DICTAMEN Nº. 38/2006, de 15 de marzo. *

Transcripción

1 DICTAMEN 38 DICTAMEN Nº. 38/2006, de 15 de marzo. * Expediente relativo a reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración Sanitaria a instancia de Dª. X, por daños derivados de un retraso diagnóstico producido al recibir atención médica en el Hospital de T. ANTECEDENTES Se formula consulta a este Consejo respecto del expediente instruido por causa de una reclamación de responsabilidad patrimonial presentada por Dª. X, en la que pide el reconocimiento de una indemnización de ,73 euros, compensatoria de los perjuicios sufridos como consecuencia del tratamiento recibido por la reclamante en el Hospital de T. Se argumenta al efecto que la paciente acudió al Servicio de Urgencias del citado centro hospitalario presentando dolor abdominal coincidente con el inicio de un embarazado recién detectado y confirmado mediante gravitex positivo, siendo diagnosticada de dolor abdominal de carácter cólico, compatible con crisis nemonvertebral izquierda. Indica, así mismo, que días más tarde tuvo que regresar a la citada unidad de Urgencias, por reaparición del mismo cuadro clínico, siendo entonces certeramente diagnosticada de embarazo ectópico, por el que fue intervenida de inmediato de salpinguectomía izquierda, agregando que la ginecóloga que la atendió le informó que si se lo hubieran detectado la primera vez que fue, el daño hubiese sido menor, ya que le hubieran aspirado el óvulo, sin necesidad de extirpar la trompa de Falopio. Cuestiona la parte reclamante la idoneidad de la atención prestada por el personal del Servicio de Urgencias en su primera comparecencia en el mismo, calificándola de negligencia. Una vez incorporada al expediente la historia clínica de la reclamante, se ha emitido informe por el Médico Inspector encargado de su instrucción en el que se afirma que resulta imposible el diagnóstico ecográfico de gestación y de gestación extrauterina en el momento de la primera atención en Urgencias de la Sra. X, ni se recogen en ese momento signos o síntomas de sospecha. Sustanciado el trámite de audiencia, fue elaborada la pertinente propuesta de resolución, de signo contrario al reconocimiento responsabilidad patrimonial, basada en la consideración de que el personal de los servicios médicos imputados actuó en todo momento de acuerdo con la lex artis. Dicha propuesta ha sido informada favorablemente por el Gabinete Jurídico de la Junta de Comunidades. EXTRACTO DE LA DOCTRINA Pese a la carga que le concierne, la reclamante no ha aportado prueba alguna que acredite que la salpinguectomía practicada fuera consecuencia del funcionamiento, en este caso anormal, del servicio público sanitario, de modo que resulte acreditado que la resección de la trompa fuera consecuencia de la omisión de pruebas diagnósticas que impidieran un * Ponente: Inmaculada González de Lara y Ponte

2 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha tratamiento precoz y por tanto, que como entiende la demandante en su escrito de alegaciones, hubiera resultado más adecuado practicarle una apertura terapéutica del abdomen o laparotomía el primer día que acudió al Servicio de Urgencias, en vez de ser tratada con buscapina y vigilancia por su médico de cabecera, tras establecer que el cuadro que presentaba la embarazada era compatible con una crisis renoureteral. Entiende la reclamante que de haberse practicado otras pruebas diagnósticas el resultado hubiera sido bien distinto y habría podido conservar la trompa de Falopio quedando intacta su capacidad reproductiva. En conclusión, la relación causal invocada se anuda a una posible demora en el diagnóstico del embarazo ectópico existente cuando la paciente fue examinada en la Unidad de Urgencias el día 5 de noviembre de 2004, pues alega que presentando los mismos síntomas que la segunda vez que compareció en el Servicio, el día 19 de noviembre, las conclusiones a las que se llegaron en el Servicio fueron bien distintas, cuestión que achaca a una falta de diligencia el primer día. En primer lugar, de lo actuado en el expediente no ha quedado acreditado que la trompa de Falopio se hubiera podido conservar, caso de haberse intervenido de manera inmediata el 5 de noviembre, pues la decisión de extirpar o no la trompa, según consta en el consentimiento informado, se toma dentro de la intervención quirúrgica en función del estado de la misma y una vez ponderado la relación riesgo-beneficio que supone mantener una trompa susceptible de alojar un segundo embarazo ectópico, resultando, por esa razón, una conservación que no mejora la fertilidad, comprometiendo severamente la vida de la mujer, caso de producirse otro embarazo fuera de sitio. Por lo que en relación con el daño alegado cabe afirmar que el mismo es consecuencia de la terapia dispensada, lo cual y de conformidad con la reiterada jurisprudencia no es título de imputación, como tampoco lo es la pérdida del feto, que no es tal, dado que se trata de un embrión que no puede prosperar y de consecuencias letales, si no es extraído a tiempo. Con lo cual, ni la pérdida de la trompa de Falopio, ni la del embrión constituye un daño que el administrado no tenga la obligación de soportar. Así se pronuncia el Tribunal Supremo en Sentencia de 5 de junio de 1991, (Ar. RJ 1991,5131) y las que le han seguido, en la que se distingue como criterios de imputación de la responsabilidad a los que puede anudarse el nexo causal: A) por un lado, dentro de los de la enfermedad: a) los que la enfermedad produce necesariamente a pesar de todos los tratamientos médicos por adecuados y eficaces que ellos sean, ya que vienen impuestos por el carácter caduco y enfermable de la condición humana y b) los producidos por la enfermedad pero evitables con un tratamiento médico prestado a tiempo y adecuado y que su producción es debida a la falta de asistencia sanitaria o a que la prestada no fue adecuada; B) por otro, dentro de los daños en los que el tratamiento médico es el factor determinante, se hallan: a) aquellos que son intrínsecos al tratamiento como tal y que se producen de modo necesario y justificados por su finalidad terapéutica y b) aquellos otros que el tratamiento médico produce al margen de su finalidad terapéutica y que son daños producidos, bien porque el prestado no es el tratamiento procedente o adecuado, o bien porque en su realización se introducen circunstancias que lo desnaturalizan y que son ajenas a la constitución individual del enfermo. Sólo en los últimos supuestos de ambas categorías (apartados b) se entendería de posible concurrencia la relación de causalidad y podrían dar lugar a responsabilidad. Mas la posición mantenida por la reclamante incide en que los daños producidos como secuelas tienen su origen en la falta de adecuación del tratamiento dispensado por los

3 DICTAMEN 38 servicios médicos del Hospital de T, que no apreciaron la existencia de embarazo extrauterino, por lo que teóricamente, el reconocimiento de la existencia de responsabilidad patrimonial tendría encaje en el primero de dichos supuestos, aquel daño que es producto de la enfermedad pero que una adecuada indicación hubiera podido evitar. Partiendo de este supuesto, esta omisión es una mera afirmación de la interesada que carece de fundamentación en prueba alguna, pues aunque afirma la sensación subjetiva de que las dos veces que acudió al Servicio de Urgencias los síntomas eran los mismos, en el expediente se constata que los resultados analíticos y de la exploración fueron distintos en las dos ocasiones; mientras que la primera vez no presentaba movilidad dolorosa del útero, ni la ecografía evidenciaba derrame interno, en la segunda vez sí que presentaba movilidad dolorosa del útero y auque seguía sin distinguirse ecográficamente la presencia de embrión alguno, cosa normal, según dicen los expertos, en el estado actual de la técnica de diagnóstico por imágenes, que no permite detectar embarazos incipientes, sí se apreciaba sangre en el Douglas, por lo que cabe concluir que no hubo omisión de pruebas diagnósticas, sino que practicadas protocolariamente éstas arrojaron resultados distintos las dos veces, activando los tratamientos que en cada caso se consideraron adecuados, lo que pone de manifiesto que los Servicios de Urgencias funcionaron en todo momento conforme a la lex artis ad hoc, actuando con toda diligencia cuando la presencia del embarazo ectópico se hizo evidente y mostrándose prudente cuando no había elemento alguno que pudiera hacer sospechar que el cólico que presentaba la paciente fuera secundario a un embarazo extrauterino, que no pudo ser confirmado en la exploración, ni con las pruebas practicadas, siendo compatible el cuadro con una crisis renoureteral, descarte de enfermedad que, de otro lado, posibilitó la emisión certera de diagnóstico diferencial en la segunda visita al Servicio de Urgencias. En suma, de la documentación integrante del expediente no resulta probado que las secuelas padecidas por la reclamante se produjeran a consecuencia de la inadecuada asistencia o déficit de diagnóstico, lo que impide, por tanto, que pueda establecerse relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público sanitario y los daños producidos a la afectada. Por lo que no existiendo daño que la interesada no tenga el deber jurídico de soportar por ser éste inherente a la terapia dispensada por un servicio médico que actuó en todo momento conforme a la lex artis ad hoc, procede que la reclamación sea desestimada toda vez que no es imputable a la Administración la demora diagnóstica a la que se anuda la exigencia de responsabilidad, ni el daño producido. Como ha señalado este Consejo en otras ocasiones v-gr., dictamen 132/2005, de 28 de septiembre- la conceptuación de los periodos de convalecencia de una enfermedad como días de baja encuadrables en alguna de las tres categorías contempladas en la Tabla V del mencionado sistema de baremación, es cuestión harto problemática cuando la existencia del proceso curativo de carácter incapacitante o el alcance impeditivo de la actividad terapéutica no quedan claramente documentados mediante la expedición de los correspondientes partes médicos de baja y alta, que son de general utilización dentro del ámbito laboral a fin de justificar la incapacitación profesional de los trabajadores y los correspondientes derechos prestacionales con cargo al Instituto Nacional de la Seguridad Social. Fuera de este ámbito y, en defecto de documentación facultativa que acredite los extremos mencionados, surgen grandes dificultades para determinar si una persona que no desarrolla actividad laboral

4 Dictámenes Consejo Consultivo Castilla-La Mancha sujeta a los controles mencionados padece por causa del tratamiento recibido o del estado en que se encuentra su patología, cuando todavía se halla en período de evolución, alguna limitación psicofísica que le impida de forma determinante el desarrollo de su ocupación o actividad habitual o si, sin llegar a tal extremo, sufre disfuncionalidades de algún género o molestias asociadas al tratamiento que la sitúen en un estado conceptuable como día de baja no impeditivo. Puestas de relieve las incertidumbres que gravitan sobre dicha cuestión, en el supuesto analizado, al tratarse la reclamante de una mujer que afirma no hallarse desempeñando actividad laboral al tiempo de la enfermedad, la existencia de un documento dotado carácter pericial que estableciera los límites del periodo de baja objeto de cuantificación resultaría capital para la prueba de su pretensión, de tal suerte que, en su defecto, sólo cabría estimar acreditados los días de baja hospitalaria comprendidos entre el 19 y el 23 de noviembre de 2004, de los que la documentación obrante en la historia clínica de la paciente sí proporciona prueba suficiente. DICTAMEN Que no existiendo relación de causalidad entre el servicio público dispensado en el Hospital de T y los daños alegados por Dª. X, procede dictar resolución desestimatoria de la reclamación de responsabilidad patrimonial examinada.

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