LA VOZ OLVIDADA Yanina Vera*

Transcripción

1 LA VOZ OLVIDADA Yanina Vera* Diego no conocía La mar. Su padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, La mar, estaba más Allá de los médanos, esperando. Cuando El niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, La mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta La inmesidad de La mar, y tanto su fulgor, que El niño quedó mudo de hermosura. Y cuando por fin consiguó hablar, tamblando, tartamudeando, pidió a su padre: -Ayúdame a mirar! Eduardo Galeano, El libro de los abrazos. La palabra es expresión, la expresión nuestro derecho. Esa es una idea que no debemos olvidar al momento de comenzar cualquier reflexión sobre hechos ligados a la cultura y sobre todo, a la literatura. Con esta premisa en frente, me permito discutir y compartir pensamientos sobre el lugar que le asignamos a la voz de los jóvenes dentro de la literatura, precisamente llamada juvenil. Es necesario volver sobre nuestras reflexiones, sobre los artículos que citamos y producimos, y, allí preguntarnos, partiendo de la relación en la que literatura es palabra, y palabra es decir y hacer. Porqué no, entonces, dar cuerpo a esa voz silenciada, La voz olvidada... la voz de los jóvenes? * Pienso que los jóvenes son la llave al momento de presuponer la posibilidad de existencia de una literatura juvenil. Porqué? Porque si entendemos que la literatura juvenil (porqué no la infantil, y otras acaso) se conforma en esa relación entre Literatura y su correspondiente adjetivo: juvenil; es necesario pensar qué lugar tiene ese joven dentro de la Literatura:qué rol, qué posición Le ofrecemos. Maria Teresa Andruetto, dice que El gran peligro que acecha a la literatura infantil y a la juvenil en lo que respecta a su categorización como literatura, es justamente el de presentarse a priori como infantil o como juvenil. Lo que puede haber de para niños o para jóvenes en una * Estudante de Lic. em Letras modernas, com especialização na linha histórico literária, da Faculdade de Filosofia e Humanidades da UNC, Córdoba, Argentina. Em Intercambio estudantil, como aluna de Letras da UFRGS, no 2011/ 2º semestre. Em realização do projeto final da Licenciatura com um trabalho de pesquisa centrado na Literatura infantil juvenil argentina.

2 obra debe ser secundario y venir por añadidura, porque el hueso de un texto capaz de gustar a lectores niños o jóvenes no proviene tanto de su adaptabilidad a un destinatario sino sobre todo de su calidad, y porque cuando hablamos de escritura de cualquier tema o género, el sustantivo es siempre más importante que el adjetivo. De todo lo que tiene que ver con la escritura, la especificidad de destinatario es lo primero que exige una mirada alerta, porque es justamente allí donde más fácilmente anidan razones morales, políticas y de mercado. (ANDRUETTO, 2009) Porqué no pensar entonces, en que si todavía se cuestiona la existencia de problemas en torno a La creación de la literatura juvenil como campo teórico o como nicho de buena literatura es porque decididamente se está cuestionando al joven como figura dentro de una sociedad? La ley argentina postula derechos irrenunciables, interdependientes, indivisibles e instransigibles de protección integral de niños y adolescentes. En esa ley (aplicada de diversas formas en los estados provinciales) se postulan universales como la opinión, la libertad y la participación comunitária, que muchas veces son obviados en la práctica al prejuzgar a los adolescentes como sujetos no capaces de elegir y producir cultura. Muchas de las actividades vinculadas a cultura adolescente están mediadas por conceptos y mezquindades que impiden la efectiva soberanía de sus derechos. Y eso tiene mucha relación con la literatura. La literatura Juvenil en Argentina tiene muy buenos autores, y un creciente número de publicaciones. Sin embargo, por ejemplo, su acceso a los sítios de visibilidad es prácticamente escaso: algunos pocos autores, logran transpasar las fronteras de la escuela secundaria; en las universidades, prácticamente esas obras no existen, en los medios masivos, aún menos. Pero es también una realidad, que en la práctica, la ley no es conocida ni respetada en su ejecución para con los adolescentes. Es una realidad, en Las palabras, en los hechos, que la voz de los adolescentes no es considerada una voz importante en la construcción socio cultural. Algunas personas dirán incluso que es imposible pensar en ellos los jóvenescomo productores o lectores, porque en aquellas cosas que imaginan un adolescente puede hacer o no, no existe ser autónomo y responsable culturalmente. Pablo de Santis, reconocido escritor juvenil argentino habla de las leyes generales que acontecerán seguramente cada vez que se hable de literatura juvenil: La ley de la complejidad: cuanto más complejo es un libro (sobre todo dentro de la obra de un mismo autor) menos vende. Afortunadamente, lo mismo pasa con el resto de la literatura; como toda ley demasiado general, impide que se saque de ella alguna conclusión satisfactoria.

3 Ley de la mesa redonda: quien publica un libro para adolescentes será invitado dos o tres veces por año a una mesa redonda con el título: " Por qué los jóvenes no leen?" Se dará por sentado que los adultos sí leen, y que los jóvenes, antes, leían muchísimo. Ley de James Joyce: En toda mesa redonda reunida bajo el título: " Por qué los jóvenes no leen?" alguien levantará la mano para decir que no tiene sentido escribir para adolescentes, ya que él / ella leyó a los diez años la edición anotada del Ulises y en su idioma original. La semejanza: Al releer lo anterior descubro en qué se parece la práctica de géneros no del todo aceptados a la vida cotidiana: vivimos justificándonos. Porqué justificar la producción de literatura juvenil? Porqué los autores deben responder constamente a la pregunta porqué escribe para adolescentes? Si una de las relaciones sociales más bellas y productivas es la que existe entre Lector y Autor; si es en ese diálogo que podemos sentarnos en distintas mesas a hablar del objeto Literatura, es necesario reflexionar sobre esa voz que le damos a uno de los sujetos dialogantes. Debemos Recuperar todas aquellas bibliotecas y trayectorias personales que nos forman como lectores y productores de sentido (s) literario (s), y pensarnos, al pensar en conformar un campo teórico de la literatura juvenil, en aquellos caminos de lectura que nos conformaron. Porque como dice Michele Petit, (...) la lectura puede ser, justamente, en todas las edades, un camino privilegiado para construirse uno mismo, para pensarse, para darle un sentido a la propia experiencia, un sentido a la propia vida, para darle voz a su sufrimiento, forma a los deseos, a los sueños propios. (PETIT, 2001, p. 74) O en la propuesta de Laura Devetach, (...) hacer aflorar esos textos internos que nos movilizan y hacen rebrotar vivencias olvidadas y, también, vivencias de lecturas que habían quedado escondidas, por ejemplo, a través de la formulación de dichos populares, o de frases repetidas por nuestras abuelas. (DEVETACH, 2008) Esos jóvenes a los que debemos recordar y dar voz a la hora de configurar el campo teórico de nuestra literatura y nuestra cultura tienen sus trayectorias de lectura, tienen su acervo cultural y por lo tanto deben ser puestos em consideración. De qué hablamos cuando hablamos de jóvenes? Es solo uma franja etárea visibilizada por ciertos hitos, como por ejemplo el paso por la escuela media? Son aquellos jóvenes idealizados por los pensadores americanos del siglo XX? La vanguardia que debe servir para realizar cambios sociales e inmolarse en su vitalidad por los otros y luego sentarse a recibir los dogmas y reglas que imponen los adultos?

4 Abelardo Castillo dice Lo que define a la adolescencia y la juventud es la búsqueda de un absolut. La pregunta es, en este contexto, le estamos dando la oportunidad de buscarlo? El lugar del joven en la literatura juvenil (y en toda acaso) no debe remitirse solo a ser una figura en ciertos libros. No es un personaje más. Es esencia misma, es parte de la cultura como productor y receptor, y su voz debe ser puesta en consideración. Es un sujeto singular, con particularidades especiales que, de ningun modo niegan las de otros, sino que ayudan a reveer algunas cuestiones (veáse como caso, el llamado resurgimiento de la nouvelle como género con la literatura destinada a jóvenes en Argentina). Si sólo pensamos cuáles son las representaciones que tenemos sobre esos jóvenes antes de cuestionarnos sobre cómo configurar una literatura juvenil o no, es probable que podamos recuperar esa voz, una voz que por derecho (escrito e innegable) les pertenece a los jóvenes. Nuestra tarea, como adultos, como críticos, o como jóvenes con un poco más de lecturas sobre la piel es cuestionar los modos e imperativos que están presupuestos dentro de la teoría literaria y en la Sociedad. Debemos poder ser nexo, puente en la construcción socio- cultural; repensar los presupuestos sobre los cuales escribimos una teoría de literatura juvenil sin tener presente qué es lo que es un joven para nosotros, y cuál es su lugar en nuestras reflexiones. Y, por sobre todas las cosas, debemos ser capaces de integrar esa voz olvidada y, así, servir de apoyo para llegar a La mar. No podemos olvidar que es imposible intentar construir un objeto sobre todo bordado de palabras- en el que uno de sus pilares esté silenciado, negado. La construcción de la literatura juvenil, debe pedir a gritos la incorporación de esa perspectiva: cuestionar, confrontar, elegir, conciliar, hablar... decir. O tal vez, sea tan simple como entregar la posesión de su voz, de su palabra, como dice Yolanda Reyes: Entregarles a todos la posesión de ese código que se combina de maneras impredecibles e infinitas para acceder a los mensajes y a la experiencia humana escrita en cifra, no es simplemente un acto poético sino un imperativo ético y político que afectará el resto de sus vidas.los cimientos de la casa imaginaria: poética y política en la primera infancia (REYES, 2009) Se trata sólo de devolver la palabra y el lugar que corresponde, a quién corresponde. Referências

5 ANDRUETTO, Maria Teresa. Hacia una literatura sin adjetivos. Córdoba, Argentina: Editorial Comunicarte, DE SANCTIS, Pablo. Una cuestión de Gênero. Disponível em Revista Virtual Imaginaria DEVETACH, Laura. La construcción Del camino lector. Córdoba, Argentina: Editorial Comunicarte, FUNDACIÓN MINETTI. Derechos de niños y adolescentes. Córdoba, Argentina: Editorial UNC, GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. México D.F.: Siglo XXI, GUYOT, Héctor. Entrevista a Abelardo Castillo La juventud necesita plantearse las grandes preguntas de la literatura Disponível em PETIT, Michele. Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. México D.F.: Biblioteca de Actualización del Maestro, SEPFCE REYES, Yolanda. Los cimientos de la casa imaginaria: poética y política en la primera infância. Bogotá: Alfaguara, 2009.