Comunidades de Práctica. Aprendizaje, significado e identidad RESEÑA 53 Marilyn Gonzalez Reyes comunicaciones@fundacionconvivencia.org...en incontables discusiones de los conceptos que estaba articulando, he tenido la experiencia, mezcla de humildad y de entusiasmo, de estar dando expresión y forma a lo que otros ya saben, transformando con ello su comprensión y la mía Étienne Wenger Wenger expone como eje principal del libro lo que denomina Teoría Social de Aprendizaje, cuyo centro de interés reside en el aprendizaje como participación social, bajo cuatro premisas: somos seres sociales, el conocimiento es una cuestión de competencia en relación con ciertas empresas; conocer es cuestión de participar en la consecución de empresas y el significado (nuestra capacidad de experimentar el mundo y nuestro compromiso con él como algo significativo) es, en última instancia, lo que debe producir el aprendizaje. (2001:p. 21) FICHA BIBLIOGRÁFICA: Wenger, Étienne. Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad. Traducción de Genís Sánchez Barberán, publicada por Paidós en el año 2001. La presente reseña intenta extractar los presupuestos del autor en el texto Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad, en su versión en español del año 2001, escrito por Étienne Wenger en solitario en 1998. El concepto comunidad de práctica, lo acuñó Wenger en el libro Situated learning. Legitimate peripheral participation (Cambridge University Press, 1991) el cual escribió junto con Jane Lave. Para ofrecer una explicación a su Teoría Social del Aprendizaje, la primera parte del libro, titulada práctica, presenta tres de los cuatro componentes que, según Wenger, son necesarios para caracterizar la participación social como un proceso de aprender y de conocer: significado, práctica social y comunidad. Inicia con las cuestiones de dónde se sitúa?, cómo se constituye? Para el autor se establece como un proceso, una negociación de significación todo lo que hagamos y digamos podrá hacer referencia a lo que hayamos hecho o dicho en el pasado, y aun así volvemos a producir una nueva situación, una nueva impresión, una nueva experiencia (2001:p.77) El significado se negocia constantemente y en sí mismo no surge de la nada, ni es una ejecución mecánica, una rutina, un procedimiento.
De allí que el significado no exista en el individuo ni en el mundo, sino en la relación dinámica de vivir en el mundo, desde el punto de vista de la afiliación a comunidades sociales y la intervención activa en empresas sociales. Por ende, los significados de lo que hacemos siempre son sociales, cobran significado mediante la participación social. tifica o quiere conocer y, al hacerlo, se compromete con la práctica de una comunidad de un modo diferente. La práctica conlleva hacer algo en un contexto histórico y social que otorga una estructura y un significado a lo que se hace; la práctica es siempre una práctica social. El tercer y último componente tratado en la primera parte del libro es el de comunidad, el cual se presenta en asocio con la práctica como una unidad. Para ello, se describen tres dimensiones de la relación mediante la cual la En este contexto, el segundo componente hace referencia a cómo el individuo se compromete con ciertos grupos sociales, con los que se idenpráctica se convierte en la fuente de coherencia de una comunidad: compromiso mutuo, empresa conjunta y repertorio compartido. Wenger se refiere a la dimensión compromiso mutuo como la primera característica, fuente de coherencia de una comunidad, ya que la práctica existe porque hay personas que participan en acciones cuyo significado negocian mutuamente. Es decir que una persona pertenece a una comunidad de práctica por el compromiso que ella y las demás personas tienen, y las relaciones 54
de participación mutua por medio de las cuales hacen lo que hacen. Se basa en lo que hacemos y en lo que sabemos, además de nuestra capacidad de relacionarnos significativamente con lo que no hacemos y lo que no sabemos, es decir, con las contribuciones y el conocimiento de los demás (2001:p. 103) En cuanto a la empresa conjunta, como fuente de coherencia de una comunidad, para Wenger se da cuando los que la constituyen negocian colectivamente, aun cuando no crean lo mismo. Por ello, una empresa conjunta debe ser el resultado de un proceso colectivo de negociación, debe ser definida por los participantes del proceso y no se trata solo de determinar una meta, sino de crear entre sus miembros unas relaciones de responsabilidad mutua. Es así como la identidad es algo que renegociamos constantemente a lo largo de la vida. Por ello, que el autor utiliza el concepto de trayectoria para argumentar que la identidad es esencialmente temporal y el trabajo de la identidad es continuo. Para terminar el tema de la identidad, Wenger trabaja los procesos de identificación y negociabilidad, el primero de ellos como proceso mediante el cual los modos de afiliación se convierten en componentes de nuestras identidades, creando vínculos o distinciones con las que nos comprometemos y, el segundo, se refiere a la capacidad, la facilidad y la legitimidad para contribuir a los significados que tienen importancia en el seno de una configuración social, y también para conformarlos y hacerse parte de ellos. RESEÑA 55 Por último, el repertorio compartido se refiere a palabras, artefactos, gestos, rutinas, entre otros, que se han adoptado al interior de la comunidad en el curso de su existencia y que han pasado a formar parte de su práctica. Repertorio que no sólo es útil porque es reconocible en su relación con una historia de compromiso mutuo, sino también porque se puede aplicar a nuevas situaciones. En la segunda parte del libro se presenta el cuarto y último componente que, a criterio de Wenger, es necesario para caracterizar la participación social como un proceso de aprender y de conocer: el de la identidad. La identidad no como un objeto en sí mismo sino como el trabajo constante de negociar el yo. Cada persona construye su identidad cuando negocia los significados de su experiencia de afiliación a comunidades sociales. Por lo que la práctica supone la negociación de maneras de llegar a ser persona en ese contexto en el que está presente, se define socialmente, pero no sólo porque es cosificada en un discurso social del yo y de las categorías sociales, sino también porque se produce como una experiencia viva de participación en unas comunidades concretas. La tercera y última parte del texto, presentada por el autor a modo de epílogo, plantea cómo diseñar una comunidad de práctica teniendo en cuenta los temas de la primera y segunda sección. Wenger parte de la siguiente idea: el aprendizaje no se puede diseñar: sólo se puede facilitar o frustrar (2001: p 273). Y considera que quienes puedan comprender el carácter informal y social del aprendizaje y puedan traducir sus ideas en diseños al servicio del aprendizaje- serán los arquitectos de nuestro futuro (2001: p 269). Este apartado ofrece un resumen de los temas principales e ilustra el uso que se puede hacer de la teoría social del aprendizaje que se perfila. El libro de Étienne Wenger recoge en sus páginas la perspectiva frente a lo que él considera una Teoría Social de Aprendizaje, que no sustituye otras teorías sino que posee su propio conjunto de supuestos y su propio enfoque. Es una propuesta hacia la creación de comunidades de práctica en la empresa y fuera de ella. Llama la atención cómo en sus páginas finales se dedica al tema de la educación, presentando un posible diseño educativo que involucra las cuestiones presentadas en el libro, quizá, a mi parecer, muy en consonancia con lo que en otros lugares se propone con el aprendizaje colaborativo.
QUÉ HACEMOS? Promovemos el trabajo colaborativo y la convivencia a través de la formulación, orientación y acompañamiento de iniciativas vinculadas con los saberes y las prácticas de las comunidades educativas: En formación: Cursos, diplomados, talleres y otros procesos formativos de diverso alcance, en modalidad presencial y virtual dirigidos a la comunidad educativa. Alianzas estratégicas para la generación de procesos formativos. Alternativas en formación acorde con los contextos, los agentes y las poblaciones. Consultorías para el diseño y puesta en marcha de procesos de formación. En Investigación: Sistematización de experiencias en educación y pedagogía. Asesoría en la formulación y ejecución de proyectos en educación y pedagogía. Producción de investigaciones en educación y pedagogía. En Comunicación: Propiciar una comunicación colaborativa aprovechando las posibilidades tecnológicas, lo que implica compartir los conocimientos de lo que sabe la Fundación y la comunidad educativa para replicarlo. Intercambio de conocimientos surgidos de la investigación y la práctica profesional a través de: Revista Fundación Convivencia, blog, boletines, entre otros. Colaboración para mejorar las aptitudes y resolver problemas. Intercambio de ideas, compartir experiencias y discutir soluciones a las dificultades que hay entre estudiantes, por ejemplo, Red social educativa (Redequipo). 56