YOGA SUTRAS DE PATANJALI: SAMADHI PADAH

Transcripción

1 YOGA SUTRAS DE PATANJALI: SAMADHI PADAH Este primer libro de Patanjali, el Samadhi Padah, define el yoga y los movimientos de la conciencia (citta vrtti) Está compuesto por 51 sutras cuyo contenido consiste en: 1. Definir que es el yoga 2. Definir la mente y sus funciones 3. Cómo alcanzar el estado de yoga 4. Características y cualidades que debe tener el practicante de yoga 5. Dios, maestro universal 6. Las posibles interrupciones en el camino del yoga: síntomas y tratamientos 7. Las gratificantes consecuencias de la progresiva concentración de la mente Este libro está dirigido a aquellos que ya están muy evolucionados a fin de permitirles mantener su avanzado estado de madura inteligencia y sabiduría. Sama, significa parecido, similar, directo, imparcial, justo, bueno, virtuoso. Adhi, significa encima y arriba, el que ve, el testigo indestructible. Samadhi es descubrir la fuente de la consciencia, el que ve, y luego difundir su esencia de manera imparcial y pareja, a través de cada partícula de la inteligencia, mente, sentidos y cuerpo. Samadhi es ver el alma cara a cara, un estado de absoluto e indivisible de existencia, en el que se disuelven todas las diferencias entre cuerpo, mente y alma. Es un estado de unidad, de no dualidad, de unidad, donde no hay ego, no hay identificaciones con la mente. Es pura inmersión en el presente, una integración con el todo. Nuestra individualidad deja de ser un elemento separador para integrarse en la Unidad. En el primer sutra nos dice que ahora, en este instante, comienza la enseñanza del Yoga. Nos dice que el Yoga es algo sagrado, que hay que respetarlo y ponerle devoción. También nos dice que esta enseñanza llega a nosotros cuando el alumno está preparado y el corazón nos lo pide. Este primer sutra nos dice también que cuando nos adentramos en esta enseñanza debemos adquirir un compromiso de aplicarlos en nuestra vida diaria para avanzar en la práctica hacia esa integración. Es un texto que se transmite de forma oral y que debemos recibir las enseñanzas de de alguna persona que haya profundizado en su estudio. Y que no sólo debemos recibirlo, sino también transmitirlo a otras personas que estén preparadas para ello, pero jamás imponérselo a nadie. Este primer sutra nos dice que esta enseñanza es universal y que es para la evolución de todos los seres. En el segundo sutra, define lo que es el Yoga explicando que es la aptitud de mantener la mente centrada en un objeto sin distracción alguna, es el cese de cualquier actividad o movimiento en la consciencia. 1

2 El tercer sutra nos dice que cuando cesan todos esos movimientos, la mente está tan purificada y desapegada que puede ser como un espejo que permite reflejar completamente la Conciencia, la Sabiduría, el espíritu. En el sutra 4 nos dice que normalmente no vivimos en ese estado de quietud mental, que nuestro estado habitual es la dispersión, la agitación mental, donde nos identificamos con nuestro cuerpo, con nuestras emociones, con los pensamientos, con nuestro ego. Eso nos lleva a funcionar desde el yo, desde la individualidad, con una actitud de separatividad, generando juicios, interpretaciones, a vivir desde el apego, el deseo y el rechazo, a vivir en la dualidad. Y en el sutra quinto, nos dice que vivir de ese modo nos genera sufrimiento, ya que vivimos desde la ignorancia, en un estado donde no recordamos nuestra naturaleza espiritual y de unidad. El sutra 6 define lo que es la mente a través de sus actividades: La percepción correcta, la percepción incorrecta, la imaginación, el sueño profundo y la memoria. Todas estas actividades trabajan en conjunto y se combinan y se mezclan. Nos relacionan con el mundo que es cambiante y nos permiten aprender. Entre el sutra 7 y 11 nos enseña que el uso inteligente de esas actividades conlleva una mente meditativa. Si la información que percibo por mis sentidos es transparente, sin interpretación, si utilizo la mente para razonar y deducir sin interpretación, si soy capaz de aprender directamente de las enseñanzas de alguien más cualificado que yo, si la imaginación la utilizo para crear de forma consciente, si cuido el sueño para que lo que surja de ellos sea un modo de aprendizaje, si utilizo la mente para guardar información y recordar reproduciendo fielmente el hecho memorizado, estaré dándole a mi mente esa cualidad meditativa. En cambio, si la percepción de mis sentidos están cargadas de juicios, si soy víctima de mis diálogos mentales identificándome con mi intelecto, si pretendo obtener demasiada información y sentir orgullo ante las revelaciones que se me ofrecen, si percibo desde lo ilusorio, desde la identificación, si la imaginación la utilizo para caer en una fantasía que me domina, si el sueño está caracterizado por la pesadez, el cansancio, y la memoria la utilizo para recordar de un modo parcial y para hacerme permanecer anclada en el pasado desde mis interpretaciones de los sucedido, estas actividades de la mente se vuelven un obstáculo hacia la claridad, la integración y la unidad. En el sutra 12 este texto nos da las claves de cómo aquietar la mente y sus actividades, de cómo percibir la realidad de uno mismo y del mundo sin que la mente lo coloree: Abhyasa y Vairagya, la disciplina en la práctica de la atención y el desapego. Mantener una práctica meditativa con disciplina, una práctica constante en aprender a estar atentos, conscientes, presentes. Una práctica donde acepte los pensamientos que surgen, respetando todo lo que ocurra, nos guste o no durante esa práctica, sea elevado o grosero, aceptar todos los pensamientos que llegan dejándolos disolver en la propia mente a través de una cualidad sattwica de espaciosidad, de amorosidad, una cualidad maternal que lo absorbe todo y que permite que se diluyan y desaparezcan. Eso va generando silencio en nuestra mente. 2

3 Meditar es aprender a estar atento y desapegado de deseos, pensamientos, dificultades, experiencias En los sutra 13 y 14 nos dice que este aquietamiento de la mente sólo lo voy a conseguir a través de la perseverancia en la práctica, en volver una y otra vez a la intención de aquietar mi mente, a esa atención constante, firme, penetrante, dulce, sin tensión, sin esfuerzo, con una cualidad de apertura, a horas de práctica meditativa para que la mente se purifique y se libere. Y en los sutras 14 y 15 profundiza en el desapego, en la importancia del arte de reducir el deseo tanto de los objetos mundanos como de los sutiles para aquietar la mente. Y el sutra 16 nos dice que el más alto nivel del desapego se corresponde con la comprensión del Ser, cuando comprendemos lo ilusorio que es el ego. Los sutras 17 y 18 nos explica lo que ocurre a medida que la mente se va aquietando y vamos profundizando en su purificación a través de la atención y el desapego acercándonos a estados de conciencia cada vez más elevados y desconocidos habitualmente. Nos enseñan que el fruto de la meditación siempre es aprendizaje y conocimiento para llegar a la integración, para comprender el SER, es alcanzar el estado de Yoga, de Samadhi, de Unidad. En el sutra 19 nos dice que hay personas especiales y muy evolucionadas que nacen con la posibilidad de experimentar esos estados muy elevados sin necesitar una práctica continuada. En el sutra 20 nos dice el texto que el resto de seres no tenemos otra alternativa para alcanzar esos estados elevados de conciencia que la práctica meditativa y que además tiene que tener tres componentes: fe en que podemos liberarnos, valor o coraje para soltar el ego y no cejar en el empeño de la práctica y una mente capaz de discernir, de razonar, con capacidad de reflexión. En los dos siguientes sutras (21-22) nos dice que los que practican con esas características tienen más cerca el estado de Samadhi y la posibilidad de alcanzarlos, que depende de nosotros mismos los resultados dependiendo de que nuestra intensidad en la práctica sea débil, media o fuerte. Entre los sutras 23 al 29 nos habla de la posibilidad de alcanzar el Samadhi a través de la devoción a Dios. Ver a Dios en todo, que es una energía que lo penetra todo y que todo depende de ella, que Dios es la semilla de todo conocimiento, incondicionado por el tiempo, el espacio. La devoción a Dios hace que disolvamos nuestro ego, que lo hagamos más pequeño. También nos dice que el mantra AUM es el símbolo de la divinidad, el mantra sagrado que repetido constantemente, con sentimiento, comprendiendo su significado, meditando con él, nos aparta los obstáculos que nos permiten caminar hacia el estado de realización. En el sutra 30 este texto nos comenta los obstáculos que podemos encontrarnos en la práctica que afectan nuestra mente y que no le permiten tener el estado de claridad y transparencia. Estos obstáculos son: la enfermedad, la apatía mental, las dudas, la precipitación, la pereza, la avidez de querer acaparar, el vivir de ilusiones, la falta de perseverancia y la sensación de retroceso. Y en el sutra 31 nos manifiesta los síntomas que se asocian a estos obstáculos cuando nos quedamos atrapados en ellos: El dolor, pena, desesperación o angustia, la inestabilidad corporal, dificultad en la respiración y dispersión mental. 3

4 En los sutras del 32 al nos dan formas de superar estos obstáculos y purificar y calmar la mente, prácticas meditativas que nos pueden ayudar a ello: El sutra 32 nos recuerda para superar esos obstáculos se necesita tener muy claro el camino que queremos seguir, el sentido de la práctica del yoga, el objetivo de querer evolucionar en nuestra vida hacia la espiritualidad, tenerlo presente en la mente y en el corazón. Esa confianza, ese recuerdo nos hace fuertes y que la práctica sea efectiva, con una dirección. El sutra 33 nos recuerda que otra forma de superar los obstáculos es cultivando cualidades que tienen la misma naturaleza que el SER: la cordialidad, la compasión, la alegría, indiferencia entre el placer y el dolor, la tolerancia eso predispone nuestra mente de un modo favorable hacia la calma mental. El sutra 34 nos da la posibilidad de centrarnos en la respiración para centrar y calmar la mente. El sutra 35 percibiendo con los sentidos desde otro punto, de otro modo: ver contemplando desde el vacío de la mente, escuchar sin opinar, sin juzgar, tocar fundiéndonos con el objeto, Es decir, percibir sin pensar El sutra 36 nos dice que podemos encontrar calma mental centrándonos en el espacio del corazón que es sagrado, puro, donde reside la conciencia y el alma se refleja sin obstáculos, donde el ego no entra. El sutra 37 nos dice que nos apoyemos en personas que inspiran desapego, humildad, seres con una conciencia desarrollada o en objetos, lugares sagrados que nos invitan a esa paz y serenidad. El sutra 38 nos recuerda que podemos avanzar recordando y aprendiendo de los sueños profundos que están cargados de mensajes. El sutra 39 nos dice que podemos meditar en cualquier objeto o cualidad que nos abra el corazón y nos centre que sea afín a nosotros y nos conecten con cualidades de la misma naturaleza que el SER. A partir del sutra 40 hasta el 51 nos va a ir explicando los diferentes estados progresivos de Samadhi que podemos ir alcanzando cuando tras años o vidas de disciplina en la práctica de la meditación conseguimos una mente transformada, limpia y transparente, donde nos hemos liberado de las perturbaciones, subyugando y dominando las fluctuaciones de nuestra mente. La mente ordinaria se convierte en una supermente capaz de penetrarlo todo, alcanza el estado de Samadhi. Esa mente refleja la información de la realidad sin poner ni quitar nada, desaparece la distinción entre el observador, lo observado y la observación. La práctica del yoga nos ayuda a transformar la mente en un instrumento adecuado para la comprensión. Hay tres grados de cosas a percibir: Las tangibles como cualquier cosa u objeto que podamos percibir por alguno de los sentidos y tienen que ver con las cosas externas: el mar, los colores, el viento, la piel, la respiración, la música, una puesta de sol. Las sutiles, que son aquellas cosas que no podemos percibir a través de los sentidos, que son intangibles. Son sentimientos, cualidades sutiles, energéticas los chakras, la alegría, la paz, el amor, la gravedad, las ondas electromagnéticas Lo causal: es el Todo, la semilla del Todo, lo divino 4

5 Y a partir de estos grados de cosas u objetos a percibir, y partiendo ya de que nuestra mente ha alcanzado un estado de pureza total, un estado elevado de conciencia y que resplandece como una joya, los diferentes niveles de Samadhi que van aumentando su grado de sutilidad son los siguientes: Sutra 42: Savitarka Samadhi- donde ese estado se consigue a través de objetos tangibles, externos donde ha desaparecido mi yo individual en la percepción y me fundo con esa percepción siendo ese objeto y yo algo unificado, sin diferencia, sin separación. Y la memoria, el conocimiento de nuestra mente pura, ayuda en ese estado, donde utilizamos el lenguaje para expresarnos, las imágenes para crear El pensamiento forma parte del Samadhi pero es un pensamiento que mantiene la unidad, sin apegos, sin juicios Sutra 43: Nirvitarka Samadhi- que es un paso más donde también el objeto a través del que se obtiene el Samadhi es tangible, externo, pero aquí ya no utilizamos la memoria o la mente pura para alcanzar ese estado elevado. Hay silencio total en la mente. Sutra 44: Savicara Samadhy- Nirvicara Samadhi- el primero vuelve a ser un paso más elevado en el estado de Samadhy. Aquí, el objeto de a través del cual alcanzamos el estado de Samadhi es sutil, intangible, interno. No hay sentidos externos. En este tipo de Samadhi vuelve a haber memoria, mente, conocimiento intelectual que nos ayuda a esa comprensión; sin embargo, en Nirvicara Samadhi, todo proceso mental queda eliminado, hay silencio mental y solamente está el objeto sutil en estado puro impregnado de conciencia. Sutra 45: Alinga Samadhi- Un estado todavía más sutil, donde la comprensión llega desde lo causal, desde lo divino, donde somos capaces de percibir el Todo potencialmente, la energía concentrada de la totalidad, del universo. Es acceder a la información esencial de las fuerzas primarias que generan todos los fenómenos. En el universo está todo conectado y comienzo a vivir desde esa interconexión, desde la matriz fundamental. El sutra 46 nos dice que estos cinco últimos estados de Samadhi son con semilla, Sabijah Samadhy, dependen de un objeto que incluye a la inteligencia más elevada, buddhi y al yo. En el sutra 47, 48, 49 nos dicen que cuando ya he experimentado hasta la energía del Todo, la fuente generadora y creadora de Todo qué me queda por conocer? La propia conciencia que lo sostiene todo. Y en los sutras 50 y 51 nos dice que la sabiduría y el conocimiento sólo pueden alcanzarse desde la mente. Y como la conciencia no puede verse a sí misma, cuando alcanzamos esa mente tan transparente, pura y limpia, lo que ocurre es que la conciencia puede reflejarse en ella de un modo totalmente integro y todo ese conocimiento crea nuevas impresiones en la mente de una elevada cualidad que sustituyen a las antiguas y que no dejan que vuelvan a surgir nunca más las anteriores. Cuando trascendemos hasta esas nuevas impresiones generadas desde la mayor luz que existe surge un estado de iluminación carente de semilla en el que se terminan las ilusiones y los pensamientos ilusorios. Es Nirbija samadhi, el estado de identidad absoluta con el que ve. Sólo el alma se manifiesta y resplandece sin forma, con total claridad y luz. CARMELA VALERO- JUNIO