La literatura española: Siglos 16, 17 y 18

Transcripción

1 P a p e r -10 M ó d u l o An M HR D Pr oj ec t under the National Mission on Education through ICT La literatura española: Siglos 16, 17 y 18 Principal Investigator Prof. Rajiv Saxena Content Writer Dr. Alka B. Jaspal & Shrenya Mallik Content Reviewer María Miramón Teresa

2 CONTENIDOS 1. Introducción 2. El Romanticismo 3. El romanticismo español 4. Los problemas del renacimiento español 5. Conclusiones

3 1. INTRODUCCIÓN El movimiento romántico que se empezó en Alemania tenía vibraciones por toda Europa aunque el movimiento romántico se tardó en asentarse en España y quedó por poca duración. Estudiamos los rasgos (incluso su base filosófica y los resultantes temas e ideas) del romanticismo y de su vertiente español con los problemas que encontró. 2. El romanticismo El <<romanticismo>> quiere decir un cambio en la actitud artística y literaria que ocurrió en Europa a los fines del siglo XVIII y a los principios del siglo XIX. Este cambio abarca dos aspectos sobre todo: primero, que existía una interrelación entre la literatura y la política del momento y, segundo, que nació una nueva psicología, del hombre romántico. Frente la actitud absolutista de los monarcas, el llamado <<despotismo ilustrado>>, sobre lo que comentamos en la sección anterior, surgió una actitud revolucionaria que dio lugar a liberalismo popular en el siglo XIX pero ya a los fines del siglo XVIII se había empezado a ocurrir cambios debido a diversos factores sociales que encontrarán sus manifestaciones literarias. La Revolución Francesa y la consecuente emigración produjeron nuevos puntos de vista y el hombre moderno, que había aparecido ya en el Siglo Ilustrado, acabó formándose definitivamente. En cuanto a la literatura el tema muy repetido sería la valoración de lo nacional. Se considera a Johann Wolfgang Goethe ( ), de Alemania, el precursor del romanticismo universal. Él era bien versado en Filosofía,

4 Biología, Estética, Crítica, Física y Geología. Dejó llevarse por el amor de la naturaleza más que el ideal, como pasó en el siglo XVIII con los ilustrados. Cultivó casi todos los géneros literarios y en el género novelesco escribió Las penas del joven Werther que tenía muchas repercusiones debido a su tema de los amores desgraciados románticos. Su poema filosófico en forma dramática, Fausto, cuenta la historia de un hombre quien firma un pacto con el Diablo para venderle su alma si alcanza el poder completo: la angustia del hombre de las ciencias; tenía mucha influencia esta obra, del alcance universal, sobre el desarrollo del movimiento romántico. Johann Wolfgang Goethe ( b= &path-prefix=es) El siglo XVIII está caracterizado por el pesimismo universal que sentían los hombres después de la Restauración. Querían alcanzar ideales sobre sí mismos pero el proceso de llegar a esa posición de tranquilidad les llevó al suicidio (como en Werther). Hablan del mal del siglo, el fracaso de los ideales liberales, en la manifestación literaria de sus sentimientos. La actitud del hombre romántico ante la vida se cambia mucho del siglo XVIII. Ahora, hay un culto individualista penetrando la literatura que lleva consigo la expresión de los sentimientos y pasiones. Contra las normas establecidas por el siglo ilustrado en la literatura hay una rebeldía que defiende la libertad expresiva. Existe una

5 valoración nueva de las tradiciones nacionales que implica la exaltación de la cultura folklórica y de las lenguas y temas vernáculos y populares. Además, la exaltación de la naturaleza (como ocurrió en las obras de Goethe) lleva a los hombres a buscar lo desconocido, lo misterioso y lo exótico. Por eso, hay una abundancia de sitios como cementerios, montañas y lugares extraños en la literatura romántica. 3. El romanticismo español Como casi todos los movimientos literarios y filosóficos el romanticismo se tardó en asentarse en España, como ya hemos comentado. A principios del siglo XIX había dos tendencias penetrantes en España: el liberalismo y el tradicionalismo. Cuando estalló la Guerra de la Independencia (en 1808, contra los invasores franceses), los intelectuales tenía la opción de elegir o el afrancesamiento o el patriotismo (recuérdense el caso de Jovellanos). En las Cortes de Cádiz, los liberales votaron la Constitución de 1812 que propuso, entre otras, la libertad de la prensa. Tal era la atmósfera que condicionaría al español romántico en esta época. Pero el curso del romanticismo en el país se cortó por un tiempo con el reinado absolutista de Fernando VII que empujó a muchos intelectuales liberales al exilio en la década de Cuando volvieron ellos trajeron consigo la filosofía romántica de Europa. Estos hechos históricos y otros tantos decidieron el desarrollo y decadencia del romanticismo en España. Vamos a estudiar el romanticismo español y su manifestación literaria en más detalle. 4. Los problemas del romanticismo español El Romanticismo español se categoriza en tres etapas primariamente: la primera se llama Prerromanticismo ( ) en la que los escritores de la formación neoclásica empezaron a experimentar con las ideas nuevas. Por ejemplo, Manuel José Quintana. La segunda etapa es la del Romanticismo propio ( ); en ella triunfó el movimiento con las obras de los autores más conocidos de la época, como el Duque de Rivas, José Zorrilla y Mariano José de Larra. La tercera y la etapa final es la del Posromanticismo en la cual escribió Bécquer y Rosalía de Castro cuando el movimiento realista ya había florecido. Todavía en España, el romanticismo sigue siendo un paria para la crítica literaria española. Esto es a causa de su tardía apariencia en el ambiente español; aparecía en España cuando ya se había declinado en Europa. Por tales

6 razones, se considera el romanticismo español igual al posromanticismo de Europa. No obstante, se lo critican de ser muy extranjero e incapaz de encender las conmociones espirituales y las inquietudes dramáticas que el romanticismo europeo había despertado en el hombre moderno. Queda establecido que el romanticismo tenía sus manifestaciones peculiares en cada país y en cada escritor. En España, por ejemplo, el romanticismo tuvo forma de dependencia sobre las bases del Renacimiento: exploraba algunos temas similares como la búsqueda de lo exótico, la difusión de costumbres e historias orientales, etc. Los participantes en el movimiento literario y artístico del Romanticismo entendían la significación de sus propósitos. Los principales rasgos del Romanticismo son la imaginación (el motivo detrás de la poesía), la naturaleza como concepto orgánico y el símbolo y el mito como tropos literarios en la poesía. El cambio radical que se mostró el romanticismo debe de ser entendido en el fondo de los conceptos que regían la Ilustración. Durante el Siglo Ilustrado se concebía el universo como una máquina regido por leyes inmutables. Desde el dios hasta la nada todo funcionaba según un orden y las cosas que no se podía entender fueron porque no podíamos buscar sus sitios adecuados en este orden. La literatura de la época está llena de las metáforas del reloj y la máquina que reflejan el orden del universo. Los valores más altos, por eso, durante ese siglo eran la uniformidad, la exactitud, la estabilidad y el racionalismo. Este pensamiento racional había influido sobre los pensadores europeos desde el tiempo de Platón y Aristóteles. Pero de desmoronó a los fines del siglo XVIII por su propio peso. Ahora, el universo no se podía concebir como una máquina que funcionaba según un orden específico y establecido; ahora la metáfora más utilizada fue la del árbol. El universo era un árbol que tenía todas las partes: las hojas, el tronco y las raíces. La existencia de una parte dependía de las demás. El universo ya no estaba hecho como un reloj sino iba creciendo como un árbol. Esta línea del pensamiento permitía a los hombres explorar los límites de la racionalidad. El mundo del romanticismo era el mundo orgánico, no mecánico. El universo, según los románticos, estaba creciendo; entonces, el universo estaba vivo y el cambio que tenía una impresión tan negativa en el Siglo Ilustrado asumía un valor positivo. El cambio implicó el movimiento constante la imperfección contra la perfección de la Ilustración.las

7 consecuencias de esta línea de pensamiento eran la diversidad en vez de la uniformidad y la originalidad (más allá de las reglas rígidas del Neoclasicismo). La filosofía neoclasicista, llamada así por el renacimiento de ideas clásicas en el siglo XVIII, creía en una Verdad indisputable. Cada persona, cada tribu o civilizaciones enteras podían buscarla mediante sus propios métodos. Pero el Romanticismo se enfatizó en que la Verdad no tenía una estructura objetiva pero una más subjetiva e ideal. Las respuestas a las preguntas grandes no se debían buscar (como vías a un tesoro escondido) sino se debían inventar. En el Romanticismo se valoraba más el culto del héroe, normalmente pobre, desgraciado, solitario pero espiritualmente libre. La espontaneidad y sinceridad de los métodos eran más importantes que el resultado perfecto. De aquí saltaba la protesta contra las limitaciones que imponía la vida, contra las reglas y normas neoclásicas que fueron establecidas por los hombres in imitación de verdades supuestas. El sistema del pensamiento romántico proponía al individuo como fuente creador. El mundo consistía en el yo espejo; es decir, el perspectivismo individual (una cosa significa lo que el individuo piensa que significa si fuera contra las reglas neoclásicas). La intuición ahora estaba alabada más que la razón y el sentimiento tenía mucha más importancia que el ideal de una belleza reposada. La imaginación en el sentido romántico, debemos aclarar, no es la misma imaginación neoclásica. La imaginación para los del siglo XVIII significaba la conjuración de imágenes preexistentes en la menta del artista, que podía servir como herramienta a la ornamentación poética. Sin embargo, para los románticos la imaginación era más allá de las imágenes preexistentes: era la experiencia de buscar nuevas imágenes, no miradas antes por nadie, que se podía realizar mediante la mirada interior. Esta imaginación creadora se consideraba como la manantial poética. La fórmula sobre la que se basó el Romanticismo tenía todo tipo de contradicciones como la nostalgia por el pasado junto con sueños utópicos para el futuro, la búsqueda de una fe con la depreciación de toda religiosidad tradicional, el cosmopolitismo junto con el nacionalismo, etc. Entre sí, el sistema romántico era una paradoja sin fronteras. Lo exclusivo del movimiento romántico era que entra todas sus líneas de pensamiento, un país, un individuo, una nación, podía elegir una y perseguirla sin echar un vistazo hacia otras. Para

8 entender los problemas que enfrentaba el romanticismo español hay que tener en la mente las siguientes características del movimiento: << retorno a la Edad Media, amor a lo exótico, revuelta contra la razón, vindicación de lo individual, liberación de lo inconsciente, reacción contra los métodos científicos, renacimiento del panteísmo, o del idealismo, o del Catolicismo, rechazo de las convenciones artísticas, retorno al emocionalismo, vuelta a la naturaleza >> (Alborg 22) Para los críticos una de las tareas más difíciles en cuanto a este movimiento es agrupar a los escritores, poetas y otros según características comunes. Debido a la complejidad del movimiento es casi imposible ignorar los atributos personales de cada artista y esto lo hace muy difícil categorizarle. Además, cada país tiene varias etapas del desarrollo romántico y a cada etapa pertenece una nueva vertiente. La apariencia tardía del romanticismo en España ocurrió cuando regresaron los intelectuales exiliados en otros países con la muerte de Fernando VII en Por este periodo el Romanticismo ya se había empezado a desaparecer en Europa. Pero, cuando floreció en Romanticismo europeo, España se había declarado como el <<país romántico>> donde buscaron los poetas y escritores temas para sus obras. España se había hecho la fuente proveedora debido a su historia literaria era el país de Cervantes y Calderón, tenía la mayor colección de la poesía nacional y popular en la forma del Romancero, la forma poética original de España. Era el país de Lope de Vega quien convirtió el teatro nacional para que se diferenciara de las reglas del teatro antiguo que se había establecido durante el Renacimiento. Pero esta visión de España, mayoritariamente falsa, se habría desafiado luego por los autores costumbristas. Existe una diferencia muy marcada entre el Romanticismo histórico en España y el Romanticismo del siglo XVIII. El Romanticismo que se atribuyeron a España debido a su historia literaria, queda claro, que desafió a las reglas y normas clásicas aparte de ser muy popular entre el plebeyo. Pero el Romanticismo del XIX se centró sobre el yo; no basta hablar de los sentimientos humanos como hacían Calderón o Lope. En las obras de éstos, el desenlace siempre era la conclusión feliz de asuntos dentro del esbozo de la religión, el honor o el rey. Según el Romanticismo del XIX, el peso de las pasiones internas del personaje se llevó a suicidarse. Era la crisis metafísica, a

9 fines del siglo XVIII, que producía la destrucción de valores tradicionales basados en racionalismo. Los autores y poetas se rebelaron contra la razón y el método. Pero en las obras de Lope, por ejemplo, no existía una metafísica romántica que se podía aplicar a la religión o a la política. Cuál era la razón de tal fascinación para España? Para los autores y poetas ingleses y alemanes, el alzamiento nacional y popular (los dos rasgos integrales del Romanticismo) contra la invasión napoleónica era muy importante. La razón literaria de alzar el <<mito romántico>> se puede buscar en el pensamiento europeo que, negando su tradición medieval, se enfatizó sobre la modernidad que ofreció la edad neoclásica. Harto de las limitaciones neoclásicas, el pensamiento europeo quería buscar la respuesta de la ya mencionada crisis metafísica con un retorno al pasado y, mirando <<al sur>> vio la ya preservada tradición de la Edad Media en España. De ahí emergió la posición de España como <<país romántico>>. Los pensadores europeos creían que los autores españoles siempre habían sido individualistas y que habían resistidos a toda regla formal. Más bien, era el caso de tratar de poner su perspectiva para analizar la historia de las letras españolas. De todas formas, es difícil aceptar la idea de que España era un país con una literatura romántica <<indígena>>. En el siglo XIX tampoco surgió en España el mismo rigor en el movimiento contra la uniformidad y el racionalismo como ocurrió en otros países europeos: el aspecto más importante para el asentamiento de Romanticismo. Como dicen algunos críticos, en España, el movimiento romántico nació como mera imitación de lo foráneo. Pero esta posición no es correcta. Hemos estudiado la obra de Cadalso, las Noches lúgubres, en el capítulo anterior. Fueron escritas entre y tienen, claramente, muestras románticas. Fueron resultados de una influencia mutua entre los países europeos que ocurrió a los fines del siglo XVIII, el periodo prerromántico, la gestación del Romanticismo. Podemos deducir así que la transición desde neoclasicismo hasta el romanticismo fue una evolución más que una revolución y que cada país experimentó con el cambio a su propia velocidad. No debemos olvidar de la Constitución de Cádiz de 1812 que sirvió como modelo para otras naciones de Europa. Sin embargo, el problema que encontró el Romanticismo en España era que tenía que asimilarse a la tradición nacional porque el debate grande de <<las dos Españas>>, una tradicional y otra de los reformadores ilustrados, todavía existía

10 en el siglo XIX, una herencia del Siglo Ilustrado. Por eso, el Romanticismo español tiene este tinte muy nacional y popular pero que también mira atrás a su pasado para dar más fuego al nacionalismo liberal. El conflicto, no obstante, entre lo viejo y lo nuevo, entre lo tradicional y lo popular, no es un hecho exclusivo de España sino de toda Historia que se presenta en todos los países. Sería injusto decir que el Romanticismo español era una mera imitación. Por ejemplo, se ve el byronismo (llamado así después del estilo del poeta romántico inglés, Lord Byron) en la obra poética de José de Espronceda pero la temática es algo que Espronceda saca del Siglo de Oro español. Merece la mención aquí que la obra de Espronceda tenía mucha influencia sobre las obras de modernistas como Rubén Darío. Entonces, el Romanticismo español, aunque se asentó muy tarde, no era la imitación de modos extranjeros. Lo que le hace único es que la herencia de la Ilustración continuó hasta el Siglo XIX cuando el Renacimiento estaba ya en plena marcha. Así, los años románticos en España vivieron una doble tradición de lo neoclásico y lo romántico. Entre los temas que abundan en las obras de los románticos debemos señalar el amor. El tratamiento que se da al amor es distinto en cada etapa del desarrollo del romanticismo. Si no acaba pronto el amor da lugar al desengaño, a la desilusión, a la ironía o al sarcasmo. Los temas de amor sexual eran poco frecuentes en la primera etapa del Romanticismo y, luego, el tratamiento se hace diferente en cuanto al amor pasional. En imitación del Renacimiento, el amor platónico existe también y es lo más frecuente de la época. En cuanto a la religión, la tradición medieval se convierte en un tropo literario. Junto con el individualismo resaltó la rebeldía y la evasión. Esta última tiene tres aspectos peculiares. La evasión del espacio hace que el romántico quiere escaparse de la vulgaridad de la vida cotidiana hacia lugares y sitios misteriosos (como cementerios, ruinas, etc.) creados en su mente. La evasión del tiempo significa el retorna hacia el pasado misterioso. Y, la última, la evasión del sueño, en la que, mediante el sueño, el poeta o el escritor puede tener acceso al lugar misterioso más allá de la mirada exterior.

11 4. Conclusiones Aparte de toda la polémica que rodea el asentamiento y desarrollo del Romanticismo en España, vamos a resumir, en conclusión, los rasgos principales del Romanticismo español. Primero, su tardía aparición. En comparación con Europa el Renacimiento llegó muy tarde en España y, por eso, fue de una duración muy fugaz. Las fechas establecidas son 1834, con la publicación de El moro expósito del duque de Rivas, o 1835, el año del estreno de Don Álvaro, también de duque de Rivas, mientras que los primores expositores de Romanticismo ya se habían muerto por el año En cuanto al aspecto formal, el Romanticismo significó la derrota de los ideales y las reglas neoclásicos de la Ilustración que incluía las tres unidades del drama; el Romanticismo implica la mezcla de lo trágico con lo cómico, lo hermoso con lo repulsivo y la prosa con la poesía con mucha libertad. El Romanticismo ofreció su apoyo a la mezcla de géneros literarios que enriquecía la literatura mediante la ampliación de modos expresivos. En cuanto a lo temático, los autores españoles también hallaron su inspiración en los temas de la Edad media, en lo caballeresco, en lo legendario y en lo religioso. Esta postura mezclada con la preocupación por la problemática social, que se heredó de la Edad Ilustrada, dio una nueva visión de lo que penetra las limitaciones del pensamiento. También otros temas populares eran lo pintoresco, lo popular y el ambiente oriental. Acerca de la problemática humana, el Romanticismo no es muy distinto de lo europeo: habla del pesimismo, el carácter satánico, la rebeldía individualista contra la sociedad, la importancia de la pasión sobre la razón, el suicidio y la obsesión de la duda. Sin embargo, el Romanticismo español solo llegó a su más alta cumbre con las obras de Larra y Espronceda. Los otros autores trataron de temas históricos y su romanticismo es más una actitud literaria que existencial.

12 Referencias 1. Alborg, Juan Luis. El romanticismo español y sus problemas. Historia de la literatura española (El Romanticismo). Tomo IV. Madrid: Editorial Gredos, Impreso.

13 Content writer Dr. Alka B. Jaspal Faculty member Centre of Spanish, Portuguese, Italian and Latin American Studies Jawaharlal Nehru University New Delhi Shrenya Mallik Research Scholar Centre of Spanish, Portuguese, Italian and Latin American Studies Jawaharlal Nehru University New Delhi Content reviewer María Miramón Teresa Visiting Faculty Centre of Spanish, Portuguese, Italian and Latin American Studies Jawaharlal Nehru University New Delhi Language reviewer María Miramón Teresa Visiting Faculty Centre of Spanish, Portuguese, Italian and Latin American Studies Jawaharlal Nehru University New Delhi Principal Investigator Professor Rajiv Saxena Centre of Spanish, Portuguese, Italian and Latin American Studies Jawaharlal Nehru University New Delhi