ACTIVIDAD TEMA1: LA LENGUA CASTELLANA/ESPAÑOLA EN PRIMARIA.

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Alberto Quintero Acuña
hace 6 años
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1 ACTIVIDAD TEMA1: LA LENGUA CASTELLANA/ESPAÑOLA EN PRIMARIA. PARTE 1. A la hora de reflexionar sobre qué idioma hablamos, castellano o español, nos puede surgir la duda léxica de, qué es más correcto hablar del español o del castellano? Pues bien, como muchas de las controversias relacionadas con la denominación de una lengua identificable con un determinado territorio o que lleva aparejada una ideología o un pasado histórico que provoca rechazo, la controversia es de raíz ideológica, política y económica. Desde el punto de vista lingüístico, no hay preferencias por una denominación u otra. Lo normal es que los lingüistas, siempre que no actúe ideológicamente, se limitan a estudiar la complejidad de los sistemas lingüísticos interrelacionados que componen una lengua histórica y, terminológicamente, a recoger los diversos usos denominativos de una lengua o familia de variedades. Para la ciencia lingüística, pues, ambos términos son válidos a la hora de designar el diasistema de la lengua histórica llamada popular y oficialmente castellana o española. A la hora de definir lo que hablo, o lo que hablamos, creo que intervienen numerosos factores, primando los políticos o prejuicios ideológicos. Mi elección para definir que idioma hablo es la del castellano, por varios motivos, en primer lugar por hacer referencia al ámbito histórico y geográfico en el que surgió esa lengua romance y yo la aprendí: Castilla; en segundo lugar por que considero que cuando uso el término castellano lo hago para referirme al habla de una parte de España, la zona centro; en tercer lugar por que considero que tanto castellano como euskera, gallego, valenciano, catalán, silbo, bable y astur son lenguas de España, y, por tanto, dar el nombre del Estado a una de ellas me parece menospreciar el resto, a pesar de ser ésta la única 1

2 lengua común en todo el territorio nacional.; y por último, en cuarto lugar, considero que el término español hace referencia a un Estado surgido en el siglo XIX que dista mucho de aquel imperio colonial que exportó una de sus lenguas al Mundo, pues no debemos olvidar que fue Castilla, uno de los cinco reinos fundadores de España, la que inició la expansión territorial y de ahí que exportase su lengua y su cultura. La controversia trasciende el debate meramente académico, ya que con cierta frecuencia el debate se ha mezclado con intencionalidades políticas de dos tipos: 1. En España, varios partidos y asociaciones nacionalistas usan el término castellano pues entienden que todas las lenguas del estado son propias de un determinado territorio que a su vez es una parte del Estado español. No obstante, desde sectores catalanes y vascos se usa el término castellano para dar consistencia a la idea de que tanto Cataluña como el País Vasco no formarían parte de España. Por el contrario partidos y organizaciones no nacionalistasregionalistas consideran conveniente usar el término español para señalar la preeminencia de la lengua común de los españoles. 2. Durante la dictadura de Primo de Rivera y la posterior dictadura franquista una parte de la política nacional se apropiará el término español identificándolo con la indisolubilidad del Reino. 3. En Hispanoamérica, muchos gobiernos consideran que el uso del término español conlleva una carga de subordinación cultural a España. 4. En Hispanoamérica creen oportuno denominar a su idioma como español, para hacer referencia a los conquistadores españoles que sometieron sus regiones, pues si lo denominan castellano se intentaría eximir de responsabilidad histórica y moral al Estado español, al haber impuesto una cultura e idioma ajeno al original. Sin embargo, es un hecho histórico que la conquista de América fue una empresa de la Corona de Castilla, como demuestra el que los naturales de los reinos de la Corona de Aragón no pudiesen comerciar libremente con las colonias hasta la abolición de sus fueros y su sometimiento y reducción a las leyes de Castilla por obra de Felipe V. 2

3 En cuanto a la legislación que podría regular el uso de los dos términos hay que decir que, la Constitución española de 1978 establece: el castellano es la lengua española oficial del Estado 1 ( ) las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos 2. No obstante también debemos prestar atención a la legislación americana, ya que en toda Suramérica, salvo Brasil, castellano o español son las lenguas oficiales del Estado, de tal modo que nos encontramos con: Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Perú y Venezuela, en cuyas constituciones se recoge el término castellano, frente a Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, que se decantan por el término español; si bien en países como Argentina, Costa Rica, Chile, México, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay no hay mención legislativa a la lengua oficial del Estado. En este mapa podemos observar de forma gráfica el uso que la población hispanoamericana hace de los dos términos de forma habitual, no respondiendo a aspectos legislativos y si a hábitos en su forma de hablar: 3 1 Artículo 3.1 de la Constitución española de Artículo 3.2 de la Constitución española de Mapa sobre el uso de los términos español y castellano WIKIPEDIA. 3

4 En conclusión, estamos ante un idioma, se llame como se llame, en plena expansión. Por lo tanto, es importante, que quienes tenemos la fortuna de hablarlo, realicemos todos los días la más fuerte defensa de sus principios y su preservación para continuar con el gran legado de hombres como Cervantes Saavedra, Octavio Paz, Nebrija, Borges, y tantos más que también se expresaron con ella, dejando a un lado prejuicios y centrándonos en lo que es: un vehículo para comunicarlos sin barreras ni fronteras. PARTE 2. La elección del tema responde a criterios personales, ya que el debate que se genera entre las dos vertientes me permite relacionar la lengua con otras disciplinas como la Historia, pues detrás de toda esta polémica considero que no hay más que prejuicios políticos e ideológicos, pues nadie elige una opción por azar, puesto que toda elección siempre conlleva una razón. Lo he hecho sólo por comodidad, después del cuatrimestres pasado con los trabajos en grupo de Procesos o Comunicación terminé un poco saturado de reunirme con gente para trabajar, es más, en mi grupo el realizar tantos trabajos juntos pasó factura, y a día de hoy ya hay personas que han chocado por este motivo. Además al realizar el trabajo de forma individual yo soy el único responsable del mismo, no teniendo que rendir cuentas ante nadie y pudiendo dar rienda suelta a toda mi creatividad. Por el mismo motivo he elegido hacerlo por escrito, ya que al tratarse de una argumentación sobre el término que elijo para definir el idioma que hablo prefiero realizar un breve ensayo al modo tradicional debido a mi total enfrentamiento con las nuevas tecnologías. 4

5 BIBLIOGRAFÍA: Constitución Española de 1978, artículo 3.1 y 3.2 W.J. Entwistle. Las lenguas de España Ramón Menéndez Pidal, Manual de gramática histórica española. Espasa Calpe, 1985, pág 181. VV.AA. Historia de la Lengua Española. Edicions Universitat de Barcelona, Candau de Cevallos, Mª del C. Historia de la Lengua Española. Scripta Humanistica. Aleza Izquierdo, Milagros. Estudios de la Historia de la Lengua Española en América y España. Universitat de València Cano Aguilar, R. Historia de la Lengua Española. Barcelona, Ariel. Mondejar, José. El español, el español meridional y la Constitución de UCM. 5

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