Fondo Hispánico de Lingüística y Filología 19 Guaraní aquí. Jopara allá Reflexiones sobre la (socio)lingüística paraguaya Bearbeitet von Hedy Penner 1. Auflage 2014. Taschenbuch. 233 S. Paperback ISBN 978 3 0343 1579 1 Format (B x L): 15,5 x 22,5 cm Gewicht: 350 g Weitere Fachgebiete > Literatur, Sprache > Angewandte Sprachwissenschaft > Studien zu einzelnen Sprachen & Sprachfamilien schnell und portofrei erhältlich bei Die Online-Fachbuchhandlung beck-shop.de ist spezialisiert auf Fachbücher, insbesondere Recht, Steuern und Wirtschaft. Im Sortiment finden Sie alle Medien (Bücher, Zeitschriften, CDs, ebooks, etc.) aller Verlage. Ergänzt wird das Programm durch Services wie Neuerscheinungsdienst oder Zusammenstellungen von Büchern zu Sonderpreisen. Der Shop führt mehr als 8 Millionen Produkte.
1. Introducción En lo que se denomina jopara 1 se concentra una de las grandes interrogantes de la realidad sociolingüística del Paraguay. En el lenguaje común, este término designa un producto lingüístico o una forma de hablar en la que intervienen de diversas maneras el guaraní y el castellano. Retomado por lingüistas, incluye una diversidad de definiciones lingüísticas y no lingüísticas, que confrontan la teoría lingüística con una serie de implicancias y supuestos que nos proponemos analizar en esta obra. Aunque hoy día el término es relacionado con dos códigos lingüísticos, es el guaraní el que ocupa un lugar privilegiado en esta duplicidad lingüística. Sin embargo, no fue a través de los estudios sobre el guaraní que la cuestión del jopara fue cobrando destaque. Los estudios sobre el guaraní hablado por la población mestiza del Paraguay, denominado también guaraní criollo, guaraní paraguayo o avañe, surgen a inicios del siglo XX y se apoyan en descripciones del guaraní denominado jesuítico, clásico o antiguo. De ahí que mantienen un fuerte vínculo con variedades del guaraní tribal, perpetuando, en cierto modo, una visión estática de la lengua, cuya estructura gramatical fue primeramente descrita por misioneros jesuitas. Aun las gramáticas actuales recuerdan extrañamente a las del siglo XVII, como si el guaraní de una población cada vez más hispanohablante, es decir bilingüe, no hubiera sufrido cambios. La cuestión del jopara entra en escena cuando aparece la necesidad de rescatar la idea de un guaraní puro, sin vestigios hispánicos. Entonces la mirada se desplaza hacia lo que no es propiamente guaraní, sino influencia del español. Recibe atención, en primer lugar, la influencia léxica y fonológica, pero paulatinamente también otros niveles de la lengua, el sintáctico y, finalmente, el gramatical. Pero son pocos los autores que se interesan en los hechos lingüísticos sin emitir un juicio de 1 Optamos por escribir esta palabra con la grafía guaraní, destacando así su origen etimológico, como una manera de poner en tela de juicio la legitimidad que cobra el término con la grafía en castellano, yopará.
valoración. La gran mayoría se empeña en destacar la hibridación de la lengua hablada. Así, no tardó en surgir una denominación para el producto de segunda clase, el guaraní impuro, castellanizado o bastardeado: el jopara. Este calificativo apareció primero como atributo del guaraní, dando lugar al binomio guaraní jopara, pero luego empezó a ser utilizado también como sustantivo. Tales denominaciones para referirse a una forma de hablar mezclada parecen provenir de gramáticos que critican la presencia de palabras castellanas, asimiladas o no, en el guaraní. En la década del sesenta, el uso peyorativo, vigente aún en nuestros días, empieza a ser contrastado por estudiosos de la lengua que lo adoptan como término neutro para un nuevo objeto de estudio: la mezcla de lenguas bajo todas las formas posibles. También en el lenguaje común se hace cada vez más notorio que los hablantes mismos no necesariamente se adhieren al significado connotado. Con el interés creciente en los fenómenos de mezcla lingüística se constata un relegamiento de los estudios sobre el guaraní no interferido, llámese guaraní puro, guaraní clásico, culto o simplemente guaraniete (-ete, auténtico, verdadero ), en lo que hace a su funcionalidad en el Paraguay actual. Nadie parece interrogarse acerca de si existe en boca de hablantes. De hecho, no se cuenta con estudios que demuestren la existencia de hablantes (no indígenas) del guaraniete o de guaranihablantes que en algún momento recurran al guaraniete. Por cierto, de manera positiva tampoco se poseen pruebas de lo contrario. No obstante, no deja de ser llamativo que los hablantes mismos lo vinculen con generaciones pasadas o con alguna variedad guaranítica hablada por indígenas, en la actualidad o en el pasado. Por su parte, los lingüistas suelen destacar en el hecho de que existen textos modernos escritos en guaraniete, sin evaluar su comprensibilidad para guaranihablantes, ni mucho menos su funcionalidad en el ámbito en cuestión. La realidad del guaraniete como variedad culta o estándar aparece entonces como una prerrogativa necesaria para el estudio del jopara mismo. Se admite que el guaraní que se habla no es otra cosa que el jopara, pero se estudia el guaraní limitándose a lo genuinamente guaraní la parte invariable de lo que producen los guaranihablantes, asumiendo que se trata de la lengua, mientras que la mezcla es asumida como habla. Es este contexto el que nos incitó a retomar una serie de artículos publicados en revistas u obras colectivas, con el objetivo de ofrecer un panorama amplio y actualizado sobre esta área de estudio. A partir de la 8
reflexión en torno a la dicotomía guaraní jopara, pero centrándonos en el jopara, analizamos distintos ángulos de esta problemática. Los dos capítulos que siguen ofrecen una introducción a la cuestión del jopara. En la primera parte del segundo capítulo ( 2.1), intentamos una crítica a la evolución que conocieron las visiones o apreciaciones de la situación sociolingüística en el Paraguay. Tras la valoración positiva que se proyectó sobre el guaraní cuando el país empezó a ser considerado como país bilingüe modelo por su alto grado de bilingüismo, aparece ahora una tendencia casi antagónica, que pone en primera plana el monolingüismo en guaraní y se esfuerza en analizar los fenómenos subsumidos bajo jopara como no guaraní, e incluso como lengua mixta. En la segunda parte ( 2.2), abordamos el tema de la génesis del término jopara, su etimología, el posicionamiento de gramáticos al respecto y realizamos una breve incursión en el ámbito de las características definitorias que recibe en la literatura lingüística. El tercer capítulo constituye un análisis crítico de un estudio clásico sobre el bilingüismo, realizado en los años sesenta, en el cual la problemática del llamado jopara tuvo particular incidencia durante la toma de datos. En el cuarto capítulo analizamos la multiplicidad de glotónimos que recibió el guaraní en las últimas décadas, probablemente desde su declaración como lengua oficial, en 1992, y su posterior incorporación como lengua de enseñanza en el sistema de educación formal. Los glotónimos se dan en forma de binomios, recibiendo el guaraní, como primer término, una serie de atributos, en referencia al ámbito de uso o a su falta de pureza. La génesis del término jopara en el pensamiento intelectual se vuelve a abordar en el quinto capítulo, pero de manera más detallada y exhaustiva, analizando un conjunto de enunciados científicos, para mostrar los supuestos respecto al guaraní y la notoria ausencia de análisis lingüístico de fenómenos rotulados con la denominación de jopara. Finalmente, en el último capítulo, nos dedicamos de manera específica a los tratamientos lingüísticos de enunciados mixtos o en jopara, basándonos en dos estudios casi antagónicos en su análisis, a fin de cernir las implicaciones e inferencias sociolingüísticas de enfoques estructurales. El objetivo de este análisis es mostrar la necesidad de incorporar el conocimiento lingüístico del hablante en la teoría lingüística, en particular, en las teorías del contacto de lenguas. Con ceñirse solo a elementos lingüísticos para evaluar si un enunciado es guaraní, jopara o una lengua 9
mixta, la teoría difícilmente podrá sobrepasar el análisis de la gramática tradicional. Es, sin embargo, lo que necesariamente debe hacer si pretende producir nuevas evidencias sobre fenómenos lingüísticos que se inscriben en situación de bilingüismo prolongado y estable como en Paraguay. 10