LA DISCRIMINACION CONTRA LOS ADULTOS MAYORES: LA TERCERA EDAD.

Transcripción

1 LA DISCRIMINACION CONTRA LOS ADULTOS MAYORES: LA TERCERA EDAD. Trabajo elaborado por Thomas Connelly, Unidad de Estudios y Publicaciones de la Biblioteca del Congreso Nacional. I. INTRODUCCION. Actualmente, no sería correcto aseverar que la legislación discrimine en contra de los adultos mayores. Simplemente, no hay legislación al respecto, fuera del ámbito previsional, o hay muy poca. El Artículo 321 del Código Civil, establece que se deben alimentos a los ascendientes legítimos, a los padres naturales y a la madre ilegítima. El Decreto Ley Nº 2.184, del 14 de abril de 1978, establece una exención parcial (de 50 por ciento) del Impuesto Territorial para el sector pasivo durante el año En la práctica, esta norma se ha mantenido para los años posteriores. Y el Decreto Supremo 150, del Ministerio de Vivienda, del 15 de octubre de , sustituye el Título VI del Decreto Supremo 62, del 21 de julio de 1987, que se titulaba "De los llamados especiales dirigidos a la desconcentración de la Región Metropolitana", en el siguiente sentido: Los Servicios de Vivienda y Urbanismo (SERVIU) podrán destinar hasta el equivalente al 2% de su programa anual de viviendas, para la atención de postulantes mayores de 70 años, en comodato o arrendamiento según su renta familiar mensual. 1 Ver su texto en Anexo 1.

2 2 En términos generales, se constata que no existen leyes que discriminen en contra de los adultos mayores, en forma explícita. La problemática de los adultos mayores pareciera radicarse en las actitudes sociales y culturales prevalecientes, una de cuyas expresiones sería la ausencia de legislación diseñada para atender las necesidades de los mayores. II. ASPECTOS DEMOGRAFICOS 2 En Chile, la probabilidad de vida ha aumentado paulatina y progresivamente. Es decir, los que nacen ahora tienen alrededor de 20% más de probabilidad de llegar a ser adultos mayores y los que nacerán en el período tendrán otro 5% más, según tendencias actuales. El promedio de años de vejez aumenta también, pero en menor cantidad. Vale decir, los que ahora llegan a ser mayores, tienen la probabilidad de vivir 2,4 años más que quienes lo hicieron 30 años atrás. En cuanto a su estado civil, según las cifras del censo de 1982, los hombres viejos están mayoritariamente (69%) con su pareja, sea como casados o convivientes, y las mujeres mayores están solas, al ser viudas o solteras (62%). Este panorama se complementa al estudiar el efecto del envejecimiento de la población para la sociedad chilena. Esto se mide a través de la relación entre la población menor de 15 y la mayor de 65 años, con la población entre 15 y 64 años (edad llamada "productiva" o "activa"). En Chile, al proyectar la tendencia de los últimos 40 años hasta el año 2020, se constata que "no ocurrirá una disminución porcentual de la población en edad de trabajar que pudiera afectar el potencial de desarrollo. Lo que si ocurrirá es un cambio en la composición de la población económicamente inactiva, reemplazándose individuos entre 0 y 14 años por individuos sobre los 65 años, es decir, se cambian niños por ancianos... Esto es importante porque ambos segmentos poblacionales requieren de distintos tipos de servicios, lo que redunda en la necesidad de redefinir las políticas existentes en materias tales como salud, educación, previsión social, etc." (p. 43, Anexo 1). 2 Los datos presentados en esta sección fueron tomados del artículo de Carmen Barros Lezaeta, "Envejecer en Chile". Estudios Sociales, Nº 60, 1989, p. 42s. Ver su texto en Anexo 2.

3 3 III. EL PROBLEMA: VEJEZ Y DISCRIMINACION. El lenguaje técnico empleado para tratar la problemática de los mayores (y de los "nomayores" frente a éstos), los denomina "el sector pasivo" o "un grupo de edad dependiente" (comparable con el grupo de edad de los niños, por ejemplo), asignándoles un significado de carga para los demás y negándoles un lugar digno dentro de la convivencia social. Desde el punto de vista del legislador, es fácil imaginarse que los mayores constituyen un problema y un desafío porque representan un número importante y creciente de votos en cualquier elección, a la vez que levantan demandas para una "pensión" cada vez mayor, dentro de un contexto cultural de crisis de paradigma general, uno de cuyos aspectos es la carencia de una identidad o papel positivo para los mayores de edad. En breves palabras, el problema es: qué hacer con las personas que ya no generan riqueza? Carmen Barros representa el punto de vista de que los mayores son más víctimas que beneficiarios de la jubilación: "La posibilidad del retiro del trabajo es un privilegio muy reciente en la historia de la humanidad, pero se produce el contrasentido que a quienes lo disfrutan se los castiga con el menosprecio. Las razones que explican el significado cultural que ahora se da al deterioro biológico y al retiro del trabajo por edad se vincula a ciertos elementos de la lógica de funcionamiento de la sociedad contemporánea occidental. Uno de los rasgos propios de las sociedades contemporáneas es la velocidad del cambio que experimenta. Esto en circunstancias que uno de los recursos valiosos que poseían tradicionalmente los ancianos, era su experiencia que, cuando se vive en una sociedad donde el rápido cambio tecnológico impregna y altera casi todas las esferas de la vida, resulta inútil puesto que se refiere a formas de hacer y de pensar ya sobrepasadas. De ahí que se juzgue prescindible la experiencia del anciano y que sus opiniones puedan ser descartadas. No vale la pena oírlos pues están obsoletos. Esto que puede ser cierto a nivel tecnológico, se lo generaliza a todas las esferas de la vida. Esto es reafirmado también a partir de la idea central de la modernidad que menosprecia lo antiguo y valora lo nuevo, percibiendo la autoridad de los antiguos como un obstáculo al progreso. La modernidad desvaloriza lo viejo y esto se aplica luego a los viejos. El otro elemento se vincula con el hecho que la sociedad contemporánea valora

4 al hombre fundamentalmente por lo que produce y por su habilidad para hacerlo. De ahí la inferioridad de aquellos que no realizan actividades productivas, el caso del jubilado y por extensión de todos los ancianos. A ello se agrega que se considera que la mejor forma de producir es la masiva y en serie y, por ende, las cualidades valiosas del trabajador son la resistencia física y la rapidez, cualidades ambas que se pierden con la edad (no la prolijidad y la maestría). A esto se añade que en las sociedades contemporáneas prima la eficacia como la vara para evaluar todo el comportamiento humano y el énfasis en la competividad como mecanismo para conseguirla, lo que significa que a los más débiles se los tiende a definir como inferiores. En suma, el modelo cultural define a la vejez como mero deterioro y a los viejos se les atribuye características negativas - incapaces, inútiles, obsoletos - que se les imputan a priori a cada uno de los individuos que presentan signos externos de vejez. Ello resulta, en una pérdida del status o del prestigio de la posición social que tienen los ancianos en la sociedad y los ancianos la hacen suya pensando que no tienen nada valioso que ofrecer. Esto se agrega al hecho ya constatado que la sociedad no les ha definido un rol propio, es decir, un conjunto de actividades con cuyo desempeño pudieran contrarrestar lo anterior y sentirse útiles y ganarse el reconocimiento social." 4 Sin embargo, "El Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento" (1982) 3 destaca los valores inherentes en la vejez: "La especie humana se caracteriza por una larga infancia y una prolongada vejez. A lo largo de la historia esto ha permitido a las personas de mayor edad educar a los más jóvenes y transmitirles valores; esta función ha garantizado la supervivencia y el progreso del hombre. La presencia de los ancianos en el hogar, la vecindad y en todas las formas de vida social sirve aún de lección insustituible para la humanidad. No sólo a través de su vida, sino incluso a la hora de su muerte, el anciano nos da a todos una enseñanza. Merced a la pena que sufren los supervivientes, éstos llegan a comprender que los muertos siguen formando parte de la comunidad humana, con los resultados de su trabajo, las obras e instituciones que dejan tras ellos, y el recuerdo de sus palabras y actos. Esto puede estimularnos a considerar con mayor serenidad nuestra propia muerte y hacernos más plenamente conscientes de nuestras responsabilidades hacia las generaciones futuras. Una vida más larga proporciona a los seres humanos la oportunidad de examinar retrospectivamente sus vidas, corregir algunos de sus errores, acercarse más a la verdad y lograr una comprensión diferente del sentido y el valor de sus acciones. Quizá sea ésta la mayor contribución de las personas de edad a la comunidad humana. Especialmente en esta época, después de cambios sin precedentes que han afectado al género humano durante su vida, la reinterpretación de su pasado por parte de los ancianos debería 3 Naciones Unidad. Informe de la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. A/CONF.113/31, Viena, pp Ver su texto en Anexo 3.

5 ayudarnos a todos a conseguir la reorientación de la historia que urgentemente se necesita." 5 IV. ALTERNATIVAS PARA LA ATENCION DE LOS ADULTOS MAYORES EN DIFERENTES PAISES. 4 Actualmente, hay un consenso en el mundo "desarrollado" en cuanto a la importancia de propiciar medidas que incentiven la permanencia de las personas de edad en su medio habitual, habiéndose superado una etapa en la cual se propiciaba la internación en establecimientos especializados. En Francia, después de una expansión considerable de instituciones de régimen interno para los ancianos, se ha optado por la planificación de servicios al hogar. Asimismo, en los países nórdicos las políticas de mantenimiento en el hogar han alcanzado un estado de avance equivalente al previo desarrollo de instituciones para adultos mayores. En Estados Unidos, todos los programas sociales (alimentación, recreación, etc.) para personas de edad, están regidos por reglas generales y planes estatales. La fuente presupuestaria para estas prestaciones es estatal. Cada estado recibe una suma igual a su proporción de personas de 60 años y más, para administración, servicios sociales y programas de nutrición. En Dinamarca, predomina la descentralización, es decir, la habilitación de servicios para adultos mayores organizados autónomamente en cada comuna. En Bélgica, existen mutualidades y otros organismos de asistencia social que colaboran con los municipios para implementar equipos de atención a domicilio. "Consideramos de interés destacar el ejemplo de Bélgica, pues entre las naciones de mayor experiencia en materia de gerontología social que hemos estudiado, constituye un caso diferente al resto. Podríamos 4 Las referencias incluidas en esta sección provienen del artículo de María Inés Passanante. "Tercera Edad y Política Social: Una Reflexión Sociológica". Revista Paraguaya de Sociología. Año 21, Nº 61, pp Ver su texto en Anexo 4.

6 6 referirnos al modelo comunitario-solidario, propio de Bélgica, donde la acción de las comunas es paralela a la acción voluntaria y a la de las sociedades sin fines de lucro. Allí se combinan iniciativas municipales con otras mutuales con o sin carácter religioso. Se trata de una sociedad marcadamente religiosa y sus políticas en favor de la ancianidad parecen reflejar sus valores predominantes. Las obras de asociaciones voluntarias sin propósitos de lucro, de los grupos confesionales y de las parroquias, en beneficio de las personas de edad se han orientado hacia la provisión de servicios (ayuda doméstica, atención médica, comidas a domicilio, préstamo de material sanitario, etc.) y a las actividades de recreación, rigiéndose por criterios de solidaridad e integración". (p Anexo 3). En Argentina, los sistemas alternativos, es decir, la "institucionalización" del anciano, son aún incipientes. Tradicionalmente, la protección a la tercera edad ha estado en manos de entidades privadas, frecuentemente de carácter confesional y apelando a valores religiosos. Dichas entidades fueron creadas, muchas veces, por las colonias de inmigrantes, como instituciones de socorro mutuo. La constitución de organizaciones de bien a partir de las distintas nacionalidades, es idiosincrásica de Argentina, que no la hace comparable con muchos otros países. V. EL DEBATE MUNDIAL SOBRE LA VEJEZ. En la misma Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, se pusieron de manifiesto dos posiciones claramente distinguibles: "1) Los representantes de los países escandinavos (Suecia, Noruega y Dimanarca) y otros occidentales, además de los socialistas, sostuvieron la tesis de que el Estado debe asegurar el bienestar social de las personas de edad, independientemente de la responsabilidad que al respecto incumbe a la familia. No consideran la importancia del papel de la familia en el cuidado y atención del anciano. 2) Los delegados de las naciones latinoamericanas, incluida la representación argentina, en cambio, expresaron la convicción que es la familia quien tiene la

7 7 responsabilidad principal de atender al geronte: el Estado sólo debe actuar subsidiariamente en casos de desamparo y ausencia del grupo primario. Cabe señalar que con respecto a este debate se destacó la posición de los Estados Unidos cuya delegación se pronunció a favor de las políticas de integración familiar. Como resultado de estas discusiones, se proclamó la necesidad de integrar al anciano a la familia e insertar las políticas para la tercera edad dentro del contexto de la política de la familia, revelando una revalorización de la vida intergeneracional. Se recomendó que `los esfuerzos para fortalecer a la familia en los países en desarrollo deben iniciarse como una campaña para corregir o contrarrestar los conceptos erróneos tan difundidos de que el sistema de la familia extensa es incompatible con la industrialización y que la modernización implica, entre otras cosas, modificar el patrón familiar del tipo extenso al nuclear'. Se proclama como solución ideal `la de prestar apoyo externo para fortalecer a la familia y alentarla a continuar en su función de institución encargada de velar por las personas de edad y alentar a las propias personas de edad a que desempeñen una función importante en la familia'. Estas conclusiones de la Asamblea Mundial son reveladoras de una nueva concepción de la política social para la tercera edad que se inserta en una revalorización de la familia en su tradicional rol de solidaridad y cohesión intergeneracional." (p. 187s. Anexo 3).

8 ANEXOS

9 ANEXO 1 DECRETO SUPREMO DEL MINISTERIO DE VIVIENDA 15 DE OCTUBRE DE 1990

10 ANEXO 2 "ENVEJECER EN CHILE" CARMEN BARROS LEZAETA

11 ANEXO 3 INFORME DE LA ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE EL ENVEJECIMIENTO 1982

12 ANEXO 4 "TERCERA EDAD Y POLITICA SOCIAL: UNA REFLEXION SOCIOLOGICA" MARIA INES PARSAMANTE

13 BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE UNIDAD DE ESTUDIOS Y PUBLICACIONES LA DISCRIMINACION CONTRA LOS ADULTOS MAYORES LA TERCERA EDAD UNDESPU/BCN/SERIE ESTUDIOS AÑO 1, Nº 24 SANTIAGO DE CHILE SEPTIEMBRE DE 1991