"El Verdadero Agujero"

Transcripción

1 "El Verdadero Agujero" (*) Reunión Lacanoamericana De Psicoanálisis, Punta Del Este, Benjamín Domb Voy a continuar ese diálogo esporádico que mantengo con ustedes desde aquél primer Lacanoamericano de Punta del Este. Desde aquella vez y repitiéndose cada tanto trato de transmitir aquello que es el producto de mi reflexión acerca de mi práctica y de mis lecturas. De mis lecturas,traigo una para comenzar: "La ciencia moderna se distingue de la ciencia en su aurora porque cuando surge una ciencia siempre está presente un maestro, sin lugar a dudas Freud es un maestro.". Esto dice Lacan. Termina preguntándose si ese pedúnculo podrá troncharse algún día. El recorrido de Lacan ha sido un intenso trabajo al comienzo para reafirmar el descubrimiento freudiano, me refiero al llamado retorno a Freud, para que luego ese pedúnculo que liga el psicoanálisis al nombre de Freud, se pueda cortar. No podríamos estar seguros que lo haya logrado, cuanto menos se ha establecido un nuevo lazo del psicoanálisis con Lacan, también él un Maestro. Incesantes y denodados han sido y siguen siendo nuestros esfuerzos por sostener a ambos maestros. Se puede, sin duda, tener más de un maestro, el problema es el punto al que llega Lacan cuando confronta explícitamente con su maestro Freud. Una cuestión es sostener a un maestro, la dificultad se profundiza cuando se trata de sostener a dos maestros que a su vez polemizan entre sí, siempre se pueden hacer malavares para hacerlos coincidir. No se trata de un problema fácil de zanjar. No es una pelea entre freudianos versus lacanianos, ni viceversa, ni de freudolacanismo, sólo quisiera señalar que es necesario tratar de no hacer una mescolanza que todo lo confunde, allí el psicoanálisis entra en una zona de - Página 1 de 9 -

2 sombras, de oscuridad. Trataré de arriesgar algunas consecuencias a las que somos conducidos a partir de lo que se puede llamar el "invento lacaniano"; lo cual tendrá, a mi entender, efectos en nuestra clínica que tal vez nos permitirán atravesar ciertos impases de nuestra práctica. Dejemos asentado, antes de proseguir, lo siguiente: Así como el descubrimiento freudiano no hubiera sido posible sin emergencia del cogito cartesiano, el invento lacaniano se produce como respuesta al inconsciente freudiano, en la búsqueda de lo real que lo causa. Es por ésto que hoy quiero hablar del Agujero, pero del verdadero agujero. Lo verdadero no se confunde con lo real, son de distinto orden, pero como se trata de hablar tendremos que decir la verdad a riesgo de suturar lo real. "El lenguaje es un mal útil y es seguramente por ello que no tenemos ninguna idea de lo Real. Hay un equívoco entre ese Real y el lenguaje dado que el lenguaje seguramente es imperfecto". Una aclaración más antes de proseguir, estas cuestiones que voy a tratar de desarrollar hoy las podemos encontrar desde el inicio en la enseñanza de Lacan planteadas de este mismo modo, sólo que al final de los términos quedan firmemente anudados. En la invitación a la fiesta de cierre "da Quilombo" de este "Lacanoamericano da Bahía" hay impresa la figura de un diablillo, se trata de un dios pagano llamado Ichva, que además de presentarse con su tridente aparece con su pene erecto, que de acuerdo a las proporciones del dibujo es de un tamaño considerable. Quien haya visitado Pompeya, me refiero a la ciudad antigua que había quedado sepultada por la irrupción del volcán Vesubio, se descubre que allí también se hacía un culto al FALO. Recorriendo las ruinas conservadas intactas por la lava volcánica, con la que Freud metaforizará la conservación del contenido inconsciente por efecto de la represión, se descubre esta imágen del falo en cada esquina. Este falo, de acuerdo a esta cultura, también debía de ser bien grande, para qué?, para ocultar el Agujero. Toda cultura no podría ser sino fálica y está edificada alrededor de un agujero que ella trata vanamente de taponar. Este agujero es, por lo tanto, recreado infinitamente y causa, a su vez, de esta producción civilizante. - Página 2 de 9 -

3 El Edipo freudiano centrado en el complejo de castración reconoce esta lógica fálica. Damos cuenta de nuestra clínica a partir del Edipo. Intentaremos dar un nuevo paso. Para tenerlo presente en nuestra práctica, para anudarlo a los desarrollos precedente. Contrariamente a Freud, que sostenía que la castración era un límite imposible de sobrepasar, Lacan puso todo su énfasis, su esfuerzo, su teorización apuntando a que esta castración se puede atravesar. Comenzó diferenciando la castración del sujeto de la castración del Otro, es allí donde puso todo su acento. Tratará entonces de perforar a este Otro. En distintos tiempos de su enseñanza insiste alrededor de esta cuestión fundamental. Dice en el ya mencionado Seminario XI: "El efecto de lenguaje está incesantemente mezclado con algo que constituye el telón de fondo de la experiencia analítica, el sujeto sólo es sujeto por sujeción al campo del Otro, el sujeto proviene de su sujeción al campo del Otro. Por ello el sujeto tiene que salir de él, salirse de ahí, y en ese salir de allí, a la postre, sabrá que el Otro real, al igual que él, tiene que salir de allí también, tiene que arreglárselas...". "En el Otro está implícita la misma dificultad respecto de las vías del deseo". Señaló, por un lado, esa mezcla del efecto de lenguaje con algo que constituye el telón de fondo de la experiencia analítica. A una mezcla me he referido al comienzo de este trabajo en relación a Freud y a Lacan. En cuanto al sujeto sujetado al Otro, al salir de ahí, la traducción dice airoso, no está tan claro qué quiere decir, el asunto es saber cómo se sale de ahí; se dirá con la ayuda del padre y todos, lacanianamente, asentiremos firmemente. No está en duda la necesariedad de la función paterna, no es esa la cuestión. Lacan no está todavía tan jugado en este Seminario, pero si habla de sujeto, de efectos del lenguaje, debemos admitir que el padre ha operado y que ha ayudado a salir del Otro primordial, castración mediante, incluso gracias al padre ha vuelto a entrar en el campo del Otro, campo del lenguaje y la palabra. Se comprueba además que el Otro también está allí atrapado, que él también tiene que arreglárselas para salir de allí. Debemos buscar otra salida más allá de la vía paternal. Este nuevo paso, como se puede inferir, se presta mal a la conceptualización, precisa de la mostración. Repite en algún sentido el límite mismo de la interpretación y requiere de la intervención en acto. No se trata de meras oposiciones, o una o la otra, incluso cuando se interpreta se interviene y cuando se interviene se está interpretando a la vez. Me estoy refiriendo al límite de la interpretación hablada. Por otra parte no siempre las intervenciones son eficaces, ocurre que el psicoanalista resiste a ella, no se puede ubicar verdaderamente en - Página 3 de 9 -

4 esta cuestión, puede llegar a intervenir fuera de tiempo, excesivamente, o dejar pasar la ocación, es decir, no está clara la lógica de su intervención. De todos modos en su enseñanza, tanto Freud como Lacan, han producido estas intervenciones, fundamentalmente cuando no podían seguir conceptualizando. Digamos finalmente, antes de entrar en la consideración de lo que nos proponemos, que eso que resiste ha ser dicho está presente en cada análisis, en cada analizante, forma parte incluso de lo real de cualquier estructura. Está presente al modo de lo ocultado, de lo taponado, de lo enchapado por esa producción fálica que trata vanamente de ocultar el AGUJERO. De qué Agujero se trata? "Hay más de un agujero en lo que se llama el hombre, es incluso un verdadero colador". De ese verdadero colador sólo me referiré a tres Agujeros, siendo sólo uno el verdadero, sin excluir que más allá de sus diferencias cada uno encuentre en el Otro su referencia última. La estructura del sujeto redobla la estructura del Otro. Me voy a referir a tres agujeros del Otro. 1)Los agujeros de las Demandas del Otro como Imaginario. 2)El agujero del deseo del Otro como Simbólico. 3)El Agujero del goce del Otro como Real. Un mínimo de topología, el toro, representado por la conocida cámara neumática, nos presenta dos tipos de agujeros alrededor de lo cual algo consiste. [gráfico] - Uno que representa un interior absoluto. - Otro que se abre al exterior. El agujero interior bordea un agujero central. Del toro se sirvió Lacan para mostrar cómo los agujeros de las demandas se instituye alrededor del agujero central del deseo. Inversamente - Página 4 de 9 -

5 decía en los primeros seminarios que la sucesión de las demandas al dar una vuelta completa por el toro producía una vuelta en más, correspondiendo al agujero de deseo, constituido por la pérdida de objeto "a" que lo causa como tal. Demanda al Otro, en la pulsión oral, por la demanda del Otro, primera en constituirse a partir de su deseo. Agujeros del Otro que el sujeto suponía completo, Otro absoluto primer mito del sujeto. Demanda de un objeto en primer término ligado al cuerpo, cuya satisfacción es prueba de amor y su contrario provoca frustración. Objetos sucedáneos del objeto irremediablemente perdido que causa al sujeto por vía de la castración ejercida desde la función paterna, constituyendo el deseo. Primer mito de una cultura, la del Padre que le responde a la niña, que su falta puede colmarse, que su falta puede colmarse haciendo de un hijo el objeto que la completa. De esta cultura fálica se deriva una importante confusión, en la cual queda atrapado no sólo nuestro neurótico sino el psicoanálisis. Límite freudiano, también de Lacan hasta cierto punto y nuestro que finalmente seguimos a nuestros maestros incluso en sus errores, del mismo modo que en nuestras vidas seguimos a nuestros padres. El psicoanálisis, y en ésto no se diferencia del tango, que ha hecho de nuestras madres de su deseo el último rincón de nuestras vidas. Sabemos la importancia que tienen estas abnegadas y buenas mujeres en cada uno de nosotros, como nos determinan. Sin ninguna duda, mucho le debemos a estas santas madres, a quienes tratamos vanamente de satisfacer, de dejarlas contentas, de ser su falo, como la lógica edípica lo indica. Ahora bien, quedar atrapado allí, eso es terrible, como dice Lacan, es como estar en la boca del cocodrilo. Ya he hecho alguna mención a esa suerte de salida que implica la castración, la constitución del deseo y la "normalización" vía paterna, no hay tiempo para desplegar los avatares de la relación a la palabra y el lenguaje que, como ya lo señalé, de allí también hay que salir. Volvamos a la madre, para recordar que no todo en relación con ella es tan horrible. Muchas veces el neurótico busca para salir de la relación conflictiva con ese Otro al que está sujetado en su estructura neurótica, al encontrar un amor pasional como el tuvo con su madre - Página 5 de 9 -

6 y es así como transcurre su vida, atrapado entre uno y el Otro. Bien, como se dice, hay amores que matan y teorizaciones que conducen a un callejón sin salida. Quiero dejar asentado, antes de pasar a puntualizar la confusión teórica a la que me trato de referir, que en esta cultura fálica lo que un padre no puede, lo prohibe. Pasemos entonces al tercer agujero, al verdadero. Es aquí que se instala lo que he llamado la verdadera confusión, en lo que se nombra: Goce del Otro, J (A), Jouicence du Autre. Qué quiere decir Goce del Otro, con mayúsculas? Se ha confundido permanentemente este goce con el goce de la madre. Se usa indistintamente goce de la madre y Goce del Otro. En la enseñanza de Lacan no se iguala ese goce del Otro a ese pisoteo de elefante que ha hecho que esta noción se reduzca al goce de la madre que toma por objeto a su pequeño hijo. Ese goce, supuesto al Otro primordial, no deja de ser un fantasma neurótico derivado del otro quiere gozarme*, que reduce al sujeto a ser un objeto masoquista de este Otro, seguramente allí hay goce, pero de qué goce hablamos allí?. Comencemos por señalar que de los, al menos, dos goces que Lacan ubica explícitamente en el nudo borromeo, el goce del Otro entre lo Real y lo Imaginario y el goce fálico entre lo Real y lo Simbólico, el goce de la madre es eminentemente fálico, goce fálico, J O, efecto del corte producto de la castración, es fantasmático, edípico, producto de la ecuación simbólica que impide que se revele esa verdad que dice que no hay Otro del Otro. Este goce fálico, repito, se produce exactamente en el cruce de lo real femenino con lo simbólico del padre, es la respuesta paterna al enigma femenino: la maternidad. A falta de pene se tendrán hijos que tratarán de taponar el vacio. El vacio está entonces en otro lugar, topologicamente hablando. *Incluso puede ser ese un deseo masoquista, que el Otro verdaderamente quiera gozarme. - Página 6 de 9 -

7 I R S G O, Goce de la madre. Una madre que enloquece a su hijo, que incluso puede llegar a psicotizarlo, es aquella que tomando a su hijo como objeto, hace de su goce fálico su único goce. Igualando Niño y Falo, no tolera la hiancia que entre ambos se instituye, queriendo a toda costa que el niño sea efectivamente el falo, como edípicamente se les había prometido. Recubriendo obstinadamente su falta tratan de que no entre en juego el verdadero goce del Otro, el que dice no hay Otro del Otro, que le hijo tampoco es un Otro del Otro. Agujero obstinadamente velado, suturado, reaparece, algunas veces, ya sea como psicosis o como estrago. Apenas dos referencias más al Seminario de Lacan para apoyar lo que quiero transmitirles, se podrían encontrar muchas otras. I JA: Goce del Otro. Jo: Goce fálico agujero sentido Agujero R S 1) "Si lo que es del inconsciente se localiza en el lugar del Otro, y si a ello hago la observación de que no hay Otro del Otro, a saber que lo que en el nudo borromeo se caracteriza por una especial acentuación del agujero en lo que hace frente a lo simbólico y que he puntualizado, poniendo allí una J (G) seguida de una A mayúscula que traduje, en fín, que traté de enunciar como designando el goce del Otro, genitivo no subjetivo sino objetivo, y subrayé que es ahí que se sitúa muy especialmente ésto que, creo que legítimamente, sanamente, corrige la - Página 7 de 9 -

8 noción que Freud tiene del Eros como una fusión, como de una unión... y agrega "es muy difícil que dos cuerpos se fundan". Continúa en otros seminarios, más adelante, diciendo: 2) "Lo sorprendente es ésto: es que aquí lo simbólico se distingue por estar especializado, si podemos decir, como agujero, pero el verdadero agujero está aquí. Está aquí donde se revela que no hay Otro del Otro...". "En el lugar del Otro del Otro no hay ningún orden de existencia". Señala, en la misma frase, que lo Real es una respuesta a la elucubración de Freud. Allí donde no hay ningún orden de existencia, es decir, allí donde designamos efectivamente el lugar de la Inexistencia, es de allí que el Goce del Otro inexiste, recordemos las fórmulas de la sexuación del lado mujer, allí se escribe la inexistencia: del lado hombre se escribe la existencia de un padre no castrado:. La madre en tanto tal con su hijo como falo taponando su falta se inscribe en ese mismo lugar, la madre dice no a la castración. Confusión teórica, entonces, que revela la confusión neurótica. El neurótico cree que el Otro existe, aún podríamos seguir a nuestro neurótico y decir con él que el Otro existe, que su madre o que su padre, etc. representan a ese Otro. Donde ya no lo podemos acompañar como analistas es en su suposición de que el Otro del Otro también existe. No hay Otro del Otro, sentencia Lacan, y en el lugar de su inexistencia ubica el Goce del Otro - J (A) -, como para que no queden confusiones. A partir de aquí se abre un capítulo nuevo para nuestra elaboración. Colocar el goce de la madre como goce del Otro implica poner a la madre como límite último de la estructura del mismo modo como, en ocaciones, se coloca allí al padre como dios. No habría entonces ningún más allá del Edipo. Recapitulemos. Habíamos comenzado mostrando 2 tipos de agujeros, Demanda del Otro y deseo del Otro, la topología de un único toro no daba lugar a ubicar este tercer agujero: Goce del Otro, el verdadero agujero. Cuáles son sus consecuencias clínicas?. En primer término un agujero es un lugar por donde el sujeto atrapado por su neurosis puede finalmente salir. Es lo contrario del sentido, en el cual está encerrado. - Página 8 de 9 -

9 La constitución de un sujeto, sus identificaciones y anudamientos correspondientes son sólo posibles allí donde hay Agujero. Sobre el fondo de este agujero se produce la pantalla que tratará de velar este agujero, también se produce esa forma de enchapado que es el lenguaje, que intentará suturarlo. Pero el agujero constitutivo de cada sujeto está allí, resistiendo, mancha en la imágen, imperfección en el lenguaje, perforando al Otro se constituye finalmente en orificio de salida, más allá del Otro. - Página 9 de 9 -