Waita Romero. Emma Sonsino

Transcripción

1 Cuando llegamos a la exposición vi toda las fotos de la gente mutilada, me emocionó mucho aun sin conocer la vida de cada uno, cuando empezó a contar la historia de cada persona, era muy triste. Y después cuando explicó que los países fabricantes de minas no querían que se pusiera su nombre, pensé que no era normal esa actitud porque lo que tenían que haber hecho era no haber fabricado las minas que han matado o destruido la vida de las personas, deben asumir sus errores. Creo que la historia que mas me conmovió fue la de la mujer negra con sus niños porque podíamos sentir que amaba la vida con sus problemas. Eso es muy heroico para mí. Waita Romero Durante las dos horas de español del miércoles, fuimos a ver en la Unesco la exposición "Vidas Minadas" del fotógrafo Gervasio Sánchez. Me gustó mucho, sobre todo porque el autor estaba con nosotros para explicarnos con más detalles lo que estaba escrito sobre la pared, es decir la historia de cada persona fotografiada y algunas anécdotas. Me pareció también muy interesante el hecho de que siga el curso de la vida de los personajes, que siga teniendo noticias, que los visite en sus países y que sean 'como sus hijos'. Me impresionó cuando dijo que la fabricación de una mina antipersonal costaba poco y que su destrucción es muy cara. La historia que más me gusto fue la del niño del Este de Europa y la de la chica de África porque supongo que fueron las personas con las que Gervasio Sánchez se quedó más tiempo y a las que más ayudó, por eso llegó a conmovernos más. Para mí la mejor foto es la que está la mujer con su hija, en la cama y que sus prótesis salen de las sábanas con diseños africanos porque representa la pobreza pero al mismo tiempo el porvenir. Creo que fue una salida en la que se nos hizo 'abrir los ojos' sobre la situación catastrófica en otros países del mundo y que nosotros tenemos suerte de poder ir al colegio, comer y tener una cobertura médica que nos hace vivir casi en la abundancia, con respecto a las vidas de todas las mujeres y hombres que fotografió por el mundo... Emma Sonsino

2 El miércoles 17 de diciembre fuimos a visitar la exposición de un célebre fotógrafo de guerra que cubrió la guerra de Yugoslavia. Este fotógrafo se ha especializado en las víctimas de las minas a las que sigue durante varias semanas. Vive con ellas, se acostumbra a su modo de vida, se familiariza con las víctimas, toma fotos con el acuerdo de ellas. El fotógrafo nos explica que no hace como sus colegas, sino que explica la historia de la víctima. En conclusión, ha sido una exposición muy interesante, el fotógrafo ha explicado muy bien y ha sido un placer la exposición con él. Unaï Martínez. El miércoles 17 de diciembre fuimos a la UNESCO para asistir a una conferencia sobre la exposición fotográfica Vidas Minadas. Tuvimos la suerte de que el periodista que la realizó aceptara explicarnos en persona su trabajo. Me pareció que las fotografías sacaban a relucir tanto el horror de la guerra como la dignidad de las víctimas, el hecho de que fuesen hechas en blanco y negro nos permitió percibir con más intensidad los sentimientos que emanaban de ellas. Gervasio Sánchez supo convencernos de que la guerra no es un conflicto lejano que nos concierne sino también un hecho concreto y próximo a nosotros, que sucede no en África o Asia sino en nuestras conciencias. El periodista me impresionó por la fuerza que nos muestra, al enfrentarse de manera casi cotidiana con el horror de los conflictos ante los que se plantea y su manera de trabajar, ya no como simple fotógrafo, contentándose con tomar unas cuantas fotos para dejar finalmente en el anonimato más total a sus modelos, sino reconociendo a las víctimas como seres humanos y tratándolas con respeto. Gervasio Sánchez consigue conservar la dignidad de esas personas y las acompaña en su camino hacia la curación tanto física como psicológica. La exposición me resultó especialmente emocionante y me parece muy interesante e importante que nos hiciera a pensar sobre lo que es la vida y la suerte que tenemos de poder vivir en un país desarrollado como el nuestro, lo que significa que no tenemos que cerrar los ojos sobre lo que puede ocurrir unos kilómetros más lejos por el simple hecho de que no nos afecta de manera directa: El hombre debe ser altruista, no egoísta. Lara Fernández Mourier En primer lugar, debo decir que no me gustó mucho el edificio de la UNESCO que me parece demasiado moderno. Pero Gervasio Sánchez es un hombre muy interesante y aprendí mucho con él. Lo que nos contó de los diferentes tipos de minas y el gran número de fotos de heridos me sorprendió mucho y me puso un poco triste. También lo que nos contó de las historias particulares de las diferentes familias me interesó mucho, sobre todo la historia de la niña ciega. Pero al final, su discurso se hizo más pesado. Para terminar, estoy bastante contento de la visita de la UNESCO. Leo Rodríguez

3 Esta salida me pareció muy instructiva y me hizo salir de "mi mundo parisino" y de mis pequeños problemas diarios, me permitió relativizar. Gervasio Sánchez, en primer lugar, nos habló de su oficio de periodista-fotógrafo, le gusta fotografiar las cosas que denuncian hechos, que nos ayudan a abrir los ojos y que tiene el objetivo de conmover, nos hace reaccionar... Este día, Gervasio Sánchez nos presentó su exposición de fotografías sobre el tema de la víctimas de la minas en los países de África, Asia y América Latina. Estas personas estuvieron amputadas de algún miembro a causa de la explosión de una mina que encontraron en sus caminos un día como los otros. Las fotografías que vimos son fotografías de estas personas amputadas de los brazos o de las piernas, Gervasio Sánchez nos contó las historias personales de algunas de estas personas. Nos habló también de las distintas prótesis que existían: de la prótesis hecha con botellas de plástico hasta la prótesis realmente adaptada. Me ha encantado esta exposición, las fotografías eran conmovedoras; había fotografías que ponían de relieve las minusvalías de estas personas que podían ser menores, otras fotografías mostraban sencillamente pasajes de la vida de estas personas, en sus casas...cuando salí de la exposición todos los pequeños problemas que tenía entrando habían desaparecido. Coline CHARRASSE En esta visita hemos visto una exposición de fotos con el título de "vidas minadas" que nos ha sido presentada por el mismo fotógrafo. La exposición estaba separada en dos temas: -Primer tema: En esta primera parte, había fotos con personas de orígenes distintos mutilados por una mina; también habia fotos de prótesis hechas de diferentes formas (unas hechas con materiales reciclados y otras hechas industrialmente); había fotos de todo tipo de minas. -Segundo tema: En la segunda parte, el fotógrafo se interesó por la vida de algunos mutilados (con los que el compartió su vida) y a sus trágicas historias. El primer mutilado que se vio era uno que nuestro fotógrafo conocía desde muy joven (14 años). Asistió a todas sus operaciones. Ha habido otra historia de un niño mutilado que yendo al colegio, se tropezó y con las dos manos tocó la mina. Al final de esta visita, nuestro fotógrafo nos dedicó uno de sus libros donde hay todas las imágenes que hemos visto en esta exposición y muchas más. Miguel CHERON

4 Durante la guerra pasan cosas muy horribles y entre ellas se encuentra la de poner minas por doquier. Cuando se acaba la guerra nadie se preocupa de las minas que quedan, y entonces muchas personas mueren, quedan mancas, ciegas, sordas, etc. Hay personas que saben lo peligroso que es una mina y al intentar salvar personas sufren amputaciones. Es lo que le pasó a un niño que sabía lo peligroso que podía ser una mina, al ver a varios niñitos jugando se dio cuenta que había una mina al lado de ellos y pensando que se podían hacer daño la cogió y cuando quiso volver a ponerla al suelo le explotó en la cara. En los países pobres en los que hay guerra, a veces hacen falta varios días para poder llegar al hospital muchas personas se mueren en el trayecto. En esos pobres países ha habido muchas vidas minadas, lo que nosotros podemos hacer es incitar al gobierno a enviar personas para que quiten esas bombas y que ayuden a las personas dañadas por las minas dándoles prótesis a las personas que lo necesiten. Belén Mateo La exposición «Vidas minadas» fue muy interesante. Vimos muchas fotos en blanco y negro de mutilados por minas antipersona. Tuvimos una entrevista con el fotógrafo, Gervasio Sánchez, quien nos explicó cada foto y nos habló de su trayectoria profesional. Las fotos se dirigen a todo tipo de espectador y sensibilizan a la gente para que se den cuenta de lo que producen estas armas mortíferas, las minas antipersona. Lo que es muy característico en su forma de trabajar es su participación y el compromiso con los protagonistas de las fotos: vive con ellos durante varias semanas y aprende a conocerlas. Además a algunos mutilados que fotografía, los vuelve a ver varios años después para tener noticias y tomar otras fotos, así nos explica la evolución de la vida de las víctimas. Creo que Gervasio Sánchez tomó una gran iniciativa que permite conocer el problema de las minas anti-persona. Muchas personas olvidan este problema, él nos hace tomar conciencia de que hay que eliminarlas. Esta exposición da mucho que pensar. Emma Bertín

5 Las minas anti-persona son artefactos explosivos diseñados para herir o matar a las personas. Se colocan debajo de la tierra y se activan con el contacto de una persona. Pueden estar escondidas en objetos llamativos (muñecas). A causa de las minas terrestres y las municiones sin explotar, miles de hombres están perdiendo la vida, sufriendo heridas. Hay muchos países que están afectados por estas minas (por ej. Afganistán, Columbia, Camboya...). Las minas no se desactivan porque cuesta mucho dinero y por eso hay tantos mutilados. Muchos países participaron (incluso los europeos) en la colocación de bombas antipersonales. El fotógrafo prefirió hablar de lo que pasa cuando alguien pierde las manos, las piernas... Insiste sobre el hecho de que la vida continua que estas personas deben adaptarse sin piernas, sin manos... Estas personas han perdido miembros y, sin embargo, algunas van a la universidad, otras trabajan, otras crían a su familia. Hay niños que siguen estudiando, incluso escriben, juntando las dos muñecas. En conclusión, es espantoso que estas minas no sean desactivadas por preocupaciones económicas. Así, estas bombas seguirán destruyendo vidas. Roxane Kunde