LA ESCUELA, EL CENTRO DEL SISTEMA EDUCATIVO. TRANSFORMACIONES NECESARIAS EN LA ORGANIZACION DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS.

Transcripción

1 LA ESCUELA, EL CENTRO DEL SISTEMA EDUCATIVO. TRANSFORMACIONES NECESARIAS EN LA ORGANIZACION DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS. Susana Guzmán Nieto. Supervisora de Educación Preescolar Zona Escolar J181. México. Av. Manuel J. Clouthier No. 36 Fracc. Las Marinas, Metepec Méx. CP Tel Tema 3. Como organizar la escuela de educación básica para que sea eficaz? INTRODUCCIÓN La escuela y quienes participamos en la tarea educativa tenemos una gran responsabilidad y compromiso con las necesidades de una sociedad cambiante y demandante de una propuesta formativa pertinente, significativa, congruente centrada en el aprendizaje de los alumnos, por lo que la escuela requiere de una urgente trasformación para entender y atender estos cambios. El Modelo de Gestión Educativa Estratégica, representa una gran oportunidad para organizar a las instituciones educativas en el mejoramiento de los aprendizajes de los alumnos involucrando a los diferentes actores de la comunidad educativa, lo que implica tener una visión compartida para favorecer los propósitos de la Educación Básica de aprender a aprender y aprender a convivir a través del trabajo colaborativo y comprometido para alcanzar las metas propuestas. Para ayudar a la escuela a que regule su propia actividad es importante que todos los que participamos del hecho educativo aportemos para que ésta se centre en favorecer aprendizajes significativos en los alumnos que le permita alcanzar los niveles de logro requeridos en nivel de preescolar, expresados en los estándares curriculares. La escuela eficaz, en este sentido implica varios rasgos fundamentales como es el liderazgo profesional, una visión y objetivos compartidos, un ambiente que estimule el aprendizaje como centro de la actividad escolar, entre otros. El apoyo de la supervisión escolar es importante para orientar el trabajo institucional, centrándolo hacia resultados de aprendizajes verificables, a partir de seguir favoreciendo la cultura de la evaluación para la mejora continua.

2 DESARROLLO Hace más de una década que el Sistema Educativo Mexicano ha generado programas dirigidos a las escuelas, para impulsar el Modelo de Gestión Educativa Estratégica una posibilidad para que las escuelas, los equipos de supervisión y todo el sistema en su conjunto alineen esfuerzos y propósitos, desarrollen nuevas prácticas y formas de relación que les permita obtener mejores aprendizajes, logros educativos y un perfil de egreso satisfactorio SEP Estos esfuerzos como el Programa de Escuelas de Calidad, ha permitido que durante este tiempo la escuela como institución vaya transformando sus formas de su hacer cotidiano de los diferentes actores educativos. Este modelo involucra a diferentes niveles de concreción de la gestión: institucional, escolar y pedagógico, por lo que su perfecta alineación permitiría los resultados deseables. Al aterrizar esta propuesta en todas las escuelas de la zona, nos ha permitido observar la complejidad que representa su organización, pues trastoca varios aspectos de esa cultura que se ha construido por muchos años, en dónde el aprendizaje de los niños se va diluyendo como la principal misión de la escuela. Este proceso de transformación a largo plazo para hacer una escuela autogestiva, ha representado un gran reto, principalmente para quienes desempeñan la función directiva, la cual requiere de un liderazgo efectivo para orientar a su colectivo docente hacia formas de enseñanza acordes al currículo vigente, a las necesidades de sus alumnos y de su contexto. La visión compartida e integral que el directivo y los docentes deben tener de su comunidad escolar y de manera específica de los alumnos, pensando en ellos como futuros ciudadanos, les exige repensar la escuela como un espacio dinámico, que potencia todas las capacidades de los alumnos y como formadora de personas integras, por lo que es fundamental llevar a cabo cambios radicales para lograr mejores resultados educativos, lo que implica la transformación de las relaciones humanas favoreciendo la comunicación asertiva, el trabajo colaborativo y la convivencia sana y armónica entre el personal y los padres de familia que la constituyen.

3 Estos elementos que se pueden considerar triviales, constituyen el eje fundamental para crear ambientes favorables para el aprendizaje, tomar acuerdos y decisiones que conlleven a mejorar el funcionamiento de la institución. Como parte de esta propuesta de gestión escolar, la autoevalución de los centros educativos fue determinante para tener un diagnóstico de las escuelas, considerando la participación de la comunidad educativa (directivos, docentes, alumnos, padres de familia y equipo de supervisión), identificando el nivel de desarrollo de los diferentes ámbitos y áreas de mejora, referente que les aportó información relevante para la elaboración de una planeación estratégica más cercana a su realidad, situación que en otro momento les representó dificultad para reconocer problemas latentes o debilidades del propio colectivo, por ser una evaluación que se concentraba en la apreciación unilateral de quienes integraban el personal de la escuela limitando su transformación, crecimiento y el logro de sus objetivos. La evaluación sistemática de la gestión, del desempeño docente y del currículo, con instrumentos más estructurados y con indicadores específicos, ha ayudado a las docentes, directivos y a la supervisión escolar a tener un referente más cercano de la realidad de cada institución y de cada grupo, identificando los aspectos o áreas de oportunidad y buscar estrategias de apoyo o retroalimentación que aporten a sus colectivos. Sin embargo lograr que la evaluación sea una acción sostenida, ha sido un reto, considerando que hay una constante movilidad de personal lo que impide observar resultados concretos. El esfuerzo que han realizado los colectivos para comunicar a los padres de familia los resultados de aprendizajes de sus alumnos, teniendo como base la evaluación formativa, les ha generado la necesidad de buscar mayores referentes teóricos para dar cuenta del proceso de aprendizaje de cada niño, considerando que en preescolar la evaluación es cualitativa, a diseñar y hacer uso de diferentes instrumentos o herramientas de evaluación y a modificar la organización institucional para incluir a los padres de familia en tareas de apoyo para sus hijos, como parte de una responsabilidad compartida. A partir de esta experiencia, algunas instituciones han propiciado a partir de una reflexión más autocrítica de su práctica y de los resultados de aprendizaje alcanzados, una

4 dinámica diferente de trabajo, fortalecer el trabajo colaborativo y menos aislado y buscar espacios de formación para su personal. En otras escuelas, el proceso ha sido lento por la actitud de resistencia de algunas docentes dentro de los colectivos al no modificar su práctica, para incorporarse en un proceso de formación continua o para participar de manera propositiva al interior del colectivo. En otros casos, el ambiente escolar no ha ayudado a establecer un clima de confianza para compartir experiencias y estrategias que les apoyen a mejorar sus propios desempeños, pero un elemento fundamental sin duda considero es la figura del director escolar para liderar a su equipo y a los padres de familia al cumplimiento de su misión y visión institucional. Como supervisión escolar hemos participado al trabajar bajo el mismo modelo de gestión, se ha propiciado en las instituciones a nuestro cargo la construcción de una visión compartida a la cual se aspira lograr a largo plazo, donde la planeación estratégica y la evaluación son vitales para el mejoramiento de los resultados de aprendizajes de los alumnos. Varios han sido los años y los esfuerzo para que las directoras estén convencidas que estos son los ingredientes para transformar a nuestras escuelas. El fortalecimiento al liderazgo académico y organizacional de las directoras ha sido una tarea permanente, el aprendizaje entre pares compartiendo experiencias exitosas de las formas de hacer, innovadoras, creativas... La construcción de la ruta de mejora apoyó estas acciones para centrar la atención de todos, en los resultados de aprendizaje de los alumnos, en el establecimientos de compromisos personales y de escuela así como el involucramiento de los padres de familia en tareas de apoyo para el logro de los aprendizajes esperados. Apoyar a los colectivos a lograr una escuela donde todos aprenden, es la gran aspiración y en la que todas las instancias tendríamos que aportar, por lo que se necesita que cada uno hagamos nuestra parte, es decir, que se creen las condiciones favorables para que los colectivos se centren en lo sustantivo, en favorecer los aprendizajes de los niños, dedicar el tiempo escolar en actividades significativas a través del trabajo colaborativo, disminuyendo las actividades desarticuladas de las instancias federales, estatales y locales y a ofrecer una asesoría y acompañamiento a las supervisiones escolares bajo una misma línea de acción producto de un diagnóstico regional.

5 CONCLUSIONES Para que la escuela no sea el último eslabón de una cadena vertical de mando, se requiere de una verdadera voluntad política para permitir que la escuela se concentre en su razón de ser el aprendizaje - El apoyo que todas las instancias podemos ofrecer, es pensar que cada acción que se genere hacia la escuela, tendrá que aportar no una carga administrativa sino una oportunidad para que los alumnos aprendan y que su colectivo docente valore la pertinencia de esta acción como un apoyo genuino en el mejoramiento de las distintas dimensiones de la gestión escolar. Que quienes deciden el nombramiento de personal con funciones directivas, consideren su trayectoria y su desempeño, de tal manera que apoye con su liderazgo a mejorar los centros educativos. El modelo de gestión escolar ha generado avances en la zona escolar a mi cargo, por lo que es responsabilidad de esta supervisión, seguir fortaleciendo el liderazgo de la función directiva; la asesoría y acompañamiento académico atendiendo a las necesidades propias de cada institución y seguir promoviendo la cultura de la evaluación para la toma de decisiones.