Ejemplo de operaciones de gestión necesarias en una Comunidad de Regantes.

Transcripción

1 Ejemplo de operaciones de gestión necesarias en una Comunidad de Regantes. 1. Sistemas informáticos de gestión Gestión administrativa Ejemplo de programas de riego. Operación del sistema Funcionalidades de los principales módulos de los sistemas de gestión de una Comunidad de Regantes Facturación: Sistemas de Información Geográfica (SIG) Mantenimiento Herramientas de modelización: Sistemas informáticos de gestión El enfoque es el de la gestión de explotación, entendida como el conjunto de tareas a desarrollar que abarcan desde procesos de facturación hasta la gestión territorial a pasando por la propia gestión de riegos y de agua. La gestión de la explotación abarca, como se puede apreciar, diferentes líneas de trabajo. No se pretende optar por una solución informática única a todas ellas sino que cada una pueda y deba tener el desarrollo que sea exigible manteniendo una visión y objetivos de explotación comunes. Dentro de los procesos de operación destacan los específicos de dar agua, desde sencillos planteamientos a la demanda a complicadas gestiones, constituyen todos ellos los procesos de riego Gestión administrativa Así, al respecto de la gestión administrativa, las aplicaciones informáticas dedicadas a la gestión de explotación se centran en las tareas referidas a : Organización administrativa : Comienza con la enumeración y almacenamiento en tablas de la información precisa acerca de los regantes, las superficies y la red de distribución e hidrantes de la zona regable. La gestión de esta información proporciona el primer paso para posteriores procesos de gestión de riegos y modelización. No obstante, se trata de un primer paso básico que se puede conseguir con listados ordenados de información alfanumérica, que sean fácilmente explotables desde pequeñas aplicaciones o simples bases de datos relacionales. La información que se maneja y se trata hace referencia a tras grandes grupos: Página 1 de 6

2 Regantes: La información individualizada de cada regante (nombre, apellidos, DNI, Cuenta bancaria, etc.), su relación con las superficies de cultivo y de riego, tipo de propiedad, arrendadores o arrendatarios de las parcelas o de las unidades de riego y determinación del pagador de agua. Superficies: Definición de la superficie regable completa, la parcelación real de la zona regable y su relación su relación con el Catastro (u otros parcelarios de referencia). Codificación de zonas, sectores, parcelas, subparcelas y asignación a estas agrupaciones administrativas de códigos inequívocos para su correcta gestión y localización. Determinación de diferentes de usos de agua de la zona regable (agrícola, industrial, urbano). Red de distribución e hidrantes: Definición de la traza de la red de distribución y su relación con las superficies y parcelas que atraviesa. Asignación de hidrantes a parcelas y a propietarios y pagadores de agua. Dimensionamiento y codificación de cada hidrante en relación con su localización y superficies de riego que domina. La organización administrativa proporciona parámetros de localización y de dimensión de la organización colectiva a la vez que fuente de datos válidos. Es importante destacar que esta gestión constituye la fuente de información primordial sobre la que el resto de procesos de gestión se pueden desarrollar. Así, es necesario que las tareas de actualización y revisión sean continuas. 2. Ejemplo de programas de riego. Operación del sistema. En cuanto a los procesos de operación, el hecho de dar agua, de gestionar el riego, es el proceso más sobresaliente de todos. En la gestión del riego, admitiendo variables tanto agroclimáticas, hidráulicas como las referidas a la realidad del regante y su capacidad de dedicación, es posible alcanzar resultados mejorados al apoyarse en herramientas de modelización Gestión de riegos: la gestión y planificación de los riegos en su alcance más global, coordinando desde las costumbres y hábitos de la zona regable con las condiciones que vienen dispuestas por el propio diseño de la red de distribución, la disponibilidad del recurso y del regante, es un aspecto crítico y fundamental de las organizaciones encargadas de explotar las redes hidráulicas, que resuelven con eficacia valiéndose de aplicaciones informáticas no demasiado complejas. La gestión de riegos no está supedita a la disposición de un sistema de telecontrol que materialice las órdenes a distancia, si bien, sí participa de información precisa propia de la organización colectiva referida a la red de distribución, parcelas, usuarios e incluso parámetros agroclimáticos propios. De cara a los usuarios, los regantes, las aplicaciones de gestión de riegos incorporan diferentes opciones y modalidades de gestión de riegos. Estas suelen estar representadas en la mayor parte de los casos por los tipos siguientes: Riego a la demanda. No se realiza gestión a priori de los riegos, se le da libertad al regante para que realice los correspondientes riegos según sus necesidades. No suelen imponerse condiciones por defecto, salvo las correspondientes al inicio y fin de campaña de riegos y las obligadas por roturas o interrupciones del servicio que no se pueden programar. La facturación del consumo puede hacerse a su vez en función de los periodos horarios en que se haya producido el gasto. Riego por turnos. A cada regante se le asigna un turno de inicio y una duración establecida por el gestor, en función de parámetros como la superficie de parcela u Página 2 de 6

3 otros. El regante podrá o no aprovechar el agua en el turno que le corresponde, si bien dicho turno será rígido y el gestor interpretará que se va a utilizar. Estos turnos no suelen variar mucho en una misma campaña. Riego a la demanda gestionada o planificada. El regante no tiene turno establecido a priori, no obstante, cuando quiera regar, deberá comunicar al gestor, mediante una petición de riego, su intención de regar, cuándo y cuánto. Ante esta petición, el gestor a través de las aplicaciones de gestión de riegos evaluará bajo los condicionantes que se dan en ese momento y en esa zona (disponibilidad del recurso, reserva, concurrencia de otros usuarios, impagados, etc.) y formulará la concesión o no del riego. Programación de riego automática. Se trata de la modalidad de gestión más crítica de todas. Teniendo en cuenta factores que van desde la determinación de la dosis, hasta la evaluación de la disponibilidad del recurso, del cultivo, de la fase en la que está, pasando por factores propios de la infraestructura en cuestión, un sistema automático experto es capaz de identificar cuándo es necesario el riego, cuantificarlo e incluso ordenar su ejecución. Este tipo de gestión también puede llevarse a cabo mediante la confección de un listado, una determinada relación de riegos, que podrán o no ser ordenados a través de un sistema de telecontrol o a través de la intervención de los operarios de la organización responsable de la gestión de los riegos en cada punto de consumo. Página 3 de 6

4 3. Funcionalidades de los principales módulos de los sistemas de gestión de una Comunidad de Regantes 3.1. Facturación: Los procesos propios de la gestión de facturación están de una u otra forma desarrollados e inicialmente organizados. Se considera esta actividad como una tarea específica dentro de las propias a la organización administrativa de los usuarios colectivos. Es común identificar como parte ineludible de los sistemas de gestión las aplicaciones orientadas a la facturación del agua. Los sistemas de gestión han de integrar de alguna manera un módulo, aplicación, o software específico dedicado a la facturación de consumo. A menudo esto suele realizarse con programas sencillos, sin ánimo de ser demasiado universales, pero que a la postre, satisfacen de forma más o menos cómoda las necesidades de gestión en estos aspectos. Contienen una base de datos en la que pueda estructurarse una cuenta por regante de cara a la contabilidad, que está asociada a la ficha del regante, donde aparecen todos los datos asociados, personales y de gestión que determine el gestor. Por otra parte, se almacenan los denominados expedientes de parcela, relativos a las parcelas y con todo tipo de información acerca de la misma, información física, contable, jurídica etc. Es capaz de asignar distintos precios según el tipo de agua, el uso y el tramo horario que se esté utilizando en cada parcela y, por lo tanto, al facturar se pueden tener en cuenta estos distintos precios y realizar la facturación en función de los mismos. Permiten también la gestión de la facturación de cualquier otro coste imputable a los regantes como pueden ser reparaciones, mantenimiento, derramas, etc Sistemas de Información Geográfica (SIG) Los sistemas de información geográfica, como herramientas de gran potencia y utilidad están llamadas a ser el núcleo central del sistema de explotación de cara a los gestores, organizando a través de ellos desde la gestión espacial de las superficies, redes hidráulicas, conjunto de instalaciones y usuarios propios de la organización hasta los propios escenarios objeto de las modelizaciones hidráulica y agronómica. No son parte esencial de los procesos de operación, sino que se definen como la puerta principal del sistema de gestión de explotación de cara a todo lo que este representa, no obstante, su utilidad en los procesos de operación los hace protagonistas y complementarios de los mismos. Se identifica la necesidad de un paso hacia delante con la incorporación de herramientas SIG en la gestión del regadío. Éstas persiguen el objetivo de facilitar gestión territorial de todos los elementos con ubicación o no geográfica, elenco de regantes, red de distribución, gestión documental, gestión de facturación, soporte de aplicaciones de modelización y en definitiva constituir el núcleo informático que de una forma u otra establece las respectivas conectividades con las aplicaciones que sean precisas en la búsqueda de una única ventana capaz de facilitar cuanto se demande Mantenimiento Aspectos como el mantenimiento de las instalaciones, entendido como el conjunto de tareas necesarias para asegurar la vida útil esperada de los diferentes elementos y medios Página 4 de 6

5 materiales de la zona regable, se considera englobado dentro del concepto de explotación, como un conjunto de tareas específicas. A través de aplicaciones tipo CMMS/GMAO, orientadas a la gestión eficiente de mantenimiento se desarrollan programas de controles preventivos y predictivos particularizados. No obstante, en la mayoría de los casos no es necesario recurrir en un primer momento a ambiciosos software específicos, toda vez que dependiendo del tamaño de la instalación en cuestión, es posible que mediante hojas de cálculo, tablas y listados se puedan desarrollar tales tareas de forma muy efectiva incluso con la posibilidad de organizar la periodicidad de las revisiones y asignar los operarios que las llevarán a cabo. Es frecuente que las aplicaciones que están centradas en la gestión administrativa, incluyan determinados formularios de entrada de datos, informes y consultas específicas en la definición y parametrización de las tareas de mantenimiento preventivo y predictivo. En cuanto al mantenimiento correctivo es útil y habitual que sea posible ir almacenando en bases de datos las acciones realizadas para estudiar desde posibles acciones correctoras de otra índole. Las tareas de mantenimiento son críticas para la ejecución de una correcta explotación, pero no son un fin en sí mismas sino un aspecto claramente complementario al de la operación y la gestión administrativa Herramientas de modelización: Son las aplicaciones de modelización las que posibilitan el predecir y estudiar escenarios posibles que ayuden a dimensionar, organizar o evaluar diferentes alternativas en la búsqueda de la optimización de los procesos. Estas opciones, a menudo poco exploradas en el y el día a día dentro del ámbito de la explotación proporcionan sin embargo notables ventajas fácil y rápidamente destacables. Dado que los procesos de los que son objeto son tanto hidráulicos como agronómicos, estos se pueden complementar perfectamente en la búsqueda de la optimización de los mismos. En cuanto a los procesos de modelización hidráulica, estos proporcionan beneficios claros en el dimensionamiento inicial de redes de distribución y la optimización energética e hidráulica de los sistemas existentes. Los procesos de modelización agronómica, orientados al aprovechamiento óptimo del recurso, beneficiando tanto al cultivo como al regante de forma directa, no son ajenos a condiciones de eficiencia energética ni a la profesionalización de los regantes existentes. Se consideran críticos al hacer posible grandes ahorros en agua de riego. Página 5 de 6

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