Carta Rural 02. EDICIÓN ESPECIAL. agosto 2010 SERIE MANEJO DE PRADERAS TROPICALES

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1 Carta Rural 2 EDICIÓN ESPECIAL. agosto 21 SERIE MANEJO DE PRADERAS TROPICALES

2 Carta rural Latinoamérica El consumo de forraje en condiciones de pastoreo Los pastos bien manejados producen forraje de buen valor nutritivo, de modo que las diferencias en la producción diaria de leche por vaca están en función principalmente de la cantidad de forraje consumido. Esto lleva a la necesidad de verificar cómo es el consumo de forraje por los animales en pastoreo para planificar el uso eficiente de los pastos. El desempeño (aumento de peso o producción de leche) está en función de la cantidad de nutrientes ingeridos por el animal en el pastoreo. En condiciones de uso exclusivo de pasto, la ingestión de nutrientes viene a ser el resultado de la cantidad de forraje consumido y del valor nutritivo o concentración de nutrientes que este tenga. El crecimiento de las plantas forrajeras en pasturas ocurre prioritariamente en el sentido de la producción de hojas, cambiando para la acumulación de tallos y de material muerto solamente si el intervalo entre pastoreos adoptado fuera más largo que el necesario para una determinada planta forrajera. Actualmente es conocido que el intervalo ideal del pastoreo corresponde al número necesario de días para que el pasto alcance 95% de interceptación de la luz solar incidente que, para cada planta forrajera, puede ser asociado a la condición de altura del pasto. Esto significa que en condiciones de buena fertilidad del suelo y precipitación, el crecimiento de la planta es más rápido y la meta de altura deseable será alcanzada con un número menor de días, o sea, un intervalo de pastoreo más corto en relación a condiciones de menor fertilidad del suelo y baja precipitación, que se caracteriza por el crecimiento más lento de las plantas forrajeras, sugiriendo el uso de intervalos de pastoreos variables y correspondientes con cada localidad geográfica o hacienda. Sin embargo, a pesar del período de descanso variable, el uso de la meta de manejo basada en la interceptación de luz (Tabla 1), asegura que el momento de cosecha del forraje (entrada de los animales en el pasto), es consistentemente el mismo con relación al estadio de crecimiento de la planta durante el rebrote, asegurando la producción de forraje con alta proporción de hojas y baja proporción de tallos y de Tabla 1 Metas de altura para entrada o salida de los animales de pastos manejados utilizando el método de pastoreo rotativo AlturA del pasto (cm) planta ForrAjerA entrada salida Mombaza 9 3 a 5 Tanzania 7 3 a 5 Elefante (Cameroon) 1 4 a 5 Marandu 25 1 a 15 Xaraés 3 15 a 2 Tifton a 15 Coastcross e Florakirk 3 1 a 15 Raygrass (Ballica) 25 5 a 1 material muerto, es decir, forraje de alto valor nutritivo. Recientes trabajos de investigación en la ESALQ y en otras instituciones, han revelado que si los pastos son debidamente manejados y los intervalos de pastoreo son utilizados óptimamente, el forraje producido posee un valor nutritivo que varía poco dentro de las diferentes especies y cultivos de plantas forrajeras, la diferencia está en la cantidad y la distribución del forraje producido. En estas condiciones, el valor nutritivo del forraje consumido por los animales en pastoreo varía de 12% a 18% de proteína bruta y de 6% a 7% de digestibilidad (Tabla 2), valores considerados elevados y que caracterizan a los forrajes de buen valor nutritivo. En este contexto, las diferencias en producción diaria de leche por vaca son resultado, por tanto, de la cantidad de forraje ingerido, ya que la diferencia en valor nutritivo es pequeña, hecho que realza la importancia de conocer y comprender cómo se da el consumo de forraje por los animales en pastoreo y cómo esto incide en las prácticas de manejo utilizadas. Consumo de forraje En el pasto el consumo de forraje es bastante distinto de aquél en condiciones de confinamiento. Los animales alimentados en el comedero, cuando están bien manejados, no tienen restricciones de acceso al alimento y ese es suministrado en cantidad y calidad, normalmente en la forma de dieta balanceada. En el pasto, el animal no tiene tanta facilidad o privilegios. El alimento necesita ser cosechado. Para esto el animal debe encontrar lugares 2 Serie manejo de praderas tropicales

3 Latinoamérica Carta rural Tabla 2 Valor nutritivo del forraje cosechado en pastos utilizados en base a metas de manejo y respetando el ritmo de crecimiento de las plantas forrajeras ForrAje pb Fdn adecuados para pastoreo, cosechar el forraje en esos lugares y repetir el proceso hasta que esté saciado o se canse. Además, en el ambiente de pasturas difícilmente el forraje consumido propicia una dieta balanceada, implicando restricciones en el desempeño máximo de cada animal individualmente. En este contexto, la manera en que el forraje es presentado al animal es fundamental, pues determina la facilidad de captación y cosecha. Normalmente, dentro de ciertos límites, en pastos con mayor masa de forraje y altos la probabilidad de encontrar lugares adecuados de pastoreo es mayor y se facilita la cosecha del forraje, caracterizada por altas tasas de ingestión (kg MS por vaca FdA digestibilidad referencia Tifton 85 17,2 67, 27,4 78, Carnevalli (1999) Florakirk 18,2 63,9 25,8 76,1 Carnevalli (1999) Coastcross 17,5 65,5 27,2 74,1 Carnevalli (1999) Marandu (continuo) 12,5 61,7 28,8 64,7 Andrade (23) Marandu (rotativo) 1, 68,1 32,4 66,8 Trindade (27) Xaraés 12,5 68,4 35,3 69,4 Nave (27) Mombaza 11,7 66,8 37,8 6,8 Bueno (23) Tanzania 1,5 76,4 67,9 Difante (25) Elefante (cameroon) 14,6 65,1 35,9 58,9 Voltolini (26) Carareto (27) Figura 1 Consumo diario de forraje por animales en pastoreo en función de variables de comportamiento y de estructura del dosel forrajero (Adaptado de Carvalho et al., 21) consumo de forraje Tasa de = consumo x masa de bocado x Tiempo de pastoreo Tasa de bocados por unidad de tiempo), en comparación a pastos de menor masa de forraje y más bajos. Sin embargo, esa calidad de respuesta cambia cuando los valores elevados de masa de forraje o altura de los pastos están asociados a altas proporciones de tallos y de material muerto, situación en la que pastos más bajos y de menor masa de forraje se vuelven más adecuados. Basicamente, lo que es afectado es el tamaño del bocado, que es la menor y más simple unidad que compone el consumo (Figura 1). De manera general, cuando el tamaño (masa) del bocado se reduce, el animal aumenta la tasa de bocados (número de bocados realizados por unidad de tiempo) como una forma de mantener la tasa de consumo (kg de MS por animal por unidad de tiempo) (Figura 2). Si el aumento en tasa de bocados no es suficiente para compensar la reducción en tamaño del bocado y la tasa de consumo disminuye, el animal aumenta también el tiempo de pastoreo en el día como una forma de intentar mantener el consumo. Esto demuestra que si la forma en que el pasto es ofrecido a los animales no es adecuada y no favorece el consumo, los animales, además de no ingerir la cantidad de alimento necesaria, tienen que trabajar más para cosechar el forraje, lo que aumenta los costos de mantenimiento y las exigencias nutricionales de la vaca para producir una misma cantidad de leche. Esto reduce la producción, pues difícilmente el animal consigue mantener el consumo y, aún cuando lo mantuviese, el costo de mantenimiento y la exigencia nutricional serían más altos, demandando mayor consumo. El tamaño o masa del bocado son influidos por variación en la profundidad con que los animales explotan el pasto y esto está en función de las características del pasto, tales como masa de forraje (kg MS/ha), altura, porcentaje de hojas y de tallos etc. Por otro lado, los bocados excesivamente grandes, típicos de animales pastando plantas de porte alto, pastoreadas alto, como los pastos mombaza, tanzania y elefante, por ejemplo, pueden también implicar menor consumo al final del día porque provocan la reducción de la tasa de consumo. Esto pasa ya que los bocados muy grandes requieren de mucho tiempo para poder ser realizados, es decir, para que el forraje cosechado pueda ser acomodado en la boca e ingerido, lo que reduce la velocidad de consumo en los animales (Figura 2), pudiendo causar disminución del consumo de forraje al final del día de pastoreo. En el ejemplo de la Figura 2, la mayor tasa de consumo de forraje fue conseguida desde la altura de entrada de 9 cm en el pasto de mombaza, la misma altura conducente con la meta ideal de uso basada en el criterio del 95% de interceptación de luz (Tabla 1). El resultado, en términos de producción de leche, fue un aumento de aproximadamente 3% en la producción carta rural. agosto 21 3

4 Carta rural Latinoamérica diaria por vaca en relación a pastos manejados con mayor altura, de 14 cm (Tabla 3). Esto apunta a la necesidad de planificar adecuadamente las prácticas de manejo como fertilización, riego e intervalo de pastoreo. Esta es una manera de asegurar el patrón adecuado de crecimiento que favorece la acumulación de forraje de buen valor nutritivo y pastos con estructura adecuada para asegurar la producción de leche de forma eficiente. Resumen general. Los pastos bien manejados producen forraje de buen valor nutritivo y la variación es pequeña entre especies y cultivos de plantas forrajeras;. Las diferencias en la producción de leche por vaca están esencialmente en función de la cantidad de forraje consumido, el cual depende, a su vez, de la forma como el pasto es ofrecido al animal; Tabla 3 Producción diária de leche (kg/vaca/día) en pasturas de mombaza pastoreados con 9 o 14 cm de altura mes. El conocimiento de la meta adecuada de uso de cada planta forrajera es una condición básica para asegurar el consumo y la producción de leche de animales en pastoreo. sila carneiro da silva Profesor del Departamento de Zootecnia de la USP/Esalq AlturA de entrada en los pastos (cm) 9 14 Enero 15,7 12,1 Febrero 12,3 9,5 Promedio 14, a 1,8 b Las letras indican la diferencia entre promedios (p<,5) Figura 2 Comportamiento de la ingestión de novillas lecheras de raza Holandesa Negra y Blanca en pastos mombaza, manejados con una altura de entrada en los pastos de 6, 8, 1, 12 y 14 cm. (Adaptado de Silva, 24) Masa del Bocado (g MS) 1,4 Tasa de Bocados (bocados/min) 4 1, y = 9,54 x - 184,98 r 2 =,81 3,6,2 2 1 y =,188 x + 42,938 r 2 =, Tiempo por Bocado (segundos) 4,5 Tasa de Consumo (g MS/Kg peso.min) 1,4 3,5 y =,23 x +,399 r 2 =,68 1, 2,5,6 1,5,2 y =,2 x 2 +,4 x -,123 r 2 =, Serie manejo de praderas tropicales

5 Latinoamérica Carta rural El manejo del pastoreo El pastoreo corresponde a la acción de la cosecha por los animales del forraje producido en el campo. De esta forma, manejar el pastoreo significa manejar el proceso de cosecha de forraje producido y disponible en los pastos, requiriendo conocimientos para la identificación del momento correcto del inicio del proceso y de las características de forraje que afectan y determinan el consumo y la producción diaria de leche de las vacas. Como la planta crece y acumula forraje a velocidades diferentes en función de condiciones climáticas, fertilidad del suelo y el uso de prácticas como fertilización y riego, el punto ideal de la cosecha se da en intervalos de tiempo variables, imponiendo la necesidad de supervisión constante de los pastos y planificación del proceso de pastoreo en la hacienda, un hábito esencial, pero raro entre productores y técnicos. Tabla 1 Metas de altura para entrada o salida de los animales de pastos manejados utilizando el método de pastoreo rotativo AlturA del pasto (cm) planta ForrAjerA entrada salida Mombaza (Panicum maximum cv. Mombaza) 9 3 a 5 Tanzania (Panicum maximum cv. Tanzania) 7 3 a 5 Elefante (Cameroon) (Penisetum purpureum) 1 4 a 5 Marandu (Brachiaria brizantha cv. Marandu) 25 1 a 15 Xaraés (Brachiaria brizanta cv. MG5) 3 15 a 2 Tifton-85 (Cynodon spp) 25 1 a 15 Coastcross e Florakirk (Cynodon dactylon cv. Coastcross y Cynodon dactylon cv. Florakirk) 3 1 a 15 Raygrass (Ballica) 25 5 a 1 Estas son las tres etapas del proceso productivo: Crecimiento, Utilización y Conversión. La utilización es la que permite a los técnicos y productores la mayor eficiencia de respuesta a cualquier intervención realizada, ya que permite tener el mayor control de los factores que intervienen. En el campo, esta etapa corresponde a la cosecha del forraje producido, es decir, al manejo de los pastos. La cosecha, en el momento adecuado, determina la cantidad y el valor nutritivo del forraje producido, así como el nivel de consumo e ingestión de nutrientes, factores determinantes de la producción diaria de leche. Las plantas forrajeras presentan un patrón común de crecimiento y acumulación de forraje válido para prácticamente todas ellas, la única diferencia es la velocidad con la cual crecen y el valor absoluto de la producción realizada, estando en función básicamente de la especie o cultivo de planta forrajera y las condiciones del suelo y clima existentes. De esta manera, el punto ideal para la interrupción del ciclo de crecimiento (rebrote) de una pastura debe tomar en cuenta su ritmo de crecimiento en la localidad donde se encuentra, razón por la cual un número fijo y predeterminado de días de descanso o intervalo de pastoreo para uso generalizado, independientemente de la localidad geográfica, condiciones climáticas, fertilidad del suelo, uso de fertilizantes, insumos y riego, puede generar distorsiones significativas, ocasionando grandes perjuicios relacionados con la producción y bienestar animal y sobre todo, con la persistencia y productividad de la pastura. Así surgió el concepto de meta de manejo, definido por medio de valores de altura como indicadores del momento adecuado para la colocación y retirada de los animales de los pastos (Tabla 1). Uso de las metas de altura para el manejo de los pastos La realización del manejo del pasto en base a las metas de manejo (Tabla 1) significa trabajar con períodos de descanso variables, más cortos cuando las condiciones de crecimiento sean favorables a las plantas y más largos cuando sean desfavorables. Quiere decir que para una misma planta forrajera, en una misma hacienda, el intervalo de pastoreo variará de un potrero a otro y de una época del año a otra, así como de año a año, hecho que aparentemente genera un gran problema para quien administra el manejo de los pastos. En realidad, cuando se utiliza las metas de manejo y el desplazamiento de los animales por los pastos de la hacienda es realizado en base a ellas, el administrador trabaja de acuerdo a la calidad del ambiente que dispone y respectando los límites de tolerancia y resistencia de la planta forrajera al pastoreo, asegurando la producción y persistencia de los pastos. Surgen entonces las preguntas: Cuántos potreros son necesarios? Si el manejo se hace de acuerdo al número de días del período de descanso, la respuesta a esa pregunta es simple, pero Qué pasa si el número de días varía? Bueno, normalmente se recomienda trabajar con un número alrededor de 15 a 2 potreros y alternar el período de ocupación de los mismos para generar flexibilidad y los intervalos de pastoreo necesarios. De esta manera, si el área se divide en 15 potreros y el período de ocupación es de un día, el intervalo será de 15 días si todos los potreros son manejados con este tiempo de ocupación. Si el período de ocupación es de dos días, el período de descanso automáticamente pasa a 3 días, si es de tres días pasa a 45 días y así sucesivamente. Si 8 de los 15 potreros son manejados con un día y los otros 7 con dos días de ocupación, el período de descanso de este ciclo de pasto carta rural. agosto 21 5

6 Carta rural Latinoamérica será 22 días. De esa manera, el administrador puede ajustar el período de descanso de acuerdo con el ritmo de crecimiento de los pastos, de forma que se asegure que los animales siempre entren en los potreros en la meta recomendada. Pero qué pasa cuando un número mayor de potreros están en condiciones de uso más allá de lo necesario? Sí son necesarios 4 potreros en una semana, por ejemplo, y al supervisar los pastos se detecta que estarán disponibles 6 potreros, se sabe de antemano que está sobrando forraje antes de la entrada de los animales en los potreros y que, en este caso, corresponde a 33% (dos potreros de seis). Qué hacer? Se utilizan 4 potreros y se salta los dos excedentes como una manera de asegurar que los demás potreros van a continuar siendo cosechados en el punto ideal. Los dos potreros que sobraron pueden ser pastoreados por otro lote o categoría de animales (aumento de la carga animal) o cosechado para conservación de forraje de cualquier tipo (henificación o ensilaje). Lo importante es que el forraje excedente es de valor nutritivo tan bueno como aquél del forraje que los animales cosecharon a través del pastoreo, ya que fue cogida en el mismo punto de cosecha. El ejercicio se repite en las semanas siguientes. Si por el contrario, se detecta que de 4 potreros sólo dos estarán disponibles, está claro que desde esa semana empieza a ocurrir la falta de forraje en el pasto (5% - dos potreros de cuatro) y es el momento de reducir la carga animal y/o iniciar el suministro de forraje suplementario(puede ser el excedente cogido anteriormente en la época de los excedentes) como una forma de hacer posible el aumento en el período de ocupación de los pastos utilizados y con eso aumentar el período de descanso, favoreciendo que las metas de entrada continúen siendo alcanzadas. En principio, la lógica y la rutina de manejo son las mismas, es decir, aumento o disminución de la carga animal y/o conservación de forraje o suplemento voluminoso, respectivamente. La diferencia es que el excedente o déficit es detectado antes del pastoreo y la decisión sobre que hacer es facilitada, ya que se detecta el problema al comienzo y se tiene tiempo suficiente para elegir la mejor solución posible para cada situación. En el caso de usar un número fijo de días de descanso y de ocupación, si ocurren excedentes o déficits, normalmente lo que se observa en el campo es sobra de forraje y pastos muy altos en el momento de retirada de los animales de los potreros o pastos extremadamente batidos, prácticamente sin hojas, con los animales en espera para ser cambiados de potrero, respectivamente. De una forma u otra el problema ya se presentó y la solución llega tarde, lo que generalmente hace que las decisiones de manejo sean tomadas de forma precipitada y normalmente equivocadas, causando perjuicios para las plantas y animales. Ese panorama de errores y aciertos se vuelve cada vez peor a la medida que el crecimiento de la planta es más rápido y consecuentemente, la estacionalidad de la producción de forraje es mayor, condición que normalmente se asocia a pasturas manejadas con elevadas dosis de fertilizantes, especialmente nitrógeno y riego. Uso de fertilizantes y riego La productividad de una pastura puede ser alta o baja, dependiendo de la calidad del ambiente donde se encuentra. Normalmente existen restricciones en la fertilidad del suelo o en la disponibilidad hídrica que limitan el crecimiento de las plantas y la producción de forraje. En estos casos, aún la cosecha bien hecha del forraje producido genera cargas animales. En este contexto, el uso de insumos y fertilizantes, así como del riego, puede solucionar la restricción existente y propiciar aumentos significativos de producción, con tal de que no se descuide el control del proceso y de la cosecha orientada por las metas de manejo. Tanto la fertilización como el riego aumentan la producción de forraje pues aumentan la velocidad de crecimiento de las plantas. Esto permite que las metas de manejo para entrada de los animales en los potreros sean alcanzadas en menor tiempo, necesitando, por tanto, de ajustes simultáneos en los períodos de descanso utilizados. El uso de fertilizantes y riego sin el ajuste correspondiente en períodos de descanso de los pastos ocasiona la cosecha del forraje en condiciones más allá del punto ideal, por encima de la meta de manejo, originando la acumulación excesiva de tallos y material muerto que puede, en casos extremos, causar la necesidad de recurrir a corte y limpieza de los pastos anualmente para eliminar ese material indeseable. En ese caso se producen diversas pérdidas en el sistema: fertilizante o agua aplicados y no aprovechados en forma de forraje por los animales; forraje disponible de bajo valor nutritivo, requiriendo el uso de suplementos con concentrados para mantener la producción de leche de los animales; reducción del crecimiento y producción de forraje en los pastos por exceso de cobertura muerta y baja disponibilidad de luz en su base; áreas de pasto rechazadas, con forraje muy alto, mezcladas con áreas de pasto excesivamente pastoreados, con forraje considerablemente bajo, lo que lleva a un proceso de degradación de la pastura; reducción de la producción y productividad animal. En este contexto, el uso de fertilizante nitrogenado y/o riego debe ser considerado como la última etapa de intensificación, a la que se puede recurrir solamente después de que el proceso de cosecha esté debidamente ajustado y que el forraje producido, en gran o pequeña cantidad, esté siendo cosechado de forma eficiente. Se han logrado resultados sorprendentes en condiciones experimentales y de campo con el uso correcto de las metas de manejo. La Tabla 2 muestra los resultados para praderas de pasto-elefante en el que la meta de 1 cm para entrada de los animales en los potreros pasó a ser utilizada en comparación a un período fijo de descanso de 27 días (altura de entrada promedio de 12 cm). Hubo aumento significativo en la producción diaria de leche por vaca, por hectárea y en la carga animal de los pastos, indicando que es posible intensificar el proceso productivo con el uso reducido de insumos y/o optimizando el aprovechamiento de los insumos utilizados. Resumen general. El manejo del pastoreo determina la cantidad y el valor nutritivo del forraje producido en los pastos, así como el nivel de consumo y de ingestión de nutrientes por los animales en pastoreo;. El uso de metas de manejo asegura que la cosecha del forraje sea hecha consistentemente en el momento adecuado al ciclo de crecimiento/rebrote de las plantas;. La gestión según las metas de manejo requiere la supervisión constante de los pas- 6 Serie manejo de praderas tropicales

7 Latinoamérica Carta rural tos y la toma de decisiones diarias en cuanto al desplazamiento de los animales en la hacienda, lo que indica la necesidad de cambio en la forma de explotación y administración de las pasturas;. El uso de fertilizantes, especialmente nitrogenados, y riego pueden generar aumentos significativos de producción de forraje y productividad animal, pero solo deben ser utilizados después de que el manejo del pasto (cosecha del forraje producido) esté siendo realizado de forma eficiente. sila carneiro da silva Profesor del Departamento de Zootecnia de la USP/Esalq Tabla 2 Producción diaria (kg/vaca/día), carga animal (UA/ha) y productividad de leche (kg/ha/día) en praderas de Elefante (Cameroon) pastoreados con 1 cm de altura o 27 días de período de descanso (promedio de 12 cm de altura) respuesta AlturA del pasto (cm) kg leche/vaca/día 17,6 14,9 UA/ha 8,3 5,8 kg leche/ha/día 114, 75, 27 kg leche/vaca/día 13, 12, UA/ha 9,2 6,7 kg leche/ha/día 83,5 57, Fuente: Voltolini (26) y Carareto (27) carta rural. agosto 21 7