PRESENTACION. En este documento se incluye: Proceso Histórico y Contexto Geográfico. Principios Filosóficos Principios Pedagógicos Objetivos Generales

Transcripción

1 PRESENTACION Elaboramos este documento respetando la historia y las raíces del Colegio San Ramón Nonato, inserto en la vida parroquial, y como guía y orientación para las personas que componen la Comunidad Educativa. Justificamos su elaboración como base y sustento para la planificación del Proyecto Educativo Institucional que será el marco de referencia que impulse el accionar de todos los miembros de Centro Educativo. El Carácter Propio del Colegio San Ramón Nonato que hoy presentamos, es el resultado de una serie de encuentros, reflexiones personales y experiencias vividas, que tuvieron como base y orientación la Ley Federal De Educación, junto con los documentos sobre las aplicaciones de la Reforma Educativa a nivel Oficial y las orientaciones de la Iglesia Católica en Educación y Proyecto de vida y en las Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización. En este documento se incluye: Proceso Histórico y Contexto Geográfico. Principios Filosóficos Principios Pedagógicos Objetivos Generales Todos los aspectos consideramos, deben ser el fundamento y la base de nuestras continuas vivencias y reflexiones. Córdoba, Diciembre 2013.

2 PROCESO HISTORICO El Colegio fue iniciado por la Orden De La Merced, con el apoyo e iniciativa de la Liga de Madres de la Parroquia San Ramón Nonato, quienes en 1957 pusieron en funcionamiento el Jardín de Infantes. Unos años más tarde, en 1960 se comenzó con el Nivel Primario y en el transcurso de los siguientes años se abrieron nuevas secciones y se incorporaron docentes para las materias especiales. En 1968 el Colegio quedo incorporado a la enseñanza oficial y en 1969 comienza a recibir el aporte estatal lo que facilita el crecimiento del alumnado y su mayor extensión en todo sentido hasta llegar a quedar organizada en su totalidad la Planta Funcional de Jardín de Infantes y Primaria. A pedido de los padres de los alumnos del Colegio, en el año 1993 se inicia el funcionamiento del Nivel Medio. Durante todo este tiempo en el colegio, se ha intentado reflexionar y vivir el carisma propio mercedario, brindando una educación integral inspirada en principios y valores humanistas y cristianos; y teniendo en cuenta las modalidades y características propias de la zona. En el año 1998, la Orden de La Merced, entregó el colegio y la parroquia al Arzobispado de Córdoba, sumándose de este modo al grupo de los Colegios Parroquiales de la Arquidiócesis, hecho éste que le imprime carácter propio, es decir menos acentuación desde un carisma religioso, para ser más sensible a las exigencia pastorales de la comunidad parroquial.

3 CONTEXTO GEOGRAFICO El Colegio San Ramón Nonato está ubicado en el sector este de la ciudad de Córdoba, entre las calles Lima al 2000 y Avenida Patria a 300 del Barrio General Paz, correspondiente a la Zona Pastoral II. Tiene su entrada principal por el Nº 282 de la anterior avenida, y la salida y entrada de los alumnos por la calle Lima. Otra arteria es la Avenida 24 de Septiembre, cuyo nombre fue dado en conmemoración a la fecha en que se celebra la Fiesta de la Virgen de la Merced. La mayor parte de la población escolar proviene del mencionado barrio, como también del Alto y Bajo Yapeyú, pertenecen a familias de empleados públicos, pequeños comerciantes y profesionales en muchos de los casos con dificultades económicas. PRINCIPIOS FILOSOFICOS Nos identificamos con el concepto de hombre como persona en comunidad de personas, aceptando lo expresado en el Documento Educación y Proyecto de Vida (29 y 30): La educación va más allá de la función informativa, más allá de la transmisión cultural y científica. Trasciende los planteos académicos, y piensa en el hombre todo y en todos los hombres como personas y como comunidad. Lo que caracteriza a la persona es ser una unidad bio_psíquico_espiritual, una presencia consciente y creadora del mundo, confiada a su libertad y responsabilidad, en medio de otras personas con las que no solo debe convivir, sino autoconstruirse mediante la interacción con ellas y responder así al llamado de una misión trascendente. Como comunidad de fe y vida creemos que el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado Cristo, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor manifiesta el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación (GS 22.a) Consideramos que el vivir humanamente es el resultado de un desarrollo integral del triple nivel que caracteriza al hombre: el nivel vegetativo, el perceptivo motor del vivir animal y el vivir de la vida propia del espíritu que penetra la esencia de las cosas, decide, ama, crea el mundo de la ciencia y descubre la vocación moral y la dimensión religiosa.

4 La persona es una realidad inacabada, es decir, que sigue siendo tarea para sí misma, y necesita intervenir y actuar. Es un ser histórico integrado al mundo, en un contexto cultural concreto que vive el presente y se orienta al futuro por lo que su vida es riego y posibilidad. La vida el hombre debe ser valorada por lo que es en toda su dignidad, con sus grandezas y sus propios límites. Los patrones culturales propios de la vida contemporánea, sobre todo en las culturas urbanas, pueden llevar a las personas a vivir en la exterioridad, lo que significa, renunciar a ser ellas mismas, a perder el contacto con su propia interioridad y con la interioridad de otra persona y el mundo real. Únicamente cuando el hombre reconoce al otro por lo que el otro es, se reconoce a si mismo como persona y forma una comunidad con él. Su vivir en sociedad no es un añadido sino una dimensión del ser del hombre, un llamado a conocerse en el conocimiento que tiene del otro y a ir haciéndose junto con los demás, a construir con otros una sociedad y un mundo más libre, más justo y mas fraterno, abriéndose de ese modo a los valores que dan sentido y trascendencia a su existencia humana. Proclamamos una concepción positiva de la persona y una educación para la vida, que forme al sujeto en un clima de libertad, responsabilidad, alegría, exigencia personal y respeto. En esta concepción, todos los valores tanto materiales como espirituales y trascendentes, deben estar presentes como fundamento para una educación integral del hombre, donde la madurez-comunión y santidad sea su aspiración para compartirla con los más débiles. En síntesis, Profesamos que todo hombre y toda mujer (cfr. Gál 5,13-24) por más insignificante que parezcan, tienen en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar y hacer respetar sin condiciones; que toda vida humana merece por sí misma, en cualquier circunstancia, su dignificación; que toda convivencia humana tiene que fundarse en el bien común, consistente en la realización cada vez más fraterna de la común dignidad, lo cual exige no instrumentalizar a unos a favor de otros y estar dispuestos a sacrificar aun bienes particulares (DP 317)

5 PRINCIPIOS PEDAGOGICOS Entendemos la Educación como el proceso de asimilación cultural y moral, y al mismo tiempo, como el desarrollo de las capacidades implícitas en cada una de las personas. Supone por lo tanto una socialización por la que el educando recibe el influjo de la cultura histórica y a la vez, recrea desde su interior y con su propia riqueza personal, una nueva cultura. La Educación no es una simple instrucción o asimilación de conocimientos; la educación llega a lo más profundo de la persona y tiende a una formación integral con el desarrollo y la vivencia de todos los valores. Si alguno de los valores se dejara de lado bien sean materiales o espirituales, caeríamos en uno de los abismos de la educación parcialista. Al educando lo podemos describir como el agente activo de su proceso de formación y protagonista de su historia. Investiga, pregunta, se expresa, es creativo. Abierto a los avances de la ciencia. Comprometido con el mundo del trabajo y la cultura. Responsable de las tareas que emprende. Capacitado para presentar soluciones pacificas a los problemas que se presentan y para recrear los valores propios de nuestra historia. Con facilidad para aceptar las diferencia individuales y abrirse al dialogo. El educador se caracteriza por los siguientes rasgos: Respetuoso, orientador, motivador, paciente, alegre, coherente en el decir y en el hacer. Capacidad de diálogo y de servicio. Democrático, flexible, y participativo. Comprometido en la construcción de una sociedad mas justa y solidaria. Con espíritu innovador que le permita incorporar nuevos elemento científicos y tecnológicos al trabajo de los alumnos. Comprometido con los valores del evangelio. Sumado a esto somos conscientes que Cuando hablamos de una educación cristiana entendemos que el maestro educa hacia un proyecto de ser humano en el que habite Jesucristo con el poder transformador de su vida nueva. Hay muchos aspectos en los que se educa y de los que consta el proyecto educativo. Hay muchos valores, pero estos valores nunca están solos, siempre forman una constelación ordenada explícita o implícitamente. Si la ordenación tiene como fundamento y término a Cristo, entonces esta educación está recapitulando todo en Cristo y es una verdadera educación cristiana; si no, puede habla de Cristo, pero corre el riesgo de no ser cristiana (Ap. 332) Todos los integrantes de la Comunidad Educativa son agentes formativos y esto exige:

6 Personas abiertas y flexibles. Críticos, objetivos y maduros. Un clima de familia, destacando el dialogo, la sencillez, el respeto, la verdad, la solidaridad, la pobreza, la humildad y la responsabilidad. Vivencia y compromiso de los valores que salvan al hombre imagen de Dios. Trabajo en equipo. Considerando esencial la creación de un Clima Educativo sereno y estimulante, donde la Institución sea casa, escuela, patio y parroquia. Propuesta que implica los siguientes elementos: Amor y sinceridad. Alegría y expansión. Actitud de escucha, diálogo y participación. Responsabilidad y servicio. Trabajo, orden y naturalidad. Formación personal y comunitaria. Pertenencia institucional. Exigencia en el cumplimiento de acuerdos y normas. Espacio de oración y misericordia. OBJETIVOS GENERALES Los objetivos generales que presentamos aquí, serán desglosados en cada uno de los Niveles del Colegio e incluidos en el Proyecto Educativo Institucional. Promover la formación integral de las personas que forman parte de la comunidad educativa, con un estilo de vida caracterizado por la vivencia de los valores humanos y cristianos. Desarrollar en los alumnos competencias ético-religiosas, cognitivas, sociales, artísticas, técnicas y físicas, que les permitan desenvolverse eficazmente en el ámbito de la cultura, de las relaciones humanas y del trabajo. Afianzar y recrear en los alumnos los valores de nuestra cultura y de nuestra historia. Favorecer un clima de serenidad, amor, alegría, libertad responsable, diálogo y participación que ayude en el crecimiento personal de los educandos. Promover un estilo de comunidad que facilite el crecimiento personal y comunitario, aprendiendo a trabajar en equipo y respetando las diferencias

7 personales, como riqueza que les permita compartir con otras comunidades educativas del barrio. Contribuir a la construcción de una sociedad más justa, fomentando actitudes de servicio y solidaridad con las personas más necesitadas del barrio, reconociendo en todos los hombres el rostro de Dios. Participar en la vida parroquial, contribuyendo a la construcción de una comunidad más humana, solidaria, creyente y evangelizadora.