CONTROL DE DAÑOS A LA PRODUCCIÓN DE TRUFA

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1 CONTROL DE DAÑOS A LA PRODUCCIÓN DE TRUFA (Tuber melanosporum Vitt) DEBIDOS A LA POBLACIÓN DE JABALÍ S. REYNA 1,2, J. BORONAT 1, J. THEREAU 3, G. CASANOVA 3, S. GARCIA BARREDA 1 1 Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM). C/ Charles Darwin 14, Parque Tecnológico, Paterna (Valencia). santiago@ceam.es 2 Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes. Universidad Politécnica de Valencia. Camino de Vera s/n, Valencia. 3 Conselleria de Territorio y Vivienda. C/ Arquitecto Alfaro 35, Valencia. Resumen La trufa negra (Tuber melanosporum Vitt.) es el mayor recurso económico, junto con la caza, de la mayor parte de encinares desarrollados sobre suelos calizos del cuadrante nororiental de España. La atracción que tiene el jabalí (Sus scrofa L.) por este hongo subterráneo es enorme, tanto por resultar altamente palatable como por la presencia en la trufa de esteroides similares a los de las feromonas de jabalí, que la convierten en reclamo sexual. Como consecuencia, se produce un ataque importante en todas las zonas productivas, que hace peligrar la sostenibilidad del aprovechamiento trufero en los bosques. En este trabajo se presentan los resultados de los ensayos llevados a término en la Comunidad Valenciana para evitar los daños. Palabras clave: Sus scrofa, Quercus ilex, hongo subterráneo, feromonas. Summary The black truffle (Tuber melanosporum Vitt.) is the greatest resort economic, together with the hunt, of the main part of holm oak forest of the calcareous soil of the northeast from Spain. The attraction of the wild boar (Sus scrofa L.) for this hypogenous mushroom is huge, so much by to be very palatable like by the presence in the truffle of steroids similes to the steroids of the pheromones of the wild boar, that the converted in sex-appeal. Consequently, an important attack is produced in all the productive areas, that the support of the truffle harvesting is in risk in the forest. In this work we shows the results of the assays realized in the Comunidad Valenciana for to avoid the animal damage. Key words: Sus scrofa, Quercus ilex, hypogenous mushroom, pheromones. INTRODUCCIÓN La trufa negra (Tuber melanosporum Vitt.) es un hongo ectomicorrícico que vive asociado principalmente a la encina (Quercus ilex L. ballota Samp.), el quejigo (Quercus faginea Lamk.), la coscoja (Quercus coccifera L.) y el avellano (Corylus avellana L.). Sus carpóforos, hipogeos, alcanzan precios muy elevados por su apreciado valor gastronómico. Suelen aparecer en una zona de escasa vegetación junto al árbol simbionte, que recibe el nombre de quemado trufero. El quemado se produce por el efecto alelopático de la trufa, que inhibe la germinación y el crecimiento de algunos vegetales. La temporada oficial de recolección de la trufa comprende en España desde el 15 de noviembre / 1 de diciembre hasta el 28 de febrero / 31 de marzo. La producción espontánea de trufa negra es propia de bosques y matorrales abiertos con estructuras claras y adehesadas en los que el suelo recibe insolación directa y en las que las micorrizas de trufa negra son dominantes. La producción anual de trufa varía notablemente según la pluviometría, estimándose para España una media del orden de kg, con un mínimo de kg y un máximo de kg (REYNA et al, 1999). Estos valores representan del orden del 40% de la producción mundial. De acuerdo con los anuarios de estadística agraria del Ministerio de Agricultura, para la década un 24,3 % de la producción nacional correspondió a la Comunidad Valenciana. Los precios de la trufa negra en los últimos años han oscilado entre 180 /kg y 850 /kg al recolector. Una vez envasada puede alcanzar fácilmente, dependiendo de calidades, hasta /kg como precio de venta al público. El precio en pesetas constantes manifiesta una clara y continua evolución alcista (REYNA, 2000). Paralela a la producción natural, se está obteniendo trufa a partir de plantaciones artificiales de diferentes especies vegetales (principalmente encina) inoculadas con el hongo. En España

2 comenzaron a realizarse plantaciones truferas alrededor de 1970 y en la actualidad la superficie plantada se aproxima a las ha. (REYNA et al, 2004). El futuro de la trufa está fundamentalmente en la truficultura, mediante la racionalización del cultivo y la organización de los mercados (SAÉZ y DE MIGUEL, 1995). Todos estos valores muestran lo interesante que resulta mantener las producciones de trufa negra. En las últimas décadas, sin embargo, éstas han sufrido un acusado declive (REYNA, 2000), debido principalmente al aumento de espesura del monte (por el abandono del medio rural y de los aprovechamientos tradicionales) y a la extracción masiva de carpóforos (que impide la dispersión de esporas). Durante los últimos años, además de estos problemas, los truferos han empezado a alertar de un aumento y generalización de los daños por predación de los jabalíes sobre los carpóforos. El jabalí se ha expandido y ha aumentado sus poblaciones notablemente en las últimas décadas; semejantemente al caso de otras especies de caza mayor pero manifestando un mayor vigor. Este incremento poblacional se ha visto favorecido precisamente por los mismos factores que perjudican a la trufa: éxodo rural, abandono de cultivos y ganadería extensiva, aumento de la espesura forestal y resurgimiento de los matorrales donde se cobija. Además, la eliminación de sus predadores naturales (lobos, águilas y linces), la práctica erradicación de la peste porcina y su gran capacidad reproductora también han contribuido a su aumento poblacional. Esta tendencia se ha mantenido en España hasta el momento (Figura 1), mientras que en la Comunidad Valenciana en los últimos años se observa un cierto sostenimiento poblacional con oscilaciones ligeras en la presión cinegética (Figura 2). En el caso concreto del área de estudio, de acuerdo con la información aportada por los truferos colaboradores, se puede indicar que en Andilla (Valencia) la primera vez que se vio un jabalí fue en el año 1958, la población comenzó a ser considerable a finales de la década de los años 70 y principios de los 80. En El Toro (Castellón) a finales de la década de los años 50 no había presencia de jabalíes, el primer jabalí que se cazó fue en el año En Morella (Castellón) los primeros jabalíes que se observaron datan de mediados de los años 50 y el primer jabalí se cazó en El consumo de trufa por el jabalí es un fenómeno natural en un hongo hipogeo de diseminación zoócora como la trufa, que cuando alcanza la madurez (y con el fin de liberar y dispersar las esporas) emite un fortísimo olor que atrae a muchos animales para los que constituye un excelente bocado (jabalíes, tejones, zorros, roedores, etc.), además de insectos y otros invertebrados. El jabalí hoza la tierra, casi labrándola, en busca de trufas que comer y puede transportar pequeñas porciones adheridas a los labios o al pelo. No está claro si las esporas son digeridas por el animal o no, y en este último caso si el paso por el tracto digestivo puede activar la germinación. Sin embargo, según experiencias citadas por DELMAS (1983), entre las sustancias volátiles que emite la trufa se encontraría una similar a las feromonas sexuales del jabalí macho, lo que haría más plausible esta última hipótesis. Los daños que el jabalí está provocando en las truferas son actualmente preocupantes dado al alto valor económico del hongo, pero los daños se extienden también al sistema productivo: al hozar la tierra, destrozan raíces tróficas, micorrizas y el micelio extendido por el suelo. Si la entrada es a principio de temporada consumen las trufas inmaduras, de manera que ni siquiera permiten la dispersión de las esporas. El comienzo de los daños pueden empezar incluso con las primeras lluvias de agosto, cuando aún no hay trufa madura pero sí raíces jugosas, lombrices, crisálidas etc. Éstos alimentos les resultan más fáciles de encontrar en una trufera que en pleno monte, ya que las truferas mantienen una mejor estructura del suelo debido a la propia micorriza de trufa (OLIVIER et al, 1996) y a los huecos que se han hecho para extraer los carpóforos en campañas anteriores. Lo más frecuente es que los daños comiencen en septiembre u octubre con la maduración temprana de algunas trufas. También se pueden producir daños en las plantaciones truferas jóvenes, donde el jabalí a veces levanta las plantas de hasta 3 savias en busca de comida o atraído por la humedad del cepellón, ya que a esta temprana edad es excepcional que se produzca trufa. MATERIAL Y MÉTODOS Debido a que la temporada trufera 2003/04 fue muy mala y a que la producción de trufa provenía principalmente de las plantaciones truferas, el diseño de las experiencias utilizó como cebo maíz en grano, que parece el más efectivo para el jabalí (MASSEI & TONINI, 1992) y puede actuar

3 como atrayente sustitutivo de la trufa. Se realizaron cebaderos de unos 10 Kg de maíz en grano. Durante el transporte y colocación del cebo se evitó un exceso de manipulación directa con las manos para no impregnarlo de olor humano (MARTÍNEZ, 1994) por lo que se utilizaron guantes de látex. Se establecieron 44 parcelas entre testigos y parcelas protegidas (Tabla 1). La temporada trufera 2004/05 ha sido mejor, lo que ha permitido realizar 56 ensayos en truferas productoras. Sin embargo, sólo ha sido posible incluir en el presente artículo los resultados preliminares estas experiencias. En este análisis preliminar, se ha constatado que la falta de uniformidad en las producciones y los diferentes momentos de maduración y recogida hacen muy dificultosa la comparación de truferas protegidas y no protegidas. Así, únicamente se han considerado los 26 ensayos (Tabla 2) en truferas que tuvieron una producción significativa de trufa en la temporada actual (superior o igual a 5 pozos, siendo un pozo la señal de que se ha extraído trufa) y de las que además se tenía constancia que corrían un riesgo real de ser atacadas por jabalíes (lo habían sido en un momento anterior o existía a menos de un km de ellas otras truferas que habían sufrido daños). Las parcelas de investigación en ambas temporadas se sitúan en localidades representativas de las diferentes zonas productoras naturales de trufa de la Comunidad Valenciana (noroeste de la provincia de Valencia e interior de Castellón), así como en Sarrión (Teruel), donde existe una intensa actividad trufera. Las técnicas de protección testadas pretenden, además de ser eficaces, reunir una serie de características adicionales: bajo coste, fácil transporte e instalación en truferas silvestres, evitando el vallado con tela metálica. Tras recoger información entre truferos y técnicos, se eligieron para los ensayos varios repelentes olfativos (Stop Jabalí, ambientadores domésticos y naftalina) y el vallado con malla plástica, tipo señalización de obra civil. Stop Jabalí es un producto comercial elaborado, de acuerdo con el fabricante, con feromonas de hombre, oso y lobo. Cuando el jabalí detecta el olor de sus predadores naturales, siente que entra en una zona de peligro y se retira. El comerciante provee como soporte unas placas de aluminio donde se aplica el producto, las placas brillan con la luz nocturna produciendo un reflejo y además cuando sopla un ligero viento hacen ruido, por lo que teóricamente tiene una triple acción (olor, reflejo visual y sonido). Los ambientadores domésticos son productos convencionales de diversas marcas, que se van cambiando en cada visita a la trufera. La naftalina usada presenta un 98% de pureza y se ubica en tres pequeñas botellas por trufera (botellines de agua de medio litro), perforadas en la parte superior para que pueda salir el olor. La valla de protección plástica es de color naranja y con ella se cerca totalmente el cebo o la trufera. No se pretende una protección física de la trufera (ya que resulta obvio que un jabalí la puede atravesar sin ninguna dificultad), sino intimidar y desorientar al jabalí. RESULTADOS Pruebas con cebos de maíz (2003/04) Stop Jabalí logró aumentar el tiempo medio hasta la entrada del jabalí al cebo desde los 14 días de los testigos hasta 30 días, siendo las diferencias estadísticamente significativas (Figura 3). El mínimo fue de 15 días, frente a 3 días para el testigo, y el máximo fue de 68 días, frente a 23 en el testigo.el repelente basado en ambientadores domésticos ha resultado ineficaz, ningún ensayo ha impedido la entrada del jabalí más de 3 días. El vallado plástico, por su parte, retardó el tiempo medio de entrada del jabalí desde los 10 días de los testigos hasta 23 días, siendo las diferencias también estadísticamente significativas (Figura 3). El mínimo fue de 11 días, frente a 3 en el testigo, y el máximo fue 55 días, frente a 33 en el testigo. Pruebas en truferas naturales (2004/05) Las truferas protegidas con stop jabali con reposición cada 7 días fueron dañadas en un 41 %. Las protegidas con vallas tuvieron daños en un 33%. Únicamente las truferas protegidas con naftalina permanecieron indemnes después de la protección, aunque sí se habían producido daños previamente (Tabla 2). Estos resultados son aún provisionales y esta pendiente la evaluación de las truferas próximas que actuaron como testigo para lograr una mejor referencia. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

4 Pruebas con cebos de maíz (2003/04) Además de la bondad del producto, en la duración de la protección interviene la mayor o menor presión que pueda realizar la población local de jabalíes. Si se denomina eficacia al cociente entre el número de días que tarda el jabalí en entrar a las parcelas protegidas y el que tarda en el correspondiente testigo pareado, se estará considerando la influencia de la población local de jabalí y su comportamiento frente a los cebos por hambre, osadía, recelo, etc. Así, la eficacia de los testigos sería igual a uno y los valores mayores indican un efecto protector. Los dos sistemas de protección probados presentan eficacias significativamente mayores de uno. La del vallado (2,9) es ligeramente superior a la del Stop Jabalí TM (2,5), aunque no significativamente (Figura 4). En las experiencias realizadas se pone de manifiesto que una vez el jabalí ha superado la protección, si el punto vuelve a cebarse y a protegerse, la eficacia disminuye enormemente. En este mismo sentido, BERNAD (2003) indica que, una vez lleva un tiempo detectando los olores, si el animal no encuentra otro tipo de señal de alarma o no existe otro tipo de fuente de alimentos en la zona, acaba por entrar en el cultivo protegido. Pruebas en truferas naturales (2004/05) En las truferas naturales, como se ha indicado el análisis de los resultados es más complicado ya que no hay trufa madura cada uno de los días de la experiencia, la trufa se extrae semanalmente a medida que madura y el perro la detecta. Esta circunstancia obligara a realizar nuevos ensayos fuera de las truferas en cebaderos hechos con trufa para lograr condiciones identicas para el cebo protegido y el testigo o a repetir los ensayos al menos otra temporada más. Agradecimientos A todos los truferos que han colaborado en las investigaciones: Ernesto Enguídanos, Antonio Serrano, José Miguel Gasulla, Heredio Vidal, Santiago Armengot, Joaquín Monfort, Daniel Bertolín, Isidro Casanova. El Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) está financiado por la Generalitat Valenciana y Bancaixa BIBLIOGRAFÍA BERNAD J, Notas sobre el producto comercial Stop jabalí. Ipnatur. DELMAS J, La truffe et sa culture. Ed. SEI INRA. Bordeaux. FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CAZA, Aprovechamientos cinegéticos. Madrid. GARCÍA J L, El jabalí y su caza. Ed. Hispano Europea. Barcelona. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, Caza y pesca. Anuario de Estadística de España. Madrid. MARTÍNEZ J L, Guía completa de la fauna cinegética española. Ed. Hispano Europea. Barcelona. MASSEI G & TONINI L, The management of Wild Boar in the Maremma Natural Park. En: SPITZ F, JANEAU G, GONZÁLEZ G & AULAGNIER S (Eds.) Ongulés/Ungulates 91. SFEPM- IRGM. París-Tolouse. MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN, Anuario de Estadística Agraria. Madrid. OLIVIER J M, SAVIGNAC J-C & SOURZAT P, Truffe et trufficulture. Fanlac. Périgueux (Francia). REYNA S, DE MIGUEL A, HERNÁNDEZ A y ESTEBAN H, Historia de la truficultura en España. En: Actes du 5è Congres International Science et la Culture de la Truffe-Aix en Provence REYNA S, Trufa, Truficultura y Selvicultura trufera. Mundi- Prensa. Madrid. REYNA S y BORONAT J, Técnicas de Investigación y Desarrollo para minimizar el impacto del jabalí en los aprovechamientos truferos. Informe CEAM para la Conselleria de Territorio y Vivienda (inéd.). REYNA S, DE MIGUEL A, PALAZON C, HERNÁNDEZ A y DE ROMÁN M, 2004 Situación y perspectivas de la truficultura en España. Revista ITEA Información T ecnica y Economica Agraria, 100 v nº 3 SÁEZ R y DE MIGUEL A M, La trufa negra. Tuber melanosporum Vitt. Guía práctica de truficultura. ITGA-Universidad de Navarra. Pamplona.

5 Tabla 1: Parcelas de experimentación en la campaña 2003/04 cebo de maiz El Toro Ares del Maestre Andilla Requena Repelente Stop Jabalí testigo sin repelente con repelente Repelente rotación de 3 testigo sin repelente ambientadores. con repelente Parcelas valladas Vallas plásticas Testigos sin vallar Tabla 2: Parcelas de experimentación en truferas naturales. Campaña 2004/05 Protección Población Días que ha tardado en entrar Ataques previos a la protección Stop Jabali Andilla 8 días No Andilla 7 días No Andilla Sin daños Sí Ares del Maestre Sin daños No Bejís Sin daños No La Todolella 13 días Sí La Todolella 13 días Sí Sarrión 10 días No Naftalina Ares del Maestre Sin daños No Ares del Maestre Sin daños No Bejís Sin daños No Cinctorres Sin daños No La Todolella Sin daños Sí Sarrión Sin daños Sí Valla plástica Andilla 4 días No El Toro Sin daños No Sacañet Sin daños No Jabalíes cazados (España) Fuente: :INE; :MAPA; 2001:FED ESP DE CAZA Figura 1 Año

6 Jabalíes cazados(comunidad Valenciana) Fuente: :MAPA; 2001:FED ESP DE CAZA Figura 2 año Protección (días hasta entrada jabal Stop jabalí Valla Protegido Testigo Figura 3 Protección de cebaderos de maiz 5 4 eficacia Stop Jabalí Valla Figura 4 Efectividad en la protección de cebos de maiz