PARA QUE APRENDER A LEER SEA ENTRETENIDO Por Andrea López E. Asesorías: Anne Marie Oliger, profesora Colegio Los Andes, Mónica Renz y Patricia Binder, psicopedagogas UC y profesoras U. Andrés Bello.
Sugerencias 1. Crear un ambiente lector en la casa. 2. Jugar a la escritura ayuda a aprender a leer. 3. Tocar las letras. 4. Fomentar el lenguaje oral. 5. Encontrar el sonido inicial. 6. Resaltar las letras y palabras clave. 7. Escoger libros con repeticiones y rimas. 8. Leer al mismo tiempo. 9. Ayudar con las palabras difíciles. 10. Jugar con un alfabeto móvil. 11. Escoger libros sobre temas que le interesen al niño. 12. Seguir leyendo en voz alta. 13. No apurarlo.
1. Crear un ambiente lector en la casa. Desde la cuna, el niño tiene que ver libros a su alrededor y un ambiente que gira en torno a la lectura. Hacer del libro el regalo más importante. Llevar al hijo a librerías y ferias del libro. Además, leerle al niño en forma diaria y que él vea a sus padres leyendo el diario o un libro. Según los estudios, cuando un padre le lee a su hijo se produce una conexión afectiva; el niño siente que leer es una experiencia agradable. Luego, cuando tenga que aprender a leer, no tendrá mayores problemas.
2. Jugar a la escritura ayuda a aprender a leer. Hace unos años atrás los especialistas en lectura pensaban que un niño necesitaba aprender a leer antes que a escribir, pero ahora se sabe que la escritura ayuda a la lectura. Permita que su hijo se largue a escribir y no se preocupe si escribe ce en vez de que. Se ha demostrado que experimentar con escritura fonética permite a los nuevos lectores entender la relación entre los sonidos y las letras. En su casa el niño debe tener a mano hojas y lápices para escribir.
3. Tocar las letras. Una manera de familiarizarse con las letras es que el niño las toque. Cortar letras de género o de lija y que el niño toque sus bordes mientras dice su nombre. Invítelo a copiar las letras en bandejas con sémola o jalea en polvo y luego que lo haga en una pizarra.
4. Fomentar el lenguaje oral. Junto con la escritura, el lenguaje es la base de la lectura. Escuche a su hijo cuando hable en la casa y converse con él. Un niño con buen lenguaje tendrá facilidades lectoras porque inconscientemente incorporará estructuras del lenguaje como gramática y vocabulario, que le permitirán entender más fácilmente las palabras. Además cuando converse con él, llévelo a pensar en categorías, si se refiere a una frutilla, hágalo asociar que es una fruta o que la lechuga es una verdura.
5. Encontrar el sonido inicial. Puede usar el juego del veo, veo para reconocer el sonido inicial de una palabra. Por ejemplo, Veo una cosa que empieza con la letra E y el niño debe buscar un objeto que empieza con E y mostrarlo. Luego, debe encontrar una letra E que puede ser de papel, madera o un cubo.
6. Resaltar las letras y palabras clave. Cuando su hijo recién esté empezando a leer, concéntrese en ciertas letras y palabras. Generalmente, el niño aprende a leer su nombre porque es lo más propio que tiene. Busque libros que tengan esas letras y ayúdelo a encontrar su sonido.
7. Escoger libros con repeticiones y rimas. Dele prioridad a libros cortos, con letra grande y que contengan repeticiones y rimas. El niño los memoriza con facilidad y muchas veces adivina cómo terminan las frases. Incluso, si se trata de poesías es capaz de jugar a que la lee, pero la recita de memoria. Esto le da seguridad y lo ayuda a lanzarse a leer.
8. Leer al mismo tiempo. Si el niño se frustra porque no puede leer, sugiera que lean los dos al mismo tiempo. Su voz le ayudará en las partes difíciles. Y como se necesita mucha concentración para sacar ciertos sonidos, también pueden turnarse leyendo una página cada uno para que el niño descanse.
9. Ayudar con las palabras difíciles. Si su hijo se queda pegado en una palabra, no lo obligue a sacar el sonido automáticamente. Primero, sugiera saltarse la palabra, terminar la frase y volver a ella. Pregúntele al niño qué palabra haría sentido en ese lugar de la frase. Pídale que mire las primeras y las últimas letras para descubrirla. Si se frustra mucho, dígale la palabra para que no se pierda el grato momento.
10. Jugar con un alfabeto móvil. Este alfabeto se puede crear con letras de cartón o madera. También sirven las letras que vienen en forma de cubos. El niño juega a armar palabras con ellas. Lo ideal es que empiece a formar palabras que sean consonante, vocal, consonante, vocal.
11. Escoger libros sobre temas que le interesen al niño. Puede que un niño no se entretenga con los cuentos y prefiera libros que le entreguen información. Si por ejemplo, su hijo es fanático de los dinosaurios búsquele un libro que se refiera a ellos.
12. Seguir leyendo en voz alta. Hasta los 12 ó 13 años un niño puede comprender libros mucho más complicados de los que es capaz de leer por sí mismo. Leerle a un hijo le ayuda a aumentar su vocabulario, y además es un momento especial para compartir.
13. No apurarlo. Cada niño tiene su propio momento en que hace click con la lectura. Algunos aprenden a leer a los 4 años y otros a los 7, pero según los expertos en lectura, esto no tiene ninguna relación con su futuro desempeño escolar.
FIN