Capítulo 7. Turismo y política. Las dictaduras del siglo XX/1

Transcripción

1 Las dictaduras del siglo XX/1 Las grandes dictaduras europeas del siglo XX tuvieron su propio modelo de turismo. La Unión Soviética, la Italia fascista, la Alemania nacional-socialista y la España de Franco, desarrollaron unas instituciones turísticas características: Inturist, ONDP (Opera Nazionale Dopo Lavoro), NSG KdF (Nationalsozialistische Gemeinschaft Kraft durch Freude) y la OSED (Obra Sindical Educación y Descanso).

2 La organización del turismo en la Unión Soviética/2 En 1919, el nuevo estado soviético promulgó un decreto de nacionalización de los balnearios, abriéndolos al público general y no sólo a la nobleza y la élite económica. Una parte de los sanatoria balnearios y casas de reposo en general fueron otorgados como privilegio a ciertas organizaciones del partido o el Estado. En 1929 se constituyó la empresa oficial soviética para turismo, Inturist, que se encargaba de organizar los viajes al extranjero y del extranjero a la URSS. En principio funcionaba sólo como agencia de viajes pero a partir de 1933 se fusionó con la empresa estatal Hotel. Comenzó así a desarrollar una intensa actividad como propietaria de hoteles, pensiones y casas de reposo, así como restaurantes, autocares y otros medios relacionados con las necesidades turísticas. Con el tiempo Inturist se convirtió en una de las mayores empresas turísticas del mundo.

3 La organización del turismo en la Unión Soviética/3 Formas adoptadas por el turismo oficial en la URSS 1. Turismo como propaganda: En su vertiente externa Inturist organizaba viajes por el país en los que se albergaba a los turistas extranjeros en los mejores hoteles y localizaciones, a las que en general no tenían acceso los propios ciudadanos soviéticos. Para el interior, los sindicatos y sus organizaciones afines preparaban excursiones y viajes por la URSS que tenían como objetivo la educación y el descanso del pueblo. Por ello, los bolcheviques veían en el turismo una forma de consolidar sus apoyos políticos entre los obreros soviéticos. 2. Turismo como recompensa a los trabajadores: No todo el mundo podía disfrutar del viaje de vacaciones, por lo general sólo podían los mejores obreros o los cargos significados del Partido Comunista o las organizaciones del Estado. Los viajes eran para personas de probada confianza, a las que se premiaba su servicio.

4 Italia: turismo y fascismo/4 Benito Mussolini llegó al poder en 1922 y estableció su dictadura fascista. En 1919 se había constituido el ENIT (Entidad Nacional para la Industria Turística). El mismo año, y como medio para aumentar la satisfacción de una clase obrera en rebeldía, el manager Mario Giani había creado en su empresa una organización llamada Dopo lavoro [Después del trabajo]. La Opera Nazionale Dopolavoro (OND), nacionalizada en 1925, carecía de subvenciones por parte del Estado o los sindicatos fascistas, pero era generosamente apoyada por grandes empresarios y terratenientes. La pertenencia a la organización fue siempre voluntaria y su relación con el sindicato vertical le dotaba de una cierta diversidad. Hacia 1939 contaba con cuatro millones de miembros, aunque sólo una minoría de obreros industriales un 20% hacia 1936 y de campesinos un 7% pertenecían a la OND. En general, el grueso de sus miembros lo constituían oficinistas y funcionarios públicos. Seguía existiendo un turismo comercial e individual que, en cifras, alcanzaba al noventa por ciento del total. Es decir, la OND no consiguió ocupar nunca más del 10% del sector de la oferta turística.

5 Alemania: el KdF nacional-socialista/5 En el terreno turístico la dictadura nacional-socialista impulsó la segregación de los judíos alemanes, a los que se prohibía la entrada en balnearios, playas y centros de recreo de todo tipo. El 27 de noviembre de 1933, se funda la Sociedad Nacional-Socialista Fuerza por la Alegría (Nationalsozialistische Gemeinschaft Kraft durch Freude, NSG KdF). En 1938 viajaron con la organización más de diez millones de personas. Casi el 90% de esos viajes no fueron más que excursiones por un día o dos y muchas sin pernoctación. Los cruceros y viajes a Italia, Portugal o Noruega que fueron la actividad más explotada políticamente por la propaganda del nacional-socialismo. Los viajes organizados por el KdF, que eran baratos, tenían que competir con la ya potente industria del turismo comercial. Nunca consiguieron más del 10% de la oferta turística total.

6 Franquismo y turismo oficialista/6 El grueso del turismo en la España de la dictadura franquista residió en la iniciativa privada. Sin embargo, siguiendo el compromiso social propio de la ideología falangista, el franquismo intentó crear redes de implicación y promoción turísticas similares a las del fascismo. Objetivos: turismo social, permitir a los sectores económicamente débiles sobre todo niños y jóvenes acceder al descanso y servir de instrumento de adoctrinamiento y propaganda ideológica. En 1939, se creó la Obra Sindical de Educación y Descanso (OSED) que se inspiraba en las organizaciones similares nazi e italiana y que duró hasta la disolución de los sindicatos franquistas en A través de su Servicio de Viajes y Excursiones, organizaba viajes y excursiones. Los clientes de estas excursiones varían desde los a comienzos de los años cuarenta a unos en la década de los sesenta. Existía también una tarjeta de Educación y Descanso gracias a la que sus afiliados conseguían descuentos en los trenes. La Obra Sindical también mantenía albergues y casas de reposo, unas 50 a principios de los sesenta, con unas plazas.

7 Las dictaduras del siglo XX/7 Bibliografía Baranowski, Sh. (2007): Strength through Joy. Consumerism and Mass Tourism in the Third Reich, Cambridge University Press. Grazia, V. de (1981): The Culture of Consent. Mass Organisation of Leisure in Fascist Italy, Cambridge/Nueva York. Koenker, Diane P. (2008): The Right To Rest : Postwar Vacations in the Soviet Union, Seattle: The National Council for Eurasian and East European Research. y Gorsuch, Anne E. (eds.) (2006): Turizm: The Russian and East European Tourist under Capitalism and Socialism, Cornel University Press: Ithaca.