ElLibrodelasflores. 9 Laflordelaarquitectura,lavivienda ylassolucionesinteligentes

Transcripción

1 ElLibrodelasflores 9 Laflordelaarquitectura,lavivienda ylassolucionesinteligentes

2 La piedra, eterna base constructiva No hay material constructivo más durable, firme, fácil de limpiar y mantener que la piedra, que acompaña a la humanidad desde las mismas cavernas. Aunque es lenta para trabajarse, la piedra es resistente casi a todo, incluido el fuego e incluso tiene cualidades térmicas. Dentro de la construcción sus usos son múltiples, desde un cimiento firme, hasta muros y mampostería. En la Sierra Nororiental de Puebla llama la atención la vastedad de la piedra caliza, que se emplea por los expertos albañiles y canteros como baldosa en calles y caminos, además de patios y, dada su belleza y elegancia natural, en muchos muros, baños y cocinas. Fuerte y durable, la piedra caliza de la región parece decorarse sola con apariencia de mármol o piedra de rayo, y es muy común que contenga elementos fósiles. Para construir es fácil hacerlo trabajando la piedra a hueso, es decir aprovechando el efecto de la gravedad, con morteros de arena y cal, o cemento y arena. 1

3 Adobe prehispánico materiales de acuerdo con sus requerimientos para la construcción, mismos que tenían debidamente clasificados. Como la tierra simple compactada es muy frágil a la humedad y la erosión, los antiguos aprendieron a agregarle complementos desgrasantes o antiplásticos, a base de materiales orgánicos, como diferentes tipos de yerbas o pastos, según convenía, para sus mezclas y requerimientos constructivos. Mucho del conocimiento de los antiguos mexicanos se ha perdido, pero por los vestigios de las construcciones y las crónicas sabemos que eran expertos en el uso y manejo del suelo y sabían muy bien cómo transformar los 2

4 Un abrigo de lodo incomparable Al adobe, lo hemos utilizado en la región desde los antepasados. Aunque muchos construyen con madera, el adobe es siempre una posibilidad de bajo costo y a la mano. Protege del frío y del calor y es muy fácil de hacer y utilizar, hasta sin herramientas. El inconveniente es que si no se hace con buena yerba y arcilla y se recubre con un buen repellado, absorbe mucho la humedad, lo que en esta zona lluviosa es muy malo. Aquí tenemos barro rojo, con mucha arcilla, pero es importante que la mezcla tenga mitad de barro y mitad de arena, porque si no no queda bien el lodoblock. 3

5 El multifacético bambú Según sabemos nuestros antepasados utilizaban el bambú o el otate, sobre todo para hacer cercas y como leña, pero había caído en desuso, ya no lo acostumbrábamos. Hace poco tiempo, unas décadas, volvimos a descubrir sus muchas cualidades y ahora lo apreciamos y empleamos en la construcción. Además, crece rapidísimo y resulta muy económico. Es tan aprovechable el bambú que además de sus cualidades constructivas y como madera, puede servir como alimento, medicina, y hasta para hacer sandalias, textiles y papel, instrumentos musicales y piezas de ornato. Hay que saberlo tratar como nos recomendaron los viejos: con el humo de una mezcla de chiltepín, tabaco y aguardiente, quemada con yerba verde. Una vez ahumado el tubo, las polillas no se le acercan nunca. Con el bambú se pueden hacer puertas, ventanas, muebles, acabados, y también utilizarse para estructuras, soporte de techos, arcos, canaletas y hasta tuberías. 4

6 Bambú, madera para todo En la sierra crece un bambú que utilizan los campesinos para cercar los terrenos y las laderas del monte, porque echa fuertes raíces y crece muy grande. Otra clase de bambú nativo es el que le llaman invasor, porque crece y se esparce muy rápido; lo alejan de la milpa porque no permite el desarrollo de las demás plantas. 5

7 La vivienda indígena En nuestras comunidades muchas casas siguen siendo como lo han sido por siglos, construidas con adobe, madera, bambú y hojas de palma. Antes los techos también eran de palma o de hoja de plátano, pero ahora compramos láminas o tejas. Aunque ya muchas casas se construyen con cemento, sigue siendo de forma rectangular, casi siempre de un solo cuarto o a veces divididas con trapo para separar la recámara, con un fogón, que ponemos al ladito. Por fuera la rodeamos con una cerquita de bambú o de bajareque, que es barro con zacate. Además, desde luego que entre nosotros no existe casa sin su milpita correspondiente. 6

8 Cuando construimos nuestra casita nos ayudan los parientes y la familia, con trabajo de mano de vuelta. Nosotros les damos de comer. Al terminar la casa, lo celebramos con una ceremonia, ponemos una ofrenda con flores, velas, tortillas, café, aguardiente y caldo de pechuga, con nueve cruces para que se la coman. Vienen los músicos y tocan los santos sones, y cantamos y bailamos los sones del xochipitzahua. 7

9 La arquitectura urbana En las concentraciones urbanas de la sierra las casas son de dos pisos, con techos de teja de dos o cuatro aguas, paredes de piedra y adobe con ventanas pequeñas.. Las calles son empinadas, estrechas, con baldosas de piedra, algunas con escalinatas. Las edificaciones civiles y religiosas siguen la pauta arquitectónica de fines del siglo XIX y principios del XX. En la plaza de Cuetzalan destaca la parroquia de San Francisco (fines XIX), nueva, pues se derrumbó la anterior, de la que queda la torre, hoy reloj público y mirador. Su palacio municipal, neoclásico, se construyó en Junto al panteón está el santuario de Guadalupe, o iglesia de los Jarritos, que adornan la torre, (1882, primera piedra). En el poblado está la capilla de la Purísima Concepción o de la Conchita (1908). 8

10 La vivienda sustentable Entre los campesinos organizados ahora se promueve un nuevo tipo de vivienda que sigue con los espacios tradicionales pero que se construye con adobe transformado (lodoblock o block hueco) y bambú, además de que adopta técnicas modernas para volverla sustentable. La sustentabilidad radica en la captación mediante canaletas del agua de lluvia, utilizada de modo racional; la producción de alimentos orgánicos sin contaminantes; el reciclaje de residuos y el uso eficiente de la energía. Son casitas básicas de cuarenta metros cuadrados, bien distribuidas, a las que pueden agregarse extensiones y más pisos eventualmente; al lado llevan su estufa y la base de su metate. Si existe el recurso, en vez de lámina se hacen techos de teja de dos o cuatro aguas. Cada casa cuesta unos sesenta mil pesos con todo y mano de obra si es con lámina, y con teja entre 95 y cien mil. 9

11 Del fogón a la estufa En la cooperativa de la Tosepan continuamente se desarrollan varios experimentos, siempre a la búsqueda de soluciones novedosas que contribuyan a una vida más amable para sus asociados. Se buscó ahorrar leña con estufas de metal, con buen resultado. El ladrillo guarda el calor, y mejor con una base de concreto, pero el calentamiento es muy lento. Entonces al tabique rojo se le puso una base de block y encima de éste se puso sal y vidrio. El tabique recibe la lumbre, mientras que la sal y el vidrio hacen que el calor se mantenga, a veces hasta el día siguiente, dada su estructura de horno. Ha gustado y sirve mucho. 10

12 Repellado y pintado campesinos Nosotros elaboramos la pasta, dice Braulio el constructor. Compramos cemento blanco, cal blanca y un 25 por ciento de arena cernida, y ya con eso. Es una pasta, y por bulto avanza de 20 a 25 metros. En el muro a plomo nada más es una untada. También elaboramos la pintura de barro rojo y es económico. Es tierra. Y en lugar de echarle pura agua se le pone agua de nopal y para cada litro se le agrega un vasito de impermeabilizante, se aplica y no se despega. Se compran tres kilos de nopal que se pica muy bien y se pone en el agua en una cubeta de 19 litros, durante 24 horas. Toda esa baba que se junta, se va a utilizar para la pintura. El mismo nopal se vuelve a dejar a la mitad de agua en la cubeta y se vuelve a utilizar, y así hasta terminar. 11

13 Los palacetes de la Tosepan Se trata del hotel Tosepankali y el Kaltaixpetaniloyan, «La casa que abre el espítitu». Como conjunto es muy bello, con sus edificaciones colocadas hábilmente en medio de la vegetación del monte, caracterizadas por sus diseños atractivos y armónicos, unidas por las veredas de piedra laja y bordes con piedrecillas de río. No son palacetes, sino cabañas, escuelas y centros de uso múltiple, pero lo parecen por la presencia imponente lograda a base de piedra y bambú, con asesorías arquitectónicas y sensibilidad artística indígena. Una nueva arquitectura lograda con base en alianzas inteligentes. 12

14 Todos estos edificios cuentan con la captación y el filtrado del agua, apta para las cocinas y los baños, comenta el campesino albañil Braulio Téllez, su creador y coordinador. Huertos y parcelas orgánicos, como ejemplo y enseñanza, se abren espacio entre el resto de plantas de ornato. Espacios verdes de apariencia silvestre combinan a la naturaleza con la inteligente intervención humana para solucionar los problemas constructivos. 13