Palabras en la Cena Empresarial del Consejo Nacional de la Empresa Privada de Panamá (CONEP) "Navegando hacia un Desarrollo Compartido"

Transcripción

1 Palabras en la Cena Empresarial del Consejo Nacional de la Empresa Privada de Panamá (CONEP) "Navegando hacia un Desarrollo Compartido" José Manuel Salazar-Xirinachs Director Regional de OIT para América Latina y el Caribe Panamá, Jueves 9 de Julio, 2015 Estimada Sra. Elisa Suárez de Gómez, Presidenta saliente del CONEP. Señor Julio de la Lastra, Presidente entrante de esta importante organización empresarial. Estimado Sr Ministro de Comercio, Melitón Arrocha, en representación esta noche del Excelentísimo Sr. Presidente de la República de Panamá, Sr. Juan Carlos Varela Estimado Sr. Ministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles Señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Panama Estimados empresarios y líderes empresariales de Panamá Estimados miembros del cuerpo diplomático acreditado en Panamá Señores y señoras ministros y otras autoridades de gobierno Señoras y señores, amigos todos, Permítanme saludarlos con afecto y agradecer la amable invitación por la cual puedo estar esta noche con ustedes representando al Director General de la OIT, Sr. Guy Ryder. Quisiera comenzar agradeciendo una vez más al señor Presidente de la República de Panamá por su muy exitosa visita a la OIT y su participación en la Conferencia Internacional del Trabajo, donde compartió con los 5000 participantes su visión sobre el desarrollo de Panamá. Y también a la Primera Dama de Panamá, Sra Lorena Castillo, por su muy sustantiva y también emotiva participación en la celebración del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, el pasado 12 de Junio. Como algunos de ustedes saben, luego de 10 años en Ginebra, primero como Director Ejecutivo del Sector Empleo y en los últimos 2 años como Director Adjunto para el Portafolio de Políticas, acabo de comenzar una nueva responsabilidad como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe con sede en Lima. Y me complace mucho que una de mis primeras visitas bajo esta nueva responsabilidad sea a este bello y dinámico país. 1. Panamá y la OIT La OIT y Panamá han tenido una larga relación de colaboración y amistad desde el año 1919 cuando Panamá ingresó como miembro de la organización. Esta relación ha tenido y tiene múltiples dimensiones: 1

2 El país ha albergado la sede de importantes proyectos de cooperación técnica de la OIT, me refiero al PREALC que tuvo una sede en Panamá hasta el año A partir de allí el país es también la sede del Sistema de Información Laboral de América Latina y el Caribe (SIALC) que se financia parcialmente con el aporte del Gobierno y el pueblo panameño. Pero lo más importante es que Panama es hoy día un país profundamente comprometido con la agenda de trabajo decente de la OIT. En su discurso ante la CIT, el Sr. Presidente Varela muy acertadamente caracterizó a la OIT como "el foro internacional generador de normas y políticas públicas de trabajo que desde su constitución ha sido el principal creador de consensos entre los gobiernos, los trabajadores y los empleadores, contribuyendo no solo al desarrollo de las naciones sino también a la gobernabilidad...". Y seguidamente nos dijo "Me siento plenamente identificado con estos principios que rigen la OIT, pues estoy convencido de que el diálogo y los consensos son herramientas fundamentales para mantener la paz social en toda nación". No puede haber mejor expresión de los valores compartidos entre OIT y el Gobierno de Panamá y del compromiso personal del Sr. Presidente, que sabemos que es ampliamente compartido por los empresarios y trabajadores panameños, para poner dichos valores en práctica. La OIT celebra el acierto del Presidente Varela de colocar en el centro de sus prioridades la agenda de empleo decente y de desarrollo del talento humano. Y nos honra y motiva mucho la estrecha colaboración que mantenemos con Panamá, en particular, con el Sr. Ministro de Trabajo y su equipo, en un amplio rango de temas y retos, que por cierto estuvimos revisando en nuestra reunión de esta mañana, desde la política de empleo hasta la formación técnica y profesional y las normas y derechos laborales. Esta noche quisiera decir unas breves palabras sobre el contexto regional e internacional, para luego referirme a algunos de los retos de Panamá y al importante trabajo del CONEP y terminar con un breve comentario sobre las alianzas público-privadas. 2. El entorno: América Latina y el Caribe Como región América Latina y el Caribe es un conglomerado de realidades muy distintas en lo político, en lo económico y en lo social, pero también es claro que la región participa de una herencia común y que presenta muchos retos comunes. Si nos enfocamos en los desarrollos recientes, es claro que así como la década de los 80s pasó a la historia como la década perdida, la primera década del siglo 21 será recordada como una década dorada, un período caracterizado por un alto crecimiento e importantes avances económicos, sociales y en materia de empleo. Tal como lo reportó el informe del Director General a la Reunión Regional en Lima en Octubre pasado, entre el 2002 y el 2013 se logró lo siguiente: La pobreza se redujo de 44% a 28% Las tasas de empleo aumentaron de 52% a 56% 2

3 Los salarios promedio aumentaron 1.8% anual Cobertura de Seguridad Social se expandió de 52% a 60% en las zonas urbanas El empleo informal se redujo de 52% a 48% Las clases medias crecieron en varios países. El nuevo escenario requiere repensar políticas e instituciones Pero hay ahora un nuevo escenario. Con el fin de la bonanza de los productos primarios y el crecimiento más bajo de la economía mundial, estos avances económicos y sociales no van a ser sostenibles, al menos con las políticas actuales. El nuevo escenario y los retos de largo plazo requieren repensar políticas e instituciones. Desde una perspectiva de largo plazo algunos de estos retos comunes, incluyen: Un síndrome de bajo crecimiento de la productividad. Un crecimiento económico volátil, errático, no sostenido, en parte por falta de un ambiente más propicio para la inversión y las empresas sostenibles. Altos niveles informalidad y exclusión social Alta desigualdad de ingreso, y en el acceso a servicios básicos, en particular salud, educación y entrenamiento de calidad, así como a protección social. Déficit masivo de trabajo decente en términos tanto de la cantidad como de la calidad del empleo y en el respeto y cumplimiento de los derechos de los trabajadores. También tenemos altos niveles de trabajo infantil y trabajo forzoso en algunos sectores y regiones. En este escenario, aplicar las mismas políticas y esperar mejores resultados no es realista. De cara al futuro son necesarias nuevas ideas y nuevas políticas pero también un ingrediente que sin ser nuevo es indispensable: fuertes alianzas público-privadas y tripartitas. Cuáles son los nortes que nos pueden ayudar? Quiero mencionar varios elementos. Primero, la idea misma de "navegar hacia un desarrollo compartido" es innovadora. No siempre la política pública ha puesto este objetivo como norte, y no siempre ha sido posible pasar, con políticas efectivas, del dicho al hecho. La gran pregunta es: cómo se logra ese desarrollo compartido, ese crecimiento inclusivo? Para ser inclusivo el crecimiento debe tener varias características que lo definan: Debe ser sostenido por décadas, no volátil Debe ser uno de amplia y diversificada base de producción y que genere empleo productivo. Y para generar empleo productivo son particularmente importantes las políticas de desarrollo productivo y de promoción de empresas sostenibles y del talento humano, que aceleren los procesos de aprendizaje y de adaptación a los cambios tecnológicos y competitivos. Debe ser uno que reduzca la pobreza y la desigualdad Y debe ser uno que provea acceso a servicios básicos como la educación, la salud, la protección social, y que respete los derechos laborales. 3

4 Esta definición de lo que es crecimiento inclusivo hace muy claro, incluso evidente, que aunque las políticas sociales son un ingrediente fundamental, no son suficientes. La inclusividad del crecimiento tiene dos caras estrechamente relacionadas: la económica y la social. Mucho de la exclusión social, y de hecho de la desigualdad, en nuestros países está arraigada en ese patrón tan heterogéneo de productividad, donde coexisten sectores, empresas y regiones de alta productividad con sectores, empresas y regiones de muy baja productividad. Por ejemplo, un estudio del Banco Mundial sobre estos temas concluyó que los avances en la primera década de este siglo en materia de inclusión social y reducción de desigualdades en países como Brasil, son atribuibles en dos terceras partes a las políticas de desarrollo productivo y en una tercera parte a políticas sociales. En otras palabras, el desarrollo compartido y el crecimiento inclusivo requieren de un balance y de una complementariedad de políticas de desarrollo productivo y del sector privado con políticas sociales. Se trata nada menos que del reto de redefinir los patrones de crecimiento y promover nuevas matrices productivas con mayor innovación y complejidad económica y tecnológica que hagan que el modelo de crecimiento tenga más tracción en los mercados de trabajo. Ninguna política de empleo puede ser exitosa si no está fuertemente anclada en una visión y una política clara de desarrollo productivo. Este es un tema central, y tal vez el tema central, en el nuevo diagnóstico y nueva visión de nuestras realidades. En esta materia Panamá está haciendo y logrando mucho, y sobre esto voy a volver en unos minutos. Segundo, el nuevo escenario del mundo del trabajo está también dado por el hecho de que estamos viviendo en una época, no de una, sino de varias revoluciones tecnológicas que se caracterizan entre otras cosas por cambios exponenciales y vertiginosos. Estas revoluciones van desde las tecnologías de la información y las comunicaciones, hasta la robótica avanzada, desde la ingeniería de los bio-procesos hasta hasta la manufactura aditiva, y desde el internet de las cosas hasta las tecnologías limpias. Un gran tema para el presente y el futuro de la producción y del empleo es la penetración de estas y otras tecnologías en nuestos sistemas productivos, es decir, en las empresas y en las calificaciones y competencias de los trabajadores para que esto suceda exitosa y competitivamente. Tercero, no es posible competir exitosamente como empresas y como país en el mundo de hoy sin sistemas educativos y de formación profesional que capaciten a la fuerza de trabajo en lo que se conoce como habilidades siglo 21. Las habilidades Siglo 21 incluyen la formación técnica básica, pero también competencias como pensamiento crítico, creatividad, comunicación y colaboración, y también calidades de carácter como la persistencia, la puntualidad, la adaptabilidad, la iniciativa y el liderazgo. Ningún país se ha desarrollado sin una verdadera revolución en el desarrollo de su capital humano y esto solo se puede hacer en estrecha colaboración con el sector privado. Cuarto, estamos viviendo una nueva fase de la globalización caracterizada por el surgimiento del Sur. La antigua y simple jerarquía Norte-Sur ya no es válida. Hay toda una nueva geografía 4

5 de crecimiento, de calificaciones de la mano de obra, de movilización de recursos financieros, de relaciones comerciales y de inversión con nuevas dinámicas Sur-Sur. Los países de América Latina y el Caribe deben tomar en cuenta estas nuevas realidades y adaptarse estratégicamente a ellas al definir sus políticas de crecimiento, empleo, educación, entrenamiento, inversión y financiamiento, y al repensar sus instituciones tanto nacionales como sus alianzas internacionales y regionales. Desafíos políticos En lo político los países de la región tienen también una combinación de gran diversidad así como una herencia y retos comunes para mejorar la calidad de nuestras democracias. Un primer punto, obvio pero sumamente importante, es que las desigualdades y la exclusión acrecientan las posibilidades de conflicto social, corroen la confianza en las instituciones democráticas y ponen gran presión sobre los gobiernos. Por eso es tan importante avanzar en la agenda de trabajo decente y de mayor justicia social. Segundo, la falta de amplios consensos políticos es con frecuencia una de las principales restricciones para promover una agenda de desarrollo, de empleo y de crecimiento inclusivo positiva, que mobilice las voluntades de los diferentes actores en direcciones constructivas. Y tercero, hay en muchos países un déficit de mecanismos institucionales para la coordinación de políticas, la colaboración público-privada y tripartita para impulsar y dinamizar la acción colectiva. La cultura de diálogo para reducir el conflicto social no está bien institucionalizada en varios países, y más bien existen situaciones de gran desconfianza y confrontación, que pueden llevar a la parálisis, y en los casos más trágicos, al retroceso. Precisamente en esta importante área del diálogo social Panamá se destaca por tener mecanismos desarrollados y exitosos para negociar consensos y una visión ampliamente compartida del desarrollo nacional. Este es uno de sus grandes activos, desafortunadamente un activo que es escaso en algunos países de la región. Y en este sentido aprovecho la oportunidad para felicitar al CONEP por la muy importante contribución que ustedes han hecho y continúan haciendo a la construcción del proyecto nacional panameño, y al diálogo tripartito y multisectorial. Sin un constante diálogo tripartito no es posible navegar hacia un desarrollo compartido. 3. La situación de Panamá A riesgo de equivocarme en algún aspecto, quisiera ahora hacer algunas apreciaciones sobre la realidad y los retos panameños. Panamá ha sido un país muy exitoso en términos económicos pero tiene también tareas inaplazables, tanto en materia productiva como de inclusión social y de desarrollo humano. Los indicadores de progreso económico abundan: 5

6 Es una de las 3 economías de mayor crecimiento en América Latina. Ha sido y continúa siendo un imán para la Inversión Extranjera Directa Tiene la plaza financiera más sólida de la región, Tiene proyectos masivos de infraestructura Este fuerte crecimiento económico se ha traducido en la mejora de indicadores sociales. No obstante, la desigualdad se mantiene relativamente alta y persisten desafíos en materia de inclusión social y de inclusión económica. El desarrollo de un sistema de protección social más efectivo y con cobertura universal es crucial para acelerar la reducción de la pobreza en el país. Además, se necesitará una mayor atención en el desarrollo de habilidades y calificaciones y en el estímulo a la innovación. 1 En materia de competitividad, el propio CONEP, por medio de su Sra. Presidenta, ha señalado que de 2013 a 2014 Panamá perdió 8 posiciones, pasando de la posición 40 a la 48 en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial. En materia educativa hay brechas importantes tanto cuantitativas como en calidad. Según los resultados de las pruebas PISA (Programme for International Students Assesment) en Panamá el 48% de los jóvenes que ingresan al mercado de trabajo son incapaces de comprender un texto básico y a un 62% se les dificulta realizar cálculos simples. Según un estudio de Manpower del año pasado, el 58% de los empresarios panameños encuestados reportaron dificultades para cubrir las vacantes. De acuerdo con un estudio del BID, el 60% de los empresarios asegura que la deficiencia de las habilidades es la principal dificultad en la selección y contratación de personal. También hay un déficit en las llamadas competencias blandas. La apuesta del Presidente Varela por una agenda de empleo decente y de desarrollo del talento humano es precisamente una apuesta por un estilo de desarrollo inclusivo y por una ruta de progreso compartido. En este sentido en la OIT nos complace haber acompañado el Trabajo de la Alta Comisión de la Política Pública de Empleo en Ocupaciones Técnicas y Profesionales, integrada por representantes del gobierno, del sector empleador y trabajador, las universidades y otras instituciones públicas y privadas. 1 Panamá ha puesto en marcha varios programas para reducir la pobreza e incrementar el acceso a los servicios. El programa de transferencias monetarias condicionadas Red de Oportunidades, por ejemplo, da US$50 al mes a las madres más pobres para que sus hijos vayan a la escuela y reciban servicios básicos de nutrición y salud. El Gobierno de Panamá también ha destinado recursos adicionales a programas de protección social como 120 a los 70, que da US$120 a más de 100 mil jubilados de más de 70 años que no estén cubiertos por planes de pensión, y el programa Beca Universal que otorga una beca mensual de US$20 a 550 mil estudiantes inscritos en escuelas públicas y estudiantes elegibles de centros privados. 6

7 El informe y las 18 acciones recomendadas son una excelente hoja de ruta para dar solución a muchos de los retos que enfrenta Panamá en materia de formación técnica y profesional. Y estamos ofreciendo nuestro apoyo para la puesta en práctica de estas recomendaciones. 4. Los desafíos para el mundo empresarial: Posibles acciones del CONEP ante esos retos El CONEP y sus Federaciones asociadas, que son todas organizaciones empresariales maduras, reconocen todos estos desafíos y las responsabilidades que este escenario económico y social representa para los empresarios panameños. Consciente de esto el CONEP ha propuesto centrar los esfuerzos en mejorar la educación para el trabajo poniendo énfasis en la calidad, a través de la educación dual, la certificación de las competencias, la promoción de la cultura emprendedora y otras iniciativas. La Presidenta del CONEP ha afirmado correctamente que las principales causas de la situación educativa del país se encuentran en la inexistencia de mecanismos eficaces para la prospección de demandas de formación, la falta de cultura de normalización y certificación de competencias, el débil marco legal-institucional y los bajos niveles de inversión pública en educación y formación profesional. Es igualmente importante y el CONEP así lo comparte, promover la investigación, el desarrollo y la innovación. Esto va desde la promoción de clusters y la integración a cadenas globales de valor con mayores contenidos tecnológicos, hasta las alianzas público-privadas para poner el capital semilla y el capital de riesgo para la innovación. Varios países de ingresos medios como Panamá están apostándole fuerte a la innovación como instrumento para evitar el riesgo de la llamada trampa del ingreso medio. El CONEP también ha tenido un papel fundamental en impulsar la participación de la mujer en el mercado de trabajo y en puestos de liderazgo, no en vano el CONEP ha venido siendo acertadamente dirigido por una distinguida dama. Otro tema de especial importancia para el CONEP y para Panamá es la lucha contra el trabajo infantil. El Presidente Varela se ha propuesto la meta de hacer de Panamá el primer país de América Latina que logra erradicar el trabajo infantil. Esta es una ambición realizable que la OIT aplaude y desea acompañar. Ya mencioné la emotiva y sustantiva participación de la Primera Dama de Panamá en la celebración del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que le dió a Panamá una visibilidad global como país líder en el avance hacia este noble objetivo. 5. Alianzas positivas para enfrentar los retos: el diálogo social Para ir concluyendo, permítanme reiterar que el proceso de desarrollo del país y los ajustes que requiere el actual modelo, tanto en lo económico como en lo social, son tareas complejas que ninguno de los actores económicos y sociales puede hacer por sí solo. Es necesario un esfuerzo conjunto y el compromiso de todos. Es por ello que las buenas relaciones que mantiene el CONEP con las organizaciones de trabajadores resulta un elemento muy positivo y es, en sí mismo, una alianza estratégica para el desarrollo de Panamá. Recientemente los organismos internacionales y numerosos académicos, han venido poniendo mucha atención a la importancia del diálogo social, de los arreglos institucionales y específicamente a cómo estructurar las alianzas público-privadas para que sean exitosas, tanto 7

8 en materia de políticas para el mundo del trabajo como para las políticas de competitividad y desarrollo productivo. Hay una gran riqueza de experiencias en América Latina y en el mundo, varios países han establecido Consejos Nacionales de Competitividad, o de Innovación, o consejos sectoriales para el desarrollo de las calificaciones. Este es un tema amplio, solo quisiera señalar dos puntos: Primero, la experiencia nos enseña que una de las razones por las que las alianzas público-privadas fallan, es la falta de compromiso y de coordinación pública-pública. Se requiere muy fuerte compromiso y buena coordinación entre entidades públicas para cumplir con los compromisos a que se haya llegado con empleadores y trabajadores. Segundo, así como se requieren fuertes competencias técnicas, operativas y políticas en el sector público, también se requieren estas mismas competencias técnicas, operativas y políticas en las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Si hay asimetrías y desbalances en estas competencias, el éxito de las alianzas públicoprivadas está en peligro. Como dije al inicio de esta intervención, las relaciones de cooperación entre la OIT y Panamá son de larga data y hemos acompañado y apoyado según ha sido necesario en distintas etapas de la historia del país, con frecuencia ayudando a que prevalezca el respeto a los derechos establecidos en las normas internacionales del trabajo. Señores ministros, señores y señoras líderes empresariales, Termino reiterando la disposición y compromiso de la OIT para trabajar hombro a hombro con el gobierno y con los actores sociales, en todo el rango de retos y desafíos para el logro de un desarrollo compartido y un crecimiento inclusivo y sostenible en Panamá, con más y mejores empleos en empresas competitivas y sostenibles, así como para el indispensable fortalecimiento de sus ya muy desarrollados procesos de diálogo y de participación democrática. Muchas gracias por su invitación, muchas gracias por su atención. 8