Ciudadanas del mundo. Participación activa de mujeres en sociedades multiculturales

Transcripción

1 Ciudadanas del mundo. Participación activa de mujeres en sociedades multiculturales Pilar Folgueiras Madrid: Síntesis, 2009 PARTE I: FORMACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DE MUJERES EN SOCIEDADES MULTICULTURALES La primera parte expone cómo se puede construir la ciudadanía y se centra en el elemento de la participación como una dimensión clave de este proceso: el análisis que se realiza culmina con la propuesta de un modelo de participación activa e intercultural. 1. Se puede construir la ciudadanía? En este capítulo la autora revisa en primer lugar la definición de ciudadanía de T.H. Marshall para ampliar su significado y explorar nuevos significados, especialmente con respecto a la participación. Con tal fin será necesario también acotar lo que entendemos por participación acudiendo a las definiciones de autores como Fernando Pintat y Carlos Giménez, situando a éste último como el que más se aproxima al concepto que nos interesa trabajar. Aunque, desde la perspectiva del libro, lo fundamental no es sólo intentar conceptualizar el término, sino más bien clarificar quién define qué es participación y, sobre todo, quién tiene posibilidad de participar. A este respecto, la autora analiza los procesos participativos y sus niveles, ya que la intervención en la toma de decisiones puede ser variar dependiendo del nivel de implicación de las personas participantes, y se relaciona con las posibilidades de participación y la toma de decisiones. Así ésta no será la misma, sino que variará en función de cuándo o cuánto intervienen las personas en el proceso; por lo tanto, su intervención puede reducirse a la mera información o ampliarse y pasar a formar parte del proceso en su conjunto. Veremos en este capítulo una figura de los principales elementos que condicionan el grado o nivel de intervención en la toma de decisiones. Por último, descubriremos las distintas tipologías de participación, que se componen de cuatro modalidades, según autores como Trilla y Novella, y asistiremos a la definición de participación activa. 1

2 2. Género, inmigración y participación: conseguir la participación activa en la esfera ciudadana En este capítulo se presentan los elementos de la participación. En primer lugar, se identifican los aspectos que, de forma tradicional, han servido para excluir a las personas de participar en el espacio público y, en segundo lugar, se presentan los diferentes elementos que facilitan la participación. Así, en el apartado La participación y la exclusión de la ciudadanía asistiremos a un repaso histórico de las categorías de personas excluidas o no participantes relacionadas con el género, la clase social y la cultura, que generan desigualdad y/o exclusión desde la propia legislación (ámbito jurídico) y/o desde una falta de recursos y oportunidades (ámbito social y organizativo). Por otra parte, la autora se plantea Qué elementos promueven la inclusión de la ciudadanía en procesos participativos? Para dar respuesta a esta pregunta parte de un concepto multidimensional de participación activa que incorpora sus principales elementos, la dinámica entre los cuales genera un modelo amplio, dinámico y activo de participación ciudadana: la participación como un derecho y una responsabilidad, como un elemento de empoderamiento y como un elemento generador de identidad cívica. Para ello volveremos a la definición planteada en el capítulo anterior sobre participación activa. 3. Modelo de formación para una participación activa e intercultural (y paritaria). La participación como un derecho y una responsabilidad de la ciudadanía En este capítulo se analizan los tres elementos que promueven la participación delimitados en el capítulo anterior: La participación como un derecho y una responsabilidad de la ciudadanía El derecho de participación tiene que ser un elemento básico de la categoría del ciudadano o ciudadana. El reconocimiento de su status legal los convierte en miembros "plenos" de la sociedad en la que viven, ofreciéndoles la posibilidad de participar en las decisiones y en el futuro de la sociedad. La persona inmigrante debería ser no solo un agente económico, sino un actor político y social. Si esta dimensión no está resuelta, difícilmente las personas se sentirán miembros de la comunidad en la que viven. La participación como un elemento de empoderamiento Vinculada con el género, la participación se constituye como un elemento de "empoderamiento" para que las personas en especial las que tradicionalmente han sido excluidas adquieran las competencias ciudadanas necesarias para tener presencia activa en el espacio público. La formación de las competencias ciudadanas tiene que trabajarse desde la comprensión de los derechos humanos con sus 2

3 correspondientes deberes en la estructura y funcionamiento de la democracia; la comprensión práctica de la democracia; el desarrollo del juicio crítico sobre los problemas principales que afectan en el ámbito público; y la asunción de valores clave en el desarrollo de la ciudadanía (Bartolomé, 2002, 2007). La participación ciudadana como elemento generador y/o favorecedor de identidad cívica e indicador clave de la misma La definición del término participación incluye el elemento de la identidad y el sentimiento de pertenencia a una comunidad (Pindado, 2000). Bartolomé (2004) describe como metas importantes para desarrollar el sentimiento de pertenencia a una comunidad: evitar que dicho sentimiento se convierta en sinónimo de pertenencia a un grupo cultural determinado, impidiendo así que personas de diferentes culturas puedan sentirse ciudadanas de una misma comunidad política; favorecer el mutuo conocimiento y aprecio de las diversas formas culturales; descubrir la artificialidad de las fronteras y encontrar elementos comunes de identificación. PARTE II: PROGRAMA DE FORMACIÓN PARA UNA PARTICIPACIÓN ACTIVA Y INTERCULTURAL A partir de este modelo de participación trazado en el primer bloque, se presenta ahora una propuesta educativa dentro de un programa de formación específicamente diseñado para mujeres. 4. Presentación del Programa Partiendo de los elementos planteados en la primera parte de este libro, se ha elaborado un programa que, dentro del ámbito no formal, pretende poner en práctica, a partir de un problema o necesidad, actividades dirigidas a favorecer y promover la participación activa, intercultural y crítica. De este modo encontraremos en este capítulo el grueso del libro donde se nos describe detalladamente la Finalidad, objetivos, estructura y actividades del programa, así como su Estructura y actividades, que se configura en cinco bloques temáticos y 21 actividades. Todas ellas se presentan a lo largo del capítulo. 5. Elementos teóricos para la aplicación del programa Una vez presentado el programa de formación, se exponen los elementos teóricos que guían su aplicación. En primer lugar, veremos los Principios, metodología y papel de la persona dinamizadora. Para ello, la autora partirá siempre de la definición de participación activa presentada en el primer capítulo. Descubriremos los elementos 3

4 que deben tenerse en cuenta al aplicar el programa y la metodología, basada principalmente en el diálogo y en el cumplimiento de una serie de condiciones. Por último, se detallan las competencias que deberá tener la persona dinamizadora, además de ser facilitadora del proceso (competencias del saber, competencias del saber hacer y competencias de ser). Por otra parte, la persona dinamizadora tendrá que formarse en los recursos de la comunidad. En el apartado La interculturalidad y el uso de las nuevas tecnologías en la formación para una participación activa e intercultural, la autora nos transmite su preocupación por el hecho de que el acceso a las nuevas tecnologías se está convirtiendo en un instrumento de discriminación social; la incorporación de la ciudadanía a las mismas, aunque mejora, no se está generalizando. Las mujeres, las personas inmigradas de diferentes procedencias, las que tienen bajos niveles de estudios y las que viven en zonas rurales tienen más probabilidades de sufrir la desigualdad desfavorable de la brecha digital. Aunque tan sólo se han diseñado dos actividades que fomentan el uso de las TIC, éstas se utilizan al máximo: puede decirse que son transversales en todo el programa. Mediante su uso se está fomentando su participación activa en la sociedad civil. PARTE III: DINÁMICA DE LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN PARA UNA PARTICIPACIÓN ACTIVA, INTERCULTURAL Y CRÍTICA 6. Condiciones necesarias para que el programa sea participativo Si bien en el capítulo anterior se exponen los objetivos, las actividades y los elementos que guían la aplicación del programa, este capítulo se centra en los aspectos que son básicos para que su aplicación, en cualquier contexto, pueda ser participativa. Previamente al inicio de la aplicación de las actividades del programa, es importante conocer las características, motivaciones, intereses y necesidades del grupo de participantes. Cuanta más información se tenga, mejor se pueden preparar, adaptar y planificar las actividades a las necesidades reales del grupo. Para ello el libro facilita un listado de posibles preguntas y procedimientos para obtener esta información: las necesidades del grupo de participantes. Por otra parte, es necesario que durante toda la aplicación de las actividades se consolide un equipo de formación que acompañe todo el proceso formativo. El equipo de trabajo debe estar constituido por un mínimo de dos personas y tiene que formarse en las actividades, filosofía de fondo y objetivos del programa. Para realizar esta formación la autora define una serie de recomendaciones como la elaboración de un diario por parte de cada uno de los miembros del equipo de formación, así como la creación de fichas de seguimiento de las actividades y reuniones periódicas. 4

5 Finalmente, antes de la aplicación del programa debería realizarse también un análisis del contexto en el cual se aplica. Se recomienda hacer dos tipos de análisis: a nivel macro y a nivel micro. 7. Puesta en práctica del programa: una experiencia de formación ciudadana con mujeres Si con anterioridad se expusieron las condiciones que deben darse para que la aplicación del programa pueda ser participativa en cualquier contexto, en este capítulo se presenta una experiencia concreta: un grupo de cuatro mujeres de distintos orígenes culturales que quieren conocer más y participar en el barrio donde viven: L Hospitalet (Barcelona). Así, veremos como a través del diálogo podemos descubrir: cómo son las participantes, las necesidades del grupo, cómo es el lugar donde se aplica, las oportunidades del contexto, como es la formación y el seguimiento, las posibilidades de un equipo de formación y cuáles son las dinámicas participativas que se generan. PARTE IV: REFLEXIONES ENTORNO A LA PARTICIPACIÓN ACTIVA, INTERCULTURAL Y CRÍTICA 8. Conclusiones En este último capítulo la autora realiza una síntesis de los aspectos esenciales vinculados a la participación activa, intercultural y crítica que han ido surgiendo a lo largo de las tres primeras partes del libro. En primer lugar, se extraen las dimensiones que, asociadas con la participación, favorecen y promueven el ejercicio de la misma. Se clasifican las dimensiones en cinco apartados: de contenido, de proceso, actitudinales, organizativas e instrumentales. Por otra parte, se reflexiona sobre dos aspectos que se consideran claves: la participación como una vía para prevenir/resolver conflictos y la importancia de formar en las actitudes participativas. 5