CASO PRÁCTICO Intercambios Erasmus o el intento de creación de ciudadanos Europeos Ainhoa de Federico de la Rúa En este caso, se expone una investigación sobre la experiencia de los estudiantes participantes en el programa Erasmus de la Unión Europea. Se examina el éxito relativo de dicho programa en el cumplimiento de su objetivo de crear ciudadanos Europeos mediante la inmersión cultural que suponen las estancias prolongadas de universitarios en centros de enseñanza superior de otros países europeos. Se encuestaron 298 estudiantes Erasmus de las cohortes 1995/96 y 1999/00 acogidos en tres universidades (USTL, RUG y UPNA) de tres países (Francia, Holanda y España) para conocer los procesos con los que dichos estudiantes se integran relacionalmente mediante redes de amistad, así como los efectos de dicha integración en la evolución de sus identificaciones. Los resultados muestran cómo la mera inmersión en un medio diferente no produce cambios en las identificaciones, sino que ésta se ve mediada por el tipo de redes de integración creadas durante la estancia en el extranjero. Las relaciones específicas de amistad conllevan procesos de hibridación de comportamientos y de consolidación de la confianza y de la identificación común. También se comenta el fracaso relativo de la integración local de los estudiantes Erasmus y algunas estrategias institucionales que pudieran mejorarla. Desde 1987 la UE invierte cantidades fenomenales de recursos (por ejemplo, 922 millones de Euros para el programa Erasmus en el periodo 1995-2000) en sus programas educativos, con el doble objetivo de crear ciudadanos Europeos y de forjar los futuros directivos móviles de una Europa competitiva 1. El programa Erasmus, programa educativo faro, es el más antiguo y el que más éxito ha tenido. Desde su creación en 1987 ha logrado que 1.5 millones de estudiantes de 33 países diferentes realizasen una estancia de entre 3 y 12 meses en una universidad de otro país Europeo. Se trata de la mitad de la movilidad estudiantil estimada en el continente. De manera implícita se supone que el contacto de los estudiantes Erasmus con el país de acogida resultará en el refuerzo del espíritu de ciudadanía europea [...], el refuerzo de la comprensión y la solidaridad entre los pueblos de la Unión Europea y en el aprendizaje de nuevas competencias que permitan a los estudiantes el desarrollo de una carrera laboral 1 Caso basado en la investigación de Federico de la Rúa, Ainhoa (de) (2003). Réseaux d identification à l Europe. Amitiés et identités d étudiants Européens. Redes de identificación a Europa. Amistad e Identidades de estudiantes Europeos, Université des Sciences et Technologies de Lille 1 y Universidad Pública de Navarra, 565 p. (Tesis doctoral en Sociologia). móvil en el marco de un mercado de trabajo de dimensiones europeas. Una vez establecidos los objetivos, la reflexión y los esfuerzos del programa se centran en su puesta en marcha institucional y la resolución de los diferentes problemas prácticos que ésta plantea. La reflexión sobre los mecanismos que pueden favorecer o al menos estar involucrados en el logro de los objetivos iniciales queda como un campo abierto para los investigadores sociales, fuera de la agenda institucional. Directivos internacionales? Diferentes investigaciones han mostrado que, en el año que sigue a la estancia Erasmus, una proporción no desdeñable continua sus estudios o comienza su vida laboral en un país diferente al de origen. El 80 por ciento de los estudiantes regresa a su país al terminar un intercambio Erasmus, el 14 por ciento se queda en el país que le acogió durante al menos otro año más y el 6 por ciento prueba suerte en un tercer país. En los años que siguen a la primera estancia, una mayor proporción de antiguos Erasmus volverá a realizar una estancia más o menos larga en otro país. Cinco años después del periodo de intercambio, los participantes en el programa Erasmus encuentran trabajo, en promedio, dos meses antes que sus 1
compañeros universitarios no Erasmus; y es más frecuente que ocupen un trabajo con una dimensión internacional que implique hablar habitualmente otros idiomas, desplazarse a otros países en el marco del trabajo o incluso vivir en un país diferente. También suelen experimentar una ascensión laboral más rápida que sus compañeros no Erasmus, tienen trabajos con mayores responsabilidades y mejor pagados (un 10 por ciento más de sueldo medio). Así pues el objetivo de crear directivos cuyo trabajo implique una dimensión Europea o internacional parece a priori verse satisfecho. Ciudadanos europeos? El otro objetivo, orientado al desarrollo de una identificación cognitivo-afectiva con Europa, más allá de la mera ciudadanía formal existente desde 1993, y del acercamiento entre los pueblos de Europa parece menos evidente y requiere de una mayor atención. Por una parte, diferentes estudios sobre los intercambios de estudiantes parecen sugerir que éstos son la mayor excepción a la hipótesis del contacto propuesta por la psicología social, según la cual el contacto con la población del país de acogida debería favorecer una transformación positiva de estereotipos y prejuicios, una mejora de la imagen del país, la creación de un vínculo afectivo con éste, etcétera. Los resultados, sin embargo, no son en absoluto determinantes a este respecto. A otro nivel, sin embargo se observa que los estudiantes Erasmus muestran una mayor incorporación de la identificación con Europa en su sistema de identificaciones que la población global o incluso los jóvenes universitarios en general. Solamente un 10 por ciento de los Erasmus no se identifican con Europa, mientras que entre los universitarios europeos el 28 por ciento la excluye, y entre la población general la cifra alcanza el 46 por ciento. Cómo podemos explicar esta aparente contradicción en los resultados? Se podrían apuntar varias posibles respuestas: Primero, es posible que los estudiantes que optan por pasar un periodo en otro país europeo ya se identificasen con Europa antes de hacerlo. Segundo, la identificación con el país de acogida y con Europa no es lo mismo pero, sobre todo, podremos matizar lo que sucede tomándonos realmente en serio la hipótesis del contacto y profundizando sobre los vínculos reales establecidos por los estudiantes Erasmus. Relaciones personales Al examinar las redes personales establecidas por los estudiantes Erasmus observamos la creación de un gran número de relaciones de amistad en relativamente poco tiempo. A los 4 meses de estancia los estudiantes citan 16 amigos en promedio, de los cuales el 60 por ciento son vínculos transnacionales (si se trata de relaciones de pareja este porcentaje aumenta hasta el 70 por ciento). Sin embargo, sólo el 17 por ciento de los vínculos creados son con estudiantes del país de acogida. El 64 por ciento de los estudiantes Erasmus dice tener ninguno, uno o dos amigos locales. A los 4 meses, por lo tanto, la integración relacional local es pobre o inexistente para la mayoría de los estudiantes. Este número irá creciendo a lo largo del curso. Sin embargo, las relaciones de amistad entre estudiantes Erasmus son mayoritarias en todo momento. Así pues, lo que se produce es la creación de un círculo propiamente europeo en cada universidad. Este círculo Erasmus parece desarrollarse en torno a los lugares de residencia, mediante lazos transitivos (los amigos de mis amigos son mis amigos). Los estudiantes de países del sur (tales como Portugal, España, Italia, y Grecia) parecen tener un papel dinamizador de la sociabilidad. En un primer momento las relaciones entre personas del mismo país son más frecuentes aunque esta tendencia se atenúa a lo largo del año. Y, en todo caso, las relaciones transnacionales -sobretodo si se trata de países alejados entre sí- son las más fuertes. Identificaciones Al examinar las identificaciones mostradas por los estudiantes Erasmus se observa que la identificación con Europa no está relacionada con haber vivido más tiempo en diferentes países o con el hecho de hablar más idiomas. Sin embargo, está fuertemente relacionada con la cantidad de amigos de otros países. Pareciera que el tiempo pasado en el extranjero o los idiomas son relevantes en 2
tanto en cuanto permiten crear relaciones personales importantes, pero no por sí mismas. Así pues la hipótesis de contacto parece verificarse en su importante contribución a las identificaciones una vez que se tiene en cuenta la naturaleza del contacto real existente. La identificación con Europa también está asociada con la identificación al país de ciudadanía: para sentirse europeo es imprescindible sentirse primero español, británico, italiano, francés etcétera. También aumenta la identificación con Europa si existen identificaciones múltiples a distintos países (dos o más). En particular si el encuestado es francés éste parece apremiado a encontrar una identificación global unitaria para recoger sus identificaciones territoriales múltiples. De forma interesante, los estudiantes Erasmus presentan igualmente mayores niveles de identificación con su país de ciudadanía respecto a la muestra de control. A una escala territorial más pequeña también son más cosmopolitas. Y esta identificación se ve curiosamente aumentada igualmente por el número de amigos de otros países. Así pues los amigos de otros países, manteniendo una tensión paradójica entre ser nuestros iguales y ser diferentes atraen el centro de gravedad del sistema de identificación territorial de las personas hacia un polo más cosmopolita, incluyendo la referencia al país y a Europa y alejándola de la localidad y la región. Comentario del caso El caso describe los objetivos de un programa educativo europeo que trata de producir ciudadanos europeos capaces de funcionar de forma adaptada, y con disposición a la movilidad, en un mercado laboral europeo y un marco de trabajo internacional. También se expone el enfoque seguido para evaluar su éxito relativo. La intervención de la UE mediante el programa Erasmus se centra principalmente en establecer las condiciones institucionales para permitir la circulación de estudiantes en el marco de los sistemas educativos de enseñanza superior. El logro de los objetivos se supone que ocurre de forma espontánea y automática, sin que otras intervenciones específicas sean puestas en práctica por parte de las universidades o de los estudiantes para contextualizar o favorecer el contacto intercultural entre estudiantes de diferentes países o para acompañar el aprendizaje de los estudiantes en medios internacionales. La consecuencia es una muy escasa integración relacional local de los estudiantes Erasmus, que se encuentran en círculos sociales muy internacionales, pero donde casi todos son extranjeros respecto al contexto de acogida. Análisis en cinco preguntas 1. Delimitación de la comunidad étnica o cultural En el caso se habla de estudiantes Erasmus o estudiantes Locales como distinción fundamental respecto al conocimiento del entorno, de las normas, de la lengua, de la inserción relacional previa de los estudiantes en cada contexto universitario. Los estudiantes Erasmus parecen formar un colectivo distinguible en cada una. Entre los estudiantes Erasmus se distinguen diferentes nacionalidades, potencialmente hasta 33 diferentes. A veces se asimila a otros estudiantes de intercambio con procedencia de otros países occidentales (tales como Estados Unidos o Canadá) a este colectivo, en el cual participan frecuentemente. Sin embargo los estudiantes extranjeros de larga duración (frecuentemente procedentes de las antiguas colonias de cada país) no se asocian a este colectivo con el que se relacionan muy poco (sólo el 3 por ciento de los amigos de los Erasmus son no locales/no Erasmus). Evidentemente existen diferencias culturales o regionales, más o menos acentuada según países, dentro de cada procedencia. Sin embargo esta se ve frecuentemente velada ante la identificación colectiva nacional más frecuente o incluso la etiqueta de Erasmus. El tratamiento institucional es homogéneo para un conjunto de personas bastante heterogéneo culturalmente. Por otra parte, los miembros de éste colectivo comparten características comunes importantes: se trata de 3
chicas y chicos jóvenes, en torno a 20 22 años, de procedencias sociales ni muy desfavorecidas ni muy elevadas, con estudios superiores y funcionando como estudiantes en un contexto universitario. 2. Comunicación Intercultural La comunicación intercultural en este caso es muy abundante aunque dentro de un colectivo de extranjeros. El contacto local es escaso y la frustración respecto a la falta de interés o de paciencia de los estudiantes locales suele ser expresada. Por otra parte las ocasiones de sociabilidad trasnacional son múltiples y en ellas se da la oportunidad de aprendizaje e hibridación de comportamientos. Por ejemplo, son frecuentes las celebraciones de fiestas tradicionales de cada país, a las que están invitados los Erasmus de los demás países. Así es posible aprender cómo se celebra un cumpleaños, la Navidad, cómo se invita a cenar, cómo se liga, cómo se comprende la distribución de roles hombremujer, cómo se sale a pasarlo bien, cuáles son las marcas de respeto o de jerarquía apropiadas, cómo es el humor, las formas de comportarse en la mesa, qué comportamientos son correctos y cuales son mal interpretados en cada caso y en cada país Al principio de la experiencia se suelen observar grupos de estudiantes de igual nacionalidad que realizan sus actividades por separado, incluso si están en el mismo contexto (en una fiesta los franceses estarán comiendo y charlando, los españoles bailando, los británicos bebiendo mudos, etcétera). Conforme pasa el tiempo los grupos y los comportamientos son menos homogéneos (en otra fiesta se verá que los grupos que hablan, bailan y beben están compuestos por personas de un mayor número de países). La integración local, sin embargo, sólo parece lograda por personas en dos tipos de situación: (a) aquellos que tienen un novio o novia local y cuya vida transcurre con una inscripción local mayoritaria. En ese caso el contacto con el colectivo Erasmus será escaso y por lo tanto la comunicación intercultural de una naturaleza totalmente diferente; (b) aquellas personas con una implicación asociativa muy importante ligada a convicciones ideológicas fuertes (partidos políticos, asociaciones ecologistas, etcétera). En ese caso el contacto intercultural abarcará ambas esferas de forma más equilibrada. 3. Accesibilidad a grupos culturalmente diversos La accesibilidad a grupos culturalmente diversos es importante sobre todo si no se trata de locales. Por otro lado la accesibilidad a grupos socialmente diversos es muy pequeña. Los estudiantes Erasmus pasan prácticamente un año sumergidos en un micro-cosmos de jóvenes universitarios y con escaso contacto con personas de otras generaciones o de otras circunstancias sociales, como puede ser el caso cuando éstos mismos están en sus países de origen. A menudo existen en las universidades asociaciones de acogida a los estudiantes Erasmus, para facilitar su integración. Estas asociaciones tienen un formidable efecto socializador de los Erasmus entre Erasmus. Si por un lado aceleran las posibilidades de contacto para dichos estudiantes, tienen como efecto perverso encerrarlos en una comunidad distinta. Las universidades que cuentan con un sistema general de integración de los estudiantes recién llegados (sistemas de padrinos, fraternidades, otras asociaciones) tienen un mayor éxito en lograr una mayor integración local de los Erasmus, pero para ello el sistema debe ser global e implicar a los estudiantes locales de forma habitual. 4. Pertinencia de las prestaciones La oportunidad de realizar estudios en el extranjero es una experiencia que proporciona grandes frutos y aprendizajes para los participantes y, a pesar de la falta de intervenciones intermedias localizadas y más cercanas de los estudiantes, y del escaso contacto local, los objetivos parecen lograrse. Los departamentos de relaciones internacionales y los responsables realizan sin duda un gran trabajo técnico de gran complejidad al tener que atender a múltiples necesidades (alojamiento, guía pedagógica, cuestiones de salud ) ligadas a decenas de sistemas universitarios diferentes con requerimientos particulares (calendarios, sistemas de notación, etcétera). 4
Sin embargo, la lógica institucional de Erasmus parece orientada principalmente por los envíos y no por la acogida. Tal vez, si se invirtiesen las lógicas institucionales (de la UE y las universidades) y la financiación fuese orientada no tanto por el envío de estudiantes sino por la acogida de estudiantes, se lograse una mayor atención a las cuestiones ligadas a la integración local de los estudiantes Erasmus. Se conoce, por ejemplo, el efecto socializador importante del lugar de alojamiento, respecto al cual se podría en muchos casos prestar mayor atención y velar por que los estudiantes Erasmus se encontrasen relativamente dispersos y rodeados por estudiantes locales en lugar de concentrarse en residencias o pisos compartidos muy localizados e integrados principalmente por Erasmus. Los programas de entrenamiento intercultural previos a la partida al extranjero podrían ser de utilidad para los estudiantes que se ven inmersos sin preparación previa en el rol sociológico de extranjeros. También lo podrían ser para el personal de las instituciones universitarias, más allá de los servicios de relaciones internacionales. 5. Evaluación organizacional Existe una implicación organizacional de gran complejidad, tanto en las universidades como en la UE, para poner en práctica el programa Erasmus. Por otra parte, la experiencia misma se da en un contexto no laboral para los participantes, durante su periodo de estudios. Así que las relaciones interculturales creadas suelen ser no jerarquizadas y no tienen una dimensión organizacional. Por otra parte, las instituciones suelen poner en práctica algunas facilidades de cara a los estudiantes Erasmus relativas a la forma y calendario de la evaluación de sus conocimientos para encajar en la medida de lo posible con los requerimientos muy diversificados de las universidades de origen. 6. Resumen. Este caso presenta (a) el programa de intercambio de estudiantes Erasmus de la Unión Europea, (b) sus objetivos, y (c) su logro relativamente satisfactorio a pesar de la ausencia de intervenciones intermedias. El comentario se realiza principalmente a partir de una investigación realizada a 298 estudiantes Erasmus de las cohortes 1995/96 y 1999/00 acogidos en tres universidades (USTL, RUG y UPNA) de tres países (Francia, Holanda y España) por un periodo de 3 a 12 meses. A través de una metodología cuantitativa y de análisis de redes sociales se pone de relieve la importancia de las relaciones personales de confianza y solidaridad como mediadoras de las identificaciones territoriales. Otras investigaciones muestran el éxito de los estudiantes Erasmus en su devenir profesional, logrando puestos con dimensiones europeas o internacionales y con una mejor carrera tanto en su inicio como en su desarrollo. Se comentan también algunas limitaciones de la experiencia Erasmus, en concreto el paradójico escaso contacto intercultural relativo al país de acogida más allá de los contactos sociales impersonales, formales o institucionales: las relaciones personales con personas locales son poco frecuentes. Se comentan también algunas posibles intervenciones que pudiesen mejorarlo. La elaboración de este caso ha contado con la ayuda del proyecto: Estrategias de análisis de redes y gestión de la diversidad: preparación de materiales educativos adaptados al Espacio Europeo de Enseñanza Superior, dirigido por Isidro Maya Jariego. Ayudas a proyectos vinculados al Plan Propio de Convergencia Europea 2005-2006 del Secretariado de Convergencia Europea de la Universidad de Sevilla. Referencia: 405305. 5
Ficha técnica del Caso Relaciones interculturales Estrategias de mediación Categorías culturales Comunicación intercultural Mejora de la accesibilidad Mejora de la pertinencia y la adecuación - Categorías demasiado amplias - Categorías sin base empírica suficiente - Categorías que imponen homogeneidad - Visión estática de la pertenencia al colectivo - Insuficiente conocimiento de la otra cultura - Escasa empatía - Actitud negativa y prejuicios intergrupales - Problemas de traducción o de comprensión lingüística Otros problemas metodológicos - Problemas de heterogeneidad de la población atendida - La actuación no se ubica en el contexto comunitario Poco desarrollo de estrategias de mediación (con la comunidad local) - Pobre contacto con líderes, mediadores y organizaciones comunitarias - Falta de sensibilidad a los problemas percibidos - Falta de perspectiva emic Poco desarrollo de estrategias de mediación (con la comunidad local) Evaluación organizacional Misión, expectativas (visión) y estrategia de la organización La integración de la gestión de los Recursos Humanos Efectividad organizacional La información de la plantilla es de carácter orientativo. Coherencia de las intervenciones con la naturaleza, valores y fines de la organización La organización adapta sus estrategias a las características de la población y del contexto Se han analizado las fortalezas y debilidades de la organización respecto al problema a tratar Se ha argumentado adecuadamente la estrategia de intervención Existe una visión compartida respecto al tema a tratar Las funciones del personal están delimitadas y son complementarias - El personal participa en la toma de decisiones de las actividades organizativas El personal está suficientemente cualificado en materia de interculturalidad y atención a la diversidad El sistema de liderazgo es participativo y democrático en la toma de decisiones. El clima organizacional es óptimo para favorecer el desempeño Existe un sistema para valorar el cumplimiento de los objetivos propuestos Las metas se han cumplido satisfactoriamente La población usuaria/clientes ha quedado satisfecha. Se han establecido redes con otras organizaciones Los productos/resultados son relevantes y generalizables Existen indicadores de crecimiento para la cobertura de los servicios, programas, clientes y fondos. Maya Jariego, I., Holgado, D. & Santolaya, F. J. (Eds.) (2006). Diversidad en el trabajo: estrategias de mediación intercultural. Sevilla: Multimedia de Mediación Intercultural, UGT. 6