Doctrina Social de la Iglesia

Transcripción

1 Doctrina Social de la Iglesia - Una Visión Introductoria - MISIÓN RELIGIOSA DE LA IGLESIA Y ENSEÑANZA SOCIAL La Iglesia propone una Enseñanza Social consciente de que la misión propia que Cristo le confió no es de orden político, económico, jurídico, o social, sino de orden religioso, pero considerando al mismo tiempo que de esa misión derivan tareas, luces y energías que pueden servir para establecer y consolidar la comunidad humana según la ley divina. La proposición de una Enseñanza Social por parte del magisterio es fruto de un proceso de maduración de la conciencia de los católicos manifestado particularmente en el siglo XIX, mediante el movimiento llamado catolicismo social. El gran documento, considerado la carta magna del catolicismo social, es la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII, publicada el 15 de mayo de Dicho proceso indica que la comunidad de los creyentes en Jesucristo ha comprendido que la conversión permanente del corazón al verdadero Señor médula de la experiencia cristiana debe expresarse socialmente en la A los cristianos corresponde una gran tarea de discernimiento para aplicar la Doctrina Social en las circunstancias concretas donde deben actuar. conversión o adecuación permanente de las estructuras familiares, sociales, políticas, económicas, culturales, religiosas, internacionales, a las exigencias de la justicia social y de la solidaridad. La Iglesia propone su Doctrina Social a la conciencia de los creyentes y de todas las personas de buena voluntad, partiendo de una visión de la persona, de su dignidad, de sus derechos y deberes fundamentales, entregando criterios orientadores de las conductas personales, de las instituciones, de los pueblos y de la comunidad internacional, conforme a desafíos históricos que interpelan la conciencia de la humanidad. En consecuencia, la Doctrina Social de la Iglesia no constituye un todo definitivamente elaborado de una vez y para siempre. Hay en ella una continuidad los principios fundamentales y un progreso permanente conforme a su comprensión de los signos de los tiempos. A los cristianos (como personas y en comunidad unida a sus pastores), corresponde una gran tarea de discernimiento para aplicar la Doctrina UNIÓN SOCIAL DE EMPRESARIOS Y EJECUTIVOS CRISTIANOS 1

2 Social en las circunstancias concretas donde deben actuar. LAS RAICES DE LA ENSEÑANZA SOCIAL La Enseñanza social de la Iglesia no es un apéndice agregado a la fe, sino parte integral de la herencia del Pueblo de Dios. Hunde sus raíces en el misterio de la Creación, en todo el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento, en la Tradición y en la vida de la Iglesia (Santos Padres, concilios, sínodos, doctores y cristianos destacados, santos de toda la historia). La teología le proporciona sus fundamentos bíblicos, cristológicos, eclesiológicos y la filosofía de inspiración cristiana, especialmente en su vertiente tomista y personalista, le ayuda para comprender mejor el fenómeno humano y el sentido de la historia. En esta materia no hemos elaborado aún una buena síntesis de un universo riquísimo en sabiduría y no sabemos expresar con claridad y coherencia los fundamentos bíblicos, eclesiológicos, cristológicos y filosóficos de la Doctrina Social. Esa es una tarea a la que estamos invitados todos los cristianos. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA O ENSEÑANZA SOCIAL DE LA IGLESIA? La intervención del Magisterio de la Iglesia en las llamadas realidades temporales tiene como su mejor expresión a la Los principios orientadores más fundamentales tienen un grado de fundamentación teológica tan fuerte que si un cristiano conscientemente los ignora o los niega con su conducta, se ubica, por ese mismo hecho, al margen del pueblo de Dios. doctrina social. Es sabido que existió y persiste aún una corriente eclesial que prefiere utilizar la expresión pensamiento social o enseñanza social en vez de doctrina social debido a la connotación dogmática propia de la palabra doctrina. Así por ejemplo, el Concilio Vaticano II evitó la expresión doctrina social y Pablo VI prefirió hablar de enseñanza social. Juan Pablo II ha vuelto a utilizar con absoluta libertad la ya clásica expresión doctrina social, quizás para destacar su importancia como mediación para la acción de los cristianos. En efecto, lo más propio de la doctrina es proponer grandes principios orientadores, a partir de los cuales, supuestas las necesarias mediaciones (políticas, económicas, legales, etc.) y un discernimiento personal y comunitario, se siguen opciones concretas en función de determinadas situaciones coyunturales. Podría decirse que Juan Pablo II ha vuelto a utilizar la expresión doctrina social para insinuar su carácter de obligatoriedad para toda conciencia cristiana? Sin pretender ofrecer una respuesta definitiva, nos parece que los principios orientadores más fundamentales, tales como el respeto a la dignidad de la persona, la solidaridad universal y la opción preferencial por los pobres, tienen un grado de fundamentación teológica tan fuerte que si un cristiano conscientemente los ignora o los niega con su conducta pública, se ubica, por ese mismo hecho, al margen del pueblo de Dios. Estos principios y otros, como la prioridad del trabajo sobre el capital y la opción por UNIÓN SOCIAL DE EMPRESARIOS Y EJECUTIVOS CRISTIANOS 2

3 una vía no violenta, en la lucha por la justicia social trazan, a nuestro juicio, las fronteras de legítimo pluralismo político para los miembros del pueblo de Dios. NO ES UNA TERCERA VIA ALTERNATIVA Quien haya entendido bien la verdadera naturaleza de la doctrina social de la Iglesia, comprenderá que ella no es una tercera vía alternativa al capitalismo liberal y al colectivismo marxista. En efecto, ella no propone sistema o modelo alguno propio que sea alternativo al capitalismo o al colectivismo. La objeción, sin embargo, no carece de racionalidad dado que la doctrina social ha inspirado, de hecho, a una corriente política católica, el social cristianismo, el cual ha pretendido y pretende orientar la praxis política y económica conforme a los grandes principios de la doctrina social. Las continuas referencias de los partidos social-cristianos a la enseñanza de los Papas y, especialmente a los pastores regionales y locales, lleva a muchos con distinto nivel de transparencia a identificar la doctrina social con los movimientos políticos que se adjetivan de cristianos. Reconociendo el mérito histórico de dichas corrientes, debemos aclarar que la Iglesia y su doctrina social no se identifican con ningún partido o grupo de partidos, aunque en algunos casos puedan haberse producido aproximaciones vitales reciprocas muy fuertes. El Concilio Vaticano II fue enfático al declarar que la Iglesia no se confunde con la comunidad política ni está ligada a sistema político alguno (Gaudium et Spes, 76); que los cristianos deben reconocer la legítima pluralidad de opiniones temporales discrepantes (Ibid., 15) y que en caso de divergencia en cuestiones temporales a nadie le está permitido reivindicar en exclusiva a favor de su parecer la autoridad de la Iglesia (Ibid., 43). De lo anterior se desprende que lo normal para los católicos debería ser el pluralismo en cuanto a sus opciones políticas, ya que los mismos fines temporales pueden ser alcanzados por medios múltiples y alternativos, con tal que los principios de que hemos hablado mantengan en cada caso su plena vigencia. NO ES UNA IDEOLOGIA La doctrina social no es tampoco una ideología. La verdad es que la doctrina social no es una ideología en el sentido que Carlos Marx dio a esta palabra, ya que no oculta la realidad de la pobreza en este caso el subdesarrollo sino que denuncia sus manifestaciones y causas de todo orden ante la conciencia de la humanidad entera. Al mismo tiempo, lejos de legitimar esta situación como producto de la voluntad divina, la ve más bien como un grave desorden moral producto de estructuras de pecado, de mecanismos perversos, de poder económico y político. Perversos, porque son producto de decisiones estratégicas o tácticas de hombres libres que se mueven por intereses muy definidos sin tomar en cuenta la solidaridad. La doctrina social tampoco es una ideología en el sentido que Puebla da a UNIÓN SOCIAL DE EMPRESARIOS Y EJECUTIVOS CRISTIANOS 3

4 esta expresión (nn ) en la cual, reconociendo lo positivo de las ideologías en cuanto necesarias como mediaciones para la acción y supuesto que no se absoluticen, se añade que toda ideología es parcial, ya que ningún grupo particular puede pretender identificar sus aspiraciones con las de la sociedad global. La Iglesia, madre y maestra, experta en humanidad, trasciende todos los grupos y habla para la familia humana toda, una palabra que procede en último término de Dios, Padre de todos. Por eso, se refiere a su doctrina social como una visión global del hombre y de la humanidad. Y LA TEOLOGÍA moral sui generis es propuesta directamente por el Magisterio de la Iglesia en todas sus instancias, lo cual le confiere una autoridad excepcional. LO QUE DEBEMOS ESPERAR DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Si consideramos el conjunto de la Doctrina Social de la Iglesia, podemos distinguir los siguientes aportes: Un análisis diagnóstico de situaciones, económicas, políticas y sociales, signos de los tiempos, que comportan un serio atropello a los derechos humanos y que dañan gravemente las relaciones entre las personas, las comunidades, los actores sociales y los pueblos; Siguiendo esta lógica, Juan Pablo II puede afirmar que la Doctrina Social pertenece al ámbito de la teología, especialmente de la teología moral, lo cual significa en substancia que la base de sustentación de la doctrina social no es primariamente filosófica, sino teológica. Creemos que lo anterior no significa, sin embargo, el desconocimiento de los valiosos elementos filosóficos de derecho natural que sirven como fundamento a importantes afirmaciones de la doctrina social. A diferencia de lo que normalmente llamamos teología moral, es decir, la que está en los manuales y tratados clásicos y modernos como fruto de trabajo de teólogos particulares, esta teología Se proponen unos principios orientadores de las conductas personales, familiares, institucionales, sociales y de la comunidad internacional conforme a la justicia social Como consecuencia de lo anterior, una denuncia permanente de la injusticia social en todas sus formas; La explicación progresiva de una antropología o concepción de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y deberes que deben ser respetados en cualquier modelo de organización de la sociedad; A partir de esta antropología, se proponen unos principios orientadores de las conductas personales, familiares, institucionales, sociales y de la comunidad internacional conforme a la justicia social; Un juicio crítico acerca de las ideologías y los sistemas o modelos derivados de ellas, que significan una amenaza para la UNIÓN SOCIAL DE EMPRESARIOS Y EJECUTIVOS CRISTIANOS 4

5 verdad, la libertad, la igualdad y la plena participación de cada uno de los miembros de la sociedad en todas las tareas que tienen como meta el Bien Común. Respecto de las ideologías que pueden ser opción legítima para un cristiano, la Doctrina Social invita a realizar un atento discernimiento. La Doctrina Social constituye, finalmente, un llamado persistente a construir la Civilización del Amor, una sociedad fundada en la verdad, en la justicia, en la libertad, en la igualdad, en el amor. En este nuevo orden social llamado también sociedad de la comunión y de la participación y civilización del trabajo, cobran un sentido más pleno todos nuestros proyectos, cualquiera sea su dimensión y modalidad. La Civilización del Amor es el gran proyecto histórico del Pueblo de Dios y de todos los hombres de buena voluntad. No es el Reino definitivo, pero sí su anticipación. Este documento fue desarrollado por el especialista en Doctrina Social de la Iglesia y profesor de la Universidad Alberto Hurtado y la Pontificia Universidad Católica de Chile SR. EXEQUIEL RIVAS G. EMPRESARIO CRISTIANO es una publicación mensual del Departamento de Estudios de la Unión Social de Empresarios y Ejecutivos Cristianos USEC que cuenta con el Patrocinio de la Universidad Alberto Hurtado, y está realizada bajo la Dirección Académica del profesor de la Universidad Alberto Hurtado y de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Sr. Exequiel Rivas G. Su Director Responsable es el señor Eduardo Armstrong I. Teléfono USEC - Dirección: General Holley 186B en Santiago de Chile. Sitio en Internet usec@usec.cl UNIÓN SOCIAL DE EMPRESARIOS Y EJECUTIVOS CRISTIANOS 5