Algunas reflexiones acerca de la educación inicial La mayoría de los niños son pobres, la mayoría de los pobres son niños. Abraham Leonardo Gak 1

Transcripción

1 Algunas reflexiones acerca de la educación inicial La mayoría de los niños son pobres, la mayoría de los pobres son niños. Abraham Leonardo Gak 1 Cuando se analiza la coyuntura económica del país, invariablemente se señala como el escollo más importante para el desarrollo la inflación. Sin embargo, aun tomando en cuenta la incidencia negativa de un proceso inflacionario creciente, señalamos que la asignatura pendiente más importante para la Argentina es la distribución del ingreso. En un reciente trabajo, el politólogo y especialista en temas de pobreza Bustelo Graffigna al referirse a la distribución señala que ésta tiene muchas dimensiones: la distribución funcional del ingreso, la familiar, la territorial y, por último, la distribución entre generaciones. Esta distribución intergeneracional arroja resultados sumamente inequitativos respecto de niños, niñas y adolescentes. En esta etapa inicial de la vida necesariamente debemos vincular la educación con la salud, ya que las condiciones sanitarias que deben incluir a las familias marcan en forma indeleble el futuro de los niños. En mérito a un trabajo elaborado en 2005 por un equipo interdisciplinario sobre la base de una experiencia llevada a cabo en la ciudad de San Martín de los Andes por Isolina Rangileo, agente sanitaria, Celia Biondo, técnica de minoridad y famlia, Cristina Vocos, psicopedagoga y Carmen Ferrer, médica pediatra y psicoanalista, se llega a la conclusión de que en nuestro país se han producido modificaciones severas en el contexto de crianza, que exigen cambios ineludibles en el modelo asistencial que permitan ajustar los mecanismos de contención de las urgentes necesidades planteadas, fundamentalmente en los grupos poblacionales más expuestos. Los habituales dispositivos clínicos o educativos parecerían no aportar respuestas suficientemente efectivas en una gran proporción de los casos asistidos, sobre todo en las situaciones de alta vulnerabilidad, con contextos familiares sometidos a múltiples y severos factores de riesgo En este contexto la interrelación de la atención sanitaria materno infantil y la educación constituye un todo que debe ser abordado como una red para generar igualdad de oportunidades. 1 Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires

2 Algunos datos sobre cobertura en Educación inicial Recordemos que en su Capítulo II la Ley Nº de Educación Nacional en su Artículo 19 señala los alcances de la Educación Inicial, la que comprende a los niños y niñas desde los 45 días hasta los 5 años de edad inclusive. Ésta constituye una unidad pedagógica y está organizada en 2 ciclos. El primero desde los 45 días hasta los 2 años (jardines maternales) y el segundo desde los 3 años hasta los 5 (Jardines de infantes), siendo obligatorio el último año. Sin embargo, en su Artículo 21 se establece que el Estado Nacional, las provincias y el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en cumplimiento de la convención de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas, tienen la obligación de garantizar la universalización de la oferta de servicios educativos para la educación inicial, priorizando la apertura de oportunidades educativas para los niños/as de 4 años de edad. Si tomamos los datos que arroja el Censo Nacional de 2001, tenemos una población de más de niños, es decir, el 9,24 % de la población total que a esa fecha no estaban incluidos en la obligatoriedad que establece la ley para los niños de 5 años de edad. Desde luego que esto no significa que toda esa población esté fuera del sistema educativo. Categorías Casos % % acumulado 0 años ,87 1,87 1 año ,73 3,60 2 años ,91 5,51 3 años ,95 7,36 4 años ,88 9,24 TOTAL ,24 Con datos del 3er. trimestre de 2005 elaborados por Ramiro Fernández sobre la base de la EPH, tenemos la población de 5 años que asiste o asistió a algún establecimiento educativo según región:

3 Región Total Sí asiste % No asiste % pero asistió No asistió % ni asiste GBA , ,0 NOA , , ,4 NEA , , ,0 CUYO , ,0 PAMPEANA , , ,8 PATAGÓNICA , ,2 TOTAL , , ,4 Estos datos positivos, si bien con notorias diferencias entre regiones, indican la cobertura de salas de 5 años en forma previa a la aplicación de la ley en vigencia aprobada en Sin embargo, este panorama alentador no alcanza al resto de las salas de nivel inicial ni asegura la calidad de la oferta y no parece haber variado sustancialmente con la nueva norma. La oferta educativa y la responsabilidad del Estado Las pedagogas Ruth Harf y Patricia Sarlé (2005) señalaban la necesidad de tener en cuenta que las acciones destinadas a la educación inicial pueden ser ofrecidas por instituciones pertenecientes al sistema educativo formal (públicas y privadas), por instituciones pertenecientes a organismos oficiales (ministerios), por instituciones formalizadas (asociaciones civiles sin fines de lucro, sindicatos, ONG, etc.) o bien por entidades equivalentes de carácter no formal con mayor o menor grado de institucionalización, como servicios de origen comunitario gratuito, programas de asistencia y promoción de la familia y la comunidad en espacios públicos o en los hogares, en zonas rurales, destinados a poblaciones aborígenes, a poblaciones en situación de riesgo, etc. Esto constituye una amplia gama de entidades que integran en los hechos la oferta educativa inicial, pero no debe obviar la responsabilidad esencial del Estado tanto en su provisión directa como en las tareas de supervisión y articulación, contemplando particularidades regionales y culturales. Señalan las expertas que es necesario dar direccionalidad educativa a las acciones que se realicen. Se requiere cambiar la idea de asistencialismo que implica que la escuela deba hacerse cargo de funciones que competen a otras agencias del Estado,

4 por la de atención en la cual se incluyen los aspectos pedagógico-educativos junto con atención a las necesidades de salud, alimentación y atención integral de las familias. La ausencia de información estadística confiable que permita conocer el estado de atención a la infancia atenta contra un seguimiento efectivo de las acciones y la elaboración de políticas educativas y sanitarias adecuadas destinadas a ese sector etario. Hacia un abordaje integral Es necesario tener en cuenta que la educación inicial debe tener como objetivo, tal como lo señala la ley, la promoción del aprendizaje y desarrollo de los niños como sujetos de derecho y partícipes activos de un proceso de formación integral, miembros de una familia y de una comunidad. En ocasiones se tiende a concebir la atención de los niños en función de las necesidades de sus familias. Es ejemplo de esto la denominación aún vigente de guardería para los pequeños e incluso la de jardín. Decía en una oportunidad la pedagoga Ana Lorenzo que los niños no son cosas para dejarlas guardadas, ni tampoco plantas para insertarlas en un jardín; y que debería en todos los casos hablarse de escuelas iniciales para acentuar su carácter educativo. Convivimos cotidianamente con niños y niñas en situaciones de riesgo en las calles de las ciudades que, aun en esas circunstancias, juegan. El papel del juego en la enseñanza inicial es esencial en tanto contenido de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, motor y social. Dados los recursos fiscales disponibles y apoyándonos sobre un reclamo generalizado de atender en particular la situación de niños, niñas y adolescentes, consideramos necesaria la asignación de un seguro universal por hijo para los dos deciles inferiores de la escala de ingresos cuyo monto deberá ser suficiente para atender sus necesidades básicas, incluyendo en éstas las de educación y salud, estrechamente vinculadas. Se requiere constituir redes que incluyan a todas las instituciones, tanto educativas como sanitarias, públicas y privadas, con mayor o menor grado de formalización que participan en la atención de esta etapa etaria, para sostener un programa integral tanto

5 en sus aspectos cuantitativos como cualitativos, lo que permitirá introducir las mejoras necesarias. Los esfuerzos en estos planos serán limitados si no se cambian radicalmente las condiciones de vida de las familias, esenciales para el desarrollo integral de la infancia. Asegurar empleo, vivienda, alimentación adecuada para todos sus integrantes es decisivo para revertir la relación entre infancia y pobreza, de modo que la mayoría de los niños dejen de ser pobres y que la mayoría de los pobres dejen de ser niños.