Es un proceso de cambio físico y mental ligado generalmente al paso del tiempo. Se inicia alrededor de los 60 años y, dependiendo de las circunstancias de salud y estilos de vida, se presentan las siguientes características: Peso bajo o sobrepeso. Poca cantidad de agua y proteínas en el organismo. Aumento de grasa en el organismo. Insuficiencia de calcio. Disminución de la capacidad física. Aumento de riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, problemas del riñón e hipercolesterolemia, entre otras.
El abuso en el consumo de grasa puede originar enfermedades del corazón e hipercolesterolemia. Los factores que influyen en el cambio de alimentación son: Las alteraciones físicas y mentales que disminuyen la capacidad para manipular utensilios y preparar sus alimentos. Falta de saliva. Mala dentadura. Disminución de la capacidad gástrica y digestiva. Depresión por aislamiento y pérdida de seres queridos. Inapetencia y olvido de comer. Permanencia de malos hábitos alimentarios. Consumo insuficiente de líquidos.
Automedicación. Poca o nula actividad física. También puede estar expuesto a la desnutrición por el deficiente consumo de alimentos. El poco consumo de verduras y de frutas propicia problemas como osteoporosis por falta de calcio, anemia por falta de hierro o estreñimiento por falta de fibra. El adulto mayor necesita menos energía porque en esta etapa de la vida disminuye su metabolismo y su actividad física, pero necesita los mismos nutrimentos que cuando era joven.
Cuál es el secreto de la alimentación para mantener un buen estado de salud? 1. La alimentación durante la tercera edad no debe ser sustancialmente diferente a la de los adultos, siempre y cuando la alimentación haya sido correcta durante su vida. 2. La alimentación diaria debe proporcionar los nutrimentos necesarios como proteínas, vitaminas, minerales y fibra, para ayudar al organismo a mantenerse sano. 3. El Plato del Bien Comer orienta para llevar una alimentación correcta, es decir que se incluya diariamente en el desayuno, comida y cena, un alimento de cada grupo: verduras y frutas; cereales; y alimentos de origen animal y leguminosas; que sean preparados con higiene, se consuman en las proporciones adecuadas y de manera variada.
En el desayuno, comida y cena incluye por lo menos un alimento de cada grupo Desayuno (458 Kcal) Café con leche descremada 1 taza Frijoles con queso panela ½ taza+1 trozo de queso Salsa pico de gallo Fruta de temporada 1 pza. Tortilla de maíz 2 pzas. Agua simple potable a libre demanda Colación matutina (58 Kcal) Fruta picada de temporada 1 taza Champiñones guisados ½ taza Agua simple potable a libre demanda * c/n = cantidad necesaria Comida (495 Kcal) Sopa de lentejas 1 taza Pescado a la veracruzana (1 filete mediano+jitomate 1 pza.+cebolla 2 rebanadas +chile serrano 1 pza.+sal c/n, perejil desinfectado y picado c/n) Arroz al vapor (1/2 taza) Ensalada de verduras 1 taza Tortilla de maíz 1 pza. Fruta de temporada 1 pza. Agua simple potable a libre demanda Colación de tarde (120 Kcal) Ensalada de hojas verdes (espinacas, acelgas, verdolagas, cebolla, sal c/n,vinagre 1 cdita. etc.) 1 plato Agua simple potable a libre demanda Yogurt bajo en grasas 1/2 taza Cena (295 Kcal) Avena con leche 1 taza Pan tostado integral con queso y aguacate (1 reb de pan integral, queso panela 30g., aguacate 1/3 de pza.) Fruta de temporada 1 taza Agua simple potable a libre demanda
Recomendaciones: Combinar siempre los alimentos para mejorar su valor nutritivo y presentación. Tomar suficiente agua simple potable para tener buena hidratación y, recuperar los líquidos que se pierden a través de los procesos naturales del organismo y las actividades diarias. Disminuir el consumo de azúcar, sal y grasa. Moderar el consumo de pastelillos, pan dulce y otros. Preferir alimentos asados o al vapor. Evitar alimentos muy condimentados o fritos. Consumir diariamente verduras y frutas. Preferir cereales enteros. Si la dentadura no es fuerte, cuidar la consistencia de los alimentos: pollo deshebrado, puré de verduras, frijoles molidos, fruta cocida, etc. Lavar los alimentos antes de consumirlos. Lavarse las manos antes de preparar y consumir alimentos, y después de ir al baño. Evitar comer alimentos en la calle, de ser necesario hacerlo en un lugar limpio. Practicar actividad física: caminar, correr, bailar, barrer la casa, regar las plantas, pasear a la mascota, etc.
Practicar actividad física y llevar una alimentación correcta ayuda a: Mantener un peso correcto. Reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón, entre otras. Mantener los niveles óptimos de colesterol y presión arterial. Aumentar la oxigenación del organismo. Mejorar el estado de salud y el estado de ánimo. Recuerda: Alimentación correcta, abundante agua simple y actividad física, son la clave para mantenerte sano. La Dirección General de Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud, agradece a el apoyo para el diseño y la impresión de este material.