1 Rev biomed 1997; 8:1-8. Relación entre la tensión arterial, el peso corporal y la estatura en un grupo de niños de Yucatán. Heriberto Arcila-Herrera 1, Ricardo Alcalá-Guerrero 2, Landy Montero-Cervantes 1, María F. González- Franco 1. 1 Laboratorio de Fisiología, Centro de Investigaciones Regionales "Dr. Hideyo Noguchi", Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán, México. 2 Enfermería Naval de Progreso, Yucatán, México. RESUMEN. Introducción. La posibilidad de que la enfermedad hipertensiva se inicie desde la niñez, obliga a intentar detectar a este proceso desde entonces. Por lo anterior, es una necesidad la de tener el mosaico nacional de los valores normales de la tensión arterial en niños. Material y Métodos. En este trabajo aportamos los valores obtenidos en un grupo de 2,780 niños yucatecos entre los 6 y 16 años de edad, de uno y otro sexo, que habitan en la costa del estado de Yucatán. Resultados. Encontramos que el peso fue el mismo para uno y otro sexo, aumentando en ambos con respecto a la edad. Lo mismo sucedió con la estatura, salvo que de los 13 a los 16 años la de los hombres fue mayor. Las tensiones arteriales aumentaron discretamente en función de la edad, aunque la sistólica fue mayor en los hombres a partir de los 14 años. El peso mostró un mayor coeficiente de correlación con las variaciones de ambas tensiones, le siguió en significación el índice ponderal. Los intervalos de confianza fueron del 95% para los coeficientes de correlación poblacionales (r) de Pearson entre las variables peso, estatura, índice ponderal, índice de ponderosidad e índice de masa corporal y ambas tensiones arteriales. Discusión. Al comparar nuestros resultados con otros nacionales, encontramos que nuestras cifras tensionales siempre fueron menores. También encontramos diferencias al comparar entre sí a los otros trabajos. Esta discordancia puede ser real o puede ser debida a que se usaron diferentes procedimientos y técnicas en los estudios. Palabras clave: Tensión arterial, niños, peso, estatura. Solicitud de Sobretiros: Dr. Heriberto Arcila-Herrera. Calle 59-A No. 552, C.P. 97000, Mérida, Yucatán, México. Recibido el 30/Julio/1996. Aceptado para publicación el 8/Noviembre/1996. Vo. 8/No. 1/Enero-Marzo, 1997
2 H Arcila-Herrera, R Alcalá-Guerrero, L Montero-Cervantes, MF González-Franco. SUMMARY. Relationship between blood pressure, body weight and heigth in a group of children in Yucatan. Introduction. The possibility that hyppertensive disease begins in childhood required the detection of this pathological condition in children. For this reason it's necessary to determine the national norms of blood pressure values in children. Material and Methods. We studied a group of 2,780 children of both sexes between 6 and 16 years old who lived along the coast in the state of Yucatan, Mexico. Results. We found that weight was the same for both sexes, increasing in both with age. The same was true for heigth, except that for 13 to 16 age group the increcise was greater for the boys. Blood pressure increased slightly along with the age although the sistolic was higer in boys 14 years old and up. Weight showed a greater correlation coefficient with variation in both blood pressures. Discussion. On comparing our results with those of other national ones, we found that our blood pressure figures were always lower. We also found differences when comparing the other studies with each other. This discordances could be real or it could be due to the use of different procedures and thechniques in the studies. Key words: Blood pressure, children, weight, height. INTRODUCCION. La hipertensión arterial es un problema de salud pública y su detección temprana ayuda a modular su curso clínico y así poder evitar que sus complicaciones sean precoces y severas. Por otro lado, el avance paradigmático de los mecanismos etiopatogénicos de la hipertensión arterial, ha abierto avenidas de conocimiento que si bien no han podido quitarle lo de "esencial", sí nos sirven para detectar en cada paciente, en particular, el o los mecanismos que pudieran ser Revista Biomédica determinantes. La posibilidad de que el proceso hipertensivo se inicie desde la niñez y tienda a persistir hasta la edad adulta (1-3), obliga a detectar a este proceso desde la infancia. Con esta visión ampliada, y de manera rutinaria, se podrá tener el contexto integral en el que se inicia la hipertensión arterial y podremos entenderla mejor. Por lo anterior, es una necesidad nacional, frecuentemente manifestada, la de tener constantes biológicas propias que nos pudiera servir de referencia en nuestros pacientes. Sería de mucha utilidad el que en un futuro mediato tuviéramos el mosaico nacional, por regiones, de los valores normales de la tensión arterial en niños. Colaborando con esta idea aportamos, en este trabajo, los valores obtenidos en un grupo de niños yucatecos, de uno y otro sexo, que habitan en la costa. PERSONAS Y METODOS. Se estudiaron 2,780 niños entre 6 y 16 años de edad, 1,316 del sexo femenino y 1,464 del sexo masculino, alumnos de tres escuelas primarias de la Ciudad y Puerto de Progreso de Castro, Yucatán. La Ciudad de Progreso de Castro se encuentra situada en la costa norte del Estado de Yucatán, a 36 km de la Ciudad de Mérida y su altitud con respecto al mar varía de 0 a 2 metros. Cuenta con una población total de 34,512 habitantes de la que el 48% corresponde a menores de 20 años. El universo estudiado por nosotros representa el 64.48% de los escolares, ya que la población de educación básica era de 6,123 niños. Se estudiaron a los alumnos de las tres mayores escuelas primarias de la localidad y fueron estudiados consecutivamente. Los niños fueron estudiados en la Enfermería Naval de Progreso a partir de las 8:00 horas y durante períodos de 2 a 3 horas, cada día. La tensión arterial fue registrada por dos médicos previamente entrenados. En cada caso se utilizó un esfigmomanómetro de mercurio cuyo
3 Tensión arterial en niños. manguito tenía un ancho de 2/3 del perímetro del brazo de los niños. Se hizo una primera lectura palpatoria y 3 auscultatorias, siendo la última de éstas la que se utilizó. La lectura de la tensión arterial sistólica se obtuvo mediante el primer ruido de Korotkoff (K-1), en tanto que la desaparición de los ruidos (k-5) fue el registro de la tensión arterial diastólica. La cifra siempre se redondeó a 2 mmhg. La estatura se midió ajustándola al centímetro más cercano y el peso se registró en una balanza, calibrada cada día, ajustando la lectura al kilogramo más cercano. Se estudió la correlación que pudiera existir entre el peso (kg), la estatura (m); el índice ponderal, cociente obtenido al dividir el peso en kilogramos entre la estatura en metros (kg/m); el índice de ponderosidad, logaritmo del cociente obtenido al dividir el peso en kilogramos entre la estatua en metros al cubo (log. kg/m 3 ) y el índice de masa corporal, cociente obtenido al dividir el peso en kilogramos entre la estatura en metros al cuadrado (kg/m 2 ) y las tensiones arteriales sistólica y diastólica (4-6). Para conocer la existencia o no de la relación entre las variables estudiadas (peso,estatura, índice ponderal, índice de ponderosidad e índice de masa corporal) y las tensiones arteriales sistólica y diastólica se utilizó el análisis de correlación. Se utilizó el estadístico t para comprobar si los valores de los coeficientes de correlación (r) de Pearson obtenidos eran significativos o no. Por último, para la construcción de los intervalos de confianza para los valores obtenidos de r, se utilizó la transformación z de Fisher. RESULTADOS. En el cuadro 1 y en las figuras 1 y 2 se presentan los resultados del peso y de la estatura en función de la edad. Nótese que el peso es prácticamente el mismo para uno y otro sexo, aumentando en ambos todo el tiempo con respecto a la edad. Lo mismo sucede con la estatura, salvo que de los 13 a los 16 años la de los hombres presenta una tendencia mayor con respecto a la de las mujeres. En el cuadro 2 y en la figura 3 se presentan las variaciones de las tensiones arteriales, sistólica y diastólica, en función de la edad. Puede Cuadro 1 Se muestra el valor medio y la desviación estándar del peso y la estatura (Estat.), de los niños, de acuerdo al sexo y edad. Masculino Femenino Años n Peso Estat. n Peso Estat. (kg) (m) (kg) (m) 6 132 21.33 ± 3.92 1.14 ± 0.07 126 20.22 ± 3.34 1.12 ± 0.06 7 152 23.09 ± 5.58 1.18 ± 0.05 142 22.36 ± 3.91 1.17 ± 0.05 8 148 30.34 ± 8.68 1.29 ± 0.11 106 25.14 ± 5.69 1.22 ± 0.06 9 160 29.74 ± 8.14 1.28 ± 0.07 110 28.14 ± 6.62 1.26 ± 0.07 10 154 28.81 ± 4.86 1.27 ± 0.04 122 31.39 ± 7.28 1.33 ± 0.08 11 156 35.29 ± 8.69 1.37 ± 0.08 104 37.35 ± 7.93 1.39 ± 0.08 12 132 37.06 ± 7.73 1.40 ± 0.09 130 39.03 ± 7.92 1.42 ± 0.07 13 128 42.15 ± 9.04 1.47 ± 0.09 152 43.53 ± 6.58 1.46 ± 0.06 14 144 46.78 ± 8.15 1.54 ± 0.08 134 46.40 ± 6.92 1.48 ± 0.06 15 104 50.04 ± 7.77 1.57 ± 0.07 120 49.37 ± 8.18 1.49 ± 0.06 16 54 54.44 ± 7.62 1.59 ± 0.05 70 50.54 ± 8.87 1.49 ± 0.05 Vo. 8/No. 1/Enero-Marzo, 1997
4 H Arcila-Herrera, R Alcalá-Guerrero, L Montero-Cervantes, MF González-Franco. Figura 1.- Se muestran las variaciones del peso, en uno y otro sexo, en función de la edad. Figura 2.- Se muestran las variaciones de la talla, en uno y otro sexo, en función de la edad. observarse que el ascenso es lento en uno y en otro sexo para ambas tensiones, con excepción de la tensión arterial sistólica en que a partir de los 14 años presenta una tendencia mayor en los hombres. En el cuadro 3 se presentan los valores obtenidos del coeficiente de correlación muestral (r) de Pearson, del estadístico t y de la significación (p) entre las variables peso, estatura, índice ponderal, índice de ponderosidad e índice de masa corporal y las tensiones arteriales sistólica y diastólica. Nótese que el peso presentó la correlación más significativa con ambas tensiones arteriales en uno y otro sexo que las otras Cuadro 2 Se muestra el valor medio y la desviación estándar de la Tensión Arterial Sistólica (TAS) y de la Tensión Arterial Diastólica (TAD) de los niños, de acuerdo al sexo y edad. Masculino Femenino Años n TAS TAD. n TAS TAD (mmhg) (mmhg) (mmhg) (mmhg) 6 132 84.64 ± 12.79 50.92 ± 12.58 126 82.29 ± 10.26 43.49 ± 12.75 7 152 78.80 ± 11.35 43.25 ± 9.77 142 79.16 ± 8.10 41.31 ± 8.87 8 148 82.46 ± 10.23 45.03 ± 12.54 106 83.43 ± 9.93 44.89 ± 9.03 9 160 81.03 ± 13.35 44.39 ± 11.08 110 83.60 ± 10.58 46.24 ± 9.62 10 154 80.56 ± 9.61 44.58 ± 9.04 122 86.87 ± 10.07 47.71 ± 9.72 11 156 86.80 ± 12.57 50.21 ± 10.81 104 89.65 ± 11.23 49.92 ± 12.06 12 132 90.30 ± 12.20 49.85 ± 12.24 130 93.42 ± 12.02 53.02 ± 10.71 13 128 93.53 ± 13.27 50.53 ± 8.04 152 92.15 ± 10.91 54.50 ± 7.70 14 144 99.81 ± 12.90 55.82 ± 8.56 134 94.29 ± 10.74 55.61 ± 8.82 15 104 101.71 ± 13.48 58.96 ± 8.35 120 96.83 ± 10.60 56.33 ± 7.83 16 54 108.00 ± 13.53 62.48 ± 8.18 70 96.51 ± 10.53 57.26 ± 9.26 Revista Biomédica
5 Tensión arterial en niños. ponderosidad e índice de masa corporal y las tensiones arteriales sistólica y diastólica. Figura 3.- Se muestran las variaciones de las Tensiones Arteriales (T.A.), sistólica y diastólica, en uno y otro sexo, en función de la edad. variables. Le siguió en significación el índice ponderal. En el cuadro 4 se presentan los intervalos de confianza del 95% para los coeficientes de correlación poblacionales(r) de Pearson entre la variables peso, estatura, índice ponderal, índice de DISCUSION. La detección temprana de los riesgos cardiovasculares es determinante para entender las cardiopatías y vasculopatías del adulto. Es bien conocido que en diversos grupos étnicos los riesgos cardiovasculares se incuban desde la infancia (7,8). El estudio comparativo de los factores de riesgo, en la infancia, contrasta y matiza la fisiopatogenia y el perfil clínico de determinadas patologías. De este conocimiento se pueden derivar no solamente medidas terapéuticas sino, lo más importante, programas de educación para la salud, especialmente en alimentación y deporte. Claro que seguirán teniendo mucha importancia los factores hereditarios, pero si los factores ambientales se modifican de manera contínua en el tiempo, hasta la herencia puede modificarse. La hipertensión arterial es una enfermedad asintomática, su descubrimiento es frecuentemente casual y lo habitual es que se le detecte cuando el padecimiento ya está bien establecido y con complicaciones irreversibles. El planteamiento original Cuadro 3 Se muestran los coeficientes de correlación de Pearson y de significación de las Tensiones Arteriales Sistólica (TAS) y Diastólica (TAD) con el peso, estatura (Estat), Indice Ponderal (I.P.), Indice de Ponderosidad (I. de P.) y el Indice de Masa Corporal (I. de M.C.). Variables Masculino (n=1,464) Femenino (n=1,316) (6-16 años) (6-16 años) Estudiadas TAS TAD TAS TAD r t p r t p r t p r t p Peso 0.62 30.21 <0.05 0.52 23.28 <0.05 0.65 31.01 <0.05 0.51 21.49 <0.05 Estat. 0.56 25.84 <0.05 0.46 19.81 <0.05 0.61 27.91 <0.05 0.45 18.27 <0.05 I. P. 0.60 26.68 <0.05 0.52 23.28 <0.05 0.62 28.64 <0.05 0.50 20.93 <0.05 I. de P. 0.48 20.92 <0.05 0.39 16.19 <0.05 0.53 22.66 <0.05 0.38 14.89 <0.05 I. de M.C. 0.50 22.08 <0.05 0.46 19.81 <0.05 0.49 20.38 <0.05 0.43 17.26 <0.05 r=coeficiente de correlación de Pearson. t=prueba de significación. p=probabilidad. Vo. 8/No. 1/Enero-Marzo, 1997
6 H Arcila-Herrera, R Alcalá-Guerrero, L Montero-Cervantes, MF González-Franco. fue que la hipertensión arterial en la infancia era un proceso raro y siempre secundario. En 1965, Sol Londe planteó la posibilidad de que la hipertensión arterial esencial, en la infancia, era más frecuente de lo conocido hasta entonces (9). Actualmente se considera que el número de niños hipertensos es importante y que la entidad "esencial" se puede identificar desde la infancia (10-11). Zinner nos ha ilustrado sobre la agregación familiar del proceso hipertensivo (12). Esto abre la posibilidad de considerar a la hipertensión arterial como un contínuo que se inicia desde la infancia hasta el proceso ya establecido en el adulto con todo su cortejo de complicaciones (13-16). Posiblemente un puente entre el proceso hipertensivo de la infancia y el cuadro pleno del adulto pudiera ser, en algunos casos, la hipertensión arterial lábil (17). El reto es identificar a los niños hipertensos y poder hacer estudios longitudinales en que, sin necesidad de extrapolar, se tenga la evidencia de que la hipertensión arterial es un contínuo. Para esto, necesitamos empezar por conocer nuestros valores normales de tensión arterial en la infancia. Hay dos condiciones que se oponen a esta necesidad: a) la desafortunada falta de costumbre de registrar rutinariamente la tensión arterial en los niños, y b) la limitante de no tener, a nivel nacional, los valores normales de tensión arterial para nuestros menores. La mayor parte de las veces hay que consultar tablas extranjeras. Estamos seguros de que al conformar nuestro propio mosaico nacional encontraremos diferencias. Ya ha sido consignado que la tensión arterial es dependiente del ambiente (18), razas y geografía (4). Nuestros datos son un intento de colaborar en este sentido que ya varios respetados colegas han iniciado a nivel nacional (19-23). Estudiaremos en un futuro mediato niños de las zonas henequeneras, frutícola-ganadera y citadina de nuestro estado para que unidas a los datos de la costa, que ahora presentamos, podamos entonces tener el contexto de lo que sucede en nuestra región. Al comparar nuestros resultados con otros (19-23) encontramos que, como en el nuestro, la tensión arterial siempre aumentó de manera significativa en función de la edad. Moragrega y Serrano, en un estudio realizado en el estado de Guanajuato (21), consignan por trienios sus resultados obtenidos en varones y niñas. Las diferencias con nuestros resultados son mínimas, pero siempre las cifras por ellos consignadas, para ambas tensiones arteriales, son mayores. Nuestras cifras de tensiones arteriales fueron menores a las consignadas en un estudio efectua- Cuadro 4 Se muestran los intervalos de confianza del 95% para los coeficientes de correlación de Pearson de las Tensiones Arteriales Sistólica (TAS) y Diastólica (TAD) con el peso, estatura (Estat.), Indice Ponderal (I.P.) y el Indice de Masa Corporal (I. de M.C.). Variables Masculino (n=1,464) Femenino (n=1,316) (6-16 años) (6-16 años) Estudiadas T.A.S T.A.D. T.A.S. T.A.D. Peso 0.59 r 0.65 0.48 r 0.56 0.62 r 0.68 0.47 r 0.55 Estat. 0.53 r 0.59 0.42 r 0.50 0.58 r 0.64 0.41 r 0.49 I. P. 0.57 r 0.63 0.48 r 0.56 0.59 r 0.65 0.46 r 0.54 I. de P. -0.44 r 0.52-0.35 r 0.43-0.49 r 0.57-0.33 r 0.43 I. de M.C. 0.46 r 0.54 0.42 r 0.50 0.45 r 0.53 0.39 r 0.47 r=coeficiente de correlación de Pearson. Revista Biomédica
7 Tensión arterial en niños. do en la ciudad de México (20). Los autores comparan sus resultados con otro efectuado en la ciudad de México (24), con el de la Task Force (25) y con el de Bagalusa (4) y muestran que sus cifras tensionales sistólicas y diastólicas fueron, a su vez, menores. Al comparar nuestros resultados con los obtenidos en la ciudad de Guadalajara (19), observamos que los tamaños de los grupos estudiados fueron semejantes. Los pesos y las estaturas, comparando grupos en relación a edad y sexo, fueron igualmente similares. Sin embargo, encontramos que las tensiones arteriales siempre fueron mayores en el estudio de Guadalajara. Para una misma edad, los valores medios de las tensiones sistólicas, en varones y niñas, tuvieron una diferencia máxima de 33 y una mínima de 20 mm Hg. Para los valores medios de las tensiones diastólicas, la diferencia máxima fue de 31 y la mínima de 20 mm de Hg. Siempre fueron mayores los valores de los grupos estudiados en Guadalajara. Por todo lo anterior, se puede ver que existe un desconcierto en las cifras tensionales, que puede ser real o puede también ser debido a que se usaron diversos procedimientos y técnicas en la obtención de los resultados. En estas fases iniciales ha sido necesario el acopio de datos para poner en evidencia la necesidad de seguir paralelamente, pero con un mismo protocolo y metodología. El hecho que se haya consignado mayor frecuencia de sobrepeso, diabetes, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia con los niveles altos de la tensión arterial sugiere, de hecho, avenidas fisiopatológicas para explicar los eventos que se desgranan desde la infancia. Se sabe de la resistencia a la insulina e hiperinsulinemia y su relación con el proceso hipertensivo (26). El reconocer y aglutinar racionalmente factores que nos definan a la enfermedad hipertensiva como un todo que se inicia desde la infancia, requiere todavía de mayor trabajo. Correlacionamos la tensión arterial con el peso, la estatura y varios índices derivados de ambos. Todos resultaron estadísticamente significativas. Sin embargo, el peso mostró las cifras mayores de correlación. Moragrega encontro mayor correlación con el índice ponderal. Otros autores encontraron también el peso como la variable más signficativa (27). Por el contrario, Voors (28) encontró que la estatura era más significativa. BIBLIOGRAFIA. 1.- Buck CW. The persistence of elevated blood pressure first observd at age five. J Chronic Dis 1973; 26:101-104. 2.- Zinner SH, Martin LF, Sacks F. A longitudinal study of blood pressure in childhood. Am J Epidemiol 1974; 100:437-441. 3.- Hiat HL, Lemeshow S, Rosenman KD. A longitudinal study of blood pressure in a national survey of children. Am J Pub Health 1982; 172:1285-1289. 4.- Voors AW, Foster TA, Frerichs RA, Berenson GS. Some determinents of blood pressure in children age 5-14 years in a total biracial community. The Bagalusa Heart study. Circ 1976; 54:319-327. 5.- Prineas RJ, Gillum RF, Horibe H, Hannan PJ. The Minneapolis children's blood pressure study. Part 2. Multiple determinants of children's blood pressure, Hypertension 1980; 2(Suppl I): 1-18. 6.- Voors AW, Weber S, Frerichs RR, Berenson GS. Body height and body mass as determinat of basal blood pressure in children: The Bagalusa Heart Study. Am J Epidemiol 1977; 106:101-108. 7.- Laver RM, Connor WG, Leaverton PS. Coronary heart desease risk factors in school children: The Muscatine Study J Pediatr 1975; 86:697-706. 8.- Morrison JA, de Groot Y, Edwards BK. Plasma Cholesterol and triglyceride level in 6,775 school children ages 6-17. Metabolism. 1977; 26:1199-1211. 9.- Londe S. Blood pressure in childrens as determined under office conditions. Clin Pediatr (Phila.) 1966; 5:71-76. 10.- Katcher AL. Hypertension in adolescent children. Med Clin Nort Am 1964; 49:1467-1469. Vo. 8/No. 1/Enero-Marzo, 1997
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