LA PRESENCIA DEL SENTIMIENTO DE SOLEDAD. Rodrigo Manrique Ospina. Asesor: Andrea Escobar Altare

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1 LA PRESENCIA DEL SENTIMIENTO DE SOLEDAD Rodrigo Manrique Ospina Asesor: Andrea Escobar Altare Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Psicología Maestría en psicología clínica Énfasis psicoanalítico Bogotá, 14 de Enero 2016

2 Resumen En este trabajo se encuentran relacionadas dos acepciones de la soledad que suelen entenderse como independientes la una de la otra: el sentimiento de soledad que perturba la salud mental y la condición de estar solo que le procura bienestar a quienes la buscan. Dos de las tres pacientes mujeres analizadas hacen uso de mecanismos psíquicos específicos para buscar estar solas con el fin de no sentirse solas. En estas dos pacientes se encuentra una clara oscilación entre las posiciones esquizoparanoide y depresiva. La tercera paciente se instala únicamente en la soledad que perturba y tiene una estructura mental claramente paranoide que la lleva a crear lazos de dependencia para huir de su soledad. La sociedad en la que vivimos dificulta el buscar potenciar el yo con un aprender a vivir consigo mismo que realmente deslindaría el querer vivir solo del padecer el sentimiento de soledad. Palabras clave: sentimiento de soledad, condición de estar solo, fantasía inconsciente, objetos internos, posición esquizoparanoide, posición depresiva.

3 La presencia del sentimiento de soledad 3 Tabla de contenido Pág. 1. Introducción Planteamiento del problema y justificación Objetivos Objetivo general Objetivos específicos Pregunta de investigación Fundamentación bibliográfica Fantasía inconsciente Posición esquizoparanoide Posición depresiva Método Diseño Participantes Consideraciones Éticas Instrumentos Técnicas Procedimiento Análisis de casos Alicia Dora Catalina Discusión Referencias bibliográficas... 96

4 La presencia del sentimiento de soledad 4 1. Introducción El presente trabajo tiene como uno de sus propósitos el construir hipótesis acerca del funcionamiento psíquico de 3 pacientes a partir del contenido emocional vivido en sesiones terapéuticas y de elementos teóricos. Este trabajo se presenta como un requisito de la Maestría en Psicología Clínica de orientación psicoanalítica y hace parte de las investigaciones de la línea de Desarrollo psíquico. Este trabajo tuvo el acompañamiento constante de Andrea Escobar Altare, quien ejerció con muy buena disposición su función de supervisión. Mis sentidos agradecimientos para ella. Tuve la suerte de tener como pacientes a Alicia, a Dora y a Catalina, quienes me brindaron su abnegada confianza. 1.1.Planteamiento del problema y justificación El tema del sentimiento de soledad ha adquirido una importancia inusitada en esta época. De un lado, numerosas investigaciones han situado a la soledad como un factor de riesgo para la salud física y mental. Se ha encontrado una alta correlación entre personas que dicen sentirse solas y alteraciones graves de la salud física y mental. Estudios muestran que la soledad es un factor de riesgo que se asocia con alteraciones en la salud física (enfermedades cardiovasculares, trastornos de la alimentación, problemas de sueño), y alteraciones en la salud mental (depresión, suicidio y abuso de alcohol y droga, entre otros). De otra parte, aumenta en el mundo el número de personas que dice sentirse solas, lo cual resulta paradójico en una era en la que se ha facilitado enormemente la comunicación entre las personas: Quienes se sienten solos con frecuencia probablemente emplean más

5 La presencia del sentimiento de soledad 5 redes sociales que aquellos que no reportaron ese sentimiento (Wilkins, 2000). Para Sábato esto no resulta para nada paradójico: Aunque la soledad del hombre es perenne, no sociológica sino metafísica, únicamente una sociedad como ésta podía revelarla en toda su magnitud. Así como ciertos monstruos sólo pueden ser entrevistos en las tinieblas nocturnas, la soledad de la criatura humana se tenía que revelar en toda su aterradora figura en este crepúsculo de la civilización maquinista (Gayol, 2009). En la llamada civilización maquinista se confunde comunicación con relación afectiva y nada puede ser más falso que esto. Esta sociedad en la que vivimos potencia la comunicación pero cada vez hay más gente sintiéndose sola. Lipovetsky va en la misma vía de Sábato. Vivimos en una época en la que se han vaciado de contenido las relaciones humanas. El trabajo, la familia, aquellos grandes valores de antes ya se van diluyendo: quién cree aún en el trabajo cuando conocemos las tasas de absentismo, cuando la jubilación se convierte en un ideal? Quién cree aún en la familia cuando los divorcios no paran de aumentar, cuando los viejos son expulsados a los asilos, cuando los padres quieren permanecer jóvenes, cuando el aborto, la contraconcepción, la esterilización son legalizadas? (Giraldo, 2014). Al perder los ideales y ciertos valores que congregaban a los seres humanos en torno a un fin común el lugar que ocupaban, el interés propio va ganando terreno y las mismas relaciones humanas comienzan a ser saqueadas por un interés egoísta: qué provecho se puede sacar de la relación con otro? La relación con el otro pasa a ser producto de la satisfacción de un deseo personal. El otro de la relación deja de ser un otro para convertirse en un objeto de consumo por medio del cual se pueden satisfacer los deseos personales (Giraldo, 2014). Y si seguimos a Sábato, que propone la relación afectiva como el único remedio efectivo contra

6 La presencia del sentimiento de soledad 6 el sentimiento de soledad, evidentemente esta postura egoísta no facilita la puesta en práctica de ese remedio y el sentimiento de soledad se agudiza. Pero la soledad no es únicamente un sentimiento del cual las personas buscan defenderse. Hay quienes en lugar de padecer la soledad, lo que buscan es estar solos. Y el número de personas que busca estar sola también ha aumentado de manera progresiva en los últimos años. Ya no se habla solamente del monje y del ermitaño que buscan vivir solos y ya se empieza a hablar de hogares unipersonales. Los vocablos solitude y loneliness hacen referencia a dos condiciones diferentes de la soledad. El vocablo loneliness hace referencia al estado anímico que vive quien sufre la pérdida del otro, mientras que el vocablo solitude hace referencia a lo que Seneca llama espacios de soledad que el hombre debe buscar para rescatar su individualidad y no su egoísmo. El ser humano debe rescatar lo propio de su individualidad para que lo que le es propio no se diluya en la presencia de otros. El famoso director de cine ruso Andrei Tarkovski responde una entrevista con palabras proféticas diciendo que él le diría a los jóvenes que aprendan a amar la soledad, que aprendan a estar más solos consigo mismos, que no busquen hacer cosas para no sentirse solos: [Le diría a los jóvenes que] aprendan a amar la soledad para que estén más solos con ustedes mismos. El individuo debe aprender a estar consigo mismo desde chico, pero esto no significa estar solo, significa no aburrirse con uno mismo, que es un síntoma muy peligroso, casi una enfermedad. (Tarkovski, 1978). Es importante que el psicoanálisis le dedique al sentimiento de soledad una mayor atención. Melanie Klein en su libro El sentimiento de soledad trabaja la soledad como un

7 La presencia del sentimiento de soledad 7 sentimiento relacionado con el haber perdido algo. Pero el psicoanálisis debe profundizar no sólo su estudio en la soledad como un sentimiento que causa sufrimiento sino también su estudio en la soledad como un estado que puede enriquecer al ser humano. La soledad como una posibilidad de enriquecimiento puede servir de remedio a la soledad como un estado que se sufre. Este trabajo hace una aproximación modesta hacia estas dos soledades con el ánimo de llamar la atención sobre la importancia que puede tener la una para la otra, llamar la atención sobre la imperiosa necesidad que se tiene de prender una alarma sobre el hecho de que al hablar solo de una de estas soledades nos estamos olvidando de la otra Objetivos Objetivo general. Indagar desde la teoría de Melanie Klein en el funcionamiento psíquico inconsciente que subyace al sentimiento de soledad que viven tres pacientes que asisten a psicoterapia en consulta privada Objetivos específicos. 1. Explorar cómo se relacionan cada una de las 3 pacientes con otras personas y con su entorno. 2. Pensar qué tipo de relación establece cada paciente con el terapeuta. 3. Explorar desde las configuraciones de las posiciones esquizoparanoide y depresiva cuál es la dinámica inconsciente que lleva a cada una de las pacientes a relacionarse de la manera como lo hace con su entorno y con el terapeuta. 4. Pensar cuáles pueden ser algunas de las fantasías que esta dinámica inconsciente estructura.

8 La presencia del sentimiento de soledad 8 5. Explorar qué relación guardan estas fantasías no solo con el sentirse solo sino también con el querer estar solo. 6. Pensar cuáles son las características de esta sociedad en la que vivimos que alimentan estas fantasías y/o que pueden ser entendidas como un producto de estas fantasías Pregunta de investigación. Por qué es la soledad un sentimiento que hace presencia de una u otra manera en todos nosotros? 1.3 Fundamentación bibliográfica Fantasía inconsciente Los contenidos fantaseados La teoría kleiniana postula que el bebé comienza a tejer desde el inicio relaciones con los objetos con los que interactúa. Si los objetos le procuran sensaciones displacenteras, la relación con esos objetos se torna amenazante. Si los objetos le procuran sensaciones placenteras, la relación con esos objetos se inscribe en un marco de sentimientos amorosos de cariño y protección. Alrededor de estos objetos amenazantes y amorosos se van elaborando en la mente del bebé toda una serie de contenidos que traducen su interacción con el mundo externo en un mundo interno: El niño, al incorporar a sus padres, los siente como personas vivas dentro de su cuerpo, del modo concreto en que él experimenta estas profundas fantasías inconscientes. Ellos son, en su mente, objetos internos o internalizados, tal como los he denominado. Así se edifica un mundo interno en la mente inconsciente del niño, correspondiendo a las experiencias reales y a las experiencias del mundo exterior, aunque alterado por sus propias fantasías e impulsos (Klein, 1940, p.275).

9 La presencia del sentimiento de soledad 9 El mundo interno es un mundo de contenidos fantaseados estructurados a partir de un sujeto que ejerce una acción sobre un objeto al que ama u odia (Echegaray, 1999). La diversidad de objetos, la multiplicidad de acciones empleadas por el sujeto para manifestar tanto su amor como su odio hacia el objeto y la multiplicidad de acciones empleadas por el objeto en respuesta a aquellas que le han sido dirigidas entretejen un mundo complejo de contenidos fantaseados La fantasía como actividad mental Sin embargo, los contenidos, por complejos y diversos que sean, no abarcan el espectro del concepto de fantasía inconsciente en la teoría kleiniana. Este concepto no se centra únicamente en los contenidos, en aquello que el bebé o el niño pueden estar pensando. Se enfoca en la actividad misma del pensamiento, en la fantasía como una actividad mental. Los mecanismos que rigen el funcionamiento de la mente -la escisión, la proyección, la introyección- son también actividades de la fantasía. Encontramos en el siguiente ejemplo una aproximación a lo que sería esta relación estrecha entre la fantasía y los mecanismos mentales: se puede decir que en un momento dado una persona usa como mecanismo de defensa los procesos de proyección e introyección. Pero la persona misma experienciará dichos procesos en función de fantasías, y en esas fantasías se expresa lo que ella siente que está incorporando dentro de sí o poniendo fuera de sí, la forma en que lo hace y los resultados que atribuye a estas acciones. A menudo los pacientes describen cómo sienten el proceso de represión por ejemplo hablando de un dique dentro de ellos que podría estallar bajo la presión de algo similar a un torrente. Lo que un observador puede describir como mecanismo, la

10 La presencia del sentimiento de soledad 10 persona misma lo siente y describe como una fantasía detallada. (Segal, 1981, p.23) No solamente los contenidos sino también los mismos mecanismos mentales pueden ser fantaseados. Un objeto persecutorio produce angustia pero el mismo mecanismo mental también puede producir angustia: Un día [mi paciente] llegó tarde, extraviado en Loudon Road, una calle cercana a mi casa y allí había pasado la primera mitad de la sesión. Asoció Loudon Road con Las Brujas de Loudon ; parecía haber escindido la sesión analítica de modo de poder preservar una buena relación conmigo durante la mitad de la sesión en tanto que la mala relación escindida y apartada con una mala bruja analista la había transportado fuera de mí, a Loudon Road. Pocos días después surgió una oportunidad de interpretarle su relación con el pecho, y en ese momento tuvo una fantasía muy vívida. Se vio de pronto tomando un cuchillo enorme, cortando mi pecho y arrojándolo a la calle. Tan vívida fue la fantasía que el paciente se angustió mucho. Se pudo comprender entonces que lo que se había hablado en términos de un proceso de escisión y negación el paciente lo había sentido en realidad como una fantasía extraordinariamente vívida. Había sentido realmente el proceso de escisión como tomar un cuchillo y escindir cortar- uno de los pechos de su analista. Había sentido también que arrojaba ese pecho a la calle y que a continuación ese pecho se convertía en la bruja de Loudon Road. La negación de sentirse perseguido por su analista la vivió como cortar el vínculo entre los dos pechos, el bueno y el malo (Segal, 1981, p.24). Tomo este ejemplo complejo porque ilustra el concepto de fantasía en su dimensión más amplia. En un primer momento el paciente escinde la analista en dos: la analista buena y la analista mala. La sesión con la mala analista la tiene fuera del consultorio para proteger la mitad buena de la sesión en el consultorio. La escisión

11 La presencia del sentimiento de soledad 11 actúa aquí como mecanismo de defensa para proteger al objeto bueno la analista buena- de los ataques del objeto malo la analista mala. La escisión como mecanismo de defensa enriquece el contenido de la fantasía introduciendo en ella un objeto bueno, un objeto persecutorio y la necesidad de proteger al objeto bueno de los ataques del objeto malo. Pero más adelante, lo que angustia al paciente no es la analista mala, sino la acción de escindir, la acción de cortar el pecho de la analista en dos. Esta fantasía ya no simboliza únicamente objetos producto de la escisión, sino la escisión misma, la acción de escindir. El texto de Susan Isaacs titulado Naturaleza y función de la fantasía marca un salto cualitativo en el desarrollo del concepto de fantasía inconsciente. Uno de los aportes más importantes de Isaacs es el de comprender la fantasía inconsciente como un proceso generador de sentido. Sabemos que el bebé no incorpora el pecho como objeto físico dentro de sí. Pero también podemos suponer que tampoco incorpora la representación mental de lo que es el pecho dentro de su mente. No es que nuestra mente contenga representaciones mentales entrando en conflicto unas con otras. Fantaseamos la incorporación de estas representaciones así como incorpora el bebé dentro de sí el pecho persecutorio y el pecho ideal pero en la fantasía. Siendo la boca el órgano que permite al bebé tener en un principio interacción con el mundo, alimentarse, sentir placer y frustración al alimentarse, pues es la boca la que puede dar lugar al mecanismo de introyección que permite incorporar objetos en la fantasía. Las experiencias corporales se encuentran estrechamente ligadas a la vida mental no son ajenas a la fantasía. Las acciones de introducir, expulsar, son acciones ejecutadas por el cuerpo desde el inicio de la vida del lactante. La introyección y la proyección son

12 La presencia del sentimiento de soledad 12 mecanismos mentales conectados de una manera implícita con el modelo instaurado por las actividades de succionar y de expulsar realizadas en un principio por medio de la boca. La identificación podría ser considerada como un mecanismo mental conectado de alguna manera con la actividad de retención del ano (el yo retiene rasgos del objeto y se apropia de ellos). La identificación proyectiva, a su vez, puede guardar semejanza con actividades corporales que incluyen la expulsión y la incorporación a la vez (el objeto incorpora lo que el sujeto expulsa y deposita en él) La soledad como fantasía Siendo la fantasía inconsciente un proceso que le da un sentido a las diferentes actividades mentales, podríamos plantear a manera de hipótesis que la persona que busca alejarse de aquello de lo que en el mundo externo le resulta persecutorio, puede estar actuando fantasías persecutorias y depresivas. La persona que busca protegerse del mundo externo apartándose de él, puede estar actuando una fantasía que simboliza el funcionamiento de un mecanismo que busca proteger el objeto bueno del objeto persecutorio apartando el uno del otro Posición esquizoparanoide El mundo interno habitado por objetos malos que buscan destruir a los objetos buenos caracteriza lo que se conoce en la teoría kleiniana como posición esquizoparanoide. Las fantasías que se expresan a través de un mundo interno en el que el yo busca defender sus objetos buenos y su objeto ideal frente al ataque de objetos

13 La presencia del sentimiento de soledad 13 persecutorios que buscan aniquilarlo: estas son las fantasías que caracterizan la posición esquizoparanoide. El yo tiene aquí como propósito guardar y proteger el objeto ideal que ha incorporado y con el cual busca identificarse, puesto que es este objeto bueno el que le da vida (Segal, 1981). El yo busca evitar ser aniquilado Mecanismos de defensa Para poder trabajar en favor de su meta, el yo hace uso de varios mecanismos y cada uno de estos mecanismos puede ser usado de diferentes maneras. Por medio de la proyección y de la introyección se busca mantener los objetos ideales alejados de los objetos perseguidores, ya sea proyectando lo bueno para mantenerlo lejos de perseguidores internos, o proyectando lo malo para proteger el objeto ideal interno, o introyectando los objetos malos buscando ejercer control sobre ellos (Segal, 1981, p.31). Por medio del mecanismo de escisión busca el yo proteger el objeto bueno del objeto malo. Un mismo objeto se escinde en dos y el mismo yo se escinde en dos. El yo bueno no reconoce al yo malo como una misma entidad. La identificación proyectiva es un mecanismo poderoso en tanto cumple varias funciones. Al buscar expulsar los contenidos psíquicos displacenteros, cumple la función de proyectar lo malo. Al buscar colocar los contenidos proyectados dentro del objeto, cumple la función de atacar al objeto. Pero al proyectar lo malo, se proyecta también la parte del yo que se identifica con los objetos malos proyectados. Con lo cual se establece un tipo de identificación entre el yo que proyecta y el objeto que recibe la proyección. Es mediante esta identificación que el yo puede llegar a ejercer control sobre el objeto. Aunque el yo se llega a identificar de una manera parcial con el objeto,

14 La presencia del sentimiento de soledad 14 no reconoce tal identificación, porque busca negar el vínculo existente entre el mismo yo y la parte de él que ha sido expulsada (Anderson, 1994) Este mecanismo, al igual que los otros, es una fantasía. Ni el bebé coloca en la mente de su madre los contenidos dañinos que busca colocar allí -una madre con pocas facultades contenedoras puede hacerle creer que sí es así-, ni el paciente coloca contenidos dañinos en la mente del analista. Un analista que actúe desde el lugar en el que lo coloca el paciente se ha inscrito en la fantasía del paciente, pero no es que haya actuado conforme a contenidos psíquicos introyectados. La idealización del objeto bueno introyectado busca darle a este objeto bueno más herramientas frente al ataque de los objetos perseguidores. Entre más fuerte se perciba el objeto perseguidor, tanto más se idealizará el objeto bueno. La noción de un objeto ideal se deriva de un concepto al que Melanie Klein le da suma importancia en la última etapa de su vida: la experiencia placentera de la fusión con la madre, experiencia en la que no hay carencias (Echegaray, 1999). Este es un concepto de enorme utilidad en este trabajo. El objeto ideal es lo más cercano en la psique a esa experiencia temprana que no conoce ningún tipo de frustración Desarrollo normal de la posición esquizoparanoide Klein habla de una posición esquizoparanoide y no de una etapa esquizoparanoide. No se refiere a una configuración psíquica por la cual se pasa y a la cual no se retorna, sino a una configuración que sigue allí presente toda la vida. Los vínculos persecutorios que se tejen entre el yo y los objetos hacen parte de la esencia misma de toda psique. Esto nos indica que la ansiedad persecutoria no es dañina per se,

15 La presencia del sentimiento de soledad 15 porque si lo fuera toda dinámica psíquica sería patológica. La mente oscila entre las posiciones esquizoparanoide y depresiva. Cuando los objetos buenos logran resistir los ataques a los que son sometidos, la posición esquizoparanoide sigue un curso normal y el funcionamiento mental no se enquista en una estructura de vínculos persecutorios Psicopatología de la posición esquizoparanoide Cuando los objetos buenos sucumben a los ataques a ellos dirigidos y la ansiedad persecutoria arrasa con las herramientas de las que dispone el yo para defenderse de ella, se dan entonces las condiciones para que la posición esquizoparanoide no siga un curso normal. La envidia es un poderoso corrosivo de los mecanismos de defensa del yo. Cuando la envidia es muy intensa el mismo objeto ideal provoca envidia y viene a ser un objeto a ser atacado porque guarda algo que el yo quiere para sí. El objeto ideal pierde así sus funciones de protección para convertirse en un objeto hostil que le provoca al yo sentimientos displacenteros de no poseer lo que él posee (Segal, 1989). El yo busca entonces quitarle al objeto ideal todo lo bueno que hay dentro de él, dejando así el mundo interno desprovisto de la condición de lo ideal y lo perfecto. Como consecuencia directa de estos ataques envidiosos no se puede mantener en pie el mecanismo que escinde los objetos en ideales y persecutorios. Ya no hay objetos ideales. Es por medio de la escisión que se comienza a elaborar en la psique la distinción entre lo bueno y lo malo. La no permanencia de este mecanismo crea confusión e impide la consolidación de la sana distinción bueno-malo que permite el desarrollo normal de la posición esquizoparanoide (Segal, 1981).

16 La presencia del sentimiento de soledad 16 La envidia y sus ataques al objeto ideal traen consigo sentimientos de culpa y aumentan los sentimientos persecutorios al quedarse el yo sin la protección que ofrece el objeto ideal. Pero la envidia también impide la introyección de objetos buenos y esto dificulta la reparación del mundo interno (Segal, 1981). La envidia hace daño no sólo porque destruye los objetos buenos, sino también porque impide la reparación de estos mismos objetos. El lugar de indefensión en el que queda aquí situado el yo se asemeja de alguna manera al lugar que ocupa un yo que no ha introyectado el objeto bueno en su núcleo: esa primitiva introyección del pecho como núcleo del yo, más que una verdadera relación objetal, sería una preidentificación narcisista (que prolonga el narcisismo fetal), como si la madre, al amamantar con amor a su hijo, lo libidinizara y le asegurara al mismo tiempo un aporte narcisista. El pecho introyectado, más que un objeto concreto de la fantasía, llega a ser el correlato afectivo y cognoscitivo de una experiencia de plenitud provocada por la fantasía de fusión con la madre (Echegaray, 1999, p.66) Esta hipótesis del objeto introyectado cobra fuerza en los últimos trabajos de Melanie Klein. No es un objeto introyectado a la manera de aquellos que enriquecen el mundo interno. No es un objeto que cumple una función de objeto. Es, más bien, sustancia misma del yo, su mismo fundamento. La no introyección de este pecho en su núcleo colocaría al yo en una condición de vacío que difícilmente puede llegar a reversarse. Un objeto introyectado escindido es un objeto fragmentado que limita toda experiencia de bienestar y felicidad ulteriores (Echegaray, 1999). Un sentimiento de envidia muy intenso que destruye el objeto ideal también limita las posibilidades que tiene el yo de restaurarse a sí mismo.

17 La presencia del sentimiento de soledad 17 La identificación proyectiva cumple con las funciones de expulsar lo malo, atacar al objeto mediante lo que es expulsado y ejercer control sobre el objeto estableciendo vínculos identificatorios con él. Pero también se pueden proyectar partes buenas del yo con varios fines: buscar apartar lo bueno de partes malas internas, buscar la identificación con un objeto al cual se busca permanecer cercano, buscar reparar el objeto colocando partes buenas en él (Segal, 1981). Es un mecanismo versátil mediante el cual el yo puede lograr protegerse de múltiples maneras. Pero cuando la envidia es intensa y el yo busca defenderse con prontitud, la identificación proyectiva funciona de otra manera. Ya no funciona en el registro de la disociación objeto bueno-objeto malo, sino en el registro de la disociación objeto entero-objeto fragmentado. El objeto ideal es un elemento de cohesión en el mundo interno. Al ser atacado este objeto por la envidia, resulta también atacada la consistencia que este objeto le brinda al mundo interno. Las partes proyectadas son entonces partes fragmentadas y la identificación proyectiva fragmenta el objeto sobre el cual expulsa estas partes (Segal, 1981) La soledad en la posición esquizoparanoide Se ha propuesto una relación entre el sentimiento de soledad en el hombre con un sentimiento de orfandad enraizado en lo humano: la búsqueda del hombre siempre deseante por encontrar nuevas emociones, pero especialmente en su ancestral lucha por apagar el sentimiento de orfandad finalmente lo ha llevado a emprender grandes batallas, a explorar tierras, a hacer grandes descubrimientos, a crear los medios de comunicación en su afán por

18 La presencia del sentimiento de soledad 18 encontrarse con el otro y disminuir el terrible sentimiento de soledad (Wilkins, 2000). Muchas de las acciones humanas, considera Wilkins, tienen como fin el reencuentro con el otro. El hombre ha perdido algo que lo ha dejado huérfano y solo, y busca aquello que ha perdido en el reencuentro con el otro. La teoría kleiniana ubicaría en ese lugar de lo que el hombre ha perdido el estado temprano y placentero de fusión con la madre. A ese estado de absoluta comprensión no se regresa más y de la nostalgia que esa pérdida irreparable evoca se derivan intentos continuos por revivir ese sentimiento de unión y comprensión absoluta: "Una relación temprana satisfactoria con la madre implica un estrecho contacto entre el inconsciente de la madre y el del niño; esto constituye el principio fundamental de la más plena experiencia de ser comprendido y está esencialmente vinculado a la etapa preverbal. Por gratificador que sea, en el curso de la vida futura, comunicar los propios pensamientos y sentimientos a alguien con quien se congenia, subsiste el anhelo insatisfecho de una comprensión sin palabras, en última instancia, de algo similar a la primitiva relación que se tenía con la madre. Dicho anhelo contribuye al sentimiento de soledad y deriva de la vivencia depresiva de haber sufrido una pérdida irreparable. (Klein, 1963, p.571) Esta pérdida deja como huella imborrable el sentimiento de soledad y como legado un movimiento continuo hacia este estado. La idealización del objeto bueno como mecanismo de defensa da cuenta de este movimiento continuo puesto que, si bien busca fortalecer al yo frente a los ataques de los objetos persecutorios, también logra

19 La presencia del sentimiento de soledad 19 materializar en la fantasía el intento por recobrar el estado perfecto de fusión con la madre y borrar el sentimiento de orfandad y la soledad a él asociada. La envidia intensa puede llegar a atacar al objeto ideal y truncar el mecanismo de idealización. Entra en escena la identificación proyectiva que también está ligado al sentimiento de soledad. Una identificación proyectiva intensa coloca sobre otro objeto partes fragmentadas de un mundo interno cuya cohesión ha atacado. Genera de esta manera una confusión de identidad entre el yo y el objeto sobre el cual deposita partes del yo. La pérdida del sentido de identidad coloca al yo en una posición de extrema fragilidad, desamparo y soledad. La soledad queda de nuevo ligada a una pérdida, la pérdida de identidad. En su libro El sentimiento de soledad, Melanie Klein expone otra configuración más de la posición esquizoparanoide que podría dar cuenta del sentimiento de soledad. La ansiedad persecutoria coloca en el yo un germen de desconfianza hacia el mundo exterior (Echegaray, 1999). Un mundo externo hostil y peligroso va a alimentar la fantasía inconsciente de un yo solo y desamparado frente a los ataques que provienen de los objetos malos. Ya no se trata en este caso ni de una pérdida de un estado anterior perfecto, ni de una pérdida de la identidad, sino de la pérdida de la confianza en las herramientas de las que dispone el yo para defenderse de los ataques del mundo exterior Posición depresiva En la posición esquizoparanoide nos encontramos con un yo que no tolera todo su potencial de agresividad y la proyecta en objetos que se tornan persecutorios. Pero si

20 La presencia del sentimiento de soledad 20 el yo vive experiencias de amor y cuidado que logran enriquecerlo libidinalmente, se va haciendo más fuerte. Un yo fuerte le teme menos a su propia agresividad, lo cual sienta las bases para dos procesos: de un lado, pueden comenzar a convivir sentimientos agresivos y amorosos dentro del mismo yo, y de otro no se toma como única salida el proyectar esta agresividad. Ambos procesos conllevan una disminución de los mecanismos de escisión y un aliento para los mecanismos de integración. La integración produce un cambio en la manera como concibe el yo tanto su propia realidad psíquica como la realidad externa. El mundo interno ya no se vive como una trama en la que aspectos buenos del yo se defienden de aspectos malos, sino como un espacio en el que tanto los aspectos buenos como los malos entran en contacto, se integran y le dan identidad a un mismo yo. Los objetos parciales -parciales en tanto son considerados o solo buenos o solo malos- comienzan a ser considerados como objetos que provienen de un mismo lugar: el objeto pecho que persigue y el objeto pecho que alimenta son el mismo objeto. La distinción entre el yo y los objetos se hace más clara, y esto marca una nueva configuración psíquica con nuevas ansiedades y nuevos vínculos con los objetos (Doria, 1997). Y es precisamente de esta nueva dinámica relacional entre el yo y los objetos que nace el drama de la posición depresiva. Como el objeto que se ha atacado viene a ser el mismo objeto que le ha brindado protección al yo, se teme haber destruido en la fantasía el objeto amado (Segal, 1981). Con el agravante de que este nuevo objeto pecho amado y odiado adquiere en este nuevo contexto psíquico el lugar de objeto del cual depende el yo. Un yo fortalecido en su identidad reconoce su dependencia de este objeto tanto para su supervivencia física como para su supervivencia emocional. Haber

21 La presencia del sentimiento de soledad 21 destruido este objeto tan significativo para el yo da lugar a la ansiedad depresiva (Doria, 1997). Si el yo pierde el objeto externo del cual depende, es su misma existencia la que está en riesgo. Y no se teme perder únicamente el objeto externo sino también el orden del mundo interno: Dado que la posición depresiva se inicia en la etapa oral del desarrollo, cuando el amor y el odio del bebé están ligados con fantasías de incorporación siente también esta ambivalencia en su relación con la madre como objeto interno. Y en los estados de angustia depresiva y de duelo, el bebé siente que no sólo ha perdido a su madre en el mundo externo sino que además ha quedado destruido su objeto interior. (Segal, 1989, p.32) Mecanismos de defensa La fantasía de tener objetos dañados en el mundo interno puede llevar a sentimientos de desesperación y el yo despliega mecanismos maníacos para defenderse de la angustia que produce la destrucción de objetos externos y objetos internos. Las defensas maníacas que se activan son las mismas de la posición esquizoparanoide: escisión, negación, proyección e idealización (Segal, 1989). El yo busca escindir de nuevo el objeto que busca integrarse e idealizar el objeto bueno, negar la integración. Pero estas defensas interrumpen el desarrollo de la posición depresiva e impiden al yo la elaboración de los sentimientos depresivos. Es decir, alejan momentáneamente al yo de la depresión, pero lo despojan de los recursos que le permitirían alejarse de la depresión de una forma duradera. Y al verse impedido para elaborar la depresión y la culpa a ella asociada, el yo activa más ataques contra el objeto triunfando sobre él y derrotándolo en la fantasía (Segal, 1989).

22 La presencia del sentimiento de soledad Desarrollo normal El conflicto depresivo es una lucha entre los impulsos agresivos y los amorosos. En la fase esquizoparanoide miden fuerzas la agresividad que se proyecta y la capacidad del yo para fortalecer el objeto bueno. Aquí miden fuerzas la capacidad de reparar frente a la incapacidad de hacerlo. El haber atacado el objeto bueno lleva al yo a sentir culpa y a la necesidad de reparar. El yo capaz de reparar da curso al desarrollo de la posición depresiva y va a buscar en su interacción con objetos externos enmendar las acciones destructivas destinadas a los objetos internos (Segal, 1989). El valor que cobran los objetos externos enriquece el contacto con la realidad: se potencian las relaciones objetales, los objetos adquieren una vida independiente. Esta dimensión que cobra la realidad externa en la realidad psíquica reaviva aquella nostalgia por el estado de bienestar absoluto procurado por la fusión con la madre. El proceso de integración coloca al yo y a los objetos en un lugar de no idealización; dejan de ser objetos sólo buenos. Pero, a su vez, la capacidad para reparar genera esperanza, no una esperanza omnipotente sino una esperanza más mesurada y más conectada con la realidad (Echegaray, 1999) Desarrollo patológico de la posición depresiva La elaboración de la posición depresiva no implica una integración completamente estable. La oscilación entre las posiciones esquizoparanoide y depresiva descrita por Bion describe un funcionamiento mental que se aparta de un funcionamiento que sigue en el desarrollo psíquico una línea siempre ascendente. La dinámica de la posición depresiva sucede en el desarrollo a la dinámica de la posición esquizoparanoide, pero el funcionamiento mental está continuamente oscilando entre

23 La presencia del sentimiento de soledad 23 las dos; no queda fijado a ninguna de estas dos dinámicas. De un lado, partes del yo proyectadas durante la posición esquizoparanoide no logran ser integradas. De otra parte, la integración no es inmune al temor que produce el no poder proteger de forma adecuada a un objeto al que se ha atacado (Echegaray, 1999). El camino hacia la integración debe superar obstáculos. Tanto las partes proyectadas y no recuperadas, como las dudas en torno a la protección del objeto se convierten en obstáculos en el camino hacia la integración estable, pero no en el camino hacia la elaboración depresiva. Como el drama de la posición depresiva se centra en la pérdida del objeto, el objeto querido y valorado, la elaboración de los sentimientos depresivos depende de que se reconozca o no esta pérdida y que en caso de que se reconozca, se tengan los recursos para repararla (Doria, 1997). Si las experiencias persecutorias predominan sobre las experiencias de amor y cuidado, la capacidad que tiene el yo para reparar objetos que han sido dañados y destruidos se ve disminuida. Ante la incapacidad para reparar, el yo activa mecanismos de defensa para buscar negar la vivencia de la pérdida del objeto y los sentimientos depresivos a ella asociados. Y sabemos que los mecanismos de defensa interrumpen la elaboración de los sentimientos depresivos, facilitando de esta manera la oscilación del péndulo hacia la posición esquizoparanoide (Echegaray, 1999). Uno de los mecanismos de defensa más poderosos al servicio de la negación es el de la identificación proyectiva: proyectar partes del self sobre el objeto para poder tener posesión sobre él y poder ejercer control sobre él: La identificación por proyección implica una combinación de la disociación de partes del yo con la

24 La presencia del sentimiento de soledad 24 proyección de las mismas sobre (o mejor en) otra persona (Klein, 1955, p.448). Defenderse de la vivencia de haber perdido el objeto buscando en la fantasía tener posesión de él por medio de la identificación: el yo se identifica con el objeto para poder después deslindarse de él y sentir que se lo posee por cuanto se han depositado en él partes del self. Se posee un objeto moldeado por las proyecciones puestas en él (Anderson, 1994) Renunciar a buscar ejercer el control sobre el objeto valorado y estimado va a permitir reconocer y experimentar su pérdida: las tempranas fantasías agresivas contra los [objetos buenos] llevan al miedo paranoide de persecuciones externas y, aún más, internas, y producen penas y tristeza por la inminente muerte de los objetos incorporados (Klein, 1935, p.227). Enfrentar la desesperación asociada al hecho de ser abandonado por el objeto del cual depende el yo es una exigencia enorme que va a permitir no contar con el mecanismo de negar la pérdida. El trabajo del duelo implica hacerle frente a la pérdida y no huir de ella. Se renuncia a poseer el objeto, no se proyectan sobre el objeto partes del self (o bien se recuperan las partes proyectadas), no se distorsiona el objeto que cobra de esta manera independencia frente al self, y se permite con dolor el abandono del objeto: la capacidad de reconocer la realidad de la pérdida, y la consiguiente separación ente el self y el objeto, marca el punto crucial donde se decide si el duelo llegará o no a un fin normal, para lo cual será necesario renunciar al control sobre el objeto En la fantasía inconsciente, esto significa que el individuo debe enfrentar su incapacidad de protegerlo. (Anderson, 1994, p.105)

25 La presencia del sentimiento de soledad 25 Otro de los mecanismos de defensa contra la ansiedad depresiva que nos resulta útil mencionar es el que emplea el yo cuando, queriendo huir del sentimiento depresivo de culpa, busca la protección del objeto ideal identificándose con él (Echegaray, 1999). Este mecanismo comporta por obvias razones una regresión a la posición esquizoparanoide puesto que es en esta posición que la escisión mantiene un objeto ideal y uno persecutorio. Se refuerza entonces la ansiedad persecutoria, con lo cual la preocupación del yo pasa ser nuevamente la de defenderse y no la de buscar enfrentar o evadir el dolor de la pérdida. Se van así haciendo a un lado los sentimientos de culpa y también los sentimientos de cariño dirigidos al objeto amado: si no amo, no sufro la pérdida de lo que amo. Sin embargo, puede ocurrir que el recurso de idealización tampoco logre proteger al yo del sentimiento de culpa. Si el objeto idealizado, en lugar de convertirse en un aliado del yo, se torna en un superyó implacable desde el lugar de ideal que ocupa, los reproches hacia el yo aumentan en lugar de disminuir (Echegaray, 1999) La soledad en la posición depresiva. En el caso de tener un objeto ideal que se convierte en un superyó que tiraniza al yo, el recurso de idealización provoca un aumento de la soledad del yo. Pero en el caso de encontrar el yo un aliado en el objeto ideal, tampoco se logra tomar distancia de la soledad. Si la idealización en la posición esquizoparanoide guarda en su funcionamiento la nostalgia por el estado de perfecta unión con la madre, la desidealización presente en la posición depresiva le recuerda al yo la distancia que lo separa de ese estado (Echegaray, 1999). Se pierde la ilusión de la omnipotencia, se pierde la ilusión de poder

26 La presencia del sentimiento de soledad 26 avanzar hacia ese estado anterior de completud puesto que el objeto bueno ha dejado de ser únicamente bueno y se ha integrado con el objeto malo. Se frustra el proceso de idealización. Se le muestra al yo que la distancia que lo separa de aquél primer estadío de felicidad es infranqueable y que su soledad lo va a seguir acompañando. Si bien la idealización encarna un sentimiento de nostalgia por un estado de perfección, la desidealización encarna un sentimiento de nostalgia por el objeto bueno que se ha perdido (Echegaray, 1999). Se ha perdido porque ha dejado de ser bueno y porque ha sido destruido en la fantasía. Ya mencionábamos que uno de los mecanismos de defensa frente a esta pérdida es la identificación con el objeto perdido. Identificarse con el objeto para no perderlo. Es la común reacción del yo en la primera etapa del duelo (Anderson, 1994). Mantenerse en esta primera etapa en la que se busca no reconocer la pérdida queriendo mantener mediante la identificación el control sobre el objeto conduce a la depresión y no permite la elaboración de la posición depresiva. Esta reacción lleva al yo a temer su propia muerte junto con la muerte del objeto (Echegaray, 1999). Y este temor a la muerte lo señala Klein como una de las fuentes de soledad. Cuál podrá ser la relación directa entre el temor a la muerte y la soledad? Tal vez el enfrentar la muerte reedite el temor de tener que enfrentar lo persecutorio sin apoyo. Ante la muerte se está siempre solo. Es una experiencia estrictamente individual. El mecanismo de identificación empleado por el yo para defenderse de la soledad que le produce la pérdida del objeto bueno, resulta siendo entonces un mecanismo que impregna al yo del mismo sentimiento de soledad del cual huye. La identificación con el objeto destruido debilita la capacidad para reparar y activa de nuevo la nostalgia por tener un objeto bueno en ese mundo interno.

27 La presencia del sentimiento de soledad 27 Si la elaboración de la posición depresiva no se estanca ante una pobre elaboración del duelo, encontramos el sentimiento de soledad ligado a fallas en la integración. No se habla de lugares absolutos en lo que hace referencia a la dinámica de la mente. Las elaboraciones de las posiciones esquizoparanoide y depresiva no llegan a ser nunca completamente estables. Si así fuera, no hablaríamos de una oscilación entre las posiciones. El proceso de integración, característico de la posición depresiva, nunca llega a su fin. Partes proyectadas no recuperadas, objetos parciales no integrados en su totalidad quedan como residuo de posiciones depresivas bien elaboradas. Partes proyectadas y no introyectadas de nuevo dejan en el yo la nostalgia que acompaña el perder aspectos ideales del yo. Esta nostalgia va acompañada también aquí de un sentimiento de soledad e incompletud en doble vía. El yo siente una parte de sí extraviada y, de otro lado, aquellas partes proyectadas quedan lejos de la fuente que las produjo (Echegaray, 1999). Idealizar el objeto sobre el cual se han colocado la proyección de estas partes del yo con el propósito de ponerlas a salvo puede crear cierta dependencia hacia este objeto (Echegaray, 1999) Tal y como se ha visto, los mecanismos de defensa pueden sumir al yo en un sentimiento de soledad aún mayor que aquél contra el cual buscan proteger al yo. Estos mecanismos no permiten que el yo reconozca su soledad y sí le impiden el buscar establecer vínculos objetales en la ausencia de este reconocimiento (Echegaray, 1999). En las configuraciones depresivas y paranoides que dan cuenta de la soledad se repite el siguiente esquema: temor a perder algo, nostalgia por buscar tener aquello que se pierde, anhelo por recuperarlo. La soledad en las configuraciones paranoides se encuentra relacionada con la pérdida del estado de completud, la pérdida del sentido de

28 La presencia del sentimiento de soledad 28 identidad y la pérdida de la confianza en las herramientas que tiene el yo para defenderse ante los ataques de los objetos persecutorios. La soledad en las configuraciones depresivas se encuentra relacionada con la pérdida del objeto bueno, el temor a la propia muerte y la pérdida de partes del yo que han sido proyectadas. Las condiciones que pueden mitigar la soledad son aquellas que logran de una manera efectiva disminuir el temor a perder algo: el primer factor que mitiga la soledad es la internalización del pecho bueno en el núcleo del yo y la identificación con él (identificación introyectiva). Tenemos entonces una mayor integración (que facilita la caída de la omnipotencia), una mayor adaptación a la realidad (que lleva a no temer tanto los impulsos agresivos propios y ajenos), una mayor capacidad de amar y de ser amado un uso equilibrado de mecanismos de identificación proyectiva e introyectiva (que permiten repetir en parte las vivencias primarias de contigüidad con la madre) fortalecen las relaciones objetales que contrarrestan el sentimiento de soledad. Klein da mucha importancia también a la capacidad de identificarse con los otros como remedio contra la soledad. Otra defensa contra el sentimiento de soledad es la dependencia extrema respecto del objeto. Como contrapartida se puede recurrir a la huida hacia el objeto interno que puede culminar en una retracción afectiva que niega toda dependencia del objeto externo, con lo que se borra conscientemente el sentimiento de soledad (Echegaray, 1999, p.209). El pecho bueno como objeto constitutivo del yo y no como objeto parcial introyectado- y los lazos amistosos con objetos externos lograrán remediar en buena medida el sentimiento de soledad.

29 La presencia del sentimiento de soledad Método El método de investigación que sigue este trabajo es de enfoque cualitativo. El enfoque cualitativo se basa en un proceso inductivo: se busca observar, describir lo que se observa, y después explorar perspectivas teóricas que puedan darle una solidez conceptual a lo observado (Cortés, 2014). Lo observado guía al investigador. No se trata tanto de probar hipótesis planteadas de manera previa, sino más bien servirse de lo que se observa para ir generando hipótesis que se van refinando durante el proceso, en este caso el proceso terapéutico. La información utilizada para la investigación es el material clínico de las sesiones terapéuticas recogido en protocolos escritos. Los protocolos recogen observaciones detalladas de expresiones verbales y no verbales de la conducta tanto del paciente como del mismo terapeuta. A partir de esta información se desarrolla una propuesta conceptual que busca guardar coherencia con los datos observados. Esta propuesta conceptual es de índole interpretativa y está centrada en la búsqueda por abordar el sentimiento de soledad. 2.1 Diseño El diseño de investigación es el estudio de caso. Este es un instrumento que sse emplea dentro de la evaluación cualitativa y es útil cuando se busca investigar de manera profunda y detallada un caso concreto. Se puede buscar investigar una persona, un acontecimiento, una organización, un referente cultural, etc. Los casos considerados para este trabajo fueron tres pacientes, una con 10 sesiones y las otras dos con al menos 15 sesiones de terapia de enfoque psicoanalítico en consulta privada.

30 La presencia del sentimiento de soledad 30 Para el estudio de los casos se ha empleado el método de investigación intervención, método en el cual el observador cumple un papel activo dentro del sistema que investiga: el observador se hace en la observación y cuando el ser humano que es el observador muere, el observador y la observación llegan a su fin (Susa, 2009). El observador construye la realidad que investiga, esta realidad no es ajena a él, no tiene una existencia independiente de él. Este diseño de investigación ha permitido el planteamiento de hipótesis que establecen un vínculo entre ciertas fantasías inconscientes y el sentimiento de soledad en estas tres pacientes. 2.2 Participantes Esta investigación recoge información del material clínico de 3 pacientes que acuden a consulta por motivos directamente relacionados al hecho de sentirse solas. Alicia, mujer de 38 años, estuvo en consulta por un tiempo de 1 año y 8 meses, con una intensidad de 1 sesión semanal. De este material clínico se analizaron 20 sesiones para este trabajo. Dora, adolescente de 18 años, estuvo en consulta por un tiempo de 6 meses, con una intensidad de 1 sesión semanal. De este material clínico se analizaron 10 sesiones para este trabajo. Catalina, adolescente de 19 años, estuvo en consulta por un tiempo de 1 año y 2 meses, con una intensidad de 1 sesión semanal y una interrupción en el proceso terapéutico de 5 meses. De este material clínico se analizaron 10 sesiones para este trabajo. En el aparte de análisis de casos se encontrarán fragmentos de este material.

31 La presencia del sentimiento de soledad Consideraciones Éticas Este trabajo respeta los lineamientos legales establecidos en la resolución de 1993 del Ministerio de Salud de la República de Colombia que establece las normas para la investigación en salud nuestro país. Se protege la privacidad de los sujetos de investigación utilizando pseudónimos y absteniéndose de revelar cualquier información que pueda comprometer su identidad, tal y como lo exige el artículo 8 de esta resolución. Se parte del hecho que el tema de investigación de este trabajo no se puede obtener de ninguna otra fuente diferente al de la consulta terapéutica tal y como lo exige el artículo 6. Se cuenta con el consentimiento informado de los sujetos de investigación tal y como lo exige el artículo 6. No existe ninguna posibilidad que alguna de las 3 pacientes que sirven para los estudios de caso sufran algún daño como consecuencia de este trabajo. 2.4 Instrumentos Al finalizar cada sesión, con la mayor claridad y justeza posible, el terapeuta registra en un protocolo lo ocurrido en ella. Es con base en los protocolos que realiza el terapeuta la supervisión de las sesiones con un psicoanalista. Este es el instrumento del que se toma la información que se emplea en el análisis de los casos, información a partir de la cual se generan las hipótesis planteadas en este trabajo.

32 La presencia del sentimiento de soledad Técnicas La sesión psicoterapéutica es la herramienta técnica que brinda la información recogida en los protocolos. La psicoterapia de orientación psicoanalítica es un proceso que ayuda a resolver los problemas anímicos y se basa en los marcos teóricos psicoanalíticos. La sesión terapéutica de orientación psicoanalítica respeta una serie de reglas que son las que le permiten al terapeuta conocer mejor al paciente y conocerse mejor a sí mismo. Una mejor comprensión de sí mismo habilita al terapeuta a adquirir una mejor comprensión del paciente. El objetivo es precisamente ese, el de conocer al paciente y ayudarlo a que se conozca mejor: la introvisión constituye una condición previa de cualquier cambo verdadero de la personalidad alcanzado en el análisis (Segal, 1989, p.100). Esta comprensión consiste en tener una aproximación a las ideas y los sentimientos que generan la condición anímica del paciente: la introvisión psicoanalítica [es] la adquisición de un saber acerca del inconsciente propio adquirido mediante la experiencia consciente, y en la mayoría de los casos, la capacidad de reconocer explícita y verbalmente procesos previamente inconscientes (Segal, 1989, p.100). El terapeuta busca registrar de manera atenta las manifestaciones verbales y no verbales tanto del paciente como de sí mismo; busca respetar al paciente con sus emociones y sus silencios; busca que el paciente se sienta cómodo al hablar del tema del que quiera hablar; pregunta e interpela cuando intuye que su intervención puede arrojar información valiosa; interpreta cuando intuye que su interpretación puede ayudarle al paciente a conocerse mejor a sí mismo; se encuentra muy atento a los sentimientos que le dirige el paciente a él y a los que él dirige al paciente. Cada sesión tiene un tiempo de duración de 45 a 50 minutos.

33 La presencia del sentimiento de soledad Procedimiento Para determinar el tema de la investigación se busca un punto de encuentro en las diferentes problemáticas de los diferentes pacientes. Encuentro que tres de mis pacientes llegan a consulta por motivos estrechamente relacionados con el sentimiento de soledad y decido hacer una indagación en este tema. Una vez escogido el tema central de la investigación, se piensa en posibles preguntas y derroteros que se pueden seguir y en el marco teórico que ha de servir de referencia en la exploración de estas preguntas. Se analizan entonces los protocolos de las 3 pacientes para buscar definir las categorías de análisis, que son ejes a través de los cuales se busca reunir elementos que guían las preguntas y derroteros sugeridos. Las categorías con las que se ha buscado reunir estos elementos son: 0. Relaciones objetales y sentimiento de soledad: esta es una categoría más descriptiva que teórica y busca hacer una radiografía de varios elementos: el tipo de relaciones que tiene la paciente con otras personas y cómo impactan estas relaciones en ella; el tipo de personas con las cuales se relaciona; el tipo de relación que tiene consigo misma; el tipo de relaciones que quisiera tener; cómo evolucionan las relaciones que mantiene con otras personas. 1. Relación con el terapeuta: esta segunda categoría también es de carácter descriptivo. Se busca indagar en ella los sentimientos transferenciales y contratransferenciales predominantes en el proceso terapéutico; en los efectos que tiene esta dinámica transferencial sobre la paciente y sobre el terapeuta; cuáles son los sentimientos que se proyectan de la paciente hacia el terapeuta y

34 La presencia del sentimiento de soledad 34 del terapeuta hacia la paciente; cómo se articula la relación que tiene la paciente con el terapeuta con la relación que mantiene con otras personas; en qué lugar coloca la paciente al terapeuta; se ubica o no el terapeuta en el lugar que le ha colocado la paciente en su fantasía. 2. El sentimiento de soledad y lo persecutorio: en esta categoría se articulan los registros descriptivo y teórico. Se busca pensar en las fantasías inconscientes que subyacen a la relación que establecen las pacientes con objetos externos que les resultan persecutorios y el lugar que ocupa el yo en estas fantasías. Se busca definir cuál es la relación entre estas fantasías instaladas en la lógica de la posición esquizoparanoide y el sentimiento de soledad. Melanie Klein en su libro El sentimiento de soledad ya indica que el yo que se ve avasallado por objetos persecutorios y que no posee las herramientas para enfrentar estos ataques es un yo desvalido y solo. Se busca identificar cuáles son los mecanismos de defensa de la posición esquizoparanoide empleados por las pacientes para huir del sentimiento de soledad. Se busca ubicar el lugar relevante que ocupa en dos de las pacientes el mecanismo de idealización como mecanismo de defensa y se describe cómo funciona en cada caso. 3. El sentimiento de soledad y lo depresivo: en esta categoría se articulan los registros descriptivo y teórico. Se busca pensar en las fantasías inconscientes que subyacen a la relación que establecen los pacientes con objetos externos que temen perder o que temen haber atacado y el lugar que ocupa el yo en estas fantasías. Se busca definir cuál es la relación que se teje entre estas fantasías

35 La presencia del sentimiento de soledad 35 instaladas en la lógica de la posición depresiva y por un lado el sentimiento de soledad y por el otro el deseo de estar solo. Se busca identificar cuáles son los mecanismos de defensa de la posición depresiva empleados por las pacientes para huir del sentimiento de soledad. 4. La fantasía inconsciente: en esta categoría se busca condensar lo hallado en las categorías anteriores con el fin de proponer fantasías rectoras del psiquismo de estas pacientes, fantasías en las que se resignifica la dinámica inconsciente. A partir de los análisis de estos casos, se busca entonces articular lo que con ayuda de los elementos teóricos se ha podido intuir del funcionamiento de la psique de las pacientes con aquellos rasgos presentes en las sociedad actual que tienen una injerencia en el hecho de que tantas personas busquen huir del sentimiento de soledad y tantas otras busquen vivir solas.

36 La presencia del sentimiento de soledad Análisis de casos Las pacientes seleccionadas para este trabajo refieren el sentimiento de soledad en su motivo de consulta. Este sentimiento de soledad se encuentra referido a la relación con otras personas, a la relación que las pacientes han construido con las exigencias de la sociedad, o bien a estados anímicos de ansiedad, temor o tristeza. Previo al análisis en concreto, se hace un resumen de eventos de la historia de la paciente que resultan útiles para el tema trabajado. Posteriormente, se emplean fragmentos de los protocolos para buscar ilustrar las aproximaciones teóricas que se elaboran en cada una de las categorías. 3.1 Alicia Alicia tiene 40 años, es fonoaudióloga, exitosa en su trabajo. Se separó de su esposo hace dos años, se fue entonces a vivir a la casa de su madre con sus dos hijos, de 7 y de 13 años, y hace unos meses decidió retomar la vida con su esposo. Desde pequeña manifiesta sentirse diferente a los demás. Ese sentirse diferente está relacionado con la percepción que ella tiene de sentir cosas que ella percibe como raras porque cree no son cosas sentidas por el común de las personas: Bueno, yo desde pequeña me he sentido rara, he tenido ideas raras, me he sentido como diferente. (P1) Manifiesta en las sesiones sentirse sola. Ese sentimiento de soledad está relacionado con las relaciones que su propia configuración psíquica le lleva a establecer con los demás. Se ha sentido diferente desde pequeña. Pero cuando se ha sentido atraída

37 La presencia del sentimiento de soledad 37 por la idea de conocer a alguien, rápidamente se da cuenta de que no se siente acompañada por esa persona con quien no logra compartir más que cosas que ella considera artificiales: En la primaria tenía yo que buscar a las niñas. En el bachillerato, me buscaban tanto niños como niñas. Me buscaban mucho y yo no quería estar con ellos. Después fueron los del barrio. Tuve muchos novios. Yo duraba una o dos semanas con cada novio. Cuando conocía a una persona nueva, yo me decía a mí misma qué persona tan interesante, qué bueno poder conocerla, pero a las dos semanas me aburría, me fastidiaba (P1). Encontramos aquí una tensión entre el buscar a otros para no sentirse sola y querer estar sola por no encontrar personas que le brinden una compañía real. Busca conocer a otros para no sentirse sola pero cuando encuentra a alguien, con lo que realmente se encuentra es con su soledad. Alicia ha logrado a lo largo de su vida establecer una relación duradera con dos personas, su ex esposo y un ex novio. Pero lleva consigo el sentimiento de que estando unida a estas dos personas no ha habido más que destrucción: Y yo lo quiero a él [al esposo], pero no podemos estar juntos sin destruirnos. (P2) El sentimiento de sentirse diferente, el sentimiento de no sintonizar con las personas que conoce y el sentimiento de que unida a las únicas dos personas con las que ha logrado establecer una relación lo que ha encontrado es una destrucción mutua, estos tres sentimientos están ligados a su soledad. Sin embargo, Alicia sí ha logrado establecer un vínculo verdadero con sus hijos, a quienes dice querer más que a nadie en el mundo. Pero estos vínculos se construyen

38 La presencia del sentimiento de soledad 38 no sólo con base en el afecto real y verdadero, sino que también tienen que ver con deseos inconscientes de buscar destruir ese vínculo y buscar destruir a las personas con las cuales se ha logrado vincular de esa manera: Si yo hiciera lo que Alicia [ella misma] realmente quiere hacer, yo agrediría a mis hijos. Los agrediría acaso para poder estar sola? Que busque destruir el vínculo estrecho con el objeto malo madre es entendible. Pero porqué buscaría destruir el vínculo con los objetos buenos hijos? Tal vez porque sus hijos son el único impedimento para que ella pueda alejarse de todo lo que le fastidia: Si no fuera por mis hijos, me iría a vivir sola como una ermitaña en la montaña. El vínculo con sus dos hijos es de carácter ambivalente. Ella dice sentirse acompañada por ellos. Dice sentirse acompañada también por sus trillizos muertos con quien ella dice tener una comunicación especial (por problemas de salud, los médicos indujeron un aborto espontáneo de unos trillizos hace 4 años). Dice sentirse acompañada por las montañas y por la naturaleza, con quien también dice mantener una comunicación especial. Objetos que ha idealizado y con los cuales logra fundirse en una sola díada. quiere hablar: Alicia manifiesta sentirse libre cuando puede hablar de las cosas de las que ella A mí me gusta sentirme libre. Siempre me gustó sentirme libre. Pero no me refiero a hacer cosas como salir a caminar sola, sino poder hablar de las cosas que a mí me gusta hablar. (P1) Se siente libre con el terapeuta, libre cuando puede ser quien

39 La presencia del sentimiento de soledad 39 es y no cuando como una muñequita tiene que buscar agradarle a otros. Comenta en una sesión: Siempre me había preguntado por qué nadie lo puede escuchar a uno en una ciudad tan grande como ésta. Ud. piensa en lo que yo digo y me escucha pero no me llena de consejos. (P4) Darle consejos es no escucharla. No le gusta sentirse controlada. Sentirse escuchada es sentirse comprendida y tal vez acompañada. Y sentirse comprendida es saber quién es ella, qué significa ella para las personas cercanas: Mi mamá nunca se interesó por mi En mi trabajo no hago más que ocuparme de las historias de vida de mis pacientes y cuando llego a la casa quiero que alguien se preocupe por mi historia de vida (P4). Otro de los fragmentos que enuncia ese deseo de sentirse comprendida dice: Yo hacía berrinches de pequeña, hacía berrinches como para que me pusieran atención. Terminado el berrinche yo sólo esperaba que alguien me preguntara porqué hacía berrinches, esperaba que alguien me diera la mano, pero eso nunca pasó, yo no le importaba a nadie. (P2) En las relaciones cercanas, siente que no le importa a nadie. Nadie se preocupa por ella. Será por eso que busca destruir estos vínculos? Podrá ser ella lo que ella realmente es en la terapia y frente al terapeuta? Se preocupará el terapeuta por ella cuando la conozca cómo es? Estas son preguntas que ella misma se hace.

40 La presencia del sentimiento de soledad 40 A lo largo de 35 sesiones se ha evidenciado esa necesidad por parte de Alicia de sentirse acompañada por el terapeuta, lo cual le ha permitido poder hablar de sí misma, de las ideas que rondan en su cabeza: Yo aborté unos trillizos hace 3 años mucha sangre... mucha sangre Fue algo horrible [silencio] Me siento hablando sola. (P1) Cuando dice esto mira para los lados y suelta una risa nerviosa. Tal vez quisiera estar sola cuando habla de estas cosas que le producen tanto dolor, para que esas mismas cosas le sigan perteneciendo solo a ella: hablo aquí de cosas de las que no hablo con nadie más porque van a decir que estoy loca. (P8) Pero tal vez quisiera también ser escuchada para no sentir que está hablando siempre sola. Relaciones objetales y sentimiento de soledad. Encontramos objetos persecutorios en los diferentes entornos en los que vive y ha vivido Alicia: en su familia nuclear, su familia grande, su lugar de trabajo. La sociedad en la que vive también le resulta amenazante. De pequeña mi mamá me maltrataba psicológicamente y físicamente también: me daba cachetadas, me pegaba duro aquí [en la cola], me jalaba el pelo. Cuando me pegaba así, yo me quedaba mirándola como con rabia y entonces ella me pegaba una vez más. De pequeña yo era la preferida de mi papá y mi mamá me cogió mucha rabia por eso. Yo hacía berrinches de pequeña, hacía berrinches como para que me pusieran atención. Terminado el berrinche yo sólo esperaba que alguien me preguntara porqué hacía berrinches, esperaba que alguien me diera la mano, pero eso nunca pasó, yo no le importaba a nadie. (P2)

41 La presencia del sentimiento de soledad 41 Los lazos amistosos con objetos externos logran remediar en buena medida el sentimiento de soledad. Objetos externos que brindan vínculos cálidos tejen una capa protectora frente al sentimiento de soledad (Echegaray, 1999 ). Pero a Alicia le duele su soledad porque vive sin esta capa protectora: A veces me siento muy sola, quisiera que mi hermana estuviera conmigo. No me siento acompañada por mi mamá, me siento como desolada (P5) Pero también busca estar sola y le saca enorme provecho al hecho de poder estar consigo misma. Parecen cohabitar en ella tanto el anhelo por tener en su vida personas con quienes compartir como también la nostalgia por poder vivir sola, nostalgia que la acompaña desde la infancia. Busca apartarse del mundo en el que vive. Apartarse de las rutinas, apartarse de las personas con las que vive. Disfruta enormemente el estar sola en su apartamento. También disfruta el estar sola en medio de las montañas, lejos del mundanal ruido. Disfruta la natación porque le permite estar sola. Le aburre hacer tareas con sus hijos porque le quita tiempo para estar sola. Añora vivir en ese estado de solitude que se ha descrito. El buscar estar solo está relacionado en el caso de Alicia tanto con el buscar estar consigo misma, como con el buscar apartarse del entorno que la rodea: Si no fuera por mis hijos, yo me iría a vivir a cualquier lado. Pero yo no puedo llevar a mis chiquis a cualquier parte. Ellos son sagrados Por mi fuera yo me iría a vivir a la montaña, sola como un ermitaño. Pero tengo que cuidar de mis hijos. (P2)

42 La presencia del sentimiento de soledad 42 Tal vez sean las relaciones objetales que ella siente no irrespetan su intimidad y no siente como invasivas las que terminan siendo relaciones no persecutorias: sus propios pacientes de consultorio, sus pacientes autistas, el terapeuta, los hijos vivos, los trillizos, la naturaleza: No puedo con las personas que se pasan de la raya con esa psicóloga de la Universidad [X.] con la que estuve antes de venir aquí y me preguntaba una cosa y la otra [abre las ojos e inclina el cuerpo hacia adelante en posición de quien busca interrogar] no, no podía... (P21) Las relaciones con sus pacientes las coloca en un lugar diferente a aquél en el que coloca sus relaciones personales: En el trabajo me motiva también escuchar a mis pacientes cuando me dicen que van mejorando. Pero mis relaciones con las otras fonoaudiólogas, con mi jefe, no son buenas, mis relaciones personales no son buenas. Las relaciones con mi mamá no son buenas. Las relaciones con Raúl [el exesposo] no son buenas. (P2) Los paseos que realiza solitaria por las montañas son estimulantes: las montañas me hablan y me dicen cosas a mí me encanta estar con los viejitos porque le cuentan a uno sus historias y siento lo mismo cuando estoy en medio de estas montañas tan grandes. Yo les hago preguntas y ellas me responden (P19) Relación con el terapeuta. Alicia ha tenido relaciones terapeúticas anteriores en las cuales coloca al terapeuta en el lugar de la madre controladora que tuvo en la infancia:

43 La presencia del sentimiento de soledad 43 La mayoría de psicólogos lo regañan a uno si uno hace cosas que no debe hacer, o le dicen a uno lo que uno debe hacer.(p12) Esta terapia no es considerada por ella como invasiva: P: Siente al terapeuta cuadriculado? S: No, no, claro que no, por eso es que le cuento Rodrigo todas estas cosas que no le cuento a nadie más. Pero detesto las rutinas. Estos psicólogos que le dicen a uno qué es lo que uno tiene que hacer y qué es lo que no tiene que hacer me molestan [percibo durante toda la sesión este sentimiento de molestia real].(p17) Tal vez la dinámica emocional de la terapia no sea considerada como invasiva porque se da en un marco del cual emerge una contratransferencia concordante, en la cual el deseo de comprender al paciente se ve impulsado por una identificación empática del paciente con el terapeuta, y no en el marco de una contratransferencia complementaria, en la cual el terapeuta actúa frente al paciente desde el lugar en el que lo ha colocado el mismo paciente proyectando sobre él uno de sus objetos internos (Echegaray, 1999). O bien, en caso de que el terapeuta sí responda desde el lugar de uno de los objetos internos del paciente, pienso que no conseguiría entorpecer el clima emocional de la terapia si responde desde el lugar de un objeto idealizado. Pero Alicia parece identificarse con el deseo del terapeuta de comprender su realidad interna: Esta terapia me ha ayudado a estar conmigo misma, a conocerme, es aquí donde yo hablo cosas que no puedo hablar en ningún otro lugar ni con mi mamá, ni con Raúl. Hablar de esas cosas me sirve para poder pensarlas. (P12)

44 La presencia del sentimiento de soledad 44 Los objetos con los cuales Alicia se identifica son objetos con los cuales ella siente que se puede comunicar sin que esta comunicación sea percibida como una intrusión: Cuando estoy con mis pacientes percibo sus ondas y entonces me voy como por entre las ondas para poder llegarle al paciente con lo que él necesita. las ondas funcionan aquí [en la sesión terapéutica] como en un espejo, las ondas que salen de mí llegan al espejo y se devuelven, supongo que así es que funciona la terapia. (P21) Y son estos objetos los que se idealizan. Al comenzar la sesión, y no de manera infrecuente, Alicia transfiere sentimientos positivos hacia el terapeuta y hacia la terapia: [Alicia se sienta en el sofá, se para y se sienta en el asiento que queda justo al lado de la ventana. Yo me paro del asiento en el que me encuentro sentado y me siento en el sofá] S: Qué lindo día y la ciudad P: Un día soleado S: Y hay movimiento. P: Le gusta el movimiento? S: Si, si, me gusta el movimiento, no me gustan las cosas estáticas. P: Rutinarias? (P23) O bien:

45 La presencia del sentimiento de soledad 45 Qué lindas cortinas! [Yo había bajado las persianas del consultorio porque estaba haciendo un sol radiante y los rayos del sol le llegan de forma directa a la cara de la paciente]. A veces salgo y busco cosas para comprar para la casa y no encuentro nada. Estas cortinas están lindas.(p4) El sentimiento de soledad y lo persecutorio. Registro objetos buenos y malos. Alicia se siente abrumada por la violencia ejercida por sus seres cercanos: S: Tengo miedo de que nos pase algo así como lo que le pasó a esta familia en [un barrio de Bogotá] P: Qué le pasó a esta familia? S: El señor llegó a la casa, cerró la puerta y mató a cuchilladas a toda su familia. Es que una vez cierran la puerta, qué se puede hacer? Quién puede hacer algo? Quién puede parar a ese hombre? Siento a veces lo mismo con respecto a Raúl, siento que nadie lo puede detener. (P9) Nos encontramos con un yo que se siente solo y carente de herramientas para enfrentar los ataques persecutorios. Un yo que enfrenta una violencia persecutoria de dimensiones desproporcionadas. Nos encontramos con un mundo interno poblado de objetos persecutorios que sirve de base a la fantasía inconsciente de un yo impotente ante los ataques de otros (Echegaray, 1999). Esta soledad interna podría verse amortiguada de cierta manera por la identificación con objetos externos. Pero, como ya

46 La presencia del sentimiento de soledad 46 vimos, no hay objetos externos que le brinden lazos de confianza y el yo debe enfrentar la violencia del mundo externo sin objetos de apoyo: Yo no sé qué hacer frente a la violencia, no sé cómo reaccionar, me siento impotente A veces me pregunto: será que yo busco la violencia? (P7) Violencia materializada en el maltrato que le infligen unos a otros: Por qué tanta violencia en todas partes? En la Clínica X. conocí a muchas mujeres que son maltratadas por el esposo. La violencia me da náusea, no soporto ver cómo maltrata un ser humano a otro. Raúl me maltrataba psíquicamente. No sé cómo me pude llegar a casar con él. Se molestaba cuando llegaba a la casa y no encontraba unas medias o alguna otra cosa que estuviera buscando, se molestaba por cualquier cosa y cuando se ponía bravo me insultaba.(p7) La escasa y pobre identificación con objetos externos contribuye a colocar al yo en una situación de desvalimiento: No me gusta homogeneizarme con los demás si alguien quiere homogeneizarse conmigo pues bien, pero yo homogeneizarme con los demás no nosotros los raros solemos estar solos. (P28) El yo puede o no identificarse con aquellas partes de sí mismo que ha depositado en otros objetos. Puede ser que el yo de Alicia se haya servido del mecanismo de identificación proyectiva para disociar y apartar aquellas partes de su yo que la harían sentir como aquellos que ella llama los demás. Si el yo pierde acceso a estas partes proyectadas, pueden habitarlo sentimientos de extrañeza, sentimientos de ser diferente.

47 La presencia del sentimiento de soledad 47 La identificación proyectiva excesiva no conlleva necesariamente una cercanía con otros objetos. De hecho, puede llegar a generar confusión entre el mundo interno y el externo puesto que muchas partes de lo interno han sido puestas en lo externo (Echegaray, 1999). La línea divisoria entre fantasía y realidad se hace más tenue: quise hablar de eso con mi mamá [se refiera aquí a la muerte de sus trillizos] pero mi mamá me dijo que los muertos ya están muertos, que por eso ya no hay que preocuparse por ellos. Mmhh! [Alicia desaprueba lo que piensa la mamá al respecto] Yo tengo con mis trillizos algo especial. Se me acercaron una noche tres mariposas y yo sentí el hálito del revoleteo de sus alas [gesticula con las manos] y yo sentí que eran ellos. Yo no hablo de estas cosas con nadie más porque van a decir que estoy loca. (P8) Es en la etapa depresiva que disminuyen los procesos de proyección y se marca una diferencia más clara entre los objetos internos y los externos. El yo tiene consciencia de una existencia propia y define sus objetos como seres distintos y separados de él (Segal, 1981, p.77). La dificultad de Alicia para mantener vínculos objetales y para establecer lazos identificatorios tiene un elemento más que comienza a hacerse notorio a partir de su época adolescente: Tuve muchos novios. Yo duraba una o dos semanas con cada novio. Cuando conocía a una persona nueva, yo me decía a mí misma qué persona tan interesante, qué bueno poder conocerla, pero a las dos semanas me aburría, me fastidiaba. Las

48 La presencia del sentimiento de soledad 48 niñas del barrio empezaron a decir que yo era una mujer fácil y yo me empecé a retraer más y más. (P1) Relaciones fugaces que dan cuenta de impulsos voraces que logran vaciar de sentido las relaciones humanas. Idealización. Los objetos persecutorios causan un mayor daño cuando se tiene una pobre introyección del objeto bueno que hemos llamado constitutivo del yo para distinguirlo de los objetos buenos que conforman la trama interna con los objetos malos. Este objeto bueno nuclear constituye el núcleo mismo del yo y se encuentra más asociado a la noción de fuente de vida que a la noción de objeto que se percibe como bueno porque produce sensaciones placenteras (Echegaray, 1999). Los objetos persecutorios que habitan el mundo interno de Alicia han hecho mucho daño porque se han topado con una pobre introyección del objeto bueno constitutivo del yo. Una pobre introyección del objeto nuclear limita la capacidad para experimentar un estado de bienestar interno, conlleva un flujo libidinal escaso hacia el yo y hacia otros objetos, instala una capacidad limitada para amar (Echegaray, 1999). Al no contar con la identificación con otros objetos como fuente de enriquecimiento libidinal del yo, Alicia recurre a identificarse con objetos idealizados. Pero un yo que busca enriquecerse libidinalmente mediante la idealización se instala en un circuito que lo lleva a buscar de nuevo ese estado de felicidad completa que brinda el estado primario de fusión con la madre. La identificación con el objeto idealizado se torna en un intento apresurado y expedito por acariciar algo de esa comprensión

49 La presencia del sentimiento de soledad 49 absoluta y de la omnipotencia implícita en ella. Este estado de felicidad completa es irrecuperable por naturaleza. Una de las funciones cumplidas por el mecanismo de identificación proyectiva es la de buscar negar los propios límites y la propia finitud buscando proteger partes del yo proyectándolas en otro e identificándose con ese otro: Es que el movimiento es vida. Pienso mucho en la muerte y no veo que eso esté tan mal. Cuando siento a los trillizos sé que ellos están vivos, más vivos que tantas personas que viven y están muertas. Hay tantas personas que viven que están más muertas que los que están muertos. Hacen lo mismo todos los días. (P17) Lo que hay de vida en Alicia se encuentra proyectado sobre los trillizos. Como los trillizos han muerto, allí donde se encuentran están protegidos. Al encontrarse protegidos los trillizos, se encuentra a salvo lo que se proyecta en ellos. Hay vida en los trillizos: Yo los detallaba [se refiere a los trillizos cuando el médico va sacando los cuerpitos inertes y Alicia los observa], como la piel era tan delgadita se veía bien todo el sistema circulatorio, les veía las manitos, tan bien hechecitas, les veía el pene y el saquito (P34) Alicia proyecta en los trillizos esa fascinación que ha sentido desde pequeña por el movimiento de los fluidos, los órganos, los músculos al interior del cuerpo: P: Y cómo le gustaría salir de este mundo?[no son las palabras que usé pero esta es la idea]

50 La presencia del sentimiento de soledad 50 S: [Me gustaría morir] desangrada. Primero me cortaría este dedo [creo que me muestra el índice de la mano derecha] para ver las articulaciones, después me cortaría aquí [señala el cuádriceps de una de sus piernas] para poder ver el músculo y así comenzaría a salir la sangre (P34) Y así habría movimiento y el movimiento es vida: De pequeña me gustaba sentir que la sangre recorría todo mi cuerpo, sentía que la sangre era algo vital, sin sangre no había vida. Y me gustaba la sangre, me hacía pequeños cortes en el dedo para chupar mi sangre y me parecía rica. (P19) Registro objetos fragmentados Ya hemos dicho que la violencia sentida por Alicia no proviene sólo del círculo interno de sus objetos con los que comparte su vida diaria. Se siente amenazada por la sociedad en la que vive y se tornan en objetos persecutorios todos aquellos individuos que no respiran un aire propio sino un aire contaminado por la rutina y el automatismo: Hay tantas personas que viven que están más muertas que los que están muertos. Hacen lo mismo todos los días. La mujer que estaba al lado mío en la sala estaba como muerta, por eso me molestaba. No se movía y estaba ahí esperando. Me aburre la rutina, me desespera Y cuando he querido cambiar las cosas entonces me frenan.(p17) Puede entonces sentir rabia hacia una persona que se dirige a su trabajo, hacia una persona que espera pacientemente en una sala para ser atendida o hacia personas que se encuentran en una reunión:

51 La presencia del sentimiento de soledad 51 P: Tuve esta semana una fiesta de quince S: Y fue con Raúl y con sus hijos? P: No, no, era del trabajo. Era por ahí en el centro. Ay no [se cubre la cara con su mano derecha] Ay no, yo no sirvo para esas cosas. Me empieza a molestar la gente, empiezo a sentir rabia hacia las personas y entonces me tengo que salir. Me voy para el baño o me invento una disculpa y voy para otro lado [no recuerdo los lugares a los que menciona que busca ir]. Nunca he tenido esa parte social, creo que la gente pierde el tiempo se debería dedicar a otras cosas.(p34) La reacción de Alicia ante los ataques que en su fantasía le infligen múltiples objetos persecutorios nos puede llevar a plantear una hipótesis ya no en el registro de los objetos internos buenos y malos, sino en el registro del objeto bueno nuclear del yo. La no introyección de este objeto nuclear en su condición de objeto entero acarrea la introyección de un objeto escindido y fragmentado. Ante el impacto de un monto desproporcionado de impulsos agresivos dirigidos en contra de este pecho que ha de ser fundamento mismo del yo, se busca fragmentarlo como un último recurso de defensa. Al fragmentarlo, los impulsos de agresión quedan proyectados sobre múltiples objetos y la ansiedad persecutoria se dispersa: La fragmentación funciona por medio de la dispersión de la ansiedad y el exceso de identificaciones proyectivas (Echegaray, 1999).

52 La presencia del sentimiento de soledad 52 El sentimiento de soledad y lo depresivo. En el centro de salud mental en el que Alicia estuvo internada, fue diagnosticada por psiquiatría de tener un trastorno mixto de ansiedad y depresión. En términos psicoanalíticos kleinianos, se podría hablar de una oscilación entre ansiedad persecutoria y ansiedad depresiva. Las posiciones esquizoparanoide y depresiva no sólo no son excluyentes sino que la psique de todo individuo oscila entre una organización interna esquizoparanoide y otra depresiva (Echegaray, 1999). Allí donde predomina uno de los dos polos, allí se encontrará siempre presente de una manera y otra el otro polo. Comenta Alicia en una sesión: En lo más bajo de todo está lo de los trillizos. En lo más alto de todo está poder ayudarle a alguien, y en el medio está toda esa gente haciendo cosas simplemente porque tiene que hacerlas (P8) Porqué ubica lo de los trillizos en lo más bajo si ellos ocupan el lugar del objeto ideal? Podemos suponer que el dolor de haberlos perdido es el que la lleva a ubicarlos allí: Nada puede llenar ese vacío que dejaron los trillizos, ni siquiera mis hijos Luca y Adrián.(P18) Pero tenemos algo más que una pérdida: Y los trillizos yo tengo un sentimiento de culpa con la muerte de los trillizos. Ese duelo que ha sido elaborado como a medias. (P21) Encontramos un sentimiento de culpa que acompaña esta pérdida. El aborto de Alicia fue un aborto inducido por prescripción médica, no un aborto inducido por ella.

53 La presencia del sentimiento de soledad 53 Pero el hecho del aborto pudo reavivar la fantasía inconsciente de ataques al objeto ideal. Los ataques al objeto ideal conllevan sentimientos de culpa y un aumento de las ansiedades persecutoria y depresiva. Un yo sin objeto ideal queda a merced de los ataques persecutorios. Un yo que ataca y destruye el objeto ideal con el cual se identifica queda entonces ligado a un objeto ideal destruido: Estuve muy deprimida esta semana. Tuve una crisis fuerte. Mi mamá me dice que es precisamente cuando yo estoy muy bien y muy alegre que me dan esas crisis de depresión. Una mañana de esta semana me levanté y sentí que tenía que pensar en los trillizos y sentí de pronto una tristeza tan grande que no podía controlar y tuve que llamar al trabajo a decir que no iba. (P12) El mecanismo de identificación proyectiva como ya vimos tiene como una de sus funciones en la dinámica psíquica de Alicia el proteger partes de su yo proyectándolas en los trillizos para así buscar negar de forma omnipotente los propios límites. Este mecanismo logra un dividendo extra y es el de buscar reparar a los trillizos pensando en la fantasía que están más vivos que nunca. Esta doble función de la identificación proyectiva refleja una tensión entre el percibir a los trillizos vivos y percibirlos muertos: Esto de los trillizos me ha enseñado a no sufrir tanto por otras cosas. A veces cuando pienso en ellos siento algo muy fuerte por dentro, algo que se mueve para un lado y para el otro, algo que busca salir y que hace bum! bum! [mueve los brazos para un lado y para otro buscando representar el movimiento que haría aquello que siente por dentro]. (P13)

54 La presencia del sentimiento de soledad 54 Siente que posee el objeto y lo tiene dentro de sí por cuanto ha depositado en él partes del self. El darles vida surge como un intento de reparación maníaca ante la imposibilidad de reconocer de forma sostenida y verdadera su pérdida. La reparación maníaca surge como defensa ante una pobre elaboración de la posición depresiva: Lo único que es real son mis trillizos. No sé dónde están. (P25) La fantasía inconsciente. Nos encontramos aquí con un yo impotente ante los ataques violentos que provienen tanto de sus objetos cercanos como también de la sociedad entera; un yo literalmente asediado por objetos persecutorios. Se siente atacada por los comportamientos rutinarios de una sociedad autómata, comportamientos que reviven los ataques a los que Alicia se vio sometida en su infancia cuando su madre buscó inculcarle cosas que ella siempre detestó. Sentía que sólo le agradaba a su madre cuando hacía lo que su madre quería que ella hiciera. P: Qué va de la niña a la Alicia de hoy en día? S: Ya no soy una muñequita. Ahora tomo mis propias decisiones. Antes era una muñequita que buscaba agradarle al uno y al otro. (P4) Ante estos ataques el yo recurre al mecanismo de idealización. Al no tener vínculos con objetos externos, construye vínculos con objetos idealizados. Busca identificarse con estos objetos sobre los cuales ha proyectado las partes ideales de sí misma y al identificarse con ellos encuentra un refugio frente al sentimiento de impotencia que embarga a su yo cuando se ve asediado por un monto desproporcionado de violencia. Encuentra de esta manera un refugio frente a la soledad de la impotencia.

55 La presencia del sentimiento de soledad 55 El mecanismo de idealización dirige la libido hacia las partes ideales del yo y, en consecuencia, hacia el yo identificado con ellas. La idealización enriquece de esta manera al yo y lo introduce en la lógica de la omnipotencia. Se defiende de la impotencia frente a los objetos persecutorios con la omnipotencia que le brinda esta identificación. Estas partes ideales del sí mismo son reconocidas por el yo y no le son esquivas. Un poco a la manera de la identificación que ejemplifica Freud en los miembros de una masa: el yo del individuo se potencia cuando encuentra que comparte con otros algo propio. Ahora, esta lógica omnipotente trae consigo la memoria de ese mismo sentimiento de soledad del que busca defender al yo desvalido y desprotegido sometido a los ataques persecutorios. La lógica omnipotente trae consigo la memoria de la imposibilidad de recobrar la comprensión absoluta vivida en ese estado ideal de fusión con la madre. Y al identificarse con objetos idealizados el yo gana y pierde. Gana porque el yo se identifica con partes buenas que han sido proyectadas en otro. Es de esta manera que Alicia busca protegerse de múltiples objetos persecutorios sobre los cuales ella ha proyectado las partes malas de sí misma. La soledad de la impotencia y de sentimientos de extrañeza hacia sí misma por esta proyección en otros de las partes malas del yo logra ser amortiguada por la conexión que establece con las partes buenas de su yo. Las partes buenas están a salvo. Sin embargo, al proyectar esas partes buenas de sí mismo e idealizar al objeto que las posee, se debilita el objeto bueno interno. Las fantasías de completud que la idealización revive son incapaces de sostenerse en la falta de un objeto bueno interno revitalizado que le dé plena confianza al yo de sobrevivir frente a futuros ataques.

56 La presencia del sentimiento de soledad 56 Pero si en el registro de lo persecutorio logra la pulsión de vida por medio del mecanismo de idealización encontrar caminos que le brindan cierta protección al yo frente al asedio de ataques violentos, en el registro de lo depresivo no sucede lo mismo. Hemos señalado que un yo que ataca y destruye el objeto ideal con el cual se identifica queda ligado a un objeto ideal destruido. Y un objeto ideal destruido corta el circuito de la lógica omnipotente. Los trillizos son el punto de confluencia de los circuitos persecutorio y depresivo. En un circuito simbolizan el objeto idealizado, en el otro simbolizan el objeto destruido. Alicia no reconoce la pérdida del objeto destruido, no logra elaborar el duelo por la muerte de los trillizos y se defiende ante esta pérdida buscando repararlos de forma maníaca. Suponemos que una de las fantasías rectoras en el inconsciente de Alicia es la de fundirse con el objeto idealizado y buscar revivir así un momento anterior de plenitud. Esta fusión apartaría al yo por completo de los objetos malos persecutorios. Las ideas suicidas relacionadas con el querer encontrarse con sus trillizos en un lugar tranquilo dejando atrás este mundo violento lleno de objetos que la asedian son ideas que encarnan esta fantasía. Las ideas recurrentes de querer aislarse y vivir sola recrean esa lógica omnipotente que recorre la idealización en su intento por recobrar la felicidad perdida y anhelada. Relata el siguiente sueño en una de las sesiones: S: Hay otro sueño en el que voy cruzando un puente y siento de repente un terremoto sueño mucho. P: Y en ese sueño Ud. alcanza a cruzar el puente?

57 La presencia del sentimiento de soledad 57 S: Si, lo alcanzo a cruzar. Y apenas lo cruzo, el puente se cae y me encuentro en la cima de una montaña. Desde allí, alcanzo a ver todo destruido, los edificios caídos, me angustia pensar donde estarán Luca y Adrián. Me angustia pensar qué le puede haber pasado a mis hijos. (P11) Desde el registro de lo depresivo suponemos que una de las fantasías rectoras en su inconsciente es la de haber destruido el objeto ideal, su objeto más preciado. Las ideas suicidas encarnan bajo este registro el propósito de acabar con el vínculo que une a Alicia con un objeto ideal destruido que alberga en su interior. 3.2 Dora Dora es una adolescente de 18 años. Sus padres se separaron hace 5 años. Vive con su madre y sus dos hermanas. Terminó el bachillerato. Estudió un par de semestres en una universidad pero se tuvo que retirar por falta de recursos económicos. Lleva cuatro meses trabajando en el mismo lugar en el que trabaja una tía paterna, quien fue la que le consiguió el trabajo. El contrato de trabajo es temporal y debe comenzar pronto a buscar otro trabajo. Dora consulta por su sentimiento de inseguridad: Es que soy muy insegura, me siento muy insegura. Me da miedo buscar amigos porque creo que me van a rechazar. No tengo amigos, me da miedo que me digan que soy fea, que me rechacen por una cosa u otra. Soy muy tímida. (P1) Fue maltratada por su madre en su infancia: De pequeña mi mamá nos pegaba venga y la arreglo me decía es que ella no piensa. (P3) Tiene una pobre

58 La presencia del sentimiento de soledad 58 relación con su papá: Mi papá nunca se ha fijado en nosotras. Lo único que le interesa es la plata. Cuando mi mamá le comenta que necesitamos algo, entonces él manda un mensaje diciendo: ahí ya les consigné lo que necesitaban. Pero nada más. Él no se interesa por nosotras. (P1) Y cuánta falta no siente Dora que le hace su papá: Lo habré visto unas 7 u 8 veces en estos últimos 5 años. (P1) No tiene una buena relación con sus hermanas que le reclaman el llegar tarde a la casa: Yo no voy a tomar ni a prostituirme; yo salgo del trabajo y me vengo para acá. Ellas me seguían preguntando que para donde me iba yo. De nada sirve seguir diciéndoles lo mismo si no me van a creer.(p5) Pocas amigas tuvo en el colegio y cuenta una de sus experiencias en la universidad: Tuve un grupo de amigos por un tiempo, pero después empezaron a decir cosas que no eran ciertas, cosas feas de mí y entonces me quedé sin amigos. (P1) Pero me parece que son las relaciones que mantiene con sus novios las que pueden servir como punto de partida para empezar a tejer algunas puntadas sobre la dinámica relacional con los objetos. De la relación actual que tiene con su novio dice: Yo me siento bien con él pero también siento que me estoy haciendo daño. (P7) Se hace daño porque prefiere seguirse sintiendo subvalorada a poner en riesgo su relación. Y aquí es donde surge la pregunta que la atormenta: tengo que ser otra para que me valoren? En una sesión le pregunto si en la relación que tuvo con su novio en la universidad no estaría repitiendo la historia de sus padres, refiriéndome al hecho de que su madre ha sido y sigue siendo una persona que depende por completo de su padre. Ella responde después de un largo silencio:

59 La presencia del sentimiento de soledad 59 Pues ahora que me lo dice y lo pienso, sí. Lo de sentirme siempre como la segunda opción. Yo no podía vivir sin él, le compraba lo que pudiera comprarle; tiempo después me contaron que él había dicho que yo era una mujer loca, que tenía relaciones con todos. (P4) El temor a ser rechazada la lleva a preferir ser humillada a quedarse sola. Y al preguntarle si no ha sentido alguna vez por parte del padre ese mismo rechazo que siente de parte de su novio, ella responde: No, no, aunque él siempre me decía que tenía que hacer las cosas como mi hermana mayor. A mi hermana le iba muy bien en el colegio y a mí no tanto. Y me decían mire a su hermana lo bien que le va, estudie para que pueda ser tan buena como su hermana. El día que se graduó mi hermana fue toda mi familia y hubo una fiesta grande. Cuando me gradué yo pues no hubo celebración, no estuve con mi familia. Recuerdo el día del grado todas las niñas con un ramo de flores muy lindo el mío no era nada especial. (P8) Dora fue también subvalorada por su padre. Siente que lo que ella era no le bastaba al padre; no llegó a ser lo suficientemente buena para su padre. Dora ha guardado prudente distancia de algunas personas por quienes se ha sentido humillada, denigrada. Su tío materno alguna vez le dijo que debía buscar cupo en el Sena porque ella no daba para más. Ella se siente subvalorada por su jefe en el trabajo: Ellos creen que como yo no he estudiado y ellos sí, entonces no puedo aprender cosas. Por eso es que yo quiero estudiar, para que no lo traten a uno así. (P7) Pero de ambos, tanto del tío como del jefe guarda prudente distancia. Pero de sus novios, por quienes también se ha sentido humillada, no logra guardar distancia. Se denigra frente al novio al que siempre cree superior y el novio se coloca en el lugar en

60 La presencia del sentimiento de soledad 60 el que ella lo coloca. Y Dora coloca a sus novios en el lugar en el que su madre coloca a su padre. En una sesión terapéutica Dora manifiesta: Siento que [aquí en la sesión] empiezo a ser yo de nuevo, me siento fortalecida hoy todo lo que traía para contarle y el hablarlo no sólo me permite descargar lo que no puedo hablar con nadie más, sino que me permite conocerme más hablar sin que lo estén juzgando a uno. (P5) El sentimiento de soledad ligado al no poder ser quien se es por miedo a ser rechazada. En otra sesión Dora comenta: Uno no puede vivir de los sueños pera a mí me gusta soñar sueño con que un día alguien venga y me regale una flor yo tengo una amiga que tiene unos padres que se quieren con ese amor como de esos que ya no se ven y ella tiene un novio lindo que la quiere.(p6) quiere. Soñar con ser querida sin ese temor acuciante de perder a la persona que la Relaciones objetales y sentimiento de soledad. Los entornos en los que vive Dora le resultan persecutorios. Su madre es una persona violenta: S: El año pasado mi mamá me moreteó un ojo, me pegó y después me quería empujar por las escaleras.

61 La presencia del sentimiento de soledad 61 P: La quería empujar por las escaleras? S: Vivíamos entonces en una casa de 3 pisos. Y subí a la terraza y ella subió también a la terraza y me quería empujar por las escaleras. Es que ella se enloquece cuando se pone así de brava. (P3) Ha sido apartada de los círculos de amigos en el colegio y la universidad: Cuando le conté a mis amigas lo que había pasado con mi mamá, entonces se empezaron a alejar de mí. Empezaron a decir que a mí nadie me quería. En el colegio mi novio -tuve un novio en el colegio por 6 años- me terminaba mandándome mensajes de texto, no me lo decía de frente. Al día siguiente estaba con otra novia. Cuando yo le comentaba esto a mis amigas, entonces se iban del lado de él. Yo me quedaba sola. Él después volvía a buscarme y yo seguía con él. (P3) Y no se siente integrada por sus compañeros de trabajo: P: No le gusta ya ir a trabajar a X. [su lugar de trabajo]? S: No lo hago por el dinero. Pero antes era diferente. Me siento como mal trabajando allá y tengo que buscar trabajo. (P7) Los objetos externos con los cuales mantiene vínculos cálidos son pocos, entre los cuales se encuentran una amiga de la universidad en la que estudió y un señor del lugar de trabajo con el que ella conversa de vez en cuando. A diferencia de Alicia quien ha sido rechazada por unos pero quien a su vez busca apartarse de otros, Dora teme seguir siendo rechazada y toma una posición pasiva:

62 La presencia del sentimiento de soledad 62 P: Yo me siento bien con él [el novio actual] pero también siento que me estoy haciendo daño. S: Por qué siente que se hace daño? P: Porque es siempre lo mismo, primero M., después D. y ahora Jorge, que no me valoran por lo que yo soy. (P7) Siente no ser valorada por no tener aquello que ella misma valora: Y cuando voy por la calle y veo mujeres lindas, me siento fea. (P10) Lo que ella valora es aquello por lo cual la gente es admirada en la sociedad: la belleza, el estudio, ciertos valores. Sus ideales son los ideales estándar. Pero se encuentra lejos de poder cumplir esos ideales. Se vio en la obligación de interrumpir sus estudios, no se considera una mujer bonita, su familia no es un lugar en el que se cumplan valores como el del respeto o la solidaridad. La sociedad se le torna entonces en un ente amenazante: P: Se siente rechazada en el trabajo? S: Rechazada no, subvalorada. Ellos creen que como yo no he estudiado y ellos sí, entonces no puedo aprender cosas. Por eso es que yo quiero estudiar, para que no lo traten a uno así.(p7) No cuenta Dora con la capa protectora que brindan las identificaciones con los objetos externos. No hay tal identificación en este caso, no porque ella desconfíe de esos otros objetos como lo es en el caso de Alicia, sino por no tener lo que esos otros tienen:

63 La presencia del sentimiento de soledad 63 Es que soy muy insegura, me siento muy insegura. Me da miedo buscar amigos porque creo que me van a rechazar. No tengo amigos, me da miedo que me digan que soy fea, que me rechacen por una cosa u otra. Soy muy tímida. (P1) Y teme quedarse sola, teme que la dejen sola. Le teme a la soledad: Mi mamá está muy enferma. No nos había dicho nada, pero está muy enferma. Tiene problemas en el corazón. Y me angustia mucho pensar que mi mamá nos deje solas (P6). Los objetos que no siente como persecutorios son precisamente aquellos que le ofrecen protección y frente a los cuales no se siente insegura. Son aquellos con los cuales ella busca establecer lazos de dependencia: Víctor y otros muchachos sí tratan de ayudarme. Don Víctor es como un papá. Vive pendiente de mí, de cómo me siento él encuentra las palabras para decir las cosas. (P7) Víctor ocupa el lugar de padre protector que guía y da consejos, lugar que nadie ocupa dentro de su círculo familiar. Pero incluso con estos objetos mantiene unas relaciones vacilantes, como si desde la consciencia quisiera ser cauta frente al accionar de fantasías inconscientes que ubican su yo en un lugar de sumisión: Con Jorge voy despacio, no quiero que esa relación se dañe. Me siento muy bien con él. (P10) Las relaciones que construye con algunos objetos parecieran estar motivadas por el imperativo de sentirse acompañada y no ser abandonada. Busca construir relaciones de dependencia como un refugio frente a la soledad.

64 La presencia del sentimiento de soledad 64 Relación con el terapeuta. Dora se siente cómoda con el terapeuta mientras que el terapeuta le responde desde el lugar en el que ella lo coloca, desde el lugar de una persona que puede protegerla y orientarla. Protegerla quiere decir ayudarla a acercarse un poco a su ideal de persona más segura, persona que es estimada por otros: S: esta semana hablé ahí en el trabajo se celebraba el día del hombre. P: Le pidieron que hablara? S: No, hablaba el que quisiera y yo hablé. Me sentí bien. Después me felicitaron porque había hablado muy bien. (P3) El terapeuta se sitúa allí donde lo coloca la paciente y vive en la contratransferencia el temor de ser abandonado por una paciente que le está pidiendo lo que él no puede darle. La dinámica emocional de la terapia se da en el marco de una transferencia complementaria, en donde el terapeuta actúa desde el lugar en el que lo ha colocado el paciente proyectando sobre él uno de sus objetos internos (Echegaray, 1999). El terapeuta siente que Dora proyecta sobre él la necesidad que ella tiene de respuestas y soluciones rápidas, y siente que puede ser abandonado por la paciente al no poder brindarle lo que ella busca: P: No le voy a decir levántese que Ud. puede como se lo ha dicho tanta gente. Vamos a conocernos mejor, ayudarle a que Ud. se conozca mejor. Tenemos que pensar ese miedo al rechazo, ese miedo a quedarse sola de dónde viene. (P6) La última sesión que tuvo Dora conmigo habla de un temor suyo al suicidio:

65 La presencia del sentimiento de soledad 65 S: Y toda la semana he estado como con estas ideas de hacerme daño. Se me vienen a la cabeza y no las puedo controlar. Tengo unos cambios de ánimo bruscos. Por las mañanas, me cuesta trabajo levantarme, para qué me voy a levantar? P: Qué ideas tiene? S: Las que le comenté la sesión anterior. Cruzar una calle sin mirar los carros esperando que pase algo [ser arrollada por un carro] o voy en el transmilenio y quiero que pase algo malo, todo el tiempo tengo estas ideas y creo que es porque pienso que si me pasa algo entonces sí se van a preocupar por mí. Pienso que tiene que pasar algo así para que se preocupen por mí. Aunque P: Puede que tampoco se vayan entonces a preocupar por Ud. S: Sí [mueve la cabeza en sentido afirmativo] [Llora] [Pausa] Nada me sale bien y [pausa] no quiero que nada salga bien porque si algo sale bien después hay algo que va a salir mal [llora] [pausa] Quisiera como como descansar [pienso yo: como dormir un sueño eterno y pensé en señalarlo pero no lo hice]. (P10) He escuchado hace poco la historia de un psicólogo al que se le suicida un paciente y los problemas legales que se derivan de ello. Puede ser que esto haya influido en el hecho de que viva en esta sesión la angustia que Dora proyecta sobre mí. La identificación proyectiva cumple aquí la función de colocar en otro sentimientos intolerables. Entre los motivos que impulsan la identificación proyectiva encontramos el buscar evacuar sentimientos peligrosos o desagradables (Anderson, 1994, p.116). No oculto la angustia que siento:

66 La presencia del sentimiento de soledad 66 P: Ud. no es lo que las otras personas dicen o creen que es Hay que proteger las cosas buenas que hay dentro de Ud., hay que protegerlas de las cosas malas que buscan invadirlas.(p10) El terapeuta se identifica de esta manera con la impotencia que la paciente proyecta sobre él. La impotencia frente a su propio malestar anímico es proyectada por Dora sobre un terapeuta que deja de ocupar el lugar de objeto que protege y del cual ella busca depender. Este terapeuta no es capaz de ayudarme, bien puede ser lo que piensa la paciente al término de esta sesión. Dora coloca al terapeuta en el lugar en el que ella misma había estado cuando su padre la abandonó y ahora es ella quien abandona ocupando ella el lugar de su padre. El terapeuta pasa a ocupar, al igual que su padre, el lugar de aquellos objetos por los cuales ella ya no se siente protegida: P: El vacío que dejó la partida de su papá no lo llenó su papá ahora que regresó. S: No, no lo llenó, incluso lo hizo más grande. (P9) Dora abandona el proceso terapéutico después de esta sesión. El sentimiento de soledad y lo persecutorio. Registro objetos buenos y malos. La madre ejerce también aquí la función de objeto persecutorio predominante. Pero también ocupan el lugar de objetos externos persecutorios en la vida de Dora los grupos de amigos, los novios, sus hermanas, algunos de sus compañeros de trabajo: esa mañana nadie me hablaba [en la casa] y yo me preguntaba pero qué pasa me fui para mi cuarto. Mi hermana mayor me empezó a decir al otro lado de la

67 La presencia del sentimiento de soledad 67 puerta que yo la había decepcionado. Abrí la puerta y ella me empezó a preguntar que después del trabajo para donde me iba, que en qué y con quién me estaba gastando la plata. Yo les decía pero qué les pasa, yo no voy a tomar ni a prostituirme yo salgo del trabajo y me vengo para acá. Ellas me seguían preguntando que para donde me iba yo. De nada sirve seguir diciéndoles lo mismo si no me van a creer (P5) Como los objetos internos se van formando a partir de experiencias reales, son dinámicas persecutorias las que marcan el funcionamiento mental de Dora. Los objetos externos siguen validando la angustia que ella siente frente a objetos internos. Nos encontramos de nuevo con un yo que se siente impotente ante los múltiples ataques de otros objetos (Echegaray, 1999). Impotencia que genera un sentimiento de soledad basado en la falta de confianza en las otras personas y en las herramientas de las que se dispone para afrontar los ataques de esos otros. Escasean los objetos externos con los cuales establece lazos identificatorios. Idealización Ante la necesidad imperiosa de encontrar un objeto de apoyo que venga a auxiliar al yo, Dora teje lazos con objetos idealizados. La distancia que separa su yo de estos objetos es significativa: no soy espontánea porque siento que si lo soy él [su novio] me va a dejar por otra. Él es guapo y cuando me habla de sus novias yo me pregunto por qué está saliendo conmigo si yo no soy nada especial. Me gustaría darle un regalito, hacerle un detallito pero no lo hago porque siento que eso puede dar pie para que él me empiece a rechazar. (P8)

68 La presencia del sentimiento de soledad 68 Estos objetos tienen lo que ella quisiera tener. Dora ha proyectado aspectos ideales de sí misma en estos objetos. Le da así cabida a un sentimiento de soledad basado en la nostalgia por recuperar esas partes buenas de sí misma que han sido proyectadas (Echegaray, 1999): Yo creo que uno siempre depende de alguien. (P6) Un objeto ideal que posee lo más preciado del yo adquiere un poder enorme y se puede llegar a transformar fácilmente en un superyó casi que inalcanzable (Echegaray, 1999). El yo pasa a ocupar en esta relación un lugar de dependencia. La relación de dependencia se torna aquí en una defensa contra el sentimiento de soledad (Echegaray, 1999): P: Teme que si Ud. le cuenta estas cosas a Jorge, él la va a rechazar? S: Tal vez rechazar no pero sí busco esconder las cosas malas de Jorge [esconderlas ante Jorge]. Tal vez no quiero que él conozca mi lado débil (P10) A manera de hipótesis podríamos plantear que es por medio de una posición de dependencia y a veces de sumisión que busca Dora aspirar a alcanzar ese estado originario de comprensión absoluta con la madre al cual busca acercarse Alicia por medio de la identificación: Y yo ahí detrás de él [de su novio] como un perrito faldero. (P6) Tal y como lo dijimos en el análisis del caso anterior, Alicia consigue recuperar lo que hay de vida en ella identificándose con los objetos que ella ha idealizado. Dora, por su parte, proyecta lo que hay de vida en ella los aspectos ideales de sí misma- en aquellos objetos con los cuales termina creando lazos de dependencia. Es sometiéndose

69 La presencia del sentimiento de soledad 69 a estos objetos que busca recuperar aquellas partes de sí misma que no se han integrado a su mundo interno. El sentimiento de soledad y lo depresivo. Buscar esconder de su novio lo que Dora llama las cosas malas para que él no conozca su lado débil ejemplifica de una manera clara el mecanismo de escisión. Este es uno de los mecanismos psíquicos predominantes en el funcionamiento psíquico de Dora: Y tengo miedo estas cosas malas no las puedo controlar. Siento como si hubiera dos personas adentro de mí. No es que yo haya pensado en hacerme daño [ademán de cortarse las venas] pero sí deseo que pase algo malo para que yo pueda descansar. (P10) Dos personas: una que busca destruir, otra que busca preservar la vida. El pensar que una situación reconfortante va a ser precedida por una difícil también da muestras de una escisión entre lo bueno y lo malo. No hay mecanismo de escisión sin objetos buenos. La función de este mecanismo es precisamente la de proteger los objetos buenos de los malos. La dificultad para integrar aquellas partes ideales que han sido escindidas de su mundo interno con las partes malas de uno mismo busco esconder las cosas malas de Jorge - habla de dificultades en el mecanismo de integración, mecanismo por excelencia de la posición depresiva. El lugar de dependencia de otro no facilita la integración. Dora se siente insegura frente a su novio entre otras cosas porque no logra entender cómo la puede querer su novio si ella no posee las cualidades que él tiene.

70 La presencia del sentimiento de soledad 70 La predominancia de este mecanismo de escisión habla de una pobre elaboración de la posición depresiva, de aspectos de los objetos y de sí misma no sintetizados. Pierde acceso a partes de su yo: Si las cosas salen bien es porque después van a salir mal. Quiero llorar y no me sale es como si estuviera bloqueada, como si tuviera bloqueadas mis emociones (P7) Sus propias emociones dejan de serle accesibles. Aunque no se siente rara y diferente como llega a sentirse Alicia, sí hay partes de su yo que no siente en sí misma: La sensación de un paciente a quien partes de su yo han dejado de pertenecerle, están muy lejos o se han ido, es por supuesto una fantasía que subyace a procesos disociativos. Pero tales fantasías tienen consecuencias de largo alcance e influyen vitalmente la estructura del yo. Tienen el efecto de que aquellas partes de su yo, que siente extrañadas, incluyendo a menudo sus emociones, dejan de ser accesibles ya sea al analista o al paciente. La sensación de no saber dónde han ido las partes de si mismo que ha dispersado al mundo exterior, es una fuente de gran ansiedad e inseguridad. (Klein, 1955, p.464) Comenta Dora: He estado deprimida, sin ganas de levantarme. Me siento mal de no poder ser quien soy, me da miedo hablar porque me van a decir que soy muy aburrida, que casi no hablo. (P3) Otro factor que evidencia una elaboración deficitaria de la posición depresiva es la ausencia en Dora de una nostalgia por la desidealización que trae consigo la integración, ausencia que dificulta un contacto apropiado con la realidad:

71 La presencia del sentimiento de soledad 71 Por ejemplo ahora estoy esperando que él haya venido por mí y me lo vaya a encontrar ahora cuando salga de la consulta (P6) Un mejor contacto con la realidad implica disminuir la brecha entre lo que la realidad le impone a uno y los propios sueños. Esta brecha es gigante en el caso de Dora. Lejos se encuentra Dora de aceptar que los objetos no son perfectos. Lejos se encuentra de comprender que no se logrará jamás la comprensión y el amor absolutos vividos en la fusión primaria con la madre. Después de haber sido rechazada por el novio anterior, idealiza al novio actual sin mediación alguna. La experiencia no la ayuda a matizar las expectativas frente a su nueva relación. Aunque encontramos en Dora un predomino de la lógica esquizoparanoide y sus mecanismos, también encontramos evidencias de una lógica depresiva: He estado deprimida, sin ganas de levantarme me siento mal de no poder ser quien soy me da miedo hablar porque me van a decir que soy muy aburrida, que casi no hablo. (P3) La posición depresiva se sitúa en los ataques realizados en la fantasía al objeto ideal, en el temor de perder este objeto y en la culpa derivada de sentir que los ataques pueden ocasionar esta pérdida. Las pautas relacionales mantenidas con objetos externos nos hacen pensar que en las fantasías inconscientes de Dora no hay un predominio de ataques dirigidos a otros. Los impulsos agresivos propios parecen estar más proyectados en otros que dirigidos a otros. Nos inclinamos a pensar que no ha sido ella quien ha dañado al objeto, no ha sido ella quien lo ha abandonado. Ha sido más bien el objeto el que la ha abandonado. Y por qué sufre ella el abandono del objeto? Podemos

72 La presencia del sentimiento de soledad 72 hipotetizar que en su fantasía inconsciente estos objetos actúan desde el lugar que ella les otorga, el lugar de objeto ideal que asume funciones de superyó frente a un yo dependiente. La dependencia le asegura cierto control sobre la permanencia del vínculo que une al yo con el ideal. En la medida que se someta a su voluntad, va a poder asegurar en la fantasía la permanencia del vínculo. El temor a perder la madre, el temor a perder al novio, pueden ubicarse no tanto en relación con el temor depresivo de haber dañado al objeto bueno, sino más bien en relación al temor a ser abandonada por un objeto que se torna en ideal y que teme perderse. Para proteger los aspectos ideales del yo del objeto malo, se proyectan estas partes ideales y el objeto malo queda instalado en el interior (Segal, 1981, p.31): A veces he querido hacerme daño, paso la calle sin mirar para los lados, esperando que un carro pase y me arrolle. Pero nunca ha pasado nada. La mamá de mi amiga me dice que si nada me ha pasado, eso quiere decir algo [algo bueno]. Cuando yo veo que yo tengo estas ideas, me pregunto si es que yo estoy loca. Una vez me tomé un poco de pastillas. (P9) Un yo identificado con sus partes malas buscará agredirse siempre que el vínculo con sus aspectos ideales quede inactivo. La fantasía inconsciente El yo de Dora es un yo amedrentado y frágil que sucumbe ante los ataques de múltiples objetos; es un yo que se siente solo y desprotegido. Busca entonces relacionarse con otros para no sentirse sola y para protegerse frente al mundo hostil en el que vive. Los objetos con los que ella busca conectarse son objetos que ella siente le

73 La presencia del sentimiento de soledad 73 brindan protección y son capaces de brindársela porque tienen lo que ella no tiene y quisiera tener. El movimiento psíquico inconsciente detrás de las relaciones que ella establece está encaminado a recuperar partes ideales de ella misma que han sido proyectadas en estos objetos y que ella desea recuperar. Su soledad no es únicamente una soledad de impotencia, sino también una soledad de incompletud. Busca defenderse de estas soledades idealizando objetos que tienen lo que ella aspira tener y hacia los cuales termina creando lazos de dependencia. La idealización no es un remedio contra la soledad porque, hemos dicho, al idealizar el objeto bueno el yo deja de contar con el apoyo de un objeto bueno interno. Estrechamente ligada a la soledad de incompletud encontramos la soledad que producen los sentimientos de extrañeza hacia uno mismo. Dora se siente sola por no poder ser ella misma. El movimiento de dependencia avanza aquí de la mano del mecanismo de idealización. Al no lograr seguir una trayectoria que potencia libidinalmente al yo, la pulsión de vida sigue un recorrido que termina potenciando los aspectos ideales de ese yo. El camino de dependencia emprendido aquí por el mecanismo de idealización para proteger al yo del sentimiento de soledad termina logrando el efecto contrario del que se había propuesto: la dependencia aumenta la brecha entre el yo de Dora y sus partes ideales al darle al objeto ideal trazos superyoicos de tiranía; entre mayor sea la brecha más se profundizan los sentimientos de extrañeza hacia sí misma; el buscar en un nuevo objeto ideal lo que el anterior no le ha brindado recuerda el movimiento continuo emprendido por la idealización hacia el estado ideal inicial de fusión con la madre. Por el lado de la ansiedad depresiva también termina el yo haciendo un recorrido que finaliza con la escisión y la proyección de sus partes ideales. El yo de Dora teme en

74 La presencia del sentimiento de soledad 74 la fantasía perder el objeto bueno que ha atacado. Para no perderlo y poder protegerlo de los ataques de los objetos malos, busca escindir las partes buenas y las partes malas del objeto total para poder proyectar las partes buenas y separarlas de esa manera de las partes malas. El yo queda así habitado por sus aspectos malos. Un yo identificado con sus partes malas bloquea a la pulsión de vida que emprende entonces un circuito más largo por las partes ideales del yo proyectadas en otros. Suponemos que una de las fantasías rectoras en el inconsciente de Dora es la fantasía de un yo vaciado de cosas buenas que procura llenar ese vacío buscando pertenecerle a otros y a la sociedad en la que vive. Relata el siguiente sueño en una de las sesiones: S: Y he tenido sueños. Cuando estaba con mi primer novio tenía un sueño en el que él me humillaba, yo estoy arrodillada y él está con otra persona. P: Están los tres? S: Pues yo sé que él está acompañado pero no veo a la pareja. Y he tenido sueños con Jorge. Hay un sueño con Jorge muy parecido al otro sueño. Jorge me trata mal [el tiempo ya se nos ha acabado]. Pero también he tenido unos sueños en unos lugares muy lindos, lugares que nunca he visitado. (P10) Dora no ve a la pareja porque no es un tema de celos. Es un tema de dependencia. Ella se encuentra arrodillada seguramente suplicándole a su novio que no la abandone y solamente faltaría que le pudiera decir: No me importa con quien estés, lo que me importa es que no me abandones. Sus partes buenas están tan lejos de ella que no puede reconocerlas. Los lugares lindos son lugares que nunca ha visitado.

75 La presencia del sentimiento de soledad 75 Otra de las fantasías rectoras suponemos es la fantasía que subyace sus ideas suicidas: huir de sí misma huir de un yo habitado por sus partes malas- para poder colocar en otros esas partes malas que la habitan. Colocar su propia culpa en otros: y creo que es porque pienso que si me pasa algo entonces sí se van a preocupar por mí. Pienso que tiene que pasar algo así para que se preocupen por mí.(p10) 3.3 Catalina Catalina tiene 19 años cuando llega por primera vez a consulta. Es una mujer joven, alta, acuerpada. Vive en Bogotá pero nació en un pueblo del Meta. Nace en el seno de una familia tradicional y es educada en medio de un clima familiar fraterno. Sufre un duro golpe cuando se entera que sus padres se separan. El padre se radica en Bogotá con su nueva familia. Tiene hermanos con los que mantiene una relación muy cercana y una madre que está siempre dispuesta a acogerla cuando viaja de vacaciones a su pueblo natal. Mantiene una comunicación muy fluida con su padre. Siendo una adolescente y estudiando en un colegio de religiosas, admite sentir por primera vez el deseo de vivir como lo hacen las religiosas. La rectora del colegio en el que ella estudió es la actual Inspectora de la comunidad, y Catalina ha tenido desde siempre una relación muy cercana con ella. Al terminar su colegio, se traslada a Bogotá como voluntaria de la comunidad. Trabaja en un barrio de muy escasos recursos viviendo en una de las casas de la comunidad y ayudándole a los niños pobres a hacer tareas en las tardes. Más tarde es trasladada a un colegio de las mismas religiosas y allí trabaja como docente de las niñas. Piensa seguir en la

76 La presencia del sentimiento de soledad 76 comunidad y se encuentra plenamente satisfecha con la vida de servicio a los demás que lleva. Las mismas religiosas le recomiendan seguir un proceso terapéutico pues ellas notan que Catalina tiende a aislarse cuando no se siente muy bien anímicamente. Es una mujer joven muy despierta y muy dinámica, siempre dispuesta a colaborar en lo que le pidan hacer. Sólo interrumpió las sesiones en dos períodos. Le aquejaba un dolor fuerte de cabeza que la llevó a visitar numerosos médicos y a emplear muy buen tiempo haciéndose exámenes. Hasta donde tengo entendido, no se llegó a un diagnóstico claro sobre el origen de estos fuertes dolores de cabeza que llegaron a limitar sus actividades. Aún sin diagnóstico claro, y después de un buen tiempo, le recetaron unos medicamentos que le ayudaron a controlar ese dolor. Mostró siempre un carácter maduro y sereno frente a las situaciones difíciles que se le presentaban. Asumió con total responsabilidad la psicoterapia teniendo que desplazarse por un tiempo no menor a 3 horas para llegar todos los sábados desde el colegio en el que trabajaba hasta el consultorio. Relaciones objetales y sentimiento de soledad. Catalina mantiene vínculos de cariño con su familia: mi mamá y mi papá siempre nos han cuidado mucho. (P13) Tiene vínculos estables y respetuosos con las hermanas de la comunidad religiosa a la cual pertenece. Le guarda un particular aprecio a la Inspectora:

77 La presencia del sentimiento de soledad 77 Ella [la Inspectora] se ha portado siempre muy bien conmigo. Ella era la rectora del colegio donde yo estudié. Siempre me ayudó. Y ha hecho conmigo cosas que la Inspectora no hace. Cuando yo estuve enferma en Ciudad Bolívar y tuve una fiebre alta la Inspectora fue una noche a visitarme y a preguntarme qué necesitaba. (P4) Hacia los niños y niñas con los que trabaja siente un afecto particular: La coordinadora de primaria trata muy fuerte a las niñas. A las niñas no se las debe tratar así, hay que tratarlas con paciencia. El padre X. [padre fundador de la comunidad] hablaba mucho con los jóvenes, se sentaba con ellos a escucharlos y los escuchaba mucho. (P8) Identificación plena con el fundador de la comunidad y con aquellas personas que prestan un servicio a los demás. Se muestra muy convencida de querer vivir para ayudar a los demás: Me gustaba ver cómo vivían las hermanas. Entonces hablé con ellas para ver qué tenía que hacer para pertenecer a la comunidad. (P1) Pero ella es remitida por las hermanas a consulta por su tendencia a aislarse cuando no se siente bien de ánimo. No habla en la terapia de tener amigos o personas cercanas con las cuales comparte sus preocupaciones. Sí lo hace con la Inspectora cuando la Inspectora tiene la entrevista rutinaria con las hermanas. Suele hacer con plena dedicación -así como hace todo lo demás- los ejercicios individuales de introspección que con cierta periodicidad realizan las hermanas de la comunidad.

78 La presencia del sentimiento de soledad 78 Relación con el terapeuta En varias de las sesiones con Catalina terminaba sintiendo yo que esta paciente no necesitaba una terapia. La madurez de su carácter, su capacidad para tomar decisiones, la seriedad y el compromiso con el que asumía las actividades que desempeña en su comunidad, me llevaban a pensar que la terapia no iba a agregar un plus en su vida. Estos sentimientos contratransferenciales ciertamente olvidaban que el propósito principal del psicoanálisis es conocer y no curar: Freud afirmó en repetidas oportunidades que nada interfiere tanto en la conducta propia de un psicoanálisis como el fervor terapéutico. Dijo que la meta primordial del psicoanalista es conocer, y que no debería preocuparse por el objetivo terapéutico (Segal, 1989, p.100). Tal vez buscaban estos sentimientos contratransferenciales ocultar cierta incomodidad frente a la recurrencia de ciertos temas en las sesiones, temas en los que yo percibía no se hallaba comprometida la emocionalidad de la paciente. Tenía la sensación que Catalina hablaba de lo que hablaba sólo para no hablar de otras cosas. Sentía que se apresuraba al inicio de las sesiones para hablar de un tema que ya estaba decidido por ella era el tema del que iba a hablar, sólo con el propósito de no hablar de otros temas. Mantuvo siempre una relación respetuosa con el terapeuta. Situaba al terapeuta más en el lugar de un padre a quien se respeta que en el lugar de un psicólogo con el cual se quiere compartir algo con el fin de llegar a algún saber. Los dos temas recurrentes en las sesiones el largo trayecto que recorría la paciente para llegar a su terapia y la inseguridad que ella percibía en algunas de las estaciones de transmilenio-

79 La presencia del sentimiento de soledad 79 no evocaron en el momento asociaciones del terapeuta. Pero estos dos temas bien pudieron haberle apuntado en la transferencia a las dificultades de la paciente para compartir su propia interioridad. El largo trayecto para llegar a la terapia con trancones incluidos- podía estar indicando el largo camino por recorrer un camino tortuoso- para llegar a los contenidos inconscientes de su mente. El tema recurrente de la inseguridad y de los robos podía estar haciendo referencia a la fantasía de tener a un terapeuta al frente de ella que podía robarle o quitarle contenidos que ella guardaba celosamente para sí: S: Ay no! Hoy si pasó de todo [silencio] P: Pero llegó a tiempo. S: Sí, llegué a tiempo. Yo ya había visto en la estación de Ricaurte a un muchacho que lleva una maleta atrás, así como esa [señala mi maleta]. Yo sabía que él robaba, pero hoy lo volví a ver. Y veía como le metía la mano a un señor de edad. Me preguntaba cómo puede ser que este señor no se dé cuenta de lo que le están haciendo. El señor iba acompañado de una señora, pero yo veía eso y me angustiaba mucho. (P15) En la primera sesión ya lo había comentado de una manera directa: No, no sé por qué. Sólo me dijeron que me iba a atender otro psicólogo. Eso fue un golpecito. Como le digo, contarle las cosas de uno a una persona desconocida no es fácil. (P1) El sentimiento de soledad y lo persecutorio Registro objetos buenos y malos

80 La presencia del sentimiento de soledad 80 Un día decide ir a visitar a su padre, pero termina sintiéndose un poco incómoda con la familia de su padre. Decide aislarse. En ausencia de la capa protectora que le brinda el estar con aquellas personas con las cuales se identifica, no establece relaciones con facilidad: Fui a visitar a mi papa. Él estaba con toda la familia de la esposa. Celebraban algo. No me sentía bien. Me subí al segundo piso a jugar con los niños. Vi a mi papá como disminuido. Él en la casa fue un hombre de carácter. Pero lo veía como débil, como haciendo lo que la esposa le dijera que tenía que hacer. La esposa estuvo muy distante conmigo (P3) Su propia impotencia proyectada en su padre. También se siente desprotegida cuando va sola en transmilenio camino a la terapia o cuando se queda en la casa con pocas hermanas: P: Qué es lo que más le ha impactado viniendo de Granada a Bogotá? S: La violencia, la inseguridad. En Granada uno no ve esas cosas. De vez en cuando roban pero es que aquí en Bogotá roban todos los días y en todas partes. después en la estación Avenida Jiménez cogieron a cuatro muchachos que también estaban robando. Pero bueno esto es Colombia. (P15) Trabajó un tiempo en un barrio peligroso en Bogotá. No se siente tranquila cuando camina por las calles del barrio: uno no podía meterse por ciertos lugares. Eso que llaman atajos. Por estos atajos uno no llega a las calles sino que se mete como por entre las casas.

81 La presencia del sentimiento de soledad 81 Sabíamos que no nos podíamos meter por ahí. Yo he escuchado que las pandillas tiene claramente demarcado su territorio. (P13) Las fantasías persecutorias se activan cuando no se encuentra instalada en los lugares en los que se siente protegida. Se siente más tranquila cuando los niños y los jóvenes de ese mismo barrio llegan a la casa de las hermanas. La relación estrecha entre las realidades interna y externa se hace aquí evidente. Los objetos buenos que sirven de apoyo en la fantasía frente a los ataques de los objetos malos pierden fuerza cuando no encuentran objetos externos en los cuales logren materializarse. El sentirse desprotegido es algo cercano al sentimiento de soledad: los objetos buenos que auxilian al yo dejan de servirle de apoyo en ciertas ocasiones. Las sesiones terapéuticas servían como ocasiones en las cuales la paciente buscaba en la fantasía demarcar su propio territorio frente a un terapeuta que podía buscar sobrepasar los límites de aquello que ella estaba dispuesta a compartir. Se siente desprotegida en terrenos que no son los suyos. El sentimiento de soledad y lo depresivo La idealización, mecanismo propio de la posición esquizoparanoide, no tiene mayor predominancia en el funcionar psíquico de Catalina: La Inspectora es muy querida. Parece seria pero es una persona muy querida. Yo la conocí en Granada porque cuando yo estaba allá ella era la rectora del colegio en el que yo estudiaba (P14). Cuando Catalina hace referencia a su relación con la Inspectora, persona que sin duda ha sido de las más influyentes en su vida, lo hace en términos de una relación más de confianza que de admiración:

82 La presencia del sentimiento de soledad 82 P: Tuvo algo que ver la inspectora en su decisión de ingresar a una comunidad religiosa? [yo me refería al hecho de que Catalina hubiera podido sentirse atraída por la vida religiosa viendo el ejemplo de vida que le daba la actual Inspectora cuando fue rectora del colegio, pero ella lo interpretó como si me estuviera refiriendo al hecho que la Inspectora hubiera podido influir en la decisión de aceptar a Catalina en la comunidad] S: No, no. Cuando ella era la rectora yo hablé con ella para decirle que yo quería vivir la experiencia del voluntariado. Ella me preguntó cómo me veía yo para la obediencia y yo le dije que esa parte me parecía difícil. (P14) La escisión tampoco resulta ser aquí un mecanismo predominante. Los mismos niños a los que teme porque pertenecen a pandillas, a esos mismos niños los ayuda a hacer tareas. Rara vez emite juicios sobre estos niños o sobre las personas con las cuales permanece en contacto. Narra los hechos sin emitir juicios sobre las personas involucradas en esos hechos: P: Cuál es el motivo por el cual se separan sus padres? S: Mi papá tenía otro hogar. P: Su mamá estaba enterada? S: Sí, mi papá ya le había dicho a ella cuál era la situación, pero ellos decidieron darse un tiempo para ver si lograban recomponer las cosas. Pero no, no fue posible, y el día que a nosotros nos dijeron, ese día se fue mi papá. (P1) Hablando de los niños con los cuales trabajó dice lo siguiente:

83 La presencia del sentimiento de soledad 83 Pero también le duele a uno recibir niños que dicen que ojalá la muerte viniera por ellos, niños que se han cortado, que dicen que no quieren vivir más. Son sólo unos niños y ya con esas ideas. Había unos niños muy difíciles. Ni siquiera las psicólogas los podían manejar. Había niños grandes. Trabajamos con niños de 7 a 17 años. Esos niños grandes son a veces difíciles de manejar. Están en lo del consumo, las peleas, las pandillas. Ese es un ambiente pesado, escucha uno tiros por la noche casi todos los días. (P1) Pienso que es un relato más descriptivo que enjuiciador. Comenta que son niños con los cuales es difícil trabajar, pero eso no impide trabajar con ellos. Son niños que están en pandillas, pero no son pandilleros. Cuando se dice que un niño es pandillero, se está reduciendo toda la humanidad del niño al hecho de que es un pandillero. Cuando se dice que un niño está en las pandillas, se quiere relatar que, además de otras cosas, pertenece a pandillas. El mecanismo de la proyección distorsiona la realidad que se percibe porque se están colocando partes del yo en lo percibido. Los juicios que se hacen sobre personas están teñidos de proyecciones. En las narraciones que son más descriptivas que enjuiciadoras se advierte una menor injerencia de mecanismos proyectivos y una mayor aceptación de la realidad. Para llegar a tener una percepción menos distorsionada de la realidad, síntoma inequívoco de una personalidad mejor estructurada, se debe recorrer todo un proceso que puede resultar siendo extenuante para el yo. En la integración de los objetos bueno y malo en un objeto total, lo que termina reconociendo el yo es que esas experiencias buenas de las cuales ha dependido y seguirá dependiendo se las ha brindado el mismo objeto hacia el cual ha dirigido su potencial destructivo. El yo reconoce que no puede

84 La presencia del sentimiento de soledad 84 sobrevivir sin el objeto que ha destruido. Y aquí se le presenta una disyuntiva al yo: o se sigue aferrando a ese objeto o permite que ese objeto lo abandone. Es esta disyuntiva la responsable de la complejidad de la elaboración depresiva. Si busca el yo ejercer de alguna manera un control sobre el objeto que sería la manera de seguir aferrado a élqueda expuesto al temor a perderlo. Si se resigna a que el objeto lo abandone, es la misma supervivencia del yo la que se pone en entredicho. Sólo el yo que logra sobreponerse al temor de perder el objeto arriesgándose a vivir la experiencia de perderlo, sólo este yo logra separarse del objeto y elaborar de una manera exitosa la posición depresiva. Sólo muriendo un poco es que se logran los réditos más valiosos de vida: la identificación proyectiva revierte a través del duelo y las partes del self que antes se atribuyeron al objeto son devueltas al yo. De esta forma, el objeto es considerado con más realismo, no ya distorsionado por las proyecciones del self, y el yo se enriquece al recobrar las partes del self que antes había rechazado. (Anderson, 1994, p.104) realidad: Reviviendo la experiencia de la pérdida del objeto se acerca Catalina a la Muchas cosas me marcaron. En Ciudad Bolívar se viven situaciones muy difíciles. Pero creo que lo que más me marcó al principio fue el ver cómo le quitaba el Bienestar Familiar estos niños a las mamás. Ver a las mamás sufriendo por que les quitan el hijo. Pero después empecé a pensar que no le podían dejar los hijos a mamás

85 La presencia del sentimiento de soledad 85 que consumían o que iban a las cantinas por la noche porque ellas no iban a estar pendientes de sus hijos. (P1) Los niños y sus madres deben permitir el abandonarse mutuamente. Y sólo viviendo la experiencia de la pérdida es que pueden surgir tanto el anhelo de restaurar ese objeto perdido como la instalación de un objeto bueno capaz de restaurar (Segal, 1989, p.42): Yo quiero hacer un proyecto con los jóvenes del parque uno los ve consumiendo. niños, es que son niños (P1). Sin embargo, y muy a pesar de contar con una personalidad bien consolidada en la posición depresiva, la misma comunidad religiosa le recomienda a Catalina seguir un proceso terapéutico porque se observa que ella tiende a aislarse cuando se encuentra preocupada y triste. Y ella asocia en la primera sesión el estar triste con la separación de sus padres: P: Por qué le recomiendan seguir un proceso? S: [silencio] Porque cuando estoy triste, tiendo a aislarme mucho. A mí me afectó mucho la separación de mis papás. Se percibe que no me he integrado fácilmente en la comunidad. Hice ya un año de voluntariado y después del voluntariado sigue el postulantado. Pero las hermanas piensan que es mejor que adelante este proceso antes de seguir con el postulantado. (P1) Los padres se separaron y el padre conformó una nueva familia. A manera de hipótesis podríamos plantear que la separación de los padres revive la fantasía de un

86 La presencia del sentimiento de soledad 86 objeto bueno que se pierde y que no se logra restaurar. La fantasía de pérdida definitiva del objeto se encuentra ligada al sentimiento de soledad (Echegaray, 1999). Y si bien su trabajo de servicio le brinda múltiples oportunidades para buscar restaurar objetos que ella siente como dañados, hay objetos que no se pueden reparar: S: después en la estación Avenida Jiménez cogieron a cuatro muchachos que también estaban robando pero bueno esto es Colombia. P: Esto es Colombia? Qué es Colombia? S: Colombia es un país muy lindo pero tiene tantos problemas Dos teólogos que fueron al colegio nos dijeron que con todo y lo malo que pasa en el Antiguo Testamento, si el Antiguo Testamento se hubiera comenzado a escribir hoy sería peor. (P15) Pero con todos los problemas que tiene Colombia, no tiene claro si viajaría a otro país si le dieran la oportunidad de hacerlo: P: Se iría a vivir a otro país? S: Lo pensaría uno no sabe con qué se va a encontrar. (P15) Tal vez el no poder restaurar aumente el sentimiento de culpa y se produzca una defensa en contra de la vivencia de la pérdida del objeto. Esta defensa pondría en primer plano las fantasías relacionadas con el temor a la pérdida, con el temor a perder lo que se tiene: el país que se tiene, el lugar en el que se vive, la actividad que se tiene:

87 La presencia del sentimiento de soledad 87 Me van a trasladar. La casa a la que me van a trasladar queda en la 170. Allí es a donde van las hermanas viejitas que hay que cuidar. Es un cambio grande ya estaba acostumbrada a las actividades del colegio. (P9) O el temor a perder la seguridad que se tiene: S: Cuando yo pasé a hablar con ella [la Inspectora] me preguntó qué pensaba, si prefería seguir en Soacha o comenzar el postulantado este mismo año. Yo ya lo había pensado bien. Le dije que prefería seguir en Soacha y comenzar el postulantado en Enero del próximo año. Las niñas que comenzaron el postulantado este año ya llevan 3 meses, están viendo 6 materias. Además llevo un lindo proceso con los niños de Soacha, todavía hay muchas cosas por hacer. (P4) O el temor a perder a sus seres más cercanos: S: Me había salido un brote en el cuerpo, un brote de pequeños puntos rojos. Eran muchos. La piel se me veía roja. Un doctor me dice un día que ellos estaban pensando en dos posibilidades: leucemia o dengue hemorrágico. Me hicieron otros exámenes para esto y los tenían que mandar a Bogotá. Yo estaba muy preocupada. P: Ambas enfermedades graves. S: Sí, ambas graves. Yo no quería preocupar ni a mi mamá ni a las superioras. (P9) El hecho que Catalina busque aislarse cuando está preocupada o triste está secundado por el hecho que ella no busca molestar a sus seres más cercanos cuando no se siente bien de ánimo. La fantasía de perder un objeto amado sin poder reparar esta pérdida le genera ansiedad. Pensamos que una de las defensas que su funcionar psíquico

88 La presencia del sentimiento de soledad 88 pone en funcionamiento ante la incapacidad de reparar es la de recurrir a fantasías de temor a perder el objeto para no reconocer la pérdida del objeto. El no querer preocupar a sus seres cercanos cuando vive momentos de tensión anímica puede estar haciendo eco del temor a perder a estos seres cercanos atacándolos con el dolor que ellos sentirían al enterarse de su situación. Fantasía inconsciente Situamos el yo de Catalina más del lado de la posición depresiva en donde el papel predominante ya no lo cumple la proyección sino más bien la introyección. Un yo que no se encuentra tan propenso a proyectar partes de sí mismo u objetos internos logra situarse en una realidad menos escindida con menos objetos persecutorios y menos objetos idealizados. La introyección le otorga al yo una mayor solidez en tanto que le permite integrar en su fuero interno las partes que han sido escindidas. Un yo más integrado es un yo menos vulnerable porque se siente protegido por las partes buenas que guarda dentro de sí. Si le agregamos a una realidad interna favorable una realidad externa que le permite construir vínculos cálidos con objetos externos, entonces podemos entender por qué cuenta Catalina con herramientas para enfrentar las realidades violentas que se viven en los barrios en los cuales ella ha trabajado. La identificación con objetos externos son un remedio efectivo contra la soledad (Echegaray, 1999). La elaboración exitosa de la posición depresiva implica el poder afrontar los riesgos que acompañan la experiencia de la pérdida del objeto que se ha destruido. Cuando el yo no busca negar la pérdida del objeto ni busca defenderse ante este hecho

89 La presencia del sentimiento de soledad 89 entonces elabora el duelo de la pérdida. Al asumir la pérdida del objeto no se necesita buscar poseerlo y la identificación proyectiva queda inactiva, lo cual permite una aproximación más adecuada hacia la realidad y una percepción menos distorsionada del mismo yo. Un yo que ha recobrado las partes proyectadas puede conocerse mejor a sí mismo. La vivencia de la pérdida del objeto trae consigo la vivencia de la soledad. No es ésta una soledad buscada pero sí una soledad asumida y la reparación que se hace del objeto destruido a través de objetos externos amortigua este sentimiento de soledad gracias a que la reparación implica aquí un contacto con otros objetos: P: Le hacen falta los niños y las niñas? S: Sí, claro. Me hacen mucha falta. (P10) Hemos visto que se presentan fisuras en el yo de Catalina cuando la realidad externa no le permite activar el mecanismo de reparación. A manera de hipótesis se sugiere que es aquí donde el yo busca defenderse de la vivencia de pérdida del objeto instalándose en el circuito en el que se pasa a temer la pérdida del objeto. Y este circuito tiene lugares comunes con fantasías persecutorias. Es aquí donde hemos situado su tendencia a aislarse y bien podríamos también situar aquí su dificultad para establecer vínculos cercanos con otros. Una de las fantasías rectoras en el inconsciente de Catalina es la temer perder de nuevo el objeto que ya se ha asumido como perdido y que no ha podido ser reparado. Cuando el dolor de haber perdido el objeto bueno no puede ser matizado por la posibilidad de repararlo, el yo no quiere seguir asumiendo esta pérdida y busca negarla proyectando sobre el objeto la propia incapacidad de reparar. El padre frágil y sumiso

90 La presencia del sentimiento de soledad 90 con el que se encuentra el día que lo va a visitar es un padre sobre el que Catalina proyecta su propia impotencia para reparar un objeto cuya pérdida se había asumido. La visita a su padre revive la fantasía de la imposibilidad de restaurar lo que se ha destruido. Al no querer volver a vivenciar la pérdida del objeto, se proyectan sobre él sentimientos propios en un intento por identificarse con él y no perderlo de nuevo. Entran entonces en escena fantasías relacionadas con el temor a perder el objeto. La tendencia al aislamiento refleja en Catalina una disposición a buscar no compartir su dolor con personas cercanas a ella. Intuimos que la imposibilidad de reparar produce en ella aflicción. Teme perder a sus seres cercanos si los ataca con el dolor que les infligiría si se enteraran que pasa por un mal momento anímico.

91 La presencia del sentimiento de soledad Discusión La sociedad en la que se vive alimenta amenazas persecutorias. No fija ideales que congregan la familia, el trabajo, una ideología- sino más bien ideales que disgregan -éxito, el dinero, la belleza. Podemos compartir ideologías pero no belleza. Se exige una posición más individual que colectiva frente a los ideales y esto le dificulta entonces a los individuos tanto el relacionarse con otros como el identificarse con otros. Esta individualidad encarna una cierta omnipotencia que no oculta este interés estrictamente personal en el establecimiento de los lazos afectivos. Y si los lazos afectivos son el único remedio frente a la soledad como nos dice Sábato, entonces la sociedad en la que se vive impacta de forma negativa el uso de este recurso. La relación con el otro deja de ser una relación de construcción mutua y pasa a ser una búsqueda de la satisfacción del deseo personal. La relación con el otro puede buscar satisfacer el deseo de no estar solo. Hemos visto que este deseo lleva a Dora a buscar establecer relaciones de dependencia. Dora busca defenderse de amenazas persecutorias que provienen no solo de parte de sus seres cercanos sino también de parte de una sociedad que le impone unos ideales que ella busca alcanzar y que debe buscar alcanzar sola. Crea lazos de dependencia hacia aquellos individuos en los cuales ha depositado en sus fantasías- los aspectos ideales de ella misma, aspectos que no reconoce como propios pero que tampoco está dispuesta a perder. Busca hacer uso de sus relaciones de dependencia para huir de la soledad en la que la han situado estas amenazas persecutorias. Pero la dependencia de individuos a los que idealiza no es un remedio efectivo para la soledad. La brecha entre lo que cree tener y lo que quiere alcanzar en lugar

92 La presencia del sentimiento de soledad 92 de hacerse más pequeña se ensancha. Las fantasías de un yo vaciado de cosas buenas que ponen en funcionamiento lazos de dependencia activan fantasías de sumisión. Alicia busca también un refugio frente a la soledad en la que se encuentra. Sufre al igual que Dora el embate de seres cercanos por los cuales se siente incomprendida y también le resulta persecutoria la sociedad en la que vive. Pero no es que se sienta en desventaja frente a otros en relación a ciertos ideales, sino que no los comparte, busca huir de ellos. Busca también hacer uso del recurso de la idealización, pero lo utiliza de manera diferente: se identifica con aquellos sobre los cuales ha depositado en la fantasía partes ideales de sí misma. No se somete, se identifica. La idealización no coloca al yo de Alicia en una situación tan desventajosa como lo hace en la dinámica de la dependencia. Aquí el yo consigue potenciarse a través de sus partes ideales porque detrás de este camino de la identificación con objetos idealizados encontramos fantasías de fusión con la madre. Pero el recorrido de este camino no genera más que la ilusión de recuperar ese estado ideal, porque ese estado es irrecuperable. Es en la aparente cercanía de llegar a él que se vive la nostalgia de no poder llegar a él. Una vez se pierde, el ser humano queda condenado a la incompletud y esta incompletud es para Melanie Klein la raíz última del sentimiento de soledad. El camino que sigue este recorrido es ilusorio no sólo porque no conduce a la meta a la que se propone llegar, sino también porque toda idealización que se hace del objeto bueno le quita vigor a este objeto bueno. Y un objeto bueno sin vigor carece de herramientas para resistir futuros embates y deja a la psique expuesta a las mismas fantasías de un yo desvalido y desprotegido que dieron impulso al mecanismo de idealización. Una vez más, el remedio diseñado para combatir el sentimiento de soledad no cumple su propósito. Citemos a Wilkins: la búsqueda del hombre siempre deseante por encontrar

93 La presencia del sentimiento de soledad 93 nuevas emociones, pero especialmente en su ancestral lucha por apagar el sentimiento de orfandad finalmente lo ha llevado a emprender grandes batallas, a explorar tierras, a hacer grandes descubrimientos, a crear los medios de comunicación, en su afán por encontrarse con el otro, y disminuir el terrible sentimiento de soledad. Si estas acciones emprendidas por el hombre lograran de alguna manera disminuir el sentimiento de soledad ligado al sentimiento de orfandad orfandad de completud- la búsqueda no sería incesante. Este hombre siempre deseante es un hombre que no encuentra lo que busca. Alicia no solo sufre su soledad. También busca estar sola. Las fantasías relacionadas con la búsqueda de un estado ideal anterior guardan dentro de sí una lógica de omnipotencia. Alicia dice querer vivir sola. Añadiríamos, quiere vivir sola en una fusión con sus objetos idealizados. Significará este querer vivir sola un querer vivir acompañada de sí misma como lo proponte Tarkovski? No lo sabemos. Pero en el caso de Alicia, el querer vivir sola pareciera surgir de un deseo de alejarse de la sociedad en la que vive. Pareciera surgir como una reacción a no querer seguir viviendo en medio de objetos persecutorios que la asedian, a no querer seguir sintiéndose sola. Querer vivir solo para no seguir sintiéndose solo. El yo de Alicia es un yo escindido que si bien encuentra un bienestar ilusorio al identificarse con las partes ideales proyectadas, también se identifica con las partes malas de las cuales buscó proteger las partes buenas que proyectó. Es un yo que oscila entre fantasías de poder recobrar un estado ideal perfecto y fantasías de destrucción del objeto ideal, entre un bienestar ilusorio y sentimientos depresivos. Es de estos sentimientos depresivos que pretendería escapar buscando vivir sola. Encontramos en Catalina un yo mejor consolidado que intuimos tiene mayores posibilidades de poder estar consigo mismo. Catalina ha aceptado ya que su yo no es

94 La presencia del sentimiento de soledad 94 solamente un yo bueno. La idealización queda descartada como mecanismo predominante en su psique. La idealización y la búsqueda continua por recuperar un estado ideal anterior quedan descartados. El yo que se consolida en la posición depresiva se encuentra menos dispuesto a emprender la búsqueda tras el otro perdido del que habla Wilkins, entre otras cosas porque ya ha asumido la pérdida del objeto bueno. Catalina ha asumido la pérdida del estado ideal y la pérdida del objeto bueno. Estas pérdidas no están exentas del sentimiento de soledad. De hecho, la pérdida del objeto bueno es un acto de enorme valentía del yo porque asume quedarse solo sin el objeto del cual depende. Pero esta soledad no trunca la posibilidad del yo de estar consigo mismo. Hablamos aquí de un yo integrado que se basta a sí mismo porque introyecta lo que ha sido proyectado. Es un yo menos vacío. Séneca concibe la soledad como un estado vacío, no como el estar solo. En este sentido, el yo de la posición depresiva es un yo no vacío. Lo que hemos pensado lleva a Catalina a buscar defenderse del sentimiento de soledad es el encontrarse en ciertas ocasiones con su propia incapacidad para reparar. Hemos hipotetizado que el no poder reparar la lleva a depender de nuevo de aquél objeto cuya pérdida ya había vivenciado. Entran en escena fantasías relacionadas con el temor a perder el objeto. Se inscribe en el circuito de buscar negar una pérdida que ya había asumido. Las relaciones humanas que se tejen en la sociedad en la que vivimos se caracterizan por la falta de vínculos reales. Esos amores nostálgicos en los que el hombre pierde a su enamorada y decide emplear la vida entera para buscar tenerla consigo de nuevo son escasos. Las relaciones humanas entran cada vez más en el registro de lo que es útil. La pregunta es si es o no útil establecer una relación con otro. El mecanismo de reparación va perdiendo en este contexto su valor. Al no haber vínculos afectivos, pues menos

95 La presencia del sentimiento de soledad 95 oportunidades hay para hacer uso del mecanismo de la reparación. Pero en caso de que se establezcan vínculos afectivos, puede ganar terreno entonces el registro de lo práctico en el cual se puede llegar a elegir buscar temer otra pérdida, otro fracaso en la relación, que buscar reparar la relación destruida. Surge aquí el sentimiento de soledad como resultado de buscar defenderse ante la pérdida del objeto. Se encuentra con la soledad quien busca huir de ella. La soledad parece ser un sentimiento omnipresente hoy en día. Queda abierta la pregunta por los mecanismos psíquicos de los que nos podemos servir para lograr proteger al yo de manera efectiva del sentimiento de soledad. Será que buscar huir de la soledad es un requisito indispensable para no poder llegar nunca a poder vivir solo?

96 La presencia del sentimiento de soledad 96 Referencias bibliográficas Anderson, R. (1994). Conferencias clínicas sobre Klein y Bion. Buenos Aires: Paidós. Asociación española de psicoterapia psicoanalítica. (2012) En: Businessworld (1999). Roots: Loneliness and solitude. En: Bekhet, A. (2008) Loneliness: a concept analysis. En: Benito, L. (2010). Consumo e hipermodernidad. Una revisión de la teoría de Gilles Lipovetsky. En: Cortés, M. (2014) Los enfoques cuantitativo y cualitativo en la investigación científica. En: Doria, R. (1997). Divergencias en la unidad: una introducción a los desarrollos psicoanalíticos después de Freud. Buenos Aires: Lumen. Echegaray, E. (1986). La obra de Melanie Klein. Vol.1. Buenos Aires: Lugar. Echegaray, E. (1986). La obra de Melanie Klein. Vol.2. Buenos Aires: Lugar. Echegaray, E. (1999). Melanie Klein: cierre y apertura. Buenos Aires: Lumen. Farías, Criselda. (2008). Sienten jovencitos falta de afecto paterno. En: Gayol, Manuel. (2009) Ernesto Sabato y la soledad de la incomprensión. En: Giraldo, P. (2014). El vacío existencial y la pérdida del sentido de vida en el sujeto posmoderno: retos para el cristianismo del siglo XXI. En: Klein, M. (1935). Contribución a la psicogénesis de los estados maníaco-depresivos. En: Melanie_Klein_Obras_Completas.pdf Adobe Acrobat Reader DC. Klein, M. (1940). El duelo y su relación con los estados maníaco-depresivos. En: Melanie_Klein_Obras_Completas.pdf Adobe Acrobat Reader DC.

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