Título: Lo fraterno Autor: Flora Salem

Transcripción

1 La relación con los hermanos tiene un lugar fundamental tanto en la constitución subjetiva como en el lazo social. J. Lacan, en el texto La familia, nomina a esta relación complejo fraterno. En el diccionario de Lapanche y Pontalis leemos que la noción de complejo remite a un conjunto organizado de representaciones y recuerdos dotados de intenso valor afectivo, parcial o totalmente inconcientes. Un complejo se forma a partir de las relaciones interpersonales de la historia infantil; puede estructurar todos los niveles psicológicos, emociones, actitudes y conductas adaptadas. Por su parte J. Lacan acentúa que el complejo reproduce una realidad del ambiente es decir que esta dominado por factores culturales. En la clínica podemos apreciar tanto lo apaciguante y ordenador que en algunas oportunidades es el vinculo fraterno como lo pasional y mortífero que puede serlo. Por ejemplo, una paciente a la que llamaré Alicia, que concurre desde los 60 años a las consultas conmigo derivada por uno de los tantos médicos que visitó a causa de que cada día le dolía alguna parte del cuerpo. El trabajo en análisis posibilitó asociar sus dolores con la singular relación que tenía con su hermana menor. Alicia cuenta que desde que eran niñas cuando los padres retaban a Diana ella lloraba,del mismo modo, cuando iban a la universidad y Diana tenia un aplazo era Alicia la que terminaba llorando por el aplazo de su hermana.

2 En el presente, las hermanas discuten a diario por temas tales como quién había cuidado más a los padres de ambas, o cómo debería relacionarse Alicia con los nietos de Diana, para que quieran más a su abuela que a su tía abuela. A pesar de estas sensaciones de maltrato mi paciente le hace importantes regalos tales como viajes y pasa los fines de semana con ella, por lo general discutiendo. Un largo tramo del análisis gira en torno a dar cuenta de porqué Alicia sostiene esta relación que la enferma. Me pregunto cómo pensar la fijación en este vínculo, en el que ambas hermanas sostienen una relacion de disputa del amor y reconocimiento del Otro y qué lugar ocupa esta modalidad en la estructura de Alicia. Qué goce esta en juego en cada una de estos encuentros de hermanas. La tragedia de Antígona, en tanto mito, nos da a leer algunas particularidades del vínculo fraterno. Cuenta el mito que Polinices y Eteocles, hermanos entre si, se disputaron el reinado de Tebas hasta que lograron acordar que se turnarían anualmente en el trono. Tras el primer año Eteocles no quiso ceder el mandato a su hermano y se desató una guerra entre el ejército tebano y un ejército que conducía Polinices. En una de las batallas los hermanos se mataron entre si. Asumió el trono Creonte, tío de ambos.

3 Éste enterró a Eteocles con los honores correspondientes a un rey, prohibió que se entierre a Polinices por haber sido traidor a la patria y proclamó que aquel que intentara enterrarlo sería asesinado. Ambos tenían dos hermanas, Antígona, que no toleró la idea de que el cadáver de su hermano fuera devorado por cuervos y perros por estar a la intemperie, y terminó muriendo por intentar hacerlo, e Ismene, que prefirió salvar su vida y no enterrar a su hermano. Por mi parte me interesa situar esta Ate (desgracia), lo particular de estos vínculos en los cuales se producen tanto traiciones que llevan al asesinato como fidelidades que llevan a la muerte. El mito nos propone distintas modalidades de lo fraterno: el fraticidio, la muerte heroica en pos del amor al hermano y la salvación de la propia vida más allá del amor y las leyes de la polis. Me pregunto cómo explicar estas pasiones. Así como la obsesión del hombre de las ratas representa aspectos de la historia de su padre como suboficial del ejército y en la elección de su esposa, la tragedia de los hermanos representa la unión entre Edipo y Yocasta. Como todos saben, unión antecedida por el asesinato Layo, padre de Edipo, y el casamiento de él con su madre Cada uno de los hijos responde desde un más allá, relacionado con la historia de esta unión incestuosa.

4 En el caso de Alicia, su padre había sido el único sobreviviente de la Shoá y mi analizante recordaba haberlo escuchado llorar por las noches a causa del infortunio de sus hermanas. Así como su padre lloraba por la desgracia de sus hermanas, ella lloraba por las desgracias de su hermana. Y por el lado de su madre también le estaba asignado cuidar de sus hermanas como lo hacia ella misma. De este modo se va constituyendo en ella una posición en la que ella por amor al padre vivía pendiente de sus tres hermanas y se sometía a los caprichos de ellas, especialmente los de la menor. A mi entender, los dolores físicos que padecía desde la adolescencia velaban y denunciaban el goce al que se sometía. El análisis en transferencia logró conmover algo de esta posición interpretándole su sumisión como su-misión de hacer lo que el padre no pudo, salvar a sus hermanas. Retomando el análisis del mito me pregunto acerca del porqué de la lucha fraticida. Para Freud dicha disputa se correspondería con cuestiones relacionadas con la potencia fálica. Por su parte, Lacan aporta conceptos relacionados con la constitución del yo para dar cuenta de la agresividad entre hermanos. En el artículo La familia despliega conceptualizaciones acerca de este vínculo con el nombre de complejo de intrusión y enuncia que el hermano constituye la presencia de un intruso en la vida domestica. Dicha intrusión funda el drama de los celos necesario para la formación del yo y del prójimo, en tanto que en la misma operatoria se constituye uno y otro. La intrusión antes mencionada no representa una rivalidad sino una identificación imaginaria y la agresividad tan característica del vínculo fraterno es consecuencia de dicha identificación.

5 En este circuito podemos señalar dos destinos; el primero de ellos constituye el reencuentro del objeto materno acompañado por el rechazo de la realidad y la destrucción del otro, el segundo constituye el encuentro de otros objetos con los que puede rivalizar, competir y acordar. De este modo el drama de los celos constituye el arquetipo de los sentimientos sociales. A mi entender en la tragedia aquí presentada predominaría en la relacion de Polinices y Eteocles el primero de los destinos descriptos en el cual el semejante es un prójimo a ser destruido. En Antígona la adhesión a muerte a las leyes de la Polis también da cuenta de identificaciones imaginarias, en tanto no hay posibilidad de acuerdos o transacciones que le posibiliten seguir viva. Cómo sale el humano de este circuito de identificaciones imaginarias? El mito bíblico de Esau y Jacob nos orienta al respecto. Isaac, hijo de Abraham, estaba ciego y viejo y sintió que pronto moriría por lo cual llamó a su primogénito Esau para que organizara un banquete en el cual él lo bendeciría, esto es que le cedería los privilegios del linaje y los bienes, que en esa época solo le correspondían al hijo mayor.

6 Esau salió al campo a cazar un cordero para el banquete. La esposa de Isaac, Rivka, escuchó la conversación entre padre e hijo y corrió a decirle a su hijo Jacob que traiga del rebaño familiar dos cabritos, que ella los cocinaría como le gustaba a su padre, le pondría sobre su cuerpo la piel de los cabritos para que parezca que tenía vello en el torso como su hermano, que se pusiera la ropa de él para que Isaac pensara que él era Esau y lo bendijera. Jacob hizo lo que dijo su madre y le llevó la comida a Isaac. Éste, cuando escuchó la voz de su hijo, no estuvo seguro de que era Esau, le pidió que se acercara lo tocó, lo olió, concluyó que era su primogénito y lo bendijo con las siguientes palabras: Dios te dará el rocío del cielo, aceites, cultivos y viñedos de la tierra. Los demás pueblos se someterán a tus mandatos y se arrodillarán ante ti los hijos de tu madre, tus bendecidos, bendecidos serán y tus maldecidos malditos serán. Al finalizar la bendición Jacob se retiró.

7 Luego de unos minutos entró Esau a la tienda de su padre dispuesto a recibir su bendición, el padre temblando le explicó que alguien había venido y se la había llevado. El hijo mayor al escucharlo gritó desesperado y dijo Se llama Jacob -en hebreo torcido- y dos veces me hizo cosas torcidas, en relación a que en una oportunidad le compró el mayorazgo a cambio de un plato de lentejas. Luego preguntó a su padre si acaso había bendición solo para uno, a lo cual Jacob contesto, Tendrás del fruto de la tierra, pero deberás ganártelo con ayuda de tu espada, y deberás someterte a tu hermano. Al escuchar esto, Esau se retiró y fue a buscar a su hermano para matarlo pero este ya había escapado. Al poco tiempo Esau se casó con una hija de Ismael. Ismael era hijo de Abraham y su descendencia constituye el pueblo ismaelita, los árabes. Nos encontramos aquí con otra versión del drama de los celos. Por un lado, el plato de lentejas que comía Jacob representa un señuelo que despierta en Esau el deseo en tanto que el deseo es el deseo del otro. Por su parte, Jacob con la complicidad materna burla las leyes de sucesión que porta el padre, pero este dispone de una bendición para cada uno de sus hijos. Dicha bendición representa la donación de los títulos, que como vemos en el relato, cada uno de lo hijos pudo disponer.

8 A diferencia del mito de Antígona este drama no culmina en tragedia. Tanto un mito como otro muestra la incidencia de la trama edípica en las relaciones fraternas. Los mitos aquí expuestos dan cuenta de cómo las relaciones fraternas dependen de la historia familiar. Dicha historia posibilitará la operación de los nombres del padre y las identificaciones simbólicas que permiten a los hijos separarse de las pasiones fraticidas y constituirse en padres de su descendencia y no como en el mito de Antígona morir en el intento. La fijación en la rivalidad fraterna en tanto identificación narcisista deja al hijo en un circuito endogámico de pegoteo y enojos, como en el caso de Alicia. La bendición paterna posibilita ir más allá del padre a condición de servirse de él. El mito prosigue y relata que cuando Jacob se enteró que su hermano Esau lo buscaba escapó con sus mujeres. Estando en el desierto soñó que se encontró con un hombre con el que luchó y triunfó. Al triunfar le preguntó a su contrincante quien era y este no le dijo, sólo lo bendijo diciéndole que se cambiara el nombre y desde ahora se llamara Israel, cuya traducción en hebreo significa el que peleó con Dios. Pero esta lucha no es fraticida, si no que es la posibilidad del hijo de pelear para constituirse en padre de su progenie.