Trabajo Final: Curso de Neurobiología y Plasticidad Neuronal

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1 Trabajo Final: Curso de Neurobiología y Plasticidad Neuronal Alumna: Patricia Castiñeiras Mail: informacion@asociacioneducar.com Facebook: Qué importancia tiene para mi educador, conocer más sobre Neurobiología y Plasticidad neuronal? Últimamente hemos escuchado muchas veces, que ocurre con el aprendizaje de nuestros alumnos. Muchas fueron las conjeturas y los distintos sectores de la comunidad educativa dan diferentes justificaciones que no alcanzan para definir cuál es el camino a seguir para que nuestra tarea sea lo más profesional y eficaz posible. Así muchos docentes comenzamos una búsqueda a estos nuevos desafíos que enfrentamos día a día en nuestras aulas. En este nuevo rol los docentes intentamos averiguar sobre los nuevos aportes de las ciencias a nuestra pedagogía diaria. Y estamos aprendiendo que como educadores tenemos que conocer más sobre la función y fisiología del cerebro para que las actividades escolares que proponemos sean motivadoras y creativas. Al explorar empezamos a descubrir que El coeficiente intelectual no está completamente definido al nacer. Después del nacimiento, el número de conexiones sinápticas continúa aumentando. Mientras el cerebro tenga más experiencias podrá tener más conexiones y el cerebro podrá enriquecer su aprendizaje. Cuando aprendemos algo nuevo, estamos cambiando la forma en que nuestro cerebro se conecta. Allí las neuronas se conectan entre sí (sinapsis) transmitiendo información unas a

2 otras. Siempre podemos aprender, por eso es conveniente no dejar de aprender cosas. Los científicos dicen que el cerebro es plástico, que tiene la capacidad de cambiar en función a la experiencia; por lo tanto la plasticidad del cerebro depende fundamentalmente de cuanto se usa. Nuestro cerebro coordina un conjunto de acciones que involucran a nuestros sentidos, la función motora y los conocimientos Cuando aprendemos algo nuevo, al comienzo puede ser una habilidad rígida y torpe. Pero con la práctica lo vamos haciendo mejor; así ayudamos a nuestro cerebro a que las actividades cerebrales sean mejores y coordinadas a través del proceso de mielinización. Cuando las diferentes partes del cerebro se comunican y coordinan entre sí, envían impulsos nerviosos, que son cargas eléctricas que viajan por el axón de cada neurona y preceden a la sinapsis entre neuronas de una red o circuito. El cerebro tiene sustancia blanca (fibras nerviosas axones y glía) cuyo color se debe a la mielina que cubre los axones de las neuronas. La mielinización aumenta la velocidad y la fuerza de los impulsos. Los niños son como máquinas generadoras de mielina, absorbiendo información del mundo y de sí mismos, con el paso del tiempo este proceso es más lento y requiere de más esfuerzo. Las neuronas mielinizadas tienen mejor rendimiento. Los científicos demuestran que hay una densidad de la sustancia blanca (se realizó pruebas a pianistas). La inteligencia humana no es un don recibido genéticamente e inamovible, es posible que se desarrolle y mejore con el aprendizaje. Es así que ahora sabemos que a la capacidad del cerebro de adaptarse, crecer y regenerarse que se permite automodificarse en su estructura y funcionamiento se lo denomina Plasticidad cerebral. Gracias a esta habilidad cada una de nuestras experiencias de aprendizaje cambia la configuración del cerebro, creando o buscando nuevas conexiones. Si se establecen y se perfeccionan estas redes o conexiones perduran en al tiempo permitiendo así el desarrollo eficaz de habilidades y destrezas. El padre de la psicobiología Donald Hebb fue el primero en hacer una hipótesis sobre las memorias permanentes que se activan son los circuitos neuronales que mantienen la información en el cerebro, esto se conoce como potenciación a largo plazo o memoria a largo plazo. Es el aumento de conexiones sinápticas que se activan con la experiencia que tiene el ser humano y hace que el aprendizaje sea duradero. El cerebro es capaz de mantener e incrementar su conectividad (pensamiento, cálculos mentales, etc.), dando así mayor conexión entre las neuronas. Estas conexiones se utilizan, se fortalecen y sobreviven, mientras que las que no se emplean son sustituidas por otras rutas o desaparecen. El aprendizaje entonces en nuestro cerebro es un asunto de recepción y reconocimiento perceptual de información interna o externa completada por la acción y por las respuestas motoras, almacenamiento de información para uso inmediato o futuro. Para obtener el aprendizaje se necesitan facilitadores que son los que manejan las fuentes de acceso a la información y guían la aplicación práctica de la información. Ahora los educadores con la incorporación de estos nuevos conocimientos a sus prácticas áulicas con su estilo personal pueden inducir y facilitar a sus estudiantes un aprendizaje más poderoso que les de autonomía para

3 interactuar con otros. Nuestro desafío es planificar las clases siguiendo la ruta cerebral del aprendizaje que es la ruta de procesamiento de la información del aprendizaje. Que los estudiantes obtengan diferentes experiencias donde los aspectos de la operación del cerebro se consideren. Que su aprendizaje es un proceso de construcción activa en un ambiente que brinda igualdad de oportunidades para discutir sus ideas y producir trabajos cooperativos. También está influenciado por las emociones que junto a la novedad se reconocen como dos elementos que permiten lograr aprendizajes significativos. Cuando los estudiantes están expuestos a experiencias emocionalmente rica, dirigidas y moderadas, el aprendizaje es más efectivo. Las emociones aumentan la capacidad del cerebro para consolidar el nuevo aprendizaje. De esta manera el cerebro tiene recuerdos y aprendizaje positivo cuando la experiencia del aprender algo nuevo induce cierto estado de emoción. Para que ocurra se debe proveer un clima emocional positivo, necesario para que existe un ambiente de respeto mutuo entre estudiantes, padres y docentes. Hay que dejar que los estudiantes demuestren sus talentos y habilidades de acuerdo a las necesidades que se presenten. Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto. Aristóteles. Qué puedo enseñar a mis alumnos, en el contexto de la educación emocional? A la escuela de hoy además de enseñar las distintas áreas con la inmensa información de la que disponen nuestros alumnos se le incorpora el reto de enseñar cualidades o habilidades como son la empatía, la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad de resolver conflictos, la capacidad de entusiasmo para mejorar así el rendimiento académico. Siguiendo a Daniel Goleman existen cinco competencias básicas para fortalecer:

4 1. Conocimiento de las propias emociones (Autoconciencia). 2. Capacidad de controlar las emociones (Autocontrol). 3. Capacidad de motivarse a sí mismo (Automotivación). 4. Reconocimiento de las emociones ajenas (Empatía). 5. Control de las relaciones (Destreza social). Estas competencias contribuyen al desarrollo armónico y equilibrado de la personalidad. Favorecen el entusiasmo y motivación. Permiten un mejor desarrollo de las relaciones personales. Allí estamos todos los actores de la educación incluidos estudiantes, docentes, familia. Esta acción educativa ha de ser continua y orientada a integrar todas las dimensiones del ser humano: la cognitiva, emocional y conductual. La educación entonces debe organizarse para: Aprender a conocer. Aprender a hacer. Aprender a convivir. Aprender a ser. CONCLUSIÓN Todo ser humano tiene la capacidad de aprender, de conocer, de comprender, de apreciar la naturaleza de las cosas, de entendernos a nosotros mismos, de los que nos rodean y de satisfacer nuestra curiosidad. Para ello recopilamos información, examinamos el ambiente, observamos nuestro entorno para luego buscar explicaciones. Para mejorar la calidad de nuestro trabajo docente tenemos que generar aprendizajes efectivos y significativos. Conocer los tipos de aprendizajes. Conocer las etapas del aprendizaje. Seleccionar información adecuada para nuestros alumnos. Tener en cuenta la información que tienen nuestros alumnos. Generar un ambiente enriquecido y amigable. Darle un sentido a lo que quiere aprender. Considerar sus intereses. Realizar una labor mediadora en el aula. Elaborar estrategias para captar la atención de nuestros alumnos.

5 Patricia Beatriz Castiñeiras