Eliseo Verón IRENE GINDIN MARÍA CLARA MUSANTE NATALIA RAIMONDO ANSELMINO
Para recordar Producción: condiciones de generación de un discurso. Reconocimiento: lecturas de que ha sido objeto el discurso. Circulación: desfase entre ambos polos del sistema productivo.
Fenómeno mediático: Producto de la capacidad semiótica de nuestra especie que requiere la fabricación de un soporte. Implica la exteriorización de procesos mentales bajo la forma de un dispositivo (técnico) material dado. Involucra sistemas de significación primarios o secundarios. Testimonio de la actividad de la mente y produce autonomía de emisores y receptores y persistencia a través del tiempo. Permite la descontextualización del sentido y su circulación.
Proceso de mediatización: Se denomina así a la secuencia histórica de los fenómenos mediáticos. Tiende a la complejidad. Proceso de largo plazo: es una invariante de la dimensión antropológica del homo sapiens. No es un fenómeno contemporáneo; lo contemporáneo es la velocidad con que se acrecienta su complejidad. La interacción cara a cara como único fenómeno no-mediatizado.
Para leer a Vérón, Pierce: Signo es un objeto genérico del que existen gran número de especies. Supone admitir que todas las ideas pueden encuadrarse en tres clases: - Primeridad: modo de ser de aquello que es tal como es, sin referencia a ninguna otra cosa. Cualidades del sentir, simple posibilidad de aparición. - Segundidad: modo de ser de aquello que es tal como es, con respecto a una segunda cosa, pero con exclusión de toda tercera. Es del orden de la experiencia, del hecho actual. - Terceridad: modo de ser de aquellos que es tal como es, al relacionar una segunda cosa y una tercera entre sí. Todo signo es una terceridad.
La WWW comporta una mutación en las condiciones de acceso de los actores individuales a la discursividad mediática, produciendo transformaciones inéditas en las condiciones de circulación (p. 281). Podemos decir entonces que, para Verón, la Web no tiene nada de nuevo a nivel de la mediatización. El emergente es el campo de aplicación, el alcance. Internet ha permitido introducir los resultados discursivos de las operaciones cognitivas de las primeridad, secundidad y terceridad, a través de la digitalización de todos los productos mediáticos existentes.
En cuanto a los usos de la Red, también podemos identificar las tres dimensiones de la semiosis: Primeridad: usos de búsqueda, la navegación a través de los contenidos de la cultura humana (Ej.: se busca una experiencia estética; conocimiento o información; principios normativos). Secundidad: usos relacionales, el contacto, la reacción, contigüidad metonímica (Ej.: los usos de las redes sociales) Terceridad: la aplicación de normas específicas destinadas a producir un determinado resultado (Ej.: operaciones bancarias).
Estas mutaciones tiene múltiples consecuencias sobre distintos aspectos de las sociedades mediatizadas: una de ellas es la transformación de los mecanismos de creación de valor en el mercado de medios. La digitalización altera profundamente las condiciones de circulación de los medios tradicionales, portadores de escritura (Ej.: prensa escrita vs prensa digital). En el caso de los medios audiovisuales: la crisis del broadcasting (Ej.: la televisión generalista vs YouTube). Los tres usos anteriormente mencionados plantean tres cuestiones políticas cruciales: el acceso al conocimiento y a la cultura, la relación con el Otro y el vínculo del actor social con las instituciones.
Verón retoma a Robin Mansel para reflexionar sobre las implicancias políticas de estos cambios. Para comprender lo que sucede detrás de las pantallas (en producción) es necesario tener en cuenta dos grandes paradojas: 1. De la escasez de la información: los costos de producir los contenidos son altos y los de reproducción son casi nulos. De ahí la contradicción entre la perspectiva que defiende los derechos de la propiedad intelectual y aquella que sostiene que la información debe circular libremente. 2. De la complejidad: una perspectiva sostiene que el carácter benéfico de la complejidad emergente reside en la autonomización de los sistemas y la pérdida del control humano. Para la otra, lo positivo está en un mayor control a través de la programación, en el contexto de un sistema descentralizado.
Verón articula estas dos contradicciones con las dos posiciones de la circulación y las tres dimensiones de la semiosis: Paradoja de la escasez de la información: respecto al conocimiento, en particular, la Red simplemente replantea, una vez más, quién paga los costos de la producción de conocimiento. En cuanto a su difusión, la mutación de la condiciones de acceso genera que los contenidos de conocimiento ya no son un elemento más de la oferta dosificada por las instituciones mediáticas, sino una dimensión de la demanda, de las operaciones de búsqueda de los consumidores. La perspectiva de una difusión libre aparece tanto delante como detrás de la pantalla, es decir, como ideología predominante.
Paradoja de la complejidad: Verón aclara, siguiendo a Peirce, que los sistemas socioindividuales (actores individuales) son agentes de operaciones cognitivas que la Red no puede efectuar (sólo tiene acceso a los productos de esas operaciones). Por lo tanto, no es posible una pérdida total del control humano. Frente a la pantalla tenemos a la inmensa población de los internautas. Detrás de la pantalla nos encontramos con una multitud de colectivos: corporaciones, agencias de gobierno, organismos internacionales y centenares de ONG que someten a la población a un escrutinio permanente e intentan recortar colectivos que puedan transformar en instrumentos de sus objetivos políticos, ideológicos, comerciales, etc. Lo nuevo es la libertad de elección y de iniciativa que tienen los receptores, como así también la disposición de los dispositivos técnicos para ejercitarlas.