Estado y perspectivas del Cono Sur latinamericano. Emb. Walter Cancela Jefe de Misión de Uruguay ante la Unión Europea

Transcripción

1 Estado y perspectivas del Cono Sur latinamericano Emb. Walter Cancela Jefe de Misión de Uruguay ante la Unión Europea 1. El Cono Sur, más que una definición geográfica Como zona geográfica, es la región delimitada por el Trópico de Capricornio (al N), el océano Pacífico (al W) y el océano Atlántico (al E), con zonas de hielo, pampas y bosques sub-tropicales, desierto, cordillera, playas, grandes ríos, la reserva de agua dulce más grande del mundo (acuífero Guaraní) y grandes ciudades. Esta delimitación incluye, en principio completamente, a Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay y a los estados brasileños de Sao Paulo, Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul. Dada su extensión y la diversidad de su hábitat, la región comprende poblaciones diversas, predominando la de extracción europea, así como lenguas diferentes (español, portugués, guaraní, mapuche, quechua y aymara), aunque las dos primeras son las vehiculares. Comprende una población de 142 millones de habitantes (270, si se considera el conjunto de Brasil), que representa el 36.7 % de la de UNASUR (69.2 % con resto de Brasil) en una superficie de 5 millones de km2 (UE 4.3 millones). Estructura productiva compleja (agricultura altamente eficiente, desarrollo industrial y de servicios) y niveles de desarrollo similares, con un PIB que

2 representa un 47.5% del de UNASUR (73.6% con todo Brasil) y con altos o muy altos índices de desarrollo humano. 2. La evolución reciente y su estado Durante los últimos 15 años la región ha mostrado un crecimiento como nunca antes, acompañado con una acentuada disminución de la pobreza y de los indicadores de desigualdad. Las condiciones externas contribuyeron a ello. Los precios de las exportaciones de la región crecieron rápidamente, pero su efecto fue menor que en otras economías emergentes, dado que el precio de las importaciones, particularmente del petróleo (la región es importadora neta), compensó los ganancias en buena medida. También las condiciones de acceso al financiamiento se facilitaron, especialmente después de la crisis hipotecaria en los EE.UU. Pero sólo eso es insuficiente para explicar el desempeño de la región. Con diferentes enfoques estratégicos, los países implementaron políticas activas consistentes, producto de los aprendizajes de fracasos anteriores que llevaron a profundas crisis a finales de siglo. Ello se refleja en los resultados, que muestran los mejores indicadores económicos y sociales de Sudamérica, llegando a un PIB per cápita promedio de USD en 2013 (con valores entre para Argentina

3 y para Uruguay, con Paraguay en 4.265, a pesar de ser el país con crecimiento más rápido). Desde el punto de vista político, el Cono Sur fue escenario de las más cruentas dictaduras de los años 70, coordinadas entre sí en el marco del llamado Plan Cóndor, de las cuales pudo librarse en la segunda mitad de los 80 con heridas todavía no del todo cerradas. Esa dura experiencia llevó a una valorización profunda de la democracia y a un proceso de creciente consolidación institucional, con alternancia de partidos en el gobierno y con los naturales conflictos resueltos en los marcos constitucionales. Hoy, el Cono Sur es una zona de paz y estabilidad, y un participante activo en los ámbitos de concertación regional, como la UNASUR, la CELAC y la OEA. Sus países participan también activamente, desde los años 60 con la ALALC y luego ALADI, en los procesos de integración regional, no exentos de dificultades, como el MERCOSUR, del cual Chile es Estado asociado, y la Alianza del Pacífico, en la cual Paraguay y Uruguay observadores, sin perjuicio de los acuerdos bi y multilaterales entre ellos y con otros países del continente. 3. Las perspectivas y la relación con la UE La evolución reciente nos permite ser optimistas con las perspectivas futuras. Estos países han sorteado lo peor de la crisis internacional del , todavía en curso, manteniendo el crecimiento, aumentando la inclusión social y fortaleciendo sus democracias. Han generado músculo

4 para hacer frente a condiciones externas menos favorables y están posicionados para hacer una contribución significativa a los asuntos de la agenda global. La región comparte con Europa no sólo apellidos. También historia y valores. Pero no es Europa. Tampoco es Norteamérica ni Asia. Es Sudamérica, con toda su tradición de vocación de libertad e independencia. Ambas, libertad e independencia, son valores que han guiado a sus pueblos desde la emancipación del siglo XIX. Y es sobre esas bases que la región busca relacionarse y cooperar con el resto del mundo. En ese resto del mundo Europa ocupa un lugar prioritario para la región. Por sus lazos de sangre, valores compartidos e intereses económicos. No hay otra región con la que el Cono Sur tenga un diálogo más antiguo y productivo. El marco general de ese diálogo es el proceso de cumbres, hoy CELAC-UE que es heredero de las cumbres LAC-UE y éste, a su vez, del diálogo Comunidad Europea Grupo de Río. Las agendas de las cumbres y sus planes de acción dan muestra de la amplitud y profundidad del diálogo y de los espacios de cooperación no sin disensos- entre las dos regiones: migraciones, cambio climático, problema de la droga, infraestructura, etc. En el plano económico, siendo las empresas europeas los principales inversores externos en la región, contribuyen activamente al crecimiento, al

5 empleo y a las exportaciones. Los acuerdos comerciales pueden favorecer su consolidación y desarrollo. Los éxitos de la asociación UE-Chile, en proceso de actualización, muestran que vale la pena enfrentar las dificultades de las negociaciones y no dejarse vencer por ellas. En ese sentido, no debe desanimarnos el largo y duro proceso de negociación del acuerdo de asociación MERCOSUR-UE. Es, quizás, el más complejo de los acuerdos con la región. Por las características de la estructura productiva de los países y por la clara oposición de intereses defensivos y ofensivos de ambas partes. Sin embargo, a 20 años de lanzado el proceso y con sus interrupciones, hemos logrado avanzar sustantivamente y casi concluido dos de los tres pilares: cooperación y diálogo político, así como en los textos de disciplinas comerciales. Resta, y tenemos la esperanza de poder comenzar a concluirlo en este año, el capítulo de acceso a mercados. Esperamos que el encuentro de los cancilleres del MERCOSUR con la Comisaria Malmström el próximo 11 de junio dé el impulso final a esta fase. Gracias.