VISIÓN DEL FUTURO DEL MÉTODO FELDENKRAIS A qué distancia estamos como profesionales de la idea original de Moshé Feldenkrais?

Transcripción

1 Este artículo es muy oportuno y va dirigido a los que tenemos el privilegio de ser profesores certificados (acreditados por la International Feldenkrais Federation) ya que aporta ideas claras, respetando las singularidades e ideas propias de cada uno, sobre los márgenes en los que nos movemos o deberíamos movernos a la hora de aplicar el método. Hay que tener en cuenta que, en ciertos casos, el método Feldenkrais se está presentando en dos formatos que se alejan de la idea original teórica y práctica que concibió y expresó Moshé. Éstas son, como una técnica más de relajación corporal y como una terapia rehabilitadora. Ambas son modalidades que desvirtúan y distorsionan el fondo y la forma del método. Es obvio que es debido a la complacencia a una demanda del público en general y a la necesidad de ocupar un lugar en un mercado cada vez menos escrupuloso y más competitivo. En mi opinión, Feldenkrais pierde valor cada vez que alguien cae bajo la influencia de esas presiones y necesidades ajenas al método. De ahí lo oportuno de las aportaciones de Yochanan Rywerant, ya que son siempre refrescantes, concretas y exentas de "adivinanzas" que suelen confundir, más que esclarecer, a los alumnos y también a los educadores acreditados. VISIÓN DEL FUTURO DEL MÉTODO FELDENKRAIS A qué distancia estamos como profesionales de la idea original de Moshé Feldenkrais? El futuro del método Feldenkrais yace no sólo en el objetivo de un constante aumento en el número de profesores, sino, también, en la mejora decidida de la calidad de esos profesores. Moshé Feldenkrais fue muy diligente en garantizar que su método no tenía que ser considerado como otro tipo de fisioterapia ni como un entrenamiento del movimiento. Ridiculizaba la opinión de algunas personas que consideraban su sistema como un tipo de "trabajo corporal". Tenía la sólida convicción de que la gente puede aprender a tener un mejor dominio sobre sus acciones y, por lo tanto, ser más saludables. Para empezar hay que aclarar algunas modalidades de la percepción y de la acción que tiene el cerebro, y contemplar el movimiento del cuerpo humano como la expresión de un proceso implícito en el sistema nervioso central (SNC). Quiero señalar algunas de las áreas a través de las cuales es posible, en la práctica, seguir un proceso progresivo de mejora de la calidad. Una es tener en cuenta la

2 complejidad de caminos que uno puede emplear para adaptarse, como profesor del método a los propios recursos a la hora de aplicar una sesión de Integración funcional (IF) o una clase de Toma de conciencia a través del movimiento (TCM). En este sentido pueden distinguirse tres áreas de complejidad. Primera, hay la complejidad, o la variable, de la estructura corporal del cliente, además del modo habitual de actuar o responder a los estímulos. La adaptación de los profesores del método a esta gran cantidad de posibilidades la hace atractiva. Por ejemplo, considera cuan diferente son los hábitos de las personas y los modelos de acciones a los que no se está habituado, tan sólo para observar lo diferente que pueden llegar a ser las personas al respecto. Segunda, la complejidad sobre las diferentes formas de trabajar que tienen los profesionales. Por lo general, las diferencias son de tipo verbal y no verbal (" Qué tal esto?" " Sientes esto?") o las propuestas que el cliente manifiesta, para que éste pueda actuar y percibir los estímulos propioceptivos de modo diferente al habitual. Por último, el cliente puede reaccionar de muchas maneras a estas cuestiones o propuestas que aplica el profesor, aceptarlas o no, o quizás ser indiferente. Aceptarlas quiere decir tolerarlas o dejar que sucedan, y, quizás, tener la capacidad de reconocer que puede tratarse de un patrón útil no experimentado anteriormente, o una nueva adaptación a alguna dificultad. La no aceptación puede representarse en diferentes grados, normalmente con un aumento de la tensión muscular como parte de un patrón defensivo. Todos estos aspectos se evidencian tanto en las IFs y en las TCMs. El dominio de los tres aspectos de complejidad enunciados significa que el profesor del método considera, hasta en el más mínimo detalle de su acción, tres aspectos: a) la estructura específica del cliente y su forma habitual de percibir y actuar; b) la elección de la pregunta propuesta; y c) la respuesta del cliente. Con esto se alcanza la intercomunicación entre el profesor y el cliente en el estilo auténtico de Feldenkrais. Considero que hay actividades adicionales que pueden conducirnos a un incremento de la calidad del profesional: la participación en los cursos avanzados; una actitud básica como autodidacta para enriquecerse en el conocimiento de áreas como la psicología, neurofisiología y campos similares; experiencia práctica; por último, pero no por ello menos importante, una actitud creativa e inventiva en lo que respecta a la aplicación del método. Hay muchas ideas, teóricas y prácticas, que forman parte del legado de Feldenkrais, de las que muchos no son conscientes todavía. Al fin y al cabo, cada cual tiene su propia tendencia a la hora de asumir una idea, o un grupo de ellas, y catalogarlas y colocarlas, digamos, en un cajón. Todos tenemos en la mente "cajones" etiquetados por categorías ya conocidas, de las que podemos pensar "ésta me recuerda mucho a aquello." "Ésta es parecida a lo que ya conozco como...""en realidad, podríamos llamar a esto de tal manera." La dificultad se presenta cuando no resulta tan fácil catalogar la idea nueva. Lo que sucede entonces es que la interpretamos como algo distinto de lo "usual" y se recuerda como tal, o, con escasa perspicacia o si lo prefieres, pereza consideramos lo "nuevo" de la idea como menos importante, quizás menos entendido y, a la larga, la

3 relegamos en su totalidad. Para acabar, depositamos la idea nueva en el cajón que no corresponde. Esto último no debería suceder en el contexto del método Feldenkrais. Algunos de estos "cajones" todavía están en la mente de algunos: Clases del movimiento, Terapia del movimiento, otro tipo de Fisioterapia, etc. El Método Feldenkrais es, al fin y al cabo, una categoría en sí misma, y debería ubicarse en un cajón propio. En lo que respecta a la aplicación del Método (la TCM y la IF) el profesor inicia la clase o la sesión con un plan indeterminado, provisional. Digamos que selecciona el modo particular de actuar que va a llevar a cabo. Una vez decidida la forma específica de aplicación para producir un cambio, el resto depende de la respuesta del cliente, o mejor dicho, de la reacción subyacente del SNC que regula la autodefensa del cliente. Esta reacción puede ser no verbal y expresar "Aceptación", o quizás, "No, este no es mi modo." "Me produce malestar". A continuación, el profesional tiene varias opciones a tener en cuenta. Por ejemplo, según sea el caso puede modificarse uno de los parámetros para calmar la subsecuente tendencia de autodefensa y aceptar el patrón propuesto. Por ejemplo, si se trata de mover una parte del cuerpo, los parámetros aptos para la modificación son: un cambio de dirección, la amplitud del desplazamiento, la velocidad, y el grado de presión ejercido. Un cierto grado de sensibilidad para determinar si un cambio propuesto es aceptado o no, será una cualidad muy oportuna. Puede ser un acierto preguntar verbalmente sobre ello, pero tan sólo después de que el cliente haya percibido el patrón por la vía de las sensaciones y sea reconocido como diferente; en otras palabras, cuando se ha controlado corticalmente (en la corteza cerebral). Toda esta actividad significa que llevamos a cabo ciertos pensamientos e ideas o, si se prefiere, "principios". Una de estas ideas es que, después de buscar la aceptación de los cambios propuestos, quizás diferente del habitual, podemos conocer mejor cómo plantear la siguiente cuestión, o cómo realizar la siguiente propuesta. En otras palabras, la secuencia de las propuestas sigue a la secuencia de lo que el cliente vaya aceptando. Además, facilitamos la posibilidad de ampliar la libertad de elección y, ni que decir, de eludir el modo antiguo de actuar. Otra posibilidad (o idea) es aprovechar cualquier circunstancia que pueda facilitar la aceptación por arte del cliente al cambio propuesto, mientras se tenga en cuenta que la posible resistencia podría no ser intencional. Unos ejemplos pueden bastar: clarificar la imagen que precede una acción intencional, clarificar la realimentación sensorial que procede de la respuesta de una acción, clarificar la participación de las zonas proximales del cuerpo, tratar los patrones defensivos arraigados e intentar eludirlos, abordar las formas específicas inherentes de la función del cerebro. Añado algún ejemplo de lo último citado: la función del esqueleto en el campo gravitatorio, la tendencia de las neuronas a igualar la intensidad de los estímulos, la conexión funcional entre los pares de músculos antagónicos y, más en general, la organización jerárquica de las funciones del cerebro en los términos del control de la acción y la percepción.

4 Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho queda claro que podría ser insuficiente, por ejemplo, buscar "procedimientos" o secuencias de movimientos para el cliente, supuestamente en posesión de diferentes situaciones o "problemas" que ellos mismos plantean. Más aún, no tiene la menor importancia si las secuencias específicas de movimientos memorizadas pertenecen a algún modelo realizado por alguno de los formadores profesionales, por ejemplo, o por algún colega (otro profesor acreditado); o si es algo que el profesor en cuestión ha experimentado como eficaz en alguna otra situación o con otro cliente. Ya que las secuencias de "movimientos" supuestamente se derivan de la secuencia de la aceptación del cliente, no son repetibles de forma estereotipada, precisamente porque las razones del cliente para aceptar, o quizás no aceptar, cada paso de la secuencia es muy diversa. Una razón parecida vendría de la multitud de opciones que ya disponemos para elegir propuestas alternativas. Por otro lado, probablemente sea útil tener en mente un esquema de algunos patrones, siempre y cuando se tenga en consideración que varias aplicaciones prácticas de un determinado esquema de un patrón puede variar considerablemente en los detalles. Preferimos ser "aplicadores" de principios a ser simple imitadores de movimientos. Yochanan Rywerant ha publicado recientemente un libro específicamente para profesores acreditados del método Feldenkrais, en el que profundiza y explora las ideas expresadas en este artículo. En el libro, titulado "Acquiring the Feldenkrais Profesión", Yochanan trata los principios básicos y los desarrolla cada uno con absoluta nitidez. Este libro debería estar en todas las librerías de todos los profesores. Rywerant fue uno de los principales estudiantes del Dr. Moshé Feldenkrais. En 1952 se unió a las clases de TCM que impartía Feldenkrais en Tel Aviv y participó en ellas durante 15 años. Fue uno de los participantes en la primera formación profesional impartida por el propio Feldenkrais en Durante 15 años, desde 1970, trabajó junto a Feldenkrais como asistente. También fue uno de los ayudantes en el curso de formación impartido por Moshé en San Francisco y en Amherst. Ha trabajado como formador de profesionales en diversos cursos en EE UU, Cánada, Europa e Israel. Su libro para profesionales del método "El método Feldenkrais", está disponible en inglés, alemán, español, italiano y hebreo. traducido por Juan Rivas, marzo de Juan Rivas Bedmar, educador del método Feldenkrais desde 1998, graduado en SemioPhysics Feldenkrias Profesional Training (California, EE UU, 2000). Tiene su consulta particular en Barcelona y Sitges. Imparte cursos por todo el territorio español a aquellas entidades e instituciones que lo solicitan. info@reeducacionneuromotora.com T Volver a la página principal

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