PONENCIA X CONGRESO ARGENTINO-CHILENO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS E INTEGRACIÓN CULTURAL.

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1 PONENCIA X CONGRESO ARGENTINO-CHILENO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS E INTEGRACIÓN CULTURAL. PUCÓN, ABRIL DE 2013 LOS ESFUERZOS DE ARGENTINA, BRASIL Y CHILE POR LA PAZ DURANTE LA GUERRA DEL CHACO. Leonardo Jeffs Castro Universidad de Valparaíso RESUMEN Si bien la guerra del Chaco se inició de hecho el 15 de junio de 1932, desde antes de la declaración formal de guerra dada a conocer en mayo de 1933, los gobiernos de Argentina, Brasil y Chile se preocuparon de la paz. Un claro testimonio de ello lo constituyó la Conferencia de Mendoza llevada a cabo en la ciudad trasandina en febrero de 1933 por iniciativa de las cancillerías de Argentina y Chile. Después de numerosas gestiones llevadas que se prolongaron hasta 1935 los gobiernos de los países vecinos de Bolivia y Paraguay y el de los Estados Unidos de América lograron el cese de hostilidades el 14 de junio de En dichas gestiones, en las que intervinieron varios mediadores, los gobiernos de los países vecinos y el de los Estados Unidos de América lograron el término de la confrontación bélica. En dicha mediación jugaron un rol relevante los gobiernos de Argentina y Chile. PALABRAS CLAVE: Historia de las Relaciones Internacionales, Argentina, Brasil, Chile, guerra del Chaco.

2 Consideraciones preliminares Desde antes de la guerra del Chaco existían una serie de instancias para solucionar los posibles conflictos que se pudiesen producir en América Latina. Entre ellas cabe destacar, en primer lugar, las que pudiesen provenir de la Sociedad de las Naciones, también conocida como la Liga de las Naciones. En efecto, dicha organización fundada en 1919 para garantizar la paz en el mundo, podía tomar medidas para ello a través de su Asamblea General, en la cual estuvieron representados los gobiernos de Bolivia y Paraguay, y los de los limítrofes de los contrincantes es decir Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay. Además, corresponde tener presente que la V Conferencia Panamericana realizada en Santiago de Chile en 1923 estableció la Convención Gondra, la cual fue suscrita, posteriormente, por los gobiernos del Continente. Dicha Convención tenía la el carácter de Tratado de alcance continental para la solución pacífica de conflictos y estipulaba la existencia de una Comisión Investigadora. En abril de 1927, como consecuencia del ataque paraguayo al fortín boliviano Sorpresa perpetrado el 26 de febrero de ese año murió el teniente del Ejército de Paraguay Adolfo Rojas Silva. Por iniciativa del gobierno argentino se constituyó la Conferencia de Plenipotenciarios de Bolivia y Paraguay, la cual fue inaugurada el 27 de septiembre de 1927 en Buenos Aires. 1 Dicha iniciativa que dejaba como árbitro al Presidente de Argentina, en este caso Hipólito Irigoyen, no logró éxito en sus gestiones. Además hay que tener presente que la VI Conferencia Panamericana realizada en La Habana en 1928 acordó crear la Conferencia Internacional de Conciliación y Arbitraje con sede en Washington. 2 Dicha Conferencia comenzó sus actividades el 11 de diciembre de 1928 presidida por Frank B. 1 Se le conoce como Conferencia de Buenos Aires. 2 Se la conoce como Conferencia de Washington.

3 Kellog, el Secretario de Estado del gobierno de los Estados Unidos de América. La Conferencia acordó la creación de una Comisión Investigadora de los asuntos del Chaco. A raíz del incidente del fortín boliviano Vanguardia, ocurrido el 5 de diciembre de 1928, en el que tropas paraguayas lo asaltaron provocando muertos, heridos y prisioneros, las autoridades bolivianas pidieron la reconstrucción del fortín. El gobierno paraguayo solicitó la convocatoria de la Comisión Investigadora prevista en la Convención Gondra. Entre tanto el gobierno boliviano dispuso la ocupación de los fortines Boquerón, Mariscal López y Rojas Silva, reteniendo el primero de ellos, no obstante los llamados de la Conferencia de Washington a la conciliación. Luego de estas acciones, que fueron vistas como actos de represalia del gobierno boliviano, éste consultó a los gobiernos de la región sobre los pasos a seguir frente a los buenos oficios de la Conferencia de Washington y ante el llamado de la Sociedad de las Naciones. En respuesta a dicha consulta el Canciller de Chile Conrado Ríos Gallardo respondió el 16 de diciembre en los siguientes términos: 1 Chile deplora profundamente que la consulta no hubiera sido formulada antes de los últimos ataques de fuerzas bolivianas a fortines paraguayos; 2, estima que las naciones americanas están en el deber de no perturbar la paz continental, y por consiguiente Bolivia debe buscar medios pacíficos para poner término a la grave situación; 3, mira con vivo sentimiento la actitud de Bolivia hacia la guerra, y le sugiere la suspensión de toda clase de operaciones militares; 4, invita amistosamente a Bolivia a meditar sobre las desastrosas consecuencias de una guerra. 3 Luego el gobierno del Paraguay propuso que integraran la Comisión creada por la Conferencia de Washington los países del ABC, es decir Argentina, 3 Cardozo, Efraím (1996). El Paraguay Independiente, Asunción, Editorial El Lector, páginas 368 y 369.

4 Brasil y Chile, pero el delegado boliviano Eduardo Diez de Medina se opuso a que Chile formara parte de ella debido a la impresión que en su país había producido la comunicación de la Cancillería de Santiago, y propuso escoger otros miembros que estuvieran alejados de los países en conflicto, por temor de que la opinión pública boliviana resistiera la actuación de Chile. 4 En virtud de lo expuesto la Cancillería chilena planteó Que Chile cree haber prestado un servicio a la paz americana al contestar la consulta del Gobierno de Bolivia, insinuándole amistosamente deponer las armas y buscar por medios pacíficos la solución de las dificultades, no interesándole formar parte de la Comisión Investigadora ni tener intervención directa o indirecta en ella, dejando constancia de especial satisfacción al ver que el estudio del diferendo boliviano-paraguayo quedará en manos de una comisión formada por países amigos. 5 Dicho planteamiento influyó para que Los gobiernos de Argentina y Brasil se abstuvieran de formar parte de la Comisión Investigadora de los asuntos del Chaco. 6 La Comisión, que luego pasaría a denominarse Comisión de Neutrales, estuvo presidida por el Secretario de Estado del gobierno de los Estados Unidos de América y por los representantes de los gobiernos de Colombia, de Cuba, de los Estados Unidos Mexicanos y de la República Oriental del Uruguay. Las primeras diligencias para el cese de hostilidades Durante la guerra del Chaco que enfrentó a Bolivia con Paraguay desde el 15 de junio de 1932 hasta el 14 de junio de 1935 hubo gestiones de muchos Estados y de la Sociedad de las Naciones por lograr el cese de las hostilidades y alcanzar la paz entre los contrincantes. 4 Revista Zig-Zag N 1246, Santiago de Chile, 5 de enero de 1929, Editorial La actitud de Bolivia con Chile. 5 Ibid. 6 Revista Zig-Zag N 1247, Santiago de Chile, 12 de enero de 1929, Editorial El A.B. C. en el conflicto del Chaco.

5 Entre dichas gestiones se destacaron las de Argentina 7, Brasil y Chile. Es decir los países del ABC. Si bien la declaratoria de guerra se llevó a efecto en mayo de 1933, casi un año después de iniciadas las hostilidades, cabe recordar que no obstante que los gobiernos de Argentina, Brasil y Chile no integraron la Comisión de Neutrales, constituida, como ya se ha dicho, por la Conferencia internacional de Conciliación y Arbitraje de Washington 8, participaron como miembros de la Sociedad de las Naciones y a través de sus representantes hicieron saber su preocupación por la paz. Además, no se puede ignorar que en la reunión de los representantes de los gobiernos americanos en Washington contribuyeron a la firma de la Declaración Americana del 3 de agosto de En dicha Declaración se hizo un llamado a la paz, se propició el arbitraje y se manifestó la doctrina de que en América no es reconocida ninguna conquista lograda por la fuerza. 9 Transcurridos más de 6 meses de iniciada de facto la guerra y no habiéndose logrado ningún avance en pro del cese de hostilidades los Cancilleres de Argentina y de Chile, Carlos Saavedra Lamas y Miguel Cruchaga Tocornal, respectivamente, acordaron reunirse en la ciudad de Mendoza los días 1 y 2 de febrero de 1933, para proponer una fórmula de avenimiento entre los beligerantes. Dicha fórmula ha sido conocida como el Acta de Mendoza. Los Cancilleres acordaron presentar dicha fórmula a los gobiernos de Brasil y Perú 10, la que de ser aprobada sería propuesta a los gobiernos de Bolivia y Paraguay. 7 Argentina estuvo gobernada durante la guerra del Chaco por el general Agustín P. Justo, Brasil por Getulio Vargas y Chile por varios gobiernos de corta duración hasta el 24 de diciembre de 1932 y desde esa fecha hasta el término de la contienda por Arturo Alessandri Palma. 9 Benítez, Luis G. Historia Diplomática de Paraguay (2003). Asunción, edición del autor, página Se trataba ahora del ABCP, es decir un entendimiento que recordaba el acuerdo que involucraba a Argentina, Brasil y Chile (ABC) al que se agregaba ahora el Perú. El ABC tuvo una significativa actuación durante la Revolución Mexicana en favor de un arreglo pacífico de la conflictiva relación que se dio a partir de la invasión de tropas de los Estados Unidos de América al puerto de Veracruz en 1914.

6 Dicha propuesta, que contó con la aprobación de los gobiernos de Brasil y Perú, postulaba el arbitraje para todos los asuntos en disputa, la cesación de las hostilidades, la retirada de las tropas hasta ciertas líneas en el Chaco Boreal y la desmovilización de los efectivos. Una vez aprobada la fórmula por los gobiernos de Brasil y Perú fue presentada a los gobiernos de Bolivia y Paraguay, pero al poner el de Bolivia una serie de condiciones, terminó por hacerla inviable. Las infructuosa acciones en pro del cese de hostilidades Después de la declaración de guerra el 10 de mayo de 1933, los gobiernos de Argentina y Chile decretaron su neutralidad. Ahora bien dicha neutralidad fue benevolente de Argentina hacia el Paraguay y de Chile hacia Bolivia, lo que, a mi juicio, contribuyó a prolongar la contienda. La neutralidad benevolente del gobierno de Chile hacia Bolivia implicó no aceptar las presiones del gobierno paraguayo para impedir el libre tránsito de armas y pertrechos militares por el territorio chileno hacia Bolivia, el no impedir la contratación de obreros chilenos para reemplazar a los trabajadores mineros bolivianos que fueron movilizados y el no impedir, oportunamente, la contratación de chilenos como oficiales en el Ejército boliviano. Dicha conducta recibió duros ataques del gobierno y de la prensa escrita de Paraguay hacia Chile, lo que se tradujo en el retiro de los Ministros Plenipotenciarios en Asunción y en Santiago de Chile, durante algunos meses del año La neutralidad benevolente del gobierno de Argentina hacia Paraguay se manifestó en préstamos gubernamentales y la incorporación de argentinos como voluntarios en el Ejército de dicho país. El trasfondo que explica dichas actitudes tiene que ver en el caso de Chile, entre otros factores, con la necesidad de proteger las inversiones chilenas en la minería del estaño, el propósito de que Bolivia buscara la solución a su

7 mediterraneidad en el Atlántico y no siguiera insistiendo en el Pacífico, y la pretensión de ejercer algún tipo de hegemonía en el Cono Sur. En el caso de Argentina la neutralidad benevolente se explica, en la necesidad de proteger sus inversiones en el transporte fluvial en Paraguay y en la explotación de las plantaciones de quebracho en el Chaco Boreal, en el propósito que Bolivia siguiera buscando la solución a su mediterraneidad en el Pacífico y no en el río Paraguay y poder ejercer su hegemonía en la Cuenca del Plata. Respecto a las acciones de la Liga de las Naciones en pro del cese de las hostilidades se manifestó al poco tiempo de iniciada la guerra y se prolongaron hasta los primeros meses de 1935, oportunidad en la que traspasó sus funciones a los Estados americanos. Para materializar su accionar el Consejo de la Liga creó el Comité de los Tres integrado por los representantes de España, Guatemala e Irlanda. Más tarde creó la Comisión de Encuesta la cual estuvo conformada por diplomáticos y militares de España, Gran Bretaña, Italia y México y dos representantes de la Secretaría General de la Organización, uno de nacionalidad francesa y el otro de nacionalidad uruguaya. La VII Conferencia Panamericana realizada en Montevideo en diciembre de 1933 logró, entre otras materias, un acuerdo para un tratado de no agresión y conciliación de iniciativa del Canciller argentino Carlos Saavedra Lamas. 11 La luz en el camino Avanzada la contienda, y ante los fracasos de la Comisión de Neutrales y de la Comisión de Encuesta de la Sociedad de las Naciones 12, el presidente de Chile Arturo Alessandri envió un telegrama privado al presidente Agustín P. Justo de Argentina en el que le propuso una fórmula para lograr el cese de 11 Dicha iniciativa se transformó, más tarde, en el Pacto Antibélico, por el cual y sus actuaciones en pro de la paz entre Bolivia y Paraguay Carlos Saavedra Lamas obtendría el Premio Nobel de la Paz.

8 hostilidades entre los beligerantes. Dicha fórmula proponía la desmovilización parcial de las tropas y el tratamiento de las cuestiones territoriales en una conferencia a realizarse en Buenos Aires. El presidente de Argentina aprobó la propuesta e inmediatamente ambos gobiernos procedieron a consultar a los beligerantes a través de enviados confidenciales. El gobierno de Argentina envió al Dr. Luis Podestá Costa a Asunción y el de Chile al Ministro Félix Nieto del Río a La Paz. Los gobiernos de Bolivia y Paraguay aceptaron y se constituyó una comisión integrada por representantes de los países limítrofes, es decir Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, al que se agregó el de los Estados Unidos de América. Además, se integraron como observadores los representantes de los gobiernos de Colombia, España y México. El 19 de mayo de 1935 la Asamblea de la Sociedad de las Naciones a petición de los gobiernos de Argentina y Chile decidió traspasar sus funciones a la nueva Comisión. En esos días se encontraba de visita oficial en Buenos Aires el Presidente de Brasil Getulio Vargas, acompañado de su Canciller el Dr. Carlos de Macedo Soares. La Comisión inició sus funciones el 20 de mayo de 1935 y estuvo presidida por el Canciller argentino Carlos Saavedra Lamas. El 27 de mayo se incorporaron los representantes de Bolivia y Paraguay, Tomás Manuel Elío y Luis A Riart, respectivamente. Dicho grupo logró el acuerdo de los gobiernos de Bolivia y Paraguay para el cese de hostilidades el 12 de junio de 1935, el cual se tradujo en el Protocolo de Paz que se puso en práctica el 14 de junio, es decir a los tres años exactos de iniciada la conflagración bélica. Además, logró que los beligerantes aceptaran la desmovilización de sus contingentes, para reducirlos en un plazo de 90 días hasta un mínimo de 5000 combatientes por lado, la formación de una Comisión Militar Neutral para que trazara la línea intermedia de fuego, la prohibición absoluta de adquirir nuevo material de guerra y un pacto de no agresión.

9 Conclusiones Las gestiones diplomáticas realizadas por la Sociedad de las Naciones y la Conferencia de Washington no lograron el cese de hostilidades entre Bolivia y Paraguay, solo fueron efectivas las gestiones de los gobiernos de los países limítrofes, es decir Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, acompañados por el gobierno de los Estados Unidos de América. Las diferentes gestiones diplomáticas estuvieron en algunos momentos inspiradas en el paradigma idealista y otros, los más, por el paradigma realista de las relaciones internacionales. Las diferentes instancias existentes que cayeron, en varias oportunidades, en acciones paralelas, la desconfianza de los gobiernos de Bolivia y Paraguay hacia las propuestas conducentes al cese de hostilidades y el afán de protagonismo y hegemonía desarrollado por las Cancillerías de Argentina y Chile, contribuyeron a favorecer que la guerra se extendiera por 3 años y que el Tratado de Paz y Amistad solo se lograra firmar en julio de Fuentes Abecia Baldivieso, Valentín (1986) Las relaciones internacionales en la historia de Bolivia. Tres tomos, La Paz-Cochabamba, Editorial Los Amigos del Libro. Alessandri Palma, Arturo (1967). Recuerdos de gobierno, Tomo III. Santiago de Chile, Editorial Nascimento. Baptista Gumucio, Mariano (1996). Breve Historia Contemporánea de Bolivia. México D. F., Fondo de Cultura Económica. Barros van Buren, Mario (1970). Historia diplomática de Chile Barcelona, Ariel.

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