El puzzle audiovisual Deletreando

Transcripción

1 El puzzle audiovisual Deletreando 1

2 El puzzle audiovisual Dependiendo del género que hayas elegido para realizar tu idea, tendrás que utilizar ciertos elementos, subrayar algunos y dejar de lado otros. Para esta tarea de selección, estructura y organización del material periodístico, te servirá, como hasta ahora, el lenguaje. De las variadas posibilidades de utilizarlo, aquí te hacemos un recuento de algunas que pueden serte útiles. El noticiero En los informativos vemos al presentador frente a la cámara hablando. Nos da las informaciones mirando al frente, en parte leyendo, en parte con cierta naturalidad. La necesidad de que las palabras suenen espontáneas representa justamente una de las características principales de los programas de noticias. En la radio veíamos que el guión se escribía para el oído. En la televisión el desafío es doble: hay que redactar para el oído y la vista. No sólo las palabras deben parecer naturales y espontáneas, sino que el presentador tiene que leer de tal manera que su cuerpo siga dirigiéndose al espectador y no a la pantalla donde le va saliendo el texto (Auto Cue). Para esto se ubican generalmente los titulares inmediatamente sobre el nivel de la cámara, de tal modo que al leer los ojos miran siempre al frente. Además, como la información se elabora al servicio de la imagen, las palabras se usan también a modo de introducción de una noticia, de forma elusiva o como comentario de un hecho. No es raro que un presentador de televisión introduzca una noticia con una pregunta directa al televidente. También se utiliza el comentario para cargar las expectativas o dirigir el informe hacia el tipo de mensaje que se va a emitir. Lo que no se debe hacer es repetir el mensaje. Si se trata de presentar al ministro al anunciar una subida de los impuestos, no habrá que decir: El ministro anunció hoy la suba de los impuestos. Será mejor introducirlo de otra manera más indirecta, o bien, que el presentador anuncie el aumento de los impuestos y la pieza recoja luego las explicaciones del partido oficial y, seguramente, las críticas de algunos políticos de la oposición. 2

3 Para lograr la unidad narrativa se compaginan los textos breves de los presentadores con el contenido de los informes. Hay que cuidar muy bien que las palabras que diga el comunicador no se contradigan con lo que verá el televidente en la pieza informativa o repitan lo que expresan las imágenes. El mensaje informativo se presenta como una narración unitaria. Cada momento del guión es importante, así dure media o una hora: si bien la entrada se realiza con el desarrollo de los titulares más importantes de la jornada, también cumple un rol básico el cierre con la presentación de un breve reportaje con una noticia blanda. El guión debe adecuarse en cada entrega a las distintas formas de presentar la noticia. Lo mejor es variar entre piezas políticas, con el comentario de algún especialista o corresponsal, para luego pasar a noticias breves dichas por el presentador, después a los deportes y finalizar con un breve reportaje general. El mediador entre todas las etapas son las palabras y gestos de los presentadores. Por eso la narración, el texto en el que se basa la información televisiva, se abre a otras funciones que a la prensa escrita o aún a la radio le son ajenas. La pieza, el reportaje y el documental El periodista audiovisual debe generalmente enfrentarse a los más variados temas. Contrariamente a los profesionales de la prensa, las caras y voces de la televisión son menos en número y deben, por lo tanto, diversificar su trabajo. Esto representa un desafío grande para el informador. Quizá en el mismo día deba concurrir a una conferencia de prensa sobre los nuevos avances de la medicina, con entrevista al investigador principal incluida, para luego por la tarde ir a cubrir un hecho político de actualidad o un suceso policial. La televisión se ajusta a los mismos principios que ya te presentábamos en La Prensa: debes utilizar un lenguaje medio que puedan comprender la mayoría de las personas. El talento del periodista reside en extraer de las más variadas situaciones un mensaje utilizable. 3

4 El profesional de la información debe poseer un lenguaje adecuado a su tiempo y no demasiado específico. Si te enfrentas, por ejemplo, a un especialista en algo, deberás lograr que explique su materia con expresiones simples, que no presupongan un conocimiento del tema y sus detalles. El desafío es lograr que el entrevistado se adecue a los televidentes y sus palabras puedan introducirse en un mensaje con las características de un informativo audiovisual. En trabajo conjunto con el camarógrafo, muchas veces enfrentados a la necesidad de improvisar, se tratará de extraer una cantidad importante de imágenes y palabras que permitan elaborar la pieza en la mesa de edición. Tal vez la entrevista a un filósofo en su despacho contenga pasajes interesantes pero demasiado complejos o imposibles de cortar para hacer un breve reportaje. Debes asegurarte de que algunos de sus dichos puedan servirte para lo que estás buscando. El periodista piensa, a medida que obtiene respuestas o nuevos contenidos, qué le podrá servir. Durante una entrevista, el profesional de la información, capta qué es lo que le será útil y qué material deberá desechar. Tanto para la pieza informativa, como para un reportaje o un documental más amplio, el periodista utiliza más texto del que ha obtenido a través de las voces de los entrevistados. Las formas de introducir estas palabras son variadas. Cuando se trata de una noticia para informativo, tanto en España como en América Latina, es usual que el reportero encargado de cubrir la noticia grabe in situ una introducción para la pieza. Si tiene que cubrir una información del Ministro de Salud, lo hará seguramente ante la puerta del Ministerio de dicha cartera. Pero también puede ser que se necesiten más palabras y voces, sobre todo si se trata de un reportaje o documental. Una vez que tenemos todo el material del rodaje junto y pasamos a la mesa de montaje, tenemos que prestar atención a algunos aspectos en referencia a las palabras. Puede ser que ya tuviéramos pensado redactar un texto para introducir, comentar o ironizar sobre algún pasaje. Puede suceder también que un trozo de nuestro trabajo nos pida la redacción de dicho texto. 4

5 Cuando se trata de redactar un fragmento para las imágenes que ya poseemos, conviene fijarse bien en el tipo de escritura que requiere el pasaje. Un evento trágico necesitará un tono más sobrio que el comentario acerca de un festejo deportivo o la presentación de una nueva colección de moda. Estas voces deben grabarse en el estudio y representan lo que se llama voz en off. En el momento del montaje se introduce este pasaje en la pieza, documental o reportaje. También puede sincronizarse en vivo en el momento de la emisión. Las voces en off deben grabarse con un tono y ritmo adecuados a lo que se está presentando. Cada bloque de imágenes requiere una forma distinta de hacer este trabajo y el periodista debe estar muy atento a estos matices. Por otro lado, las palabras del periodista deben corresponderse con las imágenes. No puede suceder que el comunicador esté hablando de una cosa y las imágenes estén mostrando otra distinta. Para ello hay que sincronizar texto e imágenes. De ahí que la temporalidad sea tan importante en el medio audiovisual. Las imágenes imponen su propio ritmo y el texto debe adecuarse a esta situación. Generalmente en el periodismo, al tratarse de bloques muy cortos, hay que pensar y escribir textos breves. Todo lo que sobre tendrá que eliminarse. Para ello conviene tener una idea clara de la sucesión y orden de las secuencias. Quien se encargue del montaje, debe tener bien claro el orden de las imágenes y sobre todo la duración. Es en este punto que debe compaginarse la duración de los textos con las imágenes. A partir de la idea y la duración exacta de las secuencias montadas puede escribirse o retocarse el texto final para grabarlo. Éste tiene que adecuarse completamente a las imágenes y su duración. Los textos para una noticia varían entre 20 segundos y 1 minuto. Una pieza no debe comenzar o terminar nunca con palabras. Siempre hay que dejar al menos unos segundos de imágenes al comienzo y al final. Esta regla de oro del periodismo audiovisual permite establecer un ritmo adecuado entre imagen y palabra. 5

6 En el caso de que se pretenda terminar con una moraleja que se quiera resaltar por medio de palabras, es posible finalizar con un fundido en negro mientras suenan las palabras a modo de conclusión. Mejor es, sin embargo, concluir con el núcleo del periodismo audiovisual, la imagen. 6