Proceedings of the Southern European Veterinary Conference - SEVC -

Transcripción

1 Proceedings of the Southern European Veterinary Conference - SEVC - Sep. 29-Oct. 2, 2011, Barcelona, Spain Next SEVC Conference: Oct , Barcelona, Spain Reprinted in the IVIS website with the permission of the SEVC - AVEPA

2 Tumores frecuentes de los genitales externos del perro Prof dr. J. Kirpensteijn Department of Clinical Sciences of Companion Animals, Faculty of Veterinary Medicine, Utrecht University, PO Box 80154, NL-3508 TD Utrecht, The Netherlands, Tumores perineales Introducción Los tumores perianales son frecuentes en los perros y muy infrecuentes en los gatos. Los más frecuentes pueden clasificarse en tumores de la glándula perianal y tumores del saco anal. Además, en la zona perianal se han descrito muchos otros tipos de tumores. Adenoma de las glándulas perianales Las glándulas perianales se encuentran por todo el alrededor del ano, en la base de la cola y alrededor de los genitales del macho, aunque en ocasiones se han descrito otros lugares en los que aparecen tumores de las glándulas perianales. Los tumores de las glándulas perianales a menudo son benignos y aparecen con frecuencia en perros machos no castrados, aunque las perras también pueden resultar afectadas, y la enfermedad de Cushing debe ser una de las que se descarten si es el caso. Los tumores de las glándulas perianales dependen de la testosterona y a menudo remiten tras la castración. Es frecuente que aparezcan anomalías testiculares, como tumores de células intersticiales, que coincidan con el diagnóstico de un adenoma de glándula perianal. Puede haber múltiples tumores. En menos de un 5% de los casos, los tumores de las glándulas perianales son malignos, tratándose de adenocarcinomas de la glándula perianal. Estos tumores dependen de hormonas y pueden crecer con relativa rapidez. Se ha descrito metástasis en fases tardías del curso de la enfermedad. Se han descrito cambios en la composición genética de los tumores de las glándulas perianales, como p53, MDM2 y GH, y pueden intervenir en la patogénesis. El gato no tiene glándulas perianales. Adenocarcinoma de saco anal Este tumor de las glándulas apocrinas del saco anal se describe con mayor frecuencia en la perra, aunque una publicación reciente no halló ninguna diferencia entre géneros.5 El tumor a menudo afecta solo a una glándula anal y tiene una alta capacidad metastásica. Pueden hallarse metástasis en los ganglios linfáticos lumbares, el hígado y los pulmones. Dada su localización, los (adeno)carcinomas del saco anal suelen diagnosticarse en fases tardías de la enfermedad. Los adenocarcinomas del saco anal se han asociado a síndromes paraneoplásicos causados por sustancias tipo hormona paratiroidea. Recientemente, se han descrito 5 perros con carcinoma de células escamosas del saco anal. Signos clínicos La mayoría de signos clínicos se asocia a irritación de la zona perianal causada por una masa que puede estar ulcerada. Los tumores de la glándula perianal suelen ser masas múltiples, indoloras, relativamente macizas que crecen lentamente. El adenocarcinoma de la glándula perianal puede crecer más rápido, se fija a las capas más profundas y a menudo se ulcera. El adenocarcinoma del saco anal a menudo pasa desapercibido cuando es pequeño, mientras que los más grandes darán signos comparables a los de la impactación de las glándulas anales o, en el caso del síndrome paraneoplásico, signos asociados a hipercalcemia.8 Los perros con tumores rectales tienen signos de hematoquecia y tenesmo.

3 El diagnóstico de tumores perianales se establece mediante citología por aspiración con aguja fina, ecografía, imagen de TC o examen de una biopsia histológica. Para detectar metástasis se utiliza ecografía de los ganglios linfáticos lumbares y del hígado, así como radiografías o TC del tórax. Tratamiento quirúrgico Introducción El tratamiento quirúrgico de los tumores de la zona perianal consiste en la extirpación del tumor con un margen tan amplio como sea posible. Es frecuente que no puedan conseguirse márgenes de 2-3 cm libres de enfermedad, de modo que siempre deberá comprobarse que se hayan eliminado por completo los márgenes. Si el tumor llega a la superficie de incisión quirúrgica, deberá aplicarse radiación o quimioterapia adicionales. Se han descrito muchos abordajes y el método dependerá del tamaño y la localización del tumor. Tratamiento post-operatorio La utilización de antibióticos está indicada porque es evidente la contaminación de la zona. También se sugiere el drenaje de los tejidos conjuntivos laxos de la zona perianal en los casos en los que queda un gran espacio muerto. El dolor debe tratarse lo suficiente. La evaluación endoscópica del recto puede estar indicada en los casos en que se espera una constricción o recurrencia post-operatoria. Complicaciones post-operatorias Es frecuente que aparezcan complicaciones post-operatorias, que consisten en infección y dehiscencia, estenosis, lesión en los nervios perineal y pudendo, incontinencia y formación de fístulas. Pronóstico El pronóstico de los tumores benignos de las glándulas perianales es excelente tanto después de la castración como tras una extirpación local. El pronóstico de los tumores malignos de las glándulas perianales es reservado. La mediana de la supervivencia en perros con adenocarcinomas del saco anal fue de 544 días, y los perros con tumores <10 cm tuvieron un mejor pronóstico. Por otra parte, los perros con hipercalcemia y metástasis visibles empeoraron significativamente. Cáncer testicular Introducción Los tumores testiculares son frecuentes en los perros, y las incidencias observadas (de media, un 1% de todos los cánceres) pueden variar en función de la zona, estando principalmente causados por prácticas de castración temprana. Aunque la castración de los perros machos es menos frecuente que la ovariohisterectomía en algunos países, sigue siendo una intervención que se lleva a cabo de forma rutinaria. Es más frecuente en Europa, cuando hay anomalías en los testículos o la próstata, o cuando los perros presentan una conducta anómala. La castración previene la formación de tumores testiculares. Tipos de tumores testiculares Se han descrito tres tipos frecuentes de cánceres testiculares: 1. Tumores de células de Sertoli, 2. Seminomas, y 3. tumores de células intersticiales o de Leydig. Los tumores de células de Sertoli pueden crecer bastante y en alrededor de un 50% de los casos producen estrógenos. Los signos clínicos en estos casos pueden consistir en feminización, prostatomegalia, pérdida de pelo simétrica, supresión de la medula ósea y aumento de tamaño de glándulas mamarias. Una minoría de los tumores de células de Sertoli son malignos y metastatizan. Los seminomas son lesiones tipo masa y malignas en menos de un 5% de los casos. Los tumores de células intersticiales pueden producir testosterona y están vinculados a los tumores de glándulas

4 perianales y a la subsiguiente disminución de tamaño del testículo normal no afectado. Estos tipos de tumores también pueden causar prostatomegalia y problemas de conducta. Los tumores testiculares a menudo pueden diagnosticarse por palpación. En algunos casos, es necesaria una confirmación mediante ecografía. La ecografía también puede dar una idea clara de los márgenes del tumor y de su localización exacta. La aspiración con aguja fina es una herramienta descrita en los tumores testiculares, pero son más frecuentes las biopsias escisionales. Aumento del riesgo debido a la criptorquidia Se ha determinado que el riesgo de neoplasia testicular es de 9,6 a 13,6 veces mayor en los perros criptórquidos que en los normales (Romagnoli, 1991, Pendergrass y Hayes 1975, Hayes y otros 1985, Johnston y otros 2001). Se terminó estimando que un 5-6% de los testículos retenidos se volvían neoplásicos (Hayes y otros 1985). Deberíamos realizar cirugías preventivas en los animales criptórquidos? Por rutina, en el Department of Clinical Sciences of Companion Animals University Clinic for Companion Animals de Utrecht, Países Bajos, no se castran los perros criptórquidos, en base a un análisis del riesgo de Van Sluijs (2002). Van Sluijs llevó a cabo un análisis para estimar la esperanza de vida de los perros criptórquidos a los que se practica una orquidectomía, en comparación con la de perros no intervenidos. La esperanza de vida prevista en un perro criptórquido orquidectomizado no fue significativamente diferente de la de un perro criptórquido no operado. La esperanza de vida sin cirugía fue de 8,98 años, frente a los 8,97 años de los perros con una orquidectomía preventiva. En un estudio retrospectivo llevado a cabo en los Países Bajos, la probabilidad de una alteración neoplásica del testículo aumenta significativamente tras los 10 años de edad, lo cual hace que las razas que viven más de 10 años sean candidatas a la cirugía. Técnica quirúrgica Cuando los testículos han descendido con normalidad, la castración pre-escrotal es la que se lleva a cabo de forma rutinaria. Los testículos se extraen mediante una castración abierta o cerrada, en función del tamaño del animal y del tipo de enfermedad. En el caso de tumores, el autor prefiere una castración cerrada, sobre todo en perros con tumores testiculares. La incisión se cierra tras la intervención. Los testículos criptórquidos pueden eliminarse mediante laparatomía o por técnicas endoscópicas. Las técnicas mínimamente invasivas son fáciles, dejan cicatrices pequeñas y permiten una rápida recuperación. Pronóstico El pronóstico del cáncer testicular benigno es excelente tras la extirpación quirúrgica. Los signos asociados al tumor a menudo remiten tras la cirugía. En unos pocos casos, los tumores testiculares pueden ser malignos y metastatizar, o bien crecer extendiéndose al abdomen por el canal inguinal (apófisis vaginal). Tumores vaginales Incidencia En el Hospital Veterinario de la Universidad de Pensilvania se examinaron perras entre 1952 y 1966, y se detectaron 96 neoplasias ginecológicas (útero, n=11; vagina o vulva, n=85) en 90 animales (0,27%). Se detectaron tumores vaginales con mayor frecuencia en perras de edad avanzada y sin esterilizar. Este tipo de tumores en general en origina en el músculo liso o el tejido fibroso, y son benignos. Tipos de tumores De los tumores vaginales, un 85-90% fueron leiomiomas/fibromas benignos, y un 10 % fueron leiomiosarcomas. El verdadero riesgo de desarrollo de enfermedad tumoral maligna en el útero es de un 0,003%. Los adenomas benignos y los adenocarcinomas son muy infrecuentes en el

5 perro. En los trópicos, se observan tumores venéreos transmisibles en un 15,3% de la población de perros vagabundos. El procedimiento diagnóstico preoperatorio en las perras con masas en el vestíbulo vaginal debe incluir una anamnesis y exploración física completas. Los tumores vulvares a menudo pueden diagnosticarse por palpación, y cuando están situados a más profundidad en la vagina, por visualización endoscópica, citología vaginal y vaginografía o uretrocistografía retrógrada, y mediante las concentraciones séricas de progesterona y estradiol. En algunos tumores vaginales, es necesaria una confirmación mediante ecografía. La ecografía también puede dar información clara sobre los márgenes del tumor y su ubicación exacta. La aspiración con aguja fina es una herramienta descrita en los tumores mesenquimatosos que a veces da escasos resultados. Otras técnicas, como la TC y la RM, pueden utilizarse en tumores grandes situados en lugares difíciles. En caso de sospecha de neoplasias malignas, debe llevarse a cabo una biopsia quirúrgica o escisional de la masa. El diagnóstico diferencial de los tumores vulvares incluye el prolapso vaginal, la neoplasia uretral que protruye hacia el interior del fórnix vaginal, el aumento de tamaño del clítoris, los pólipos vaginales, el prolapso uterino y el absceso o hematoma vaginal. Terapia La extirpación quirúrgica del tumor combinada con la ovariohisterectomía suelen ser curativas en la enfermedad benigna. Pronóstico El pronóstico asociado a los leiomiomas y otros tumores benignos es excelente porque la cirugía casi siempre es curativa. En el caso de los leiomiomas y otros tumores malignos, el pronóstico sigue siendo bueno si no hay signos de enfermedad metastásica en el momento de la cirugía y es posible una extirpación completa. Tumores penianos Incidencia Los tumores penianos son muy infrecuentes y suponen un 0,2% de todos los tumores. Los tipos más frecuentes son el SCC y el TVT, pero también se han observado otros tumores. Los cánceres espontáneos tienen lugar en el perro de edad avanzada, y el TVT en los perros adultos, con un alto riesgo en los perros vagabundos. El TVT se transmite por la cópula. Signos clínicos Los signos clínicos son un aumento de tamaño del pene, un lamido frecuente y sangre por el prepucio. Si el pene está afectado en sí mismo, la disuria puede ser un signo clínico. El diagnóstico se lleva cabo mediante exploración física y citología tras una biopsia mediante aspiración con aguja fina. El diagnóstico definitivo se establece por examen histológico de una biopsia. Tratamiento El tratamiento consiste en la extirpación local, o bien en la amputación peniana parcial o completa. A menudo se utiliza una uretrostomía escrotal para crear un nuevo orificio uretral. El TVT se trata con quimioterapia a base de vincristina. Bibliografía Berrocal, A, et al., Canine perineal tumours, Zentralbl Veterinarmed A 1989;36: Holt, P, Anal and perianal surgery in dogs and cats, In Pract 1985;7: Bennett, PF, et al., Canine anal sac adenocarcinomas: clinical presentation and response to therapy, J Vet Intern Med 2002;16:

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