NORMAS OFICIALES MEXICANAS EN MATERIA DE EQUIPOS DOMÉSTICOS DE CONSUMO DE AGUA TEMA: USO EFICIENTE DEL AGUA BLOQUE 2: TECNOLOGÍA Y CASOS EXITOSOS DEL LADO DE LA DEMANDA INTRODUCCIÓN Dr. Felipe I. Arreguín Cortés Entre los principales problemas que inciden de manera importante en la calidad, oportunidad y eficiencia en la prestación de los servicios de agua y saneamiento en la mayoría de los centros urbanos del país, se pueden citar: la sobreexplotación de las fuentes locales de abastecimiento; la degradación de la calidad del agua subterránea a consecuencia de la explotación irracional de los acuíferos; la contaminación de las aguas superficiales debida a las descargas de aguas residuales municipales e industriales, y los retornos agrícolas ; los altos costos de captación y conducción de agua; y los conflictos generados por los intereses de los diferentes usuarios sobre las fuentes. Paradójicamente, en los centros urbanos, se presentan: grandes porcentajes de fugas en las redes de distribución, en las instalaciones de almacenamiento y potabilización; un inadecuado control de los volúmenes entregados a los usuarios; un ineficiente sistema de facturación y cobranza; el uso de tecnologías con alto consumo de agua en los servicios domésticos y procesos industriales; las tarifas por el servicio frecuentemente no cubren los costos del suministro; un rezago histórico en materia de tratamiento de las aguas residuales;
una mínima reutilización y recirculación del agua servida en usos urbanos, industriales y agrícolas que no requieren la calidad de agua potable; y, por si esto fuera poco, existe muy poca conciencia y participación ciudadana. Todo lo anterior, aunado a que el desarrollo urbano e industrial del país se ha concentrado principalmente en zonas que cuentan con baja disponibilidad de agua, ha provocado situaciones de verdadera escasez, principalmente en el norte y en el centro, cuya atención requiere de la construcción de nueva infraestructura hidráulica, para lo cual se requiere de inversiones sumamente cuantiosas ya que, en algunos casos, implica la importación de agua de cuencas externas y distantes al lugar de origen de la demanda. En suma, a medida que nuestro país ha crecido, la demanda de agua se han incrementado, mientras que la oferta del medio natural permanece invariable, por ello, uno de los principales objetivos del Programa Nacional Hidráulico 2001-2006, contempla inducir patrones de utilización del agua más eficientes en los usos agrícola, doméstico e industrial con objeto de incrementar su disponibilidad, así como preservar su calidad para garantizar el bienestar de las generaciones futuras en el marco de un desarrollo sostenible. Al respecto, el artículo 9 fracción IX de la Ley de Aguas Nacionales, establece que es atribución de la Comisión Nacional del Agua, promover el uso eficiente del agua y su conservación en todas las fases del ciclo hidrológico, e impulsar una cultura del agua que considere a este elemento como un recurso vital y escaso.
Por otra parte, en el Artículo 29; fracción VII se establece que los concesionarios o asignatarios tienen la obligación de: Cumplir con los requisitos de uso eficiente del agua y realizar su reuso en los términos de las normas oficiales y de las condiciones particulares que al efecto se emitan. USO EFICIENTE DEL AGUA EN LAS CIUDADES Las técnicas de uso eficiente aplicadas en las ciudades se pueden clasificar en cinco temas: medición; detección y reparación de fugas; sistema tarifario; reglamentación; y comunicación y educación social. La medición es de suma importancia. Lo que no se mide, no se conoce, y lo que no se conoce, no se puede administrar adecuadamente, ni mejorar. La medición del agua en las ciudades es necesaria en dos niveles: macro y micro. La macromedición, sirve para cuantificar los caudales captados, conducidos y distribuidos. La micromedición tiene por objeto cuantificar periódicamente el consumo de agua de cada usuario con fines de facturación, asegurar que los consumos sean racionales y mantener un equilibrio adecuado entre la producción y la demanda de agua, ambas actividades son fundamentales para la planeación, diseño, construcción, operación, mantenimiento y administración de los sistemas operadores de agua potable y saneamiento. Sin menospreciar la medición, otro problema grave, lo constituyen las fugas en las redes de distribución de agua potable. Diversos estudios indican que los volúmenes de agua que se pierden son del orden del 38% del total del agua que se suministra a las ciudades. Sin duda, es imposible físicamente tener una red totalmente hermética, aunque se considera que un 15% de pérdidas representa un nivel aceptable.
La detección y reparación de fugas requiere de un proceso planeado y sistemático que tome en cuenta los recursos humanos, materiales y financieros, por ello es fundamental que las Empresas de Agua y Saneamiento instrumenten un programa de detección y reparación de fugas, así como para el control estadístico, además de una campaña publicitaria para que los usuarios reporten las fugas visibles. Sobre el particular, debido a que una gran parte del volumen que se fuga en las redes de abastecimiento se da en las tomas domiciliarias, principalmente por la mala calidad de los materiales que las integran y a una deficiente instalación, la Comisión Nacional del Agua expidió la Norma Oficial Mexicana NOM-002-CNA-1995, que establece las especificaciones y métodos de prueba para los materiales que se usan en las tomas domiciliarias, con objeto de garantizar su hermeticidad y la calidad de los materiales. Las abrazaderas, silletas, conexiones de diversos tipos, tubos rígidos y flexibles de diversos materiales y válvulas, están sujetos al cumplimiento de esta norma, existiendo a la fecha 14 empresas que cuentan con el certificado que acredita su cumplimiento, que representa un 50% de los fabricantes que comercializan dichos productos. Por otra parte, con respecto al volumen de fugas que se presenta en la red de distribución, se elaboró la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-013-CNA-2001 Redes de distribución de agua potable Especificaciones de hermeticidad y métodos de prueba. Tiene como objetivo, garantizar la hermeticidad y estanquidad de la red de distribución, preservar el recurso hídrico y evitar su contaminación.
El 23 de enero de 2002, se publicó como Proyecto de NOM en el Diario Oficial de la Federación. Está en proceso de publicarse como NOM. Una de las medidas más importantes para apoyar el uso eficiente del agua, es que las Empresas de agua y saneamiento cuenten con un sistema de tarifas, lectura, facturación y cobranza adecuado; y que las tarifas reflejen el costo real del servicio. Todas las actividades anteriores se deben complementar con una campaña intensiva de comunicación, educación y concientización social sobre el uso eficiente del agua, en el que se muestren las bondades y las economías de su aplicación. En una ciudad, en promedio, en las casas habitación se consume el 71% del suministro total de agua, el 12% en la industria, el 15% en el comercio y el 2% en el sector servicios. USO EFICIENTE DEL AGUA EN LAS CASAS HABITACIÓN Los usos del agua en una casa habitación se clasifican en interiores y exteriores. En aquellas que cuentan con jardines se puede llegar a utilizar un 50% del agua en cada tipo de uso. Con respecto al uso interior, se estima que el consumo promedio es de un 40% en los inodoros; un 30% en las regaderas; un 20% en las lavadoras de ropa; entre un 3 y 10% en las llaves de fregaderos y lavabos. La preocupación por usar menos agua en los inodoros no es una novedad, en 1890 Thomas Crapper construyó en Inglaterra el primer inodoro de bajo consumo con objeto de reducir el problema de la contaminación provocada por las aguas residuales, los inodoros tradicionales que fueron instalados hace ya algunas décadas utilizan entre 16 y 20 litros por descarga.
Actualmente los fabricantes de inodoros de acuerdo con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-009-CNA-2001, Inodoros para uso sanitario - Especificaciones y métodos de prueba, que entró en vigor el día 30 de noviembre de 2001, están obligados a fabricar inodoros de bajo consumo que funcionan con 6 litros por descarga. Actualmente, son 23 las empresas que cuentan con el certificado de cumplimiento con esta norma, 80 % de la producción nacional. Con el mismo propósito de usar racionalmente el agua, la Comisión Nacional del Agua emitió el 25 de julio de 1997, la Norma Oficial Mexicana NOM-005-CNA-1996 que establece las especificaciones y métodos de prueba para los fluxómetros, mediante la cual se obliga a los fabricantes a producir dispositivos con descargas unitarias de sólo 6 litros en el caso de inodoros y de 3 en el caso de los mingitorios. A la fecha, son dos las empresas que cuentan con certificado de cumplimiento de sus productos. Además, con el propósito de evitar las fugas en el tanque de los inodoros, se expidió la Norma Oficial Mexicana, NOM-010- CNA-2000, Válvula de admisión y válvula de descarga para tanque de inodoro-especificaciones y métodos de prueba, misma que se publicó el 2 de septiembre de 2003 en el Diario Oficial de la Federación y entrará en vigor el 29 de febrero de 2004. Como ya se mencionó, el segundo dispositivo demandante de agua dentro de una casa habitación son las regaderas, sobre el particular el día 22 de diciembre de 2001 se publicó la Norma Oficial Mexicana NOM-008-CNA-1999 que establece las especificaciones y métodos de prueba de regaderas empleadas en el aseo corporal; conforme a ésta, se deben producir regaderas con un caudal máximo de 10 litros por minuto con objeto de reducir al máximo posible el consumo del agua pero sin perder confort. Son 8 las empresas que cuentan con certificado de cumplimiento de esta norma.
La reducción del consumo de agua en las llaves de lavabos y fregaderos se logra mediante la instalación de aereadores para dispersar el chorro, lo que incrementa el área de cobertura y la eficiencia de lavado, con lo que se puede reducir el flujo hasta en un 6%. Otra alternativa que se ha experimentado y que brinda excelentes resultados, es la colocación de válvulas o sensores que hacen que salga agua sólo cuando se colocan las manos bajo ellos. En un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, se encontró que en una llave de lavabo con sensor se descarga 1,5 litros por minuto a una presión de 0.2 kg/cm 2 y 5.9 a una presión de 2,5 kg/cm 2. Los ahorros en las lavadoras se logran poniendo cargas adecuadas de ropa, usando los niveles de agua necesarios para una correcta operación o con lavadoras que usan menos agua. Existen básicamente dos tipos de lavadoras, las de carga frontal y las de tina, las primeras pueden llegar a utilizar la mitad del agua, un 50% de agua caliente y un 33% del detergente que demandan las segundas. La construcción de lavadoras de ropa eficientes ha logrado ahorros de hasta un 24% del consumo de agua en comparación con las tradicionales. El consumo de una lavadora de platos puede variar entre 49 y 95 litros por día, sin embargo, se han construido modelos eficientes que utilizan entre 36 y 45 litros en el mismo periodo de tiempo. Una recomendación para mejorar su eficiencia es cargarlas a su capacidad de diseño. En cuanto a los usos exteriores, en el riego de jardines se deben aplicar prácticas adecuadas como la hora más apropiada que se recomienda entre las 4 y 8 de la mañana, debido a que durante esas horas la presión en la red es más alta, la dispersión provocada por el viento es baja y las pérdidas por evaporación son despreciables. En el caso de que este horario resulte incómodo se recomienda regar de las 8 a las 12 de la noche. La cantidad de agua aplicada varía de
acuerdo al clima. Se recomienda que la profundidad mojada durante el periodo de riego sea de 15 cm. En las áreas con pendientes pronunciadas, no se debe aplicar una cantidad de agua mayor que aquella que pueda ser absorbida por el suelo. Una forma de reducir la evaporación del suelo es cubriéndolo con tierra de hoja o plástico sobre la superficie. Igualmente importante es eliminar malezas, que compiten con las plantas por el agua, los nutrientes y la luz solar. Por otra parte las plantas que consumen más eficientemente el agua en una región son las nativas. La combinación de éstas con rocas y grava pueden dar una apariencia atractiva y consumir muy poca agua. Una tendencia reciente es el uso de xerófitas (cactus, nopales, etc.) como plantas de ornato. Uno de los mayores desperdicios del agua es el lavado de automóviles por medio de la manguera; se recomienda hacerlo con una cubeta y una jerga. En el caso de las albercas, se recomienda no cambiar el agua por más verde o turbia que esté, sino clarificarla mediante el uso de un equipo portátil y productos químicos apropiados. Los factores que producen desperdicio en las piscinas son la filtración y la evaporación. Para reducir pérdidas por estas causas, se recomienda revisar el estado de paredes y el fondo de las albercas, así como utilizar cubiertas que eviten la evaporación. Es importante mencionar que la mayoría de los dispositivos antes citados, sean exteriores o interiores, aumentan su descarga en relación directa con la presión. En aquellos lugares en donde ésta sea alta, se recomienda utilizar válvulas reductoras de presión, con ellas se logran reducciones en el consumo de agua de hasta un 10%. CONCLUSIONES
En la mayoría de los centros urbanos del país el establecimiento de un programa para el uso eficiente del agua no es una opción más, es la única y el primer paso es la medición, el control de los volúmenes entregados y el cobro real y justo del servicio, en proporción al uso del agua y que paguen más quienes más la usan. Es tiempo de tomar las medidas necesarias para recircular y reutilizar el agua. Por supuesto, el uso eficiente del agua no podrá lograrse sin el apoyo decidido y comprometido de la sociedad en su conjunto. El agua constituye un recurso estratégico para el desarrollo sostenible del país y, en consecuencia, su manejo y conservación en cantidad y calidad constituyen un asunto de seguridad nacional. En efecto, es necesario que el conocimiento, percepción y actitud en lo que se refiere a nuestra relación con el agua, sean tales que, reconociendo las diferencias regionales y locales, tengan como elementos comunes: la convicción de que el agua es un bien escaso cuyo uso es necesario racionalizar; la conciencia de que eventualmente el agua representa un riesgo; la motivación necesaria de todos los actores sociales para contribuir a la solución de la problemática, en todo lo que esté a su alcance; el conocimiento de cada actor de la forma específica en la que deberá darse su participación, asumiendo la responsabilidad correspondiente; y, desde luego, el convencimiento de que la conservación del agua y su utilización sustentable está íntimamente ligada con la de otros recursos naturales.