1 MUSEO NACIONAL DE COSTA RICA Departamento de Antropología e Historia INSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA EN SANTIAGO DE PARAISO, CARTAGO Arqueología No. 079-2010 Informe de inspección Elaborado por JUAN VICENTE GUERRERO MIRANDA Febrero de 2011
2 I. Introducción MUSEO NACIONAL DE COSTA RICA DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Visita a terrenos del ICE, en Santiago de Paraíso. En el mes de diciembre del 2010 se recibió en el Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional de Costa Rica (MNCR), un informe de la señora Ana Cristina Hernández funcionaria del Instituto Costarricense de Electricidad; manifestando que al realizar limpieza de la capa vegetal en terrenos propiedad del ICE, cerca de la represa Cachí se observaron restos culturales prehispánicos. A raíz de dicha información la Licda. Myrna Rojas G, jefe del Depto.de Antropología e Historia del Museo Nacional, me encomendó realizar la inspección respectiva, con el objetivo de observar en el campo, de que se trata y como se encuentran los recursos arqueológicos. Con ello plantear las recomendaciones pertinentes, en acatamiento de lo que establece el ordenamiento jurídico vigente. Las observaciones de campo constituyen la base del presente informe técnico. II. Trabajo de inspección La inspección se hizo el día 13 de diciembre del 2010, nos hicimos presentes a la zona que hacía referencia la información a eso de las 8 horas y 30 minutos. Esto con la finalidad de revisar el lugar y determinar que sucedió con el patrimonio existente. Contando el suscrito con la compañía de la señoras Ana Cristina Hernández, Adelaida Acevedo de Gestión Ambiental y Estefanie Leandro regente Ambiental del proyecto Ampliación Cachi, funcionarias del ICE III. Localización y estado de la propiedad La propiedad objeto de la inspección se encuentra en la provincia de Cartago, en el cantón de Paraíso, cerca del pueblo de Ajenjal. El lugar se localiza en las cercanías del río Reventazón (actualmente el embalse). Las coordenadas Lambert 202.400 norte y 557.200 este, hoja topográfica Istarú, escala 1:50.000, edición (1967) del Instituto Geográfico Nacional de Costa Rica (Fig.1). Se trata de una zona plana, es parte del Valle de Ujarras que al parecer han sido tierras modernamente utilizadas en agricultura, hortalizas, chayoteras y otros como repastos para el ganado. Lógicamente se trata de terrenos muy fértiles, los cuales deben haberse utilizado para la agricultura desde hace miles de años. En una zona cercana, en un radio de unos dos kilómetros, existen pocos sitios según la base de datos que lleva
3 el Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional de Costa Rica, no obstante de los mismos no se tiene mayor información, tres de ellos fueron registrados por la UCR. Uno de ellos que está ubicado a poco más de un km, se designó como Ajenjal, podría tratarse del mismo sitio y que la ubicación este un tanto herrada o que se le puso ese nombre por la cercanía del pueblo del mismo nombre; En este caso lo denominamos como Ajenjal 2 con la clave ( C-352 Aj-2). Figura 1. Ubicación de la propiedad visitada (verde) y de los sitios arqueológicos cercanos (imagen tomada de la versión web de la base Orígenes). La dirección y forma de acceder a dicha propiedad es entrando por Ujarras, a unos 400 m al este de la plaza del pueblo de Ajenjal cerca de la represa. Al momento de la inspección, el terreno que ocupa el ICE prácticamente todo fue descapotado; es decir, se removió una capa superficial de entre 15 y 20cm. Gran parte del mismo está cubierto por una especie de textil sobre el cual se colocan materiales como piedra, arena y otros (Fig. 2 a, b) Por lo tanto, en esos espacios no sabemos si había evidencia prehispánica o no. En otros espacios se aprecian restos de antiguas construcciones, cimientos de casas etc. En otras palabras, la presencia de diferentes materiales, indica que esos terrenos han sido modificados o removidos en otros momentos también. IV. Metodología Una vez en el lugar procedimos a hacer un recorrido asistemático en los alrededores de la propiedad, la cual como se dijo anteriormente presenta remoción de la capa vegetal y además tiene materiales de construcción, o sea que el mismo
4 está siendo utilizado para el almacenaje y redistribución. Al revisar el área, notamos que existen restos culturales de carácter prehispánico, como cerámica y lítica, pero en bajas cantidades. Se procedió a recoger una muestra de materiales de forma asistemática. Esto se hizo en aquellos espacios en los cuales no había materiales, ni estaba cubierto con el textil. Por lo tanto, el material recuperado no es representativo de todo el terreno. Figura 2. Nótese los materiales depositados en la propiedad: A) Vía férrea para acarreo de materiales y B) Almacenamiento de materiales sobre un geotextil. V. Resultados de la Inspección Por lo observado en el campo, no cabe duda de que existían restos culturales, los cuales se apreciaron un tanto dispersos. No obstante, consideramos que era importante recoger algunos materiales que nos ayuden a tejer la información del modo de vida y la posible temporalidad de poblaciones establecidas en dicha área. En lo referente a los restos culturales que existen en el sitio, son de diversa índole, cerámica y lítica prehispánica; teja, vidrio y hierro de la época posterior. En términos generales el material precolombino, de acuerdo los modos de forma, decoración, pintura y pasta de la cerámica; así como la materia prima, forma y función de los restos líticos, se puede decir que la ocupación de la zona se dio entre los años (300 ac y 800 dc). Es decir, durante las fases Pavas y Curridabat según la secuencia establecida para el Valle Central. Para ampliar un poco lo mencionado, se procede a continuación a ver las características de cada material. Cerámica La cerámica fue el material que observamos más, aunque como se mencionó antes la misma se encontraba un tanto dispersa, en bajas cantidades y un tanto deteriorada. No obstante, logramos determinar la presencia de varios tiestos diagnósticos, que representan modos de forma y de soportes básicamente. Con los
5 primeros se notó la existencia de ollas, tasas o escudillas; unas con pasta gruesa y arenosa, ligadas posiblemente a la preparación y cocción de alimentos (Fig. 3 a, b). Mientras que otras son más finas, con acabado pulido las cuales creemos se utilizaron en el servido de alimentos. Los soportes encontrados se caracterizan por ser todos sólidos y de forma cónica, los que se consideran propios de la fase Pavas (Fig. 4). Figura 3. Cerámica hallada en el sitio: A) Fragmentos de bordes de ollas y escudillas, y B) Fragmentos de cuerpos de ollas con superficies pulidas. Figura 4. Fragmentos de soportes cónicos y sólidos asociados a la fase Pavas.
6 Lítica Este material cultural está representado por fragmentos lasqueados, que incluyen hachas acinturadas, cuchillos, raspadores, otros instrumentos y material de desecho, propio del proceso de manufactura. Se trata de piedras areniscas o lutitas que han sido ampliamente documentadas para la fabricación de herramientas. En general estos instrumentos son ligados al trabajo de labranza, deshierbe y otras tareas; además para cortar y raspar madera y otros materiales. También se observó un instrumento pulido que se relaciona con las actividades de molienda y proceso de alimentos; el cual consistió en una mano de moler un tanto rectangular, hecha de una piedra posiblemente de origen volcánico (Fig. 5 a, b, c). Figura 5. Lítica hallada en el sitio: A) fragmentos hachas acinturadas, cuchillos y raspadores, B) lascas de desecho por manufactura, y C) manos de moler.
7 VIII. Consideraciones finales y recomendaciones La inspección permitió determinar que en el terreno visitado, en realidad se había realizado movimientos de tierra. Poniendo al descubierto restos patrimoniales, de cerámica y lítica, aunque los mismos se aprecian de forma dispersa, como lo manifestaba la información respectiva. En este espacio no se tenía conocimiento de la existencia de un sitio arqueológico. Por tal razón se registra en la base de datos del Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional, como Sitio Ajenjal 2, bajo la clave de (C-352 Aj-2). Tomando en consideración los datos antes aportados, se considera que este sitio pareciera estar relacionado a labores agrícolas, extracción de algunos recursos y también como zona de paso para el río Reventazón. Es decir, que en el mismo pudo existir una o dos viviendas de familias dedicadas a la agricultura, pesca cacería y otros. Basados en las características formales que presentan los restos cerámicos y líticos del sitio arqueológico, concluimos que la ocupación se dio durante la fase Pavas y Curridabat (300 ac-800dc). Con la finalidad de tener un mejor control sobre los terrenos que el ICE destina a las diferentes obras, se plantean las siguientes recomendaciones. 1. Al Instituto Costarricense de Electricidad, que por favor realice los estudios primarios a nivel arqueológico, para asegurarse de no dañar ningún resto patrimonial. Considero que esto no es difícil para dicha institución, ya que la misma cuenta con arqueólogos. En el caso que nos ocupa, la mayoría del área total del terreno no se pudo observar, al ya estar cubierto por los materiales e infraestructura hecha. 2 Se recomienda otra visita a la zona, para verificar que en realidad el ICE no haga más movimientos de tierra como se me indicó. Lógicamente si esto sucede y tenemos denuncia de terceras personas, se tendrá que poner la denuncia ante el Ministerio Público. Expido el presente informe en San José a las 13:00 horas del 31 de enero del 2011. --------------------------------------------------última línea --------------------------------------------- Lic. Juan Vicente Guerrero Miranda Arqueólogo. Departamento de Antropología e Historia Museo Nacional de Costa Rica