COYUNTURA: EL COSTO DE OPORTUNIDAD DE LA GASOLINA EN EL MERCADO VENEZOLANO INTRODUCCION Prof. Osmel Ramos Analizar la economía venezolana obliga a hacer referencia a nuestra industria de los hidrocarburos; y tal continua siendo la importancia de esta, que cualquier salida a la crisis socioeconómica pasa en la actualidad por políticas o medidas que involucran a la industria petrolera nacional, tales son los casos de la apertura petrolera y del aumento del precio de la gasolina. Por el impacto social de esta ultima medida, por las diferentes opiniones que han surgido al respecto y por una intención pedagógica, resulta conveniente e interesante intentar un análisis, lo mas desprejuiciado posible, sobre el tema del aumento de precios de la gasolina, especialmente por el énfasis puesto por organismos como el F.M.I. o voceros oficiales y de P.D.V S.A., tal, que pareciere que de la crisis se sale obligatoriamente a través del aumento de este combustible. Argumentaciones variadas se han esgrimido a favor y en contra de esta medida, destacándose últimamente la posición de justificar el incremento de precio de la gasolina como instrumento para llenar el "bache fiscal" y, por ende, abatir a la inflación, para lo que proponen tomar como referencia el costo de oportunidad de este producto derivado del petróleo, lo que parece ser un intento de ocultar una posición que, al igual que en los países desarrollados, entiende a la gasolina como un instrumento de captación de ingresos fiscales, lo que en gran medida implica desdibujar el carácter de bien económico de la gasolina cuyo precio se debe formar en el mercado. Entonces, intentemos analizar la consistencia, la factibilidad y la conveniencia de hablar de un precio de la gasolina en el mercado interno relacionado con el costo de oportunidad. GASOLINA A COSTO DE OPORTUNIDAD La venta de gasolina en el mercado interno a precios internacionales, se ha argumentado errónea o inconsistentemente, unas veces por ignorancia en el tema, en otras oportunidades por la influencia de intereses circunstanciales, siendo sus principales representantes voceros ligados al mundo de la intelectualidad o a instituciones nacionales e internacionales calificadas come técnicas, académicas o gubernamentales. La objetividad del análisis obliga a precisar la idea contenida en el concepto económico de Costo de Oportunidad, que se refiere al valor de ciertos bienes y servicios cuya posibilidad de obtener o disfrutar se sacrifica a cambio de producir una unidad de un bien determinado (gasolina en nuestro case), siempre bajo la premisa de disponibilidades escasas de los recursos necesarios para producirlos. Pero la sola definición de costo de oportunidad no basta para comprender lo complejo del problema económico planteado, en el que se relacionan variables come el precio de la gasolina, la economía nacional y su vinculación con la de otros países a través del comercio internacional; es necesario entender que el intercambio de productos entre países a través del comercio es
consecuencia de la especialización de cada uno de estos al gozar de ciertas ventajas relativas en comparación con los otros, ventajas derivadas de la posesión de determinadas dotaciones de recursos productivos y de ciertas circunstancias históricas o accidentales, lo que cual hace necesario diferenciar entre costo comparativo y costo absoluto; el primero conduce a relacionar ciertas magnitudes económicas o físicas (bolívares, horas de trabajo, etc.), lo que le da al concepto carácter de relatividad al establecer comparaciones entre dos o mas variables, cada una de las cuales se mide en función de las otras; el costo absoluto es reflejo del costo relativo, y se mide en función de una unidad común, por lo general la unidad monetaria de cada país. A partir de esta base conceptual, es posible comprender el postulado ricardiano implícito en la teoría del comercio internacional según el cual se compra donde los precios y los costos sean menores y se vende donde sean mayores, por lo que no tiene fundamentación sólida ni apego a los principios teóricos y empíricos, las posiciones supuestamente ortodoxas que proponen igualar, por decreto y en el corto plazo, el precio de la gasolina a expender en Venezuela con los existentes en otros países que poseen una producción deficitaria de hidrocarburos, porque precisamente las diferencias de precios come expresión de costos diferentes, son las que justifican el intercambio comercial entre las naciones. Teóricamente, al comercializarse bienes y servicios entre países con estructura de costos y precios relativos diferentes, en el largo plazo los precios de los factores productivos tienden a igualarse cuando en el mercado internacional estar presentes condiciones de competencia perfecta, que los países tengan idénticas funciones de producción lineales y homogéneas, y que exista una oferta de factores de producción respecto a los precios en cada país, condiciones que en el case en análisis son difíciles de conseguir, entre otras, por las razones siguientes: Competencia Perfecta: esto implica, además de muchos oferentes, la ausencia de aranceles y otras trabas al comercio libre. En relación a esta condición puede decirse que la creación de la Organización del Comercio Mundial (O.C.M.) y la adscripción de nuevos países implica el compromiso de remoción de los obstáculos arancelarios y de contingencias a las importaciones, pudiendo ser indicadores de mejores perspectivas para un comercio mas competitivo. Pero paradójicamente, mientras muchos países subdesarrollados han dado claras demostraciones de intenciones para liberar su comercio exterior -quizás de manera muy ingenua-, algunas naciones desarrolladas, en especial U.S.A., crean nuevas formas de proteccionismo con la cubierta fitosanitana y de controles del ambiente, en claro trato discriminatorio hacia las exportaciones agrícolas latinoamericanas o de los hidrocarburos venezolanos, como en los casos de las gasolinas reformuladas y de la orimulsión. Identidad Funciones de Producción, Lineales y Homogéneas: esta condición debe garantizar que ante un mayor use de los factores productivos debe obtenerse también un crecimiento de similar monto del bien producido. El análisis de esta condición merece un tratamiento con algunos detalles, especialmente cuando se tienen en cuenta los cinco factores generales que mas influyen en la definitiva decisión de explotar un yacimiento petrolífero, tales son la cantidad de crudo contenido en este; su calidad, la posibilidad de acceso y transportación del petróleo hasta los puntos de embarque y almacenamiento en las refinerías; las disponibilidad de tecnología convencional para desarrollar las actividades mencionadas, y, par ultimo, los cambiantes factores económicos que van, en definitiva, a determinar la conveniencia o no de explotación o use de los hidrocarburos. Todos estos aspectos obviamente, condicionan a la función de producción de cada yacimiento de un área o de un país, por lo que no se necesita ser experto para concluir en lo difícil que resulta hablar de funciones de producción iguales entre países productores de crudo y
refinadores paras obtener derivados, entre los que sobresale la gasolina; además, debe tenerse en cuenta que por ser el petróleo un recurso natural no renovable, su producción o extracción esta sometida a rendimientos decrecientes. Esto sin entrar en el estudio detallado de las insalvables diferencias en costo y precio de los factores productivos usados en las distintas etapas de la actividad petrolera. Inelasticidad - Precio de la Oferta de factores de Producción: esto implica que no exista especialización entre los países, pues, actuarían con principios oligopólicos o monopólicos, tal como están haciendo los consorcios trasnacionales y los países que controlan a la tecnología computarizada y a la ingeniería y a la química genética. Si a esto añadimos que el mundo real se caracteriza por un dinamismo que provoca continuas modificaciones cuantitativas y cualitativas en los factores en juego y por la presencia de otros elementos que acentúan las diferencias de precios entre los factores productivos, resulta cada vez mas difícil hablar de la existencia de un comercio internacional competitivo, especialmente en situaciones que Sean propicias para los monopolios naturales, aunque se pretenda negar por definición la posibilidad y conveniencia de los mismos. Las consideraciones teóricas y criticas en relación al costo de oportunidad y de las ventajas comparativas entre los países, permiten hacer a1gunas precisiones en relación a los precios internos de la gasolina en comparación con los que prevalecen en los principales mercados internacionales, referencias que facilitan un análisis mas objetivo del planteamiento que justifica aumentar el precio de la gasolina que se consume en el país hasta niveles que compensen el sacrificio de nuestra sociedad por haber dejado de obtener mayores ingresos si dicha gasolina se hubiese vendido en el exterior. Teóricamente tal sacrificio debería ser compensado con mas y mejores servicios públicos y con la creación de condiciones para la reactivación y crecimiento sostenido de nuestra económica, pero dos razones de peso parecen dar fuerza a la posición de quienes no comparten el criterio del precio de la gasolina a costo de oportunidad: la primera tiene que ver con los razonamientos teóricos expuestos anteriormente a través de los cuales se pretende demostrar tas dificultades o imposibilidad para que las condiciones reales del comercio internacional garanticen el cumplimiento en el largo plazo del principio de igualación de precios de los factores productivos, por lo que la especialización petrolera de Venezuela debe justificar y garantizar a los consumidores nacionales menores precios de la gasolina y de los otros hidrocarburos derivados, tal como los japoneses disfrutan de precios menores para sus vehículos compactos o los norteamericanos de computadoras baratas. La otra razón de peso tiene que ver con una realidad venezolana caracterizada por estructuras económicas, política, cultural, legal e 1deologica heredadas de culturas extranjeras y circunstancias históricas, dando como resultado un Estado ineficiente, un sector empresarial poco creativo y muy conservador, una clase trabajadora poco capacitada y de sumisa actitud, una dirigencia política con poca preparación y sin muchos principios éticos que les sirva de guía y además, un sistema judicial de poca credibilidad e independencia. Todo esto conforma un escenario que, al menos hasta el mediano plazo, prácticamente mega la posibilidad de cambios profundos que garanticen que una mayor cantidad de ingresos administrados por el Estado se transformen en servicios públicos eficientes y en una radical e integral reforma económica e institucional, y de estos expectativas no escapa la utilización que pueda darse a los eventuales ingresos adicionales provenientes de un precio de la gasolina incrementado bajo el criterio analizado, por lo que se afirma que este costo de oportunidad de la gasolina es o tiende a cero en las actuales circunstancias. Ahora bien, al hacerse referencia a la gasolina expedida internamente debe tenerse en cuenta que se trata de un producto cuya calidad no es la mas deseable por la presencia, como mezcla, de
componente como el tetraetilo de plomo o algunos hidrocarburos aromáticos, en proporciones superiores a los niveles aceptados en los principales mercados internacionales, por lo que se dificulta su exportación mientras mantenga tales características cualitativas; seria necesario hacer inversiones adicionales en el mejoramiento de la calidad de la gasolina lo que, indudablemente, redundaría en mayores costos de refinación y, por ende, en urea disminución den costo de oportunidad de exportación. Pero a este nivel den análisis y en respeto de los razonamientos teóricos esbozados anteriormente, cabe la siguiente pregunta: No existe un criterio mas realista para establecer el costo de oportunidad de la gasolina expedida en nuestro país? La respuesta positiva a esta interrogante, conduce a la comparación de la gasolina con los otros derivados del petróleo, en base a los ingresos que obtienen las filiales de P.D.V.S.A. por la venta de cada uno de los mismos en el mercado nacional, e incluso debería hacerse publico el resultado de comparar los precios internos de cada uno de estos productos con los existentes en otros mercados; posiblemente se obtendrían respuestas interesantes, en especial en el caso de los lubricantes. Y esto debe hacerse si tenemos en cuenta que a través de procesos complementarios de refinación (separación física, conversión y reformación química, etc.), las proporciones de productos obtenidos del procesamiento de un barril de petróleo (recurso escaso) pueden modificarse atendiendo a las cambiantes exigencias del mercado, por lo que los beneficios obtenidos de cada barril de crudo procesado tenderán a cambiar muy lentamente en el mediano y largo plazo. Todo lo anterior permite afirmar que el costo real de la gasolina no viene determinado por lo que P.D.V.S.A. deja de percibir al venderla en el mercado interno a un precio mas bajo. El costo de oportunidad vendría a ser el valor de la producción sacrificada de los otros derivados (aceites, nafta, kerosene, diesel, gas licuado den petróleo, etc.) si P.D.VS.A. decidiese obtener solamente gasolina como derivados. CONCLUSIONES Los planteamientos hechos con la intención pedagógica de hacer algún aporte al debate sobre un tema tan sensible para los venezolanos como lo es el aumento den precio de la gasolina, deben ser complementados en tres aspectos: los efectos de la revalorización del dólar frente al bolívar; la posición den Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto al referido aumento y lo inevitable de un incremento de precio de la gasolina. En relación a la ultima devaluación oficial del bolívar, llama la atención el razonamiento de algunos voceros den Estado y, supuestamente, de representantes den F.M.I., cuando plantean un juste inmediato den precio de la gasolina proporcional a la devaluación de nuestro signo monetario, independiente den aumento hasta ahora analizado. Este planteamiento pretende o parece ignorar un aspecto teórico básico según el cual son los costos comparativos y no los absolutos los que prevalecen en términos de ventas comparativas entre países que comercian entre si, y que en el caso de los mercados de los países industrializados, existen políticas oficiales de ajustes fiscales en los precios de este combustible automotor a nivel del consumidor para evitar un mayor consumo en casos de abaratamiento del mismo, por lo que el menor precio relativo de nuestras exportaciones de hidrocarburos causado par la devaluación monetaria no tiene el mismo efecto que en otras exportaciones, amen de existir limitaciones convenidas en la producción de petróleo par las cuotas establecidas par la OPEP; este comentario no pierde validez incluso en el caso de relación comercial entre países con diferentes unidades monetarias y que utilizan un tipo de cambia donde se refleja la relación entre las distintas unidades monetarias, coma en nuestro caso.
En cuanto a la posición intransigente del FMI al exigir incrementar el precio de la gasolina a niveles prevalecientes en países desarrollados con una situación de déficit en la producción de hidrocarburos, resultas interesante el punto de vista sustentado por el Economista y Profesor Pedro Conde Regardiz, quien sostiene que "En realidad lo que desea el FMI y los países que los controlan es igualar el precio de todas las materias primas para que la ventaja comparativa se fundamente en la mano de obra barata y en la tecnología que ellos monopolizan. Hacer que nuestra función de producción, típica de la especial dotación de recursos naturales y de la situación geoestratégica, dependa de la tecnología importada, es en parte eliminar las posibilidades de verla en la producción de manufactures" (El Nacional, 27-02-96; Cuerpo A-4). Finalmente, en cuanto al aumento de precio de la gasolina debemos estar conscientes que es inevitable un ajuste periódico, par el encarecimiento que sufren otros bienes y servicios en esta economía inflacionaria; pero en el caso concreto de un país coma el nuestro, caracterizado por una extremada dependencia del sistema de transporte automotor, con un sistema de transporte publico de pasajeros sumamente ineficiente y muy poco diversificado, y par una estructura de distribución del ingreso nacional muy regresiva y desigual, es indudable que la demanda de gasolina se comportó en forma casi totalmente inelástica en relación a variaciones del precio, par lo que cualquier encarecimiento del producto es traslado directamente a las consumidores y de estos al resto de la economía, creándose una especie de ola inflacionaria que actúa deprimiendo son mas la demanda agregada interna, hacienda mas difícil la reactivación del aparato econó1nico del país. Por estas razones tomar coma referencia para elevar el precio interno de la gasolina su igualación con los existentes en mercados internacionales que no gozan de la ventaja comparativa de poseer petróleo y ante una situación nacional de un costa de oportunidad de exportación de la gasolina que consumimos que es o tiende a cero par las razones explicadas anteriormente, ese aumento brusco de precio comporta un alto costo político y social difícil de calcular, tanto mas si se tiene en cuenta que buena parte de los ingresos percibidos por la venta de gasolina mas cara irán a parar al exterior coma pago de la deuda externa, no causando ningún efecto multiplicador inmediato en nuestra economía, y aunque a algunos pensadores tecnócratas no les resulta importante tomar en cuenta esta variable, la dura realidad y otras concepciones de la economía recomiendan tomarla en consideración a la hora de aplicar cualquier estrategia que involucre a personas. BIBLIOGRAFIA CONDE R., Pedro; La Gasolina y el F.M.I.; El Nacional, Cuerpo A-4; 27-12-95. El Costo de la Gasolina; El Nacional, Cuerpo A-4; 08-01-96. El Precio de la Gasolina; El Nacional, Cuerpo A-5, 29-01-96. Costa de Oportunidad debe Regir en el Incremento de la Gasolina; El Nacional, Cuerpo E-1; 24-01-96. PETROLEOS DE VENEZUELA, S.A. Informe Anual 1994; 1995. SAMUELSO/NORDHAUS; Economía; Mc Graw-Hill; 1988. TORO h., José; Fundamentos de Teoría Económica; Editorial Panapo;1993. TORRES G., Ricardo; Teoría del Comercio Internacional; Siglo Veintiuno, 1980.