APRENDIZAJE DE HABILIDADES PSICOLÓGICAS EN LOS JUGADORES DE BALONCESTO Pablo Regodón Domínguez Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte 1. Psicología del deporte. La psicología del deporte no obtiene reconocimiento internacional hasta el Congreso Mundial de Roma, en 1965. A partir de aquí, y durante los años 70, esta disciplina será reconocida también en los ámbitos universitario e institucional. Pero es a finales de la siguiente década, cuando se concede una especial importancia a la preparación psicológica de los deportistas para aumentar su rendimiento en la alta competición. (1) Entre los países donde se ha producido un desarrollo de la psicología deportiva, destacan los siguientes: Estados Unidos, donde se han hechos estudios sobre el aprendizaje motor y los factores que lo facilitan o lo entorpecen. También sobre la personalidad, fundamentalmente rasgos como: la motivación, la agresividad, ansiedad, imagen de sí mismo Italia, donde se han desarrollado estudios sobre los condicionamientos psicológicos de los deportes de conjuntos y la preparación psicológica (2) En la desaparecida Unión Soviética se han llevado a cabo diversos estudios que llevaron a establecer un sistema coherente de preparación psicológica que incluía aspectos como: una metodología para la preparación psicológica de los deportistas, los procedimientos de regulación de los estados precompetitivos y competivos, el liderazgo y la dinámica de los equipos deportivos, etc. Como vemos, los soviéticos, los rusos ahora, han llegado más lejos en psicología del deporte que los occidentales, probablemente impulsados por la necesidad de mostrar una imagen favorable del sistema comunista. Desgraciadamente estos avances se han visto oscurecidos por la sombra del dopaje, muy extendido en estos países, aunque no exclusivo de ellos. En opinión de Valdés (3), el trabajo psicológico se ha aplicado fundamentalmente al deporte de competición, porque éste constituye un espectáculo atractivo para ocupar el tiempo de ocio de las personas y porque es capaz de mover mucho dinero en diversas manifestaciones de mercado como: publicidad, venta de ropa deportiva, etc.
No obstante, en los últimos años, y ligado a la importancia que ha cobrado la actividad física para la salud y para el desarrollo personal, se está investigando también sobre la influencia psicológica en ámbitos alejados del deporte de competición. 2. Aplicación de la psicología deportiva al baloncesto. Mi objeto de estudio en este artículo es el aprendizaje de habilidades psicológicas en los jugadores de baloncesto. Por tanto, me interesa centrarme en la aplicación de la psicología al deporte de competición. Según José María Buceta Cada deporte y cada deportista o grupo de deportistas, tiene unas circunstancias deportivas particulares que deben ser consideradas para poder comprender cuáles son las necesidades psicológicas existentes (4). Esto significa que el trabajo psicológico no se puede generalizar, es decir, no hay recetas comunes para todos los deportes. El objetivo de cualquier deporte de competición es obtener un resultado deportivo concreto, lo cual exige que la preparación del deportista se encamine a que consiga un rendimiento óptimo en el momento adecuado. La psicología puede contribuir a ello. Por ejemplo, un equipo de baloncesto de la ACB aspira a conseguir el mejor resultado en cada partido de liga, con la finalidad de lograr la clasificación deseada al final de la temporada regular. Esto supone que los jugadores, tanto individualmente como en conjunto, rindan al máximo de sus posibilidades, durante el tiempo que dure la liga. Bien distinto sería, por ejemplo, un saltador de altura, cuyo objetivo es obtener una determinada marca personal o una determinada clasificación en alguna competición de la temporada. Las circunstancias deportivas, siguiendo el planteamiento de Buceta, son completamente diferentes en los dos casos que hemos citado y exigirían, en consecuencia, tratamientos psicológicos diferentes. Por ejemplo, la motivación para entrenarse debe ser mayor en el saltador de altura, porque tiene pocas competiciones en su calendario, si lo comparamos con el jugador de baloncesto, que compite uno o dos días por semana. Pero me voy a centrar en dos aspectos del baloncesto: un programa de trabajo en técnicas cognitivas para un equipo y una intervención psicológica concreta aplicada a un jugador. 2.1. Programa de trabajo en técnicas cognitivas para un equipo de baloncesto. (5) Lo que piensen o expresen verbalmente los jugadores con respecto a la competición en la que participan afecta a su rendimiento deportivo sobre la cancha. Los pensamientos positivos refuerzan la autoestima y confianza y los negativos la disminuyen. Por tanto, es necesario que controlen e incluso modifiquen sus pensamientos, para lo cual se elabora un programa de trabajo en técnicas cognitivas. Objetivos. a) Que los jugadores tomen conciencia de la importancia de los pensamientos en su conducta.
b) Que identifiquen sus pensamientos en distintas situaciones deportivas: cuando van perdiendo, cuando fallan un tiro, cuando les roban un balón, etc. c) Que sean capaces de modificar estos pensamientos si son negativos o perjudican a su rendimiento. d) Que sean capaces también de identificar y modificar las distorsiones de pensamiento, después de una competición. Técnicas para cada objetivo y metodología. a) Para que los jugadores tomen conciencia de la influencia de los pensamientos en su conducta deportiva, pueden recordar un partido en el que, por ejemplo, jugaran bien, y recrear los pensamientos que tuvieron antes del partido y durante su desarrollo. b) Para que identifiquen sus pensamientos en distintas situaciones deportivas, se les puede aplicar el cuestionario Feedback de la actuación deportiva, después de los partidos. c) Para modificar los pensamientos negativos, se pueden repasar las situaciones del partido que los ponen en marcha: por ejemplo, después de fallar un tiro en buena posición, pueden aparecer pensamientos inapropiados ( No valgo para nada, otra vez he vuelto a fallar ), que provocan ansiedad en el jugador y perjudican su rendimiento posterior. En estos casos, se les enseña a detener la secuencia de pensamientos negativos, diciéndose a sí mismos basta!, y se les explica que deben utilizar las autoinstrucciones o frases ensayadas previamente para darse ánimo y conseguir así un rendimiento óptimo. Estas autoinstrucciones se pueden utilizar para distintos fines: - Para superar los inconvenientes que pueden surgir en un partido: ir perdiendo, fallar tiros, perder balones - En general, para motivar a los jugadores, sin necesidad de aparezcan los pensamientos negativos. d) Para que identifiquen y modifiquen las distorsiones de pensamiento, después de una competición, en la que se ha perdido o no se ha jugado bien, es útil saber cuáles son las más frecuentes: - La obligación de ser perfectos en todo lo que hacen les lleva a culparse a sí mismos por cualquier fallo que cometan y les baja la autoestima. - El catastrofismo, que suele estar relacionado con la anterior distorsión, y que consiste en pensar que cualquier fallo o derrota es un desastre. - La valía personal está ligada al éxito, cuando también son importantes otros aspectos como: su contribución al juego del equipo y el esfuerzo personal para superarse. - Atribuir la culpa de la derrota a los demás o a uno mismo, cuando la responsabilidad es compartida.
- El pensamiento categórico de todo o nada les lleva a considerar cualquier acontecimiento deportivo como éxito o fracaso, cuando, en la mayor parte de las ocasiones, es necesario relativizar. - Generalizar a partir de unas pocas experiencias. Por ejemplo pensar que porque no se jugaron bien dos partidos en una cancha, ya no se va a jugar nunca bien en ella. Estas distorsiones a las que cabo de referirme pueden afectar al ánimo de los jugadores y se pueden evitar si, después de los partidos, se hace un análisis objetivo, escuchando las opiniones del psicólogo -cuya participación es fundamental-, del entrenador y de los jugadores y contrastándolas con lo sucedido en realidad. 2.2. Intervención psicológica concreta aplicada a un jugador. No se debe olvidar que en baloncesto, como en cualquier deporte individual o de equipo, se entrena a personas, en las que el aspecto psicológico desempeña un papel fundamental. La disciplina encargada de estudiar los procesos psíquicos y la conducta del deportista es la Psicología del Deporte, que tiene como finalidad conseguir que éste logre un rendimiento óptimo, expresando todo el potencial físico, técnico y táctico adquiriros en el entrenamiento. Siguiendo el proceso descrito por Luis Moral (6), voy a distinguir cuatro fases: contexto de aplicación, objetivos prioritarios, técnicas de intervención y evaluación. Contexto de aplicación. Un jugador, que llamaremos P, tiene dificultades para capturar rebotes tanto en defensa como en ataque, frente al jugador que se empareja con él, a causa de una deficiente atención externa e interna. Objetivos prioritarios. Nos trazamos unos objetivos prioritarios que debe alcanzar el jugador, para mejorar su rendimiento en esa faceta del juego. Deben ser pocos para evitar una sobrecarga de su atención y orientados, no tanto a la consecución de un número determinado de rebotes, como.a las acciones que hay que realizar para que la cifra de éstos sea lo más elevada posible. El jugador debe centrar su atención en estos objetivos que se clasifican en tres apartados, las tres facetas en las que desarrolla su juego: ataque, defensa y otros. Estos últimos pueden favorecer o perjudicar el rendimiento del jugador y están relacionados con las actitudes que debe adoptar en el calentamiento, antes de salir a jugar y durante el partido. A cada objetivo prioritario le corresponde un plan de enfoque determinado; pero, como el jugador no juega solo, sino contra otro equipo pueden surgir dificultades que le impidan realizar este plan o se interfieran en él. Previendo estas dificultades se elabora un plan de reenfoque que le permitan al jugador superarlas con éxito. CONCEPTO ATAQUE DEFENSA OTROS Obstaculizar las Anticiparse, en cada aproximaciones a Concentrarse en el OBJETIVOS posibilidad de tiro de canasta de su calentamiento, en los PRIORITARIOS su equipo a su atacante sin balón. ejercicios de tiro y de defensor para Anticiparse al tiro del 1x1, anticipando ganarle la posición. equipo rival trayectoria de balón,
situándose en posición de ventaja en el rebote yendo contra su atacante e impidiéndole que modifique su trayectoria hacia la canasta. movimientos de pies. Comenzar el partido con la activación máxima. PLAN DE ENFOQUE Estar atento a la posición de tiro exterior de sus compañeros. Utilizar medidas de distracción (fintas, amagos ) para obtener una posición de ventaja sobre su defensor. No saltar con precipitación en los movimientos de aproximación de su atacante. Cerrarse en la zona de la línea de tiros libres, observando la intención de su par. Regular el nivel de activación, previo a las primeras ocasiones en que tiene que poner juego su actividad reboteadora y al final de los cuartos. DIFICULTADES QUE PUEDEN SURGIR Una defensa muy agresiva que le impida hacer los movimientos de distracción o anticipación para ganarle la posición al defensor. La mayor corpulencia de su defensor. La mayor corpulencia de su atacante le impide ganarle la posición. Que su atacante le desborde en velocidad alejándose de él Que no salga en el quinteto titular. PLANES DE REENFOQUE Provocar el movimiento constante de su defensor para entorpecer su atención sobre él. Desbordar en carrera al defensor corpulento, alejándose de él en el momento del tiro Mantener la calma y forzar las faltas en ataque de su defensor. Estar más activo y atento al inicio de los movimientos de su atacante. Observar desde el banquillo los movimientos de ataque y defensa de sus posibles emparejamientos para facilitar la materialización de sus objetivos prioritarios Técnicas de intervención Práctica en imaginación y práctica real. Para superar sus dificultades en la captura de rebotes, el jugador P debe prepararse practicando con la imaginación, es decir, visualizando mentalmente los planes de enfoque ligados a los objetivos prioritarios (ver cuadro), en situaciones concretas. La repetición mental de esta secuencia le ayudará a actuar del modo deseado cuando, durante el desarrollo de un partido, se presenten dichas situaciones. La práctica en imaginación primero la hará frente a su par, después puede imaginarse una situación de 2x2 e ir incrementando el número de jugadores implicados hasta llegar al 5x5. Para que sea más eficaz, puede completar esta práctica en imaginación con la práctica real, durante los entrenamientos.
Mecanismos de autocontrol. El jugador P debe saber cuáles son las situaciones de mayor riesgo, en las que su atención disminuye y eso repercute negativamente en su rendimiento deportivo impidiéndole capturar rebotes. Una práctica interesante es ver un vídeo para que él mismo las reconozca y reconozca también las señales que las anticipan. Así, observándose a sí mismo y analizando el problema puede sentar las bases para superarlo. Las autoinstrucciones o frases de ánimo, a las que me refería en páginas anteriores para superar los pensamientos negativos, también pueden servirle al jugador P, tanto en entrenamientos como en partidos. Evaluación. La finalidad de esta evaluación es comprobar si se han conseguido los objetivos que nos trazamos. La observación directa de la conducta del deportista nos suministra datos importantes en este sentido. También en el mismo cuadro de los objetivos prioritarios se pueden ir anotando los fallos cometidos en los distintos apartados por el jugador P (objetivos, plan de enfoque y otros), lo que permitirá hacer una evaluación continua, una reflexión permanente sobre lo que debería haber hecho y lo que ha hecho. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS (1) RIERA, J. Y CRUZ J (1991). Psicología del deporte: aplicaciones y perspectivas (pp. 9-11). Barcelona. Ediciones Martínez Roca, S.A. (2) VALDÉS, H (1996). La preparación psicológica del deportista. Mente y rendimiento humano (p. 15). Zaragoza. Inde Publicaciones. (3) VALDÉS, H (1996). La preparación psicológica del deportista. Mente y rendimiento humano (p. 18). Zaragoza. Inde Publicaciones. (4) BUCETA, J. Cuestiones actuales en la aplicación de la psicología al deporte de competición. http://palestraweb.com/zona_libre/publicaciones/publicacionesdivulgativas3.p df (5) GONZALO, J. (1998). Un programa de trabajo en técnicas cognitivas para deportistas de equipo. San Sebastián. Revista Electrónica de Psicología. Vol. 2, Nº 2. (6) MORAL, L (2003). Intervención psicológica del entrenador en los deportes de equipo. Un ejemplo aplicado al baloncesto. Revista Digital Educación y Futuro. 30 de enero de 2003. http://www.cesdonbosco.com/revista/profesores/febrero_03/interpsico.pdf.