Pueblos de Granada Santa Fe

Transcripción

1 ESCENARIO DE LA FIRMA DE LAS CAPITULACIONES La ciudad de surge del emplazamiento del campamento real que dispusieron los Reyes Católicos para la conquista de la ciudad de Granada. El campamento se situó a unos diez kilómetros de ella, en un lugar conocido como los Ojos de Huécar, en la alquería del Gozco, un núcleo de población agrícola, que parece ser que ya albergó el campamento en 1483, lugar estratégico que impedía a los granadinos salir de la ciudad y comunicarse con las Alpujarras, las dos últimas zonas de resistencia musulmana, y mantener las redes de abastecimiento cristianas, a través de Loja y Alcalá la Real. Posteriormente, este campamento conocido como el Real de fue sustituido por la ciudad que mandaron construir en 1491 amurallada, protegida por un foso y cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales: de la vega de Granada. Se considera el 2 de octubre de 1491 (festividad de Santa Catalina) la fecha de fundación de la Ciudad. Su poblamiento se hizo mediante el sistema de repartimiento, tal como recoge detalladamente el documento más antiguo que se conserva en el archivo municipal, el libro de Fundación o Repartimiento: a partir de los primeros días de marzo de 1492 se procedió al reparto de las casas, solares, huertas... a los nuevos pobladores ante las primeras Página 1 de 6

2 autoridades de la villa: Diego Fernández de Iranzo, repartidor, y Francisco de Bobadilla, alcaide, nombrados a mediados de mayo de ese mismo año por los Reyes Católicos. Durante más de un siglo, la institucionalización de conoció un periodo de conflicto político-institucional con la ciudad de Granada: si bien por real cédula de los Reyes Católicos, otorgada el 25 de mayo de 1492, la villa se incluía en los términos y jurisdicción de la recién tomada ciudad de Granada, algunas veces de facto y otras por voluntad real (real cédula de 16 de febrero de 1495 por la que los oficiales de justicia de debían ser nombrados por el alcaide de la ciudad Francisco de Bobadilla), la oligarquía santaferina luchó para deshacerse de la tutela del concejo de la ciudad de Granada. El conçejo, justiçia, regidores, caualleros, ofiçiales e omes buenos de la dicha villa de Sancta Fee aparece mencionado por vez primera en una real cédula de 30 de septiembre de 1492, si bien, en pleno enfrentamiento con las autoridades de Granada, enfrentamiento que llegó a la Audiencia y Real Chancillería de Granada y duró todo el siglo XVI. No fue hasta el 14 de marzo de 1630 cuando, a cambio de ducados que entregó el cabildo de al rey Felipe IV, éste otorgó la exención in totum del concejo granadino. fue escenario dos de los hechos más importantes en la Historia Moderna hispánica: la firma de las Capitulaciones para la entrega de la ciudad y el reino nazarí de Granada el 25 de noviembre de 1491 y la firma de otro documento que marcaría el destino de medio mundo, las Capitulaciones de o del Descubrimiento de América, entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón. Página 2 de 6

3 LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE, 17 de abril de 1492 La interpretación de las Capitulaciones de ha dado origen a diversas controversias. Sobre todo la del carácter de las mismas. Algunos defienden que tuvieron carácter de concesión graciosa de Isabel y Fernando, una merced real. Otros, en cambio, revelan que tenían más bien carácter de contrato. La diferencia entre ambos radica en que en el primer caso, los monarcas podían modificar las condiciones de la gracia; mientras que en el segundo, el contrato se amparó en el Derecho Natural, que obligaba a su cumplimento incluso a los reyes. Esta cuestión ya se suscitó en tiempos de Colón y de su heredero directo, pues entonces tuvo una gran importancia y fue debatida en diversos pleitos. Todo indica a que Las Capitulaciones fueron, en esencia, un contrato, tal como defiende Rumeu de Armas, uno de los especialistas más renombrados en el tema. Para este historiador el documento de las Capitulaciones es un contrato de derecho público entre la Corona de Castilla y el promotor de la expedición. Su redacción es muy simple; Colón va solicitando, uno a uno cargos y privilegios, limitándose los Reyes Católicos a dar su aprobación con la frase reiterada de Plaze a Sus Altezas. Cristóbal Colón entró en España, por tierras de Andalucía, en el otoño de Procedía de Portugal y estaba decidido a trasladarse a Francia si fracasaban las negociaciones en Castilla. La entrevista con los Reyes Católicos se llevó a efecto en Alcalá de Henares el 20 de enero de Los soberanos de Castilla y Aragón escucharon atentamente a Colón y sometieron sus planes para la expedición al Mar Océano y la India al dictamen de una comisión de expertos. Su pronunciamiento no fue favorable, aunque dejaba abierto un resquicio a la duda, y, por tanto, a la esperanza. Fernando e Isabel, favorables a la aventura, pusieron como único reparo el término de la conquista del reino de Granada, algo que los reyes creían inminente y que para Colón serían cinco años de espera exasperantes. Página 3 de 6

4 Si el final de la guerra era la condición necesaria para llevar adelante el proyecto colombino, la conquista de Granada se fraguó en. Mientras las tropas cristianas asediaban la ciudad desde el campamento y los Reyes Católicos ordenan erigir la villa de, junto al campamento, Colón toma la decisión de abandonar Castilla, en busca de otros horizontes. Por suerte, en su camino se interpusieron los frailes franciscanos del convento de La Rábida. Fray Juan Pérez, antiguo cortesano, escribió a la reina Isabel y, por su mediación, Colón acudió a. Al día siguiente de caída de la ciudad de Granada, se inició el diálogo entre la Corona y el descubridor. El representante regio era el secretario Juan de Coloma y el portavoz de Colón, fray Juan Pérez. Colón exigió los preeminentes cargos de almirante, virrey y gobernador, amén del 10% de todas las riquezas de las Indias, pretensiones desmesuradas para una monarquía basada en la exaltación del poder real que pusieron las negociaciones al borde del fracaso. De hecho, ante la situación de espera y desmoralización, Colón decidió marchar a Córdoba. La Reina Isabel al enterarse de ello, mandó a su alguacil a buscarle, con la suerte de alcanzarlo sobre el puente de la localidad de Pinos Puente. Al final, cedieron los reyes y el 17 de abril de 1492 pudieron firmarse las Capitulaciones. El resultado de la firma es el documento que recoge el acuerdo con una disposición muy sencilla. Un preámbulo y cinco cláusulas posteriores con las demandas de Colón, a las que la corona da su consentimiento a través de la expresión plaze a sus altezas y después el nombre del secretario real Juan Coloma. En primer lugar, los Reyes reconocían a Colón el título de Almirante en todas Página 4 de 6

5 las islas y tierras que por su mano e yndustria se descubrieran o ganaran, como dice el mismo documento, el título de mayor jerarquía dentro de la nobleza castellana que, además, llevaba adjuntos importantes derechos económicos. Asimismo, le correspondió al marino el título de Virrey y Gobernador General de todas las tierras que descubriese, con la facultad de proponer ternas de candidatos a la elección real para cubrir todos los cargos de gobierno que debieran nombrarse en dichas tierras y la décima parte de todas las riquezas que se descubriesen y la misma proporción de los beneficios del comercio en los límites del Almirantazgo. Le fue asignada la facultad de juzgar en toda una serie de litigios que se suscitasen en torno a las citadas mercancías. Y se le permitió contribuir con la octava parte en la armazón de navíos que fueran a tratar y negociar a las tierras descubiertas. A cambio recibiría otra octava parte de las ganancias. No obstante, todas estas concesiones estaban condicionadas por el éxito de la empresa. Pocos días después, el 30 de abril del mismo 1492, los Reyes Católicos ampliaron aún más dichas gracias, convirtiendo en hereditario el título de Virrey y reconociéndole la categoría de Don. En conjunto, se tratan de unas concesiones verdaderamente exorbitantes, que contrastan con la política autoritaria seguida por los Reyes Católicos, intentando limitar las prerrogativas de los poderes internos de sus reinos. Las Capitulaciones en ningún momento especificaron objetivos geográficos. Las referencias a Catay, Cipango o las Indias siempre se plasmaron en documentos privados. Es de suponer que la omisión tuvo por objeto no levantar recelos en Portugal. En definitiva, el proyecto de colombino no hubiera sido posible sin una monarquía que acababa de ver como su poder se reforzaba tras la reciente unidad del Estado. El progreso científico en materias de cartografía, cosmografía y navegación junto a razones de índole religiosa, política y económica llevaron a la corona a dar su apoyo a Cristóbal Colón. Al ser un documento real, la matriz se encuentra en el Archivo de la Corona de Aragón. El documento original de las Capitulaciones de, con la firma y Página 5 de 6

6 rubrica de los Reyes Católicos y autenticado con el Sello de Placa que ostentaba Cristóbal Colón, se traspapeló en la Cartuja de las Cuevas de Sevilla al ser sacado junto a otros documentos por su nieto Luis Colón. No obstante se conservan diversas copias notariales. Una de ellas del escribano Rodrigo Pérez, datada en La Isabela el 16 de noviembre de 1495 y que actualmente se deposita en el Archivo General de Indias provenido de los documentos de los duques de Veragua, así como la copia contenida en la Carta de privilegio emplomada de abril de 1497 en Burgos y que se trata de una confirmación real del compromiso de los Reyes Católicos y Cristóbal Colón. Además, existe en el Archivo General de Indias la copia de 1498 que se incluye en el libro de privilegios que reúne las mercedes y confirmaciones que obtuvo el almirante el año anterior. Algunos autores afirman de la existencia de más copias. En concreto de las cuatro copias que Cristóbal Colón mandó hacer en 1502, de las que dos de ellas se perdieron, y las otras, una se conserva en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, procedente de Italia tras la invasión napoleónica, y otra en Génova. Archivo Municipal de Página 6 de 6