por primera vez el posgraduado en psiquiatría, para lo que se requería ser médico general, ya recibido. En verdad, cuántos años he estudiado, no sé,

Transcripción

1 MUESTRA V Corresponde a la Encuesta Mx-48, Cinta Mx-XXXV-A. Diálogo dirigido. Duración: media hora. Tema: El psicoanálisis. El informante (nº 55 de nuestro archivo= es una mujer de 42 años, casada, natural de la ciudad de México. Ha viajad o a Colombia dos años- y a los Estados Unidos un año-. Estudios: Médico cirujano, pos graduada en psicoanálisis. Habla inglés y algo de francés. Ocupación: Psicoanalista. Su padre, natural de la ciudad de México. es médico. Su madre, también de México, se dedica al hogar. Su esposo, oriundo de Nicaragua, es psicólogo. Enc.- Bueno, en primer lugar le agradezco muchísimo que usted coopere con nosotros en este estudio que estamos haciendo. Yo quisiera que usted me platicara, señora, fundamentalmente, qué actividades ha desarrollado usted en este campo y qué proyectos tiene para el porvenir. Inf.- Bueno, mire: yo creo que primero tengo que explicar que para ser sicoanalista se necesita un entrenamiento especial; es decir, se necesita hacer los seis años de Medicina y estudiar tres años después de psiquiatría, que se completan con uno o dos de... de trabajo de hospital; y después, estudiar durante un promedio de seis a once años el psicoanálisis. En verdad, quizá haya otras maneras de hacerlo más fáciles, pero ese ha sido mi entrenamiento. Enc.- O sea que... cuántos años ha llevado usted en el estudio propiamente de la carrera? Inf.- Bueno, si contamos... Además es que, cuando yo estaba estudiando Medicina, no había posgraduado de psiquiatría. Entonces la única manera de orientarse en el campo de la psiquiatría era estudiar psicología y trabajar con uno de los siquiatras que entonces manejaban el campo aquí en México; lo cual era bastante difícil, porque eran unos pequeños feudos, y si uno estaba con un maestro, entonces ya no podía estar con los demás. Pero a partir más o menos de mil novecientos cincuenta y tres -puede que un poco antes... pero antes fue un curso no muy bien organizado-, pero quizá en cincuenta y tres, se inició

2 por primera vez el posgraduado en psiquiatría, para lo que se requería ser médico general, ya recibido. En verdad, cuántos años he estudiado, no sé, porque... Enc.- Usted terminó la carrera de Medicina? Inf.- Terminé Medicina, ya había yo hecho dos años de psicología [67] y ya había yo estado trabajando en el internado en psiquiatría durante dos años más y estaba además trabajando entonces en el Hospital Infantil. En verdad, a mí desde el principio me interesó mucho el trabajo con niños; creo que desde que decidí estudiar medicina por una serie de motivaciones... podría yo llamar familiares y personales, quería yo trabajar con niños. Cuando estudiaba preparatoria, pensé qué sería mejor, si estudiar psicología o estudiar psiquiatría, pero toda la meta siempre fue trabajar con niños. Entonces, cuando estaba alrededor de tercer año de Medicina, cosa que me pareció muy conveniente, porque fue una suerte para mí haberlo decidido desde entonces, porque es muy bueno que antes de que uno termine la carrera se pueda especializar. Tiene muchas facilidades entonces; como estudiante tiene las puertas abiertas y es... es mucho más fácil. Entonces yo, ya desde tercer año de Medicina, empecé a ir a los sanatorios para enfermos mentales. Daba algún tipo de terapia o acompañaba a hacer tratamientos; entonces estaban muy de moda algunas técnicas; además, para aquel entonces, que no hace mil años, pero era mil novecientos cuarenta y nueve, no había sicoanalistas, y algunas gentes se llamaban médicos sicoanalistas; no, en vez de sicoanalistas, no, siquiatras, como el doctor R., que era un médico español que daba clases de Rochard, y creo que hacía psicoterapia, pero, en verdad, entonces no se distinguía... Enc.- Él no había hecho los estudios aquí? Inf.- No; ni había hecho ningún estudio de psicoanálisis tampoco. Enc.- Aficionados? Inf.- Esa es la cosa. Aquí en México los siquiatras -y había muy buenos-, pero todos eran autodidactas, y no había sicoanalistas. Esto puede parecer un poco escandaloso, pero creo que es bastante cierto: algunos médicos de los viejos habían hecho una carrera en París, que hacía un curso, me parece que quizá en un año o dos, de medicina legal y psiquiatría; así es que... pues eso no era... Además dentro de la carrera de Medicina, nos enseñaban en los últimos seis meses de la carrera, y ya teniendo muchas presiones sobre el estudiante -del internado, y de qué hacer, y recoger medicinas para el servicio, etcétera-, nos daban seis

3 meses de clase, que incluían neurología y psiquiatría. Así es de que prácticamente las gentes que eran siquiatras, eran autodidactas todas. Enc.- Sí; no tenían estudios especializados. Inf.- No. Se habían ido por aquel entonces al extranjero, a estudiar, varios muchachos: Santiago R. y su esposa, el doctor P., B., unos a Estados Unidos, otro a París, B., y Santiago y su esposa a Argentina. Había una gran cantidad de desorientación y uno [68] verdaderamente no sabía qué hacer. Yo entonces pensé que, como lo que yo quería era hacer psiquiatría infantil, había un servicio de psiquiatría en el Hospital Infantil que existía entonces, y estaba manejado por el doctor F., y a mí me era muy difícil llegar a él, porque no lo conocía y me habían dicho que no aceptaba gentes trabajando cerca de él; además pertenecía a un grupo de esos que le digo, de siquiatras que tenían su propio grupo, que era el doctor R.; y entonces hice lo posible, y entré al Sanatorio Español, en donde él estaba trabajando, con la idea de hacer el internado, estudiar psiquiatría y poderme ir a trabajar algún día con él al Hospital Infantil. Bueno, pues así lo hice; estuve en el internado, hacía yo mis servicios, tenía yo que hacer cuatro servicios de internado, procuraba hacerlos rápido, y me iba a trabajar todo el tiempo al departamento de psiquiatría y neurología. Entonces era psiquiatría y neurología y neurocirugía, y yo pude haber trabajado en alguno de los tres campos, pero a mí me seguía importando más la psiquiatría, y como al año, es decir, cuando terminé el servicio, obtuve que me dieran un internado, este... cómo se llama?, pues no es honorario, pero es una residencia más. Enc.- De planta, digamos? Inf.- Pues esta era un internado; adscrita, estaba yo adscrita al servicio de psiquiatría, y entonces ya me empezaban a pagar; me pagaban creo que cien pesos al mes o algo así... o setenta y cinco; creo que no llegaba ni a cien. Pero entonces sí ya estaba yo definitivamente en el servicio de psiquiatría; empecé a trabajar en el Hospital Infantil; hice una tesis sobre debilidad mental en niños; trabajé en el Hospital Infantil desde principios de cincuenta hasta cincuenta y cuatro. Durante ese tiempo, pues claro, en el hospital pasaron muchas cosas, porque en mil novecientos cincuenta llegó a México aquí el doctor Fromm que es un sicoanalista que... que no pertenece a la Internacional; Internacional es la sociedad que hizo Freud, y determinó que los que estuvieran atenidos a sus estatutos estarían reconocidos

4 como sicoanalistas internacionalmente, que las gentes que no estuvieran de acuerdo totalmente con su teoría, entonces no estarían dentro de la Internacional. Enc.- Él lo estableció? Inf.- Él lo estableció. Entonces, Fromm inicialmente fue un sociólogo; trabajó en Alemania, estuvo en análisis con un analista ortodoxo, freudiano, de la Internacional, pero él dice que llegó a la conclusión de que no le satisfacía el trabajo que él hacía con los pacientes, que iba algo más allá de lo que podía trabajar con el doctor Sacht, que era Sacht el que estaba ahí. Entonces se separó de la Internacional; empezó a trabajar por su cuenta; se casó con la doctora Frida von Ryman, que es una siquiatra; fue, porque [69] ya murió hace poco; fue una siquiatra fabulosa, con una... con una visión clínica extraordinaria, realmente, incluso más clínica que Fromm; pero entonces vino la persecución judía y más o menos en treinta y ocho, me imagino yo, se vinieron tres gentes muy importantes de Europa a Nueva York; se vino él, la doctora von Ryman y la doctora Kain. Enc.- [...]. Inf.- Es que es ortodoxa la grabadora... Fue muy importante porque, por aquel tiempo, Freud tuvo que salir también de Alemania por la misma razón, por la persecución judía, y salió con Ana Freud y algunas gentes, y él fundó una escuela, claro, dependiendo de la Internacional; era el creador del sicoanálisis, en Inglaterra y en Estados Unidos; estos tres médicos se encontraron... no médicos, porque no eran médicos; el doctor Fromm no es médico; se encontraron con la... escuela del doctor Sullivan. Enc.- Perdón: el doctor, el señor Freud o Fromm, no es médico? Inf.- Fromm no es médico, es sociólogo. Enc.- Ah, eso es interesante. Inf.- Es muy interesante, porque dentro de la situación ortodoxa pura, no se admiten psicólogos, y en Estados Unidos había algunos psicoanalistas ortodoxos, pero no podían admitir psicólogos. Entonces, en Estados Unidos había dos corrientes muy importantes, que eran la de Meyer y la de Sullivan, y se fundó entonces una institución que se llama Lanson White, en Nueva York, en donde se empezó a hablar de un sicoanálisis no freudiano, que se llamaba culturalista. Bueno, creo que son muchas disquisiciones para llegar al punto, pero el caso es que el doctor Fromm se divorció de la doctora von Ryman, y ella siguió trabajando en Nueva York. Hizo trabajos, sobre todo en psicóticos, muy buenos; se casó

5 con una señora que estaba enferma del corazón, y los médicos -por lo menos esa es la versión que yo me sé- le recomendaron que se viniera a Cuernavaca, a una clínica como Cuernavaca. Aquí en México, de las gentes más inquietas que había entonces, y que se salieron de esos... de esos grupos, era el doctor G.H., una gente muy capaz. Conoció a Fromm, empezaron a hablar, y entonces formaron un primer grupo de psicoanálisis, por primera vez en mil novecientos cincuenta, aquí en México. Estuvieron gentes... unas gentes muy jóvenes, otras gentes ya con experiencia, sobre todo el doctor D.; era la gente que tenía más fuerza como siquiatra aquí, y empezó a estudiar psicoanálisis con otras gentes mucho más jóvenes, que no tenían una... una gran experiencia en esto; y, como le decía yo, entonces poquito tiempo después, se fundó ya abiertamente en la universidad la... el posgraduado en psiquiatría. Entonces yo entré a formar parte [70] al posgraduado en psiquiatría; hablé con el doctor Fromm; él me dijo que empezara a hacer psiquiatría para que después pudiera yo ser analista, porque se necesitaba terminar psiquiatría para ser analista. Enc.- Qué barbaridad! Solo un cura estudia más. Inf.- No, pues yo estaba muy encantada. Verdaderamente estaba yo feliz. Pero en el Hospital Infantil habían pasado entonces muchas cosas, porque regresaron de Argentina, Santiago y su esposa, y Santiago era el jefe del Hospital Infantil. De la F. nada más había estado supliéndolo; entonces De la F. renunció, vino Santiago, yo me quedé a trabajar con él, pero él quería hacer un tipo de tratamiento analítico; por lo menos eso es lo que yo sé. Claro que dentro de esto puede haber muchas cosas de política o lo que sea, pero la verdad era que él no le gustaba el trabajo del hospital porque era demasiado trabajo, y no lo podía él manejar en plan de análisis de niños. Lo dejó. Entonces en ese momento llegaron P. de Nueva York y B. de París; trataron de hacer un grupo sicoanalítico mexicano en que incluyeran frommianos y ortodoxos; reconoció la Internacional el grupo ortodoxo, y - cuentan, suena a leyenda-, pero que en el momento que ya casi escribían, llegó otro y les dijo: "Ya no firmes, porque en este momento estamos reconocidos por la Internacional". Entonces, se quedó dividida la situación sicoanalítica en México, entre frommianos y ortodoxos, por cosas políticas, nada más, pero el doctor Fromm se quedó dentro de la universidad. Enc.- Qué pasó con mi té?

6 Inf.- El doctor Fromm se quedó en el posgraduado de psicoanálisis en la universidad, y tenía todo el respaldo de la universidad y los otros tenían todo el respaldo de la Internacional. Bueno... para este cuento, dentro de la... del entrenamiento en psiquiatría, nos pedían veinte horas de análisis personal, veinte o cuarenta. Enc.- Veinte horas a la semana? Inf.- No. Independientemente tenían que ser sesiones de dos veces por semana. Entonces yo empecé a estudiar con el doctor F.D., que ya había sido mi maestro en psicología, y empecé el psicoanálisis con él. Bueno, después viene la parte romántica: me casé, me fui a Estados Unidos, interrumpí el curso de Siquiatría, seguí escribiéndome con el doctor Fromm, pensábamos regresar aquí o ir a Nueva York a estudiar psicoterapia al... a un centro de psicoterapia para posgraduados. Me casé con un psicólogo, un psicólogo clínico, pero... Estuvimos entonces en Colombia, trabajamos en la universidad de allá, mi marido fundó la... el departamento de psicología en Colombia, yo di clases, trabajé con pacientes allá, pero el ambiente era bastante hostil, especialmente para las mujeres. [71] Regresamos, tuvimos el primer hijo, y pensamos que era muy difícil llevarlo a Nueva York, en donde hace... entonces le tocaría un invierno muy duro; él nació cerca del invierno y en verdad en Estados Unidos yo no hubiera podido estudiar, y los dos teníamos mucho interés en estudiar los dos. Entonces entramos al grupo frommiano, hace la friolera de once años. Terminé al mismo tiempo el posgraduado en psiquiatría que me faltaba, y ya seguí estudiando el psicoanálisis. Todo este tiempo me lo he dedicado... he dado clases, di clases... ya desde muy jovencilla; di clases en las preparatorias y después di clases en... la Iberoamericana. Trabajé en el departamento de psiquiatría... no, de psicología, en la Iberoamericana; después me fui. Cuando regresé, di clases en la Facultad de Medicina, de psicología médica; en la Iberoamericana di cursos de... Enc.- En la Nacional fue de medicina? Inf.- De medicina. Di cursos de psicología de la personalidad, psicología criminal y adolescencia. Entonces tuve otro niño, mi segundo hijo; dejé las clases de psicología médica y seguí estudiando psicoanálisis, y empecé a poner el consultorio, y ya empecé a trabajar yo por mi cuenta, con psicoanálisis de adultos. La experiencia que tuve en el Hospital Infantil fue muy bonita porque, como cambiaron muchas veces de... de jefes en el servicio, y lo manejé yo sola, y después, cuando llegó el doctor D., la organizó en tres... en

7 tres secciones: una de desarrollo infantil, que estudia cómo se va desarrollando el niño, en los aspectos orgánicos y mentales y qué problemas puede tener en ese desarrollo; otro de higiene mental, que era realmente para estudiar métodos familiares de higiene, para que los niños se desarrollaran mejor, y se atendían programas más bien de tipo familiar; y el departamento de psiquiatría. Y entonces, estuvimos trabajando en una cosa que era bastante nueva entonces: en terapia de grupo con madres y con niños. Hacíamos sesiones cruzadas, en donde la idea es a partir de las ideas de un siquiatra americano, que por cierto no es... no es de tendencias analíticas, sino más bien es muy organicista. Se llama organicista una gente que piensa más bien en el desarrollo que yo diría corporal, orgánico, familiar, y en contraste con el proceso dinámico, es en donde se trata de entender al niño en función de todas las gentes que lo rodean, en relación constante, dinámicamente, es decir, actuando el niño sobre los padres y los padres sobre el niño, y los hermanos, los abuelos, etcétera. Esto se llama más dinámico; la expresión más dinámica de esto sería realmente el psicoanálisis, cualquiera de las dos orientaciones u otras orientaciones que haya. Entonces, en psicoanálisis, lo que se estudia es la interacción de las figuras importantes para el niño, en referencia al niño. Sin embargo, [72] C. decía una cosa que me parece muy buena, que decía que el síntoma emocional de un niño -y entonces empezamos a hablar de emocional-: ya distinguíamos entre problemas mentales, de deficiencias mentales, que era un cincuenta por ciento de la consulta, y cincuenta por ciento de problemas puramente emocionales, en niños sin problemas de debilidad mental, ni problemas orgánicos, como epilepsia o tumores u otra cosa. Entonces, decía, que el problema emocional de un niño es un boleto de entrada para una función que se desconoce, y así es. Es posible que un niño haga berrinches, y las gentes no saben por qué hace berrinches; es posible que está haciendo berrinches porque el papá y la mamá no se hablan, o tienen una guerra fría, o es una situación de rivalidad porque acaba de nacer otro niño o va a nacer otro niño. Entonces, empiezan a entrar personajes a la función; el personaje principal, por supuesto, es la madre. Muchas veces me han preguntado por qué hago tanto énfasis en la madre y no en el padre, y es por varias razones: una, porque en los primeros años de la vida, la figura más importante es el niño y la madre; es una especie de unidad. Poco a poco el padre va entrando, pero en... en qué le diría yo? Para socializar más al niño, precisamente, para ir rompiendo esa liga, para irlo ayudando a separarse de la madre.

8 Enc.- Y si no se rompe, es un fracaso? Inf.- Bueno, si no se rompe, en verdad es el problema de toda una enfermedad mental; es decir, la enfermedad mental, vista desde este sentido, es el problema de una falta de desarrollo sano de un niño que no ha podido desarrollar todas sus capacidades, que las está desviando. Enc.- Por culpa de la madre? O sea cuando no se rompe esa relación madre-hijo a tiempo. Inf.- Bueno, pero yo no diría "por culpa"; claro que hay madres que sí se podrían calificar de culpables, incluso enjuiciarlas, pero en verdad no es por culpa; es por lo que le vuelvo a repetir: es la interacción de todos los factores que están rodeando la situación de la manera de ser de la madre, de cómo ella misma fue creada, de qué presiones tiene, de su propia madre, de la suegra, del marido; es toda una constelación emocional; yo no llamaría culpable a la madre. Enc.- Bueno, a veces se dice que porque un cariño exagerado de la madre hacia el hijo... hasta qué punto puede desarrollarse una dependencia. Inf.- Bueno, no, no es verdad. Se puede hablar así, pero no es justo, porque un cariño no puede ser nunca exagerado; un verdadero amor, el verdadero amor es el... es el deseo, es el interés por conocer al niño, por saber quién es, por tratar de que se desarrolle [73] al máximo; por tratar de dejarlo en la mayor libertad para que él crezca, libertad que no quiere decir abandono; una cosa es dejar a un niño en libertad, y otra es abandonarlo, pues, a ver qué hace. Enc.- O sea, es un cariño mal entendido? Inf.- Bueno, claro, entonces... pero no se puede hablar de exceso de cariño, me entiende? Entonces es, en verdad, en último término... todos estos problemas es porque estamos viviendo con un nombre... otra cosa. En último término, por ejemplo, esto que usted dice del cariño: la madre está tratando de satisfacer sus propias necesidades de afecto que no tuvo cuando niña, y entonces está dándole al niño lo que ella hubiera querido para ella. Enc.- Posiblemente. Inf.- Entonces, está funcionando... está representando un papel, en donde el niño está metido en una situación que no le toca.

9 Enc.- Exacto. Es decir, no tiene nada que ver en... Inf.- No tiene nada que ver. En último término, la neurosis es una pelea que no es de uno. Enc.- Bueno, y sin que sea... digo... Desde luego que si se pueden saber este tipo de preguntas: cuáles son los problemas tipo que se le presentan a usted en sus consultas? Cuál es la generalidad de los problemas? Inf.- Ahorita, o cuando le estoy hablando? Porque le estaba hablando de los niños. Enc.- Bueno, es que me dijo usted que había estado en el Hospital Infantil, pero que había pasado a la clínica privada ya, verdad? Inf.- Sí; pero yo le quería hablar de lo que hacíamos en sicoterapia de grupo, porque era bastante importante. Enc.- Ah, sí, familia y... Inf.- Entonces, tratábamos a las mamás y a los niños, los dos en grupo, con estas dos ideas: los niños, para que en una forma experimental, muy libre, pudieran ir, dijéramos, equilibrando las presiones. Se reúnen, por ejemplo, niños muy tímidos con niños excesivamente dominantes, egoístas, niños que quieren todo para sí, niños que no son capaces de pedir nada para ellos; es... es un ejemplo. Entonces los dejamos solos, con un observador... un observador que no interviene. Tuvimos que intervenir solo en un caso en que un niño rompió una botella de Coca-Cola para agredir a otro; fuera de eso no intervenimos. Ellos solitos van adquiriendo como en una especie de sociedad -vuelvo a hablar otra vez de la situación dinámica-, como en una especie de sociedad chiquita, cada quien va ocupando su lugar y se van aprendiendo a respetar y van sacando toda esa situación que no han podido manejar, de seguridad, de libertad, de respeto a los demás, de compartir las cosas. [74] Enc.- Bueno, perdone: este tipo de relaciones entre los niños... digo... estaban recluidos noche y día, o a ratos, o por semana? Inf.- Era solo a ratos, dos o tres horas los sábados. Ellos iban como a un club. Es que en verdad tenemos muy poco material; porque tratábamos de que ellos llevaran su material y que ellos hicieran lo que quisieran. Entonces, había niños, por ejemplo, que llevaban, precisamente para impresionar a los demás, juguetes que los demás les pedían; se... se establecía una serie de interacciones muy interesantes. Ahora, respecto al grupo de madres, se manejaba un poco diferente, porque era solo hablar. Ellas exponían sus problemas, y las

10 otras madres los comentaban, y al comentarlos todas, entonces se empezaban a dar cuenta de muchas cosas: primero, de que compartían algunos problemas; otras, de que la opinión que estaban dando era una opinión bastante emocionalmente teñida, que no era justa. Y ellas iban también logrando un equilibrio, pero ellas estaban bajo la presencia de una persona -que entonces era yo- que no era analista, pero que les hacía interpretaciones de lo que ellas estaban diciendo. Enc.- Bueno, y usted presidía o entraba en la...? Inf.- Se supone que era una mesa redonda -era cuadrada, pero la llamábamos redondaen donde todos estábamos en las mismas circunstancias. Enc.- Al mismo nivel todos? Inf.- Al mismo nivel; sin embargo, hasta donde era posible, no? Porque ellas sabían que yo estaba trabajando ahí como guía. Bueno, eso fue mientras estuve en el hospital; después, como le dije, después ya trabajé en la consulta privada. Los... los casos que se presentaban más... Teníamos casos de todos; en verdad, no le podría decir exactamente cuáles eran los más... La mayoría de los problemas que nos llevaban eran niños, porque empezaban a fallar en la escuela. Entonces los llevaban y nos dábamos cuenta de que el problema era una situación emocional. Era una de las causas más frecuentes, pero también había niños que los llevaban por rebeldes o por agresivos o por apáticos. Algunos niños llevaban otro tipo de problemas: terrores nocturnos, orinarse en la cama, etcétera. Enc.- Bueno, y ese tipo de problemas también son de tipo mental? Inf.- Emocional. Enc.- Ah, emocional. Inf.- Insisto en que sea emocional, porque cambia un poco el aspecto mental. Mental se refiere... claro, puede llamarse mental, pero la gente está más acostumbrada a llamar mental a lo que es loco. Entonces realmente ahí son problemas emocionales. [75] Enc.- Bueno, digamos: cómo definiría usted emoción? Qué es la emoción? O qué es un problema emocional? Inf.- Como definición no, pero como ejemplo: el problema de relaciones humanas. Por ejemplo, un caso típico de emotividad mal controlada serían los berrinches, el terror, la inseguridad. Enc.- O sea, que no tiene dependencia con la... digamos, con la inteligencia?

11 Inf.- No, definitivamente no. Enc.- Son problemas totalmente aislados; o sea, en otras palabras, una inteligencia bastante desarrollada, no puede dar seguridad? Inf.- Bueno, muy al contrario, muy al contrario: en verdad, es muy común que un niño débil mental, superficial, sea un niño muy tranquilo, muy adaptable, sumiso; no en debilidades mentales más profundas, porque entonces el niño se deja llevar por impulsos, y entonces son niños que... que se masturban, por ejemplo, delante de los demás, o que agreden abiertamente, que no tienen control, pero un niño inteligente es un niño que... que en general es muy sensible; entonces capta muy fácilmente, y a veces de una manera inconsciente, los problemas de la familia, los problemas afectivos. Enc.- Y le repercuten. Inf.- Y entonces sí, no puede manejarlos, no los puede manejar; y entonces el niño expresa un síntoma, que puede ser una baja de calificaciones o un orinarse en la cama o una asma o una erupción en la piel. Enc.- Entonces, este tipo de problemas emocionales repercuten físicamente? Inf.- Indudablemente que sí. Enc.- Orgánicamente? Inf.- Indudablemente que sí. Enc.- Eso sí, para que vea, no me lo imaginaba yo. Y lo contrario, me supongo, también: una enfermedad de tipo orgánico influye emocionalmente. Inf.- Sí, sí. Por ejemplo... Ese es otro campo de la psiquiatría infantil: el problema de los inválidos, de los niños con parálisis, que son inteligentes y que, sin embargo, hay que readaptarlos o rehabilitarlos por... porque la situación de la enfermedad los limita mucho. Enc.- Y cómo trabajan ustedes en ese sentido? Digo, cuál es el plan, digamos? Inf.- Yo no he trabajado así; pero en el sentido de la rehabilitación, la tendencia es hacer que el niño actúe como cualquier chico normal, sin sobreprotegerlo, es decir, sin cuidarlo demasiado. [76]