Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe Latin American and Caribbean Economic System Sistema Econômico Latino-Americano e do Caribe Système Economique Latinoaméricain et Caribéen Palabras del Secretario Permanente del SELA, Embajador José Rivera Banuet, en la XXXVII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (MERCOSUR) Secretaría Permanente del SELA Asunción, Paraguay 23 de julio de 2009
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Palabras del Secretario Permanente del SELA en la XXXVII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (MERCOSUR) 1 Agradezco la muy apreciable invitación formulada a la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) para participar en la presente reunión. Los efectos de la crisis financiera y económica global han sido severos en extremo para América Latina y el Caribe. Las más recientes estimaciones señalan un crecimiento promedio para nuestra región en el 2009, de menos 2 por ciento. Los impactos sociales son igualmente severos y este año la región será más pobre y más desigual. Alientan los pronósticos sobre el inicio de una posible recuperación económica mundial en el 2010, dejando atrás los síntomas más graves de la crisis y vislumbrándose el reinicio de algún crecimiento en el próximo año. Sin embargo, el balance de lo sucedido y el saldo para la región significan retroceso y pérdida. Se reconoció que habría que impulsar medidas en tres dimensiones por parte de los países de América Latina y el Caribe como respuesta a la crisis, abarcando lo global, lo regional y lo doméstico. A nivel global, hay un consenso en la necesidad de encontrar respuestas asociadas a una nueva arquitectura financiera internacional que incluya la adopción de mecanismos eficientes de regulación y disciplinas transparentes de gobernabilidad para el sistema financiero mundial. En el ámbito doméstico, se impulsaron por parte de los Estados medidas, más o menos compartidas, abarcando las políticas monetaria, financiera, fiscal, cambiaria y de comercio exterior; las políticas sectoriales con énfasis en la infraestructura y apoyo a las PYMES; y, la política laboral y social. A nivel regional se reconoció la necesidad y se hicieron pronunciamientos al más alto nivel político recomendando una mayor cooperación y más y mejor integración. El balance del estado de la integración regional antes de la crisis global a nadie satisfacía. Hay una amplia distancia entre lo avanzado y las expectativas de este proceso. En medio de la crisis no ha habido acciones que marquen un nuevo rumbo, a excepción de esfuerzos logrados en el contexto de iniciativas de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), avances en materia de pagos relacionados con el comercio y un reconocimiento de la dimensión social del proceso; y, ante una eventual recuperación, es posible que la región se encuentre, si no disminuida, prácticamente igual en materia de integración que como estaba antes de este episodio. La afirmación de que crisis es oportunidad no ha correspondido a las acciones requeridas para marcar una nueva pauta en el camino de la integración regional, precisamente en vísperas de cumplirse 50 años de haberse suscrito el primer Tratado de
Secretaría Permanente Relaciones Intrarregionales 2 Montevideo, que diera origen a la entonces Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC). Las bases para un nuevo impulso a la integración regional se encuentran en la Declaración de Salvador de Bahía, resultante de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), celebrada en la Costa de Sauípe en diciembre pasado. El concurso de los organismos subregionales y regionales puede brindar elementos para su mejor y más eficiente cumplimiento. Reconocemos que la agenda de la integración regional tiene que enfatizar la dimensión social, la que ha sido pospuesta por un énfasis comercial y económico. Es necesario lograr que la dimensión social esté articulada con los demás ámbitos de la política económica doméstica y de la política de relacionamiento externo, lo cual incluye también lo relativo al proceso de integración. Esto implica ejecutar acciones sostenidas entre los países y los organismos internacionales, con vistas a hacer converger e integrar proyectos de alcance regional sobre áreas o sectores vinculados al desarrollo social. En este sentido, el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) en coordinación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), elaboran un proyecto para ser presentado a los Estados de la región titulado Convergencia e Integración de América Latina y el Caribe en materia de Salud. Es propósito nacional en los diversos países de América Latina y el Caribe, contar con sistemas de salud de alcance universal, más eficientes y menos costosos en beneficio de la población. Este espíritu nacional podría animar -bajo las mismas bases- un proyecto de alcance regional para lograr progresos significativos hacia un desarrollo sustentable, a la vez que se registren avances perceptibles hacia la unidad de América Latina y el Caribe. Los trabajos del proyecto para la convergencia e integración en el campo de la salud de las distintas subregiones de América Latina y el Caribe incluiría una gama de aspectos a ser examinados y sobre los cuales se emitirían propuestas, destacando los siguientes: I. Análisis de los programas de atención preventiva y curativa. II. Programas de cooperación para la atención de emergencias y epidemias. III. Experiencias respecto a campañas de divulgación. IV. Esquemas exitosos de seguridad social. V. Políticas de investigación y desarrollo. VI. Programas de formación y capacitación. VII. Regulaciones vinculadas al tránsito de personas. VIII. Reconocimiento de títulos y certificación profesional y técnica. IX. Movimiento transfronterizo de bienes y servicios relacionados con la salud. X. Inversiones y compras estatales en este sector. XI. Normas y reglamentos técnicos.
Palabras del Secretario Permanente del SELA en la XXXVII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (MERCOSUR) 3 XII. Programas de Tecnologías de la Información y Comunicación en salud como la Telemedicina. Se requiere hacer llegar a nuestras sociedades avances concretos en ámbitos de la integración que le sean prioritarios y es precisamente la salud uno de ellos, demostrándose de esta forma que el proceso integracionista es posible en América latina y el Caribe. Para concluir desearía señalar que evitemos el desfavorable escenario de volver al punto en el que nos encontrábamos antes de la mayor crisis económica global después de la gran depresión, sin haber enfatizado y fortalecido la integración de América Latina y el Caribe. Muchas gracias.