácido giberélico sobre el desarrollo del creasing durante la maduración de naranjas de ombligo. Ciencia e Investigación Agraria 26 (2): 111-118 Razeto, B. 1987. Desórdenes fisiológicos en frutos cítricos. Aconex 17: 13-17 Razeto, B. 2000. La peteca del limón y su relación con el clima. Aconex 66: 23-24 Reitz, H.J. and T.W. Embleton. 1986. Production practices that influence fresh fruit quality.p.49-71. In W.F. Wardowski, S. Nagy and W. Grierson (eds), Fresh citrus fruits, The AVI Publishing Co. Wesport, Connecticut, E.E.U.U.

44 Shomer, I. and Erner, Y. 1989. The nature of oleocellosis in citrus fruits. Botanical Gazette. 150 (3): 281-288 Shultze, J. 2000. Influencia de la ubicación geográfica del huerto y del fruto en el árbol sobre el desarrollo de peteca y la calidad en limones. Tesis de Ingeniero Agrónomo, Universidad de Chile, 72p. Storey, R.R. and M.T. Treeby. 1994. The morphology of epicuticular wax and albedo cells of orange fruit in relation to albedo break down. Journal of Horticultural Science 69:329-338 Talón, M. 2007. Análisis de los principales aspectos productivos de los cítricos determinantes en la obtención de fruta de alta calidad, In Asoex II Ciclo de seminarios frutícolas de actualización técnico comercial, cítricos. Santiago. Chile. 22-23 de mayo de 2007. Asoex, Santiago, Chile Vercher, R., F.R.Tadeo, V. Almela, S. Zaragoza, E. Primo-Millo and M. Agustí. 1994. Rind structure, epicuticular wax morphology and water permeability of fortune mandarin fruits affected by peel pitting. Annals of Botany 74:619-625 Wardowski, W.F., P.D. Petracek, and W. Grierson. 1998. Oil spoting (oleocellosis) of citrus fruit. University of florida, (Fla. Coop. Ext. Serv.cir). 410. 3 p. Zaragoza, S., V. Almela, F.R. Tadeo, E.Primo-Millo y M. Agustí. 1996. Effectivenes of calcium nitrate and GA3 on the control of peel-pitting of fortune mandarin.hort. Sci., 71:321-326 Zaragoza, S. y Agustí, M. 1998. Principales desórdenes fisiológicos de los frutos cítricos. Phytoma 100: 107-

Anexos

Anexo 1: Antecedentes técnicos de la Exportadora Santa Cruz S.A. (Acevedo, 2007)* Especies cítricas exportadas: limones, naranjas, mandarinas y pomelos Mercados de destino por especie: Limones: Estados unidos (costa este, costa oeste), Lejano Oriente (Japón) Mandarinas: Lejano Oriente (Japón), Estados unidos (costa este, costa oeste), Inglaterra, Canadá. Naranjas: lejano oriente (Japón, Corea), España, Latinoamérica. Volúmenes exportados temporada 2006 Limones: 173.522 cajas de 17,2 kg Mandarinas: 93.380 cajas de 10 y 2,3 kg Naranjas: 32.616 cajas de 15 kg Volúmenes exportados temporada 2007 Limones: 255.000 cajas de 17,2 kg Mandarinas: 36.000 cajas de 10 kg Naranjas: 44.000 cajas de 16 kg Kilos totales procesados temporada 2006 Limones: 426.409 kg Mandarinas: 141.812 kg Naranjas: 271.294 kg Kilos totales procesados temporada 2007 Limones: 1.353.399 kg Mandarinas: 228.429 kg Naranjas: no se registraron procesos * Javier Acevedo. 2007. Ing. Agrónomo, jefe Departamento de desarrollo, Exportadora Santa Cruz S.A., comunicación personal.

Anexo 2. Planilla control de calidad descarte de packing.

Anexo 3. Resumen final de temporada