DIETA LIBRE DE GLUTEN, UNA MODA? Por: Licenciadas en Nutrición Caamaño M. Victoria, Gugliotti Antonella y Lauría Melisa. En los últimos años, las dietas libres de gluten vienen ganando popularidad en la población y no precisamente como forma de tratamiento para trastornos relacionados con el gluten. Se estima que aproximadamente un 30% de la población en América adopta este tipo de alimentación, porcentaje que podría ir creciendo a través de los años. Comúnmente se conoce como gluten al conjunto de proteínas que se encuentran en cereales como el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC) y está relacionado con los siguientes trastornos: - Enfermedad Celíaca: es una enfermedad desencadenada por la ingesta de gluten en personas genéticamente predispuestas, que produce una lesión en el intestino delgado impidiendo la normal absorción de los nutrientes. Se caracteriza por un amplio rango de síntomas gastrointestinales y extra gastrointestinales y por la presencia de anticuerpos específicos en la sangre. - Alergia al trigo: es una reacción de hipersensibilidad a las proteínas del trigo. Dependiendo del tipo de exposición al trigo, la alergia puede afectar el tracto gastrointestinal, la piel o las vías respiratorias. - Sensibilidad al gluten no celíaca: es un síndrome caracterizado por una combinación de síntomas gastrointestinales y/o extragastrointestinales. Para su diagnóstico se debe haber descartado la enfermedad celíaca y la alergia al trigo. La dieta libre de gluten es el único tratamiento hasta la actualidad para la enfermedad celiaca, y consiste en la exclusión permanente de los alimentos que tienen en su composición
trigo, avena, cebada o centeno o algún derivado de estos. Llevar una dieta libre de gluten requiere tener precaución con los productos industrializados que pueden contener gluten como aditivo, conservante y/o espesante, o que pueden haber sido contaminados por algún otro alimento utilizado en la misma línea de producción. Para estos, es necesario consultar el Listado Integrado de Alimentos Libres de Gluten publicado por ANMAT ya que pequeñas cantidades de gluten pueden ser perjudiciales. Además, son necesarios cuidados especiales en el almacenamiento, elaboración y servido de los alimentos con el objetivo de evitar la contaminación cruzada con otros alimentos que contienen gluten. De la misma manera que para la enfermedad celíaca, para la alergia al trigo y la sensibilidad al trigo no celíaca (SGNC), el pilar fundamental del tratamiento es la eliminación de los alimentos que contienen gluten. Sin embargo, para la SGNC no está claro cuán estricta debe ser la dieta y por cuánto tiempo debe ser implementada. Las dietas libres de gluten son prescriptas por profesionales de la salud ante alguno de los trastornos anteriormente nombrados, sin embargo millones de personas alrededor del mundo adoptan una alimentación libre de gluten de forma innecesaria. Si bien la prevalencia y el conocimiento de la enfermedad celíaca ha crecido de manera exponencial, ésta no condice con el aumento desproporcionado de la industria de productos libres de gluten en todo el mundo. En los últimos años se ha observado una creciente búsqueda en distintas páginas de internet, como Amazon y Google, sobre este tipo de dietas. Este interés por parte de la población general hacia las dietas libres de gluten, se ve potenciado por famosos que han impuesto esta tendencia como forma de bajar de peso. Incluso, se han publicado libros muy populares que advierten sobre los peligros del trigo. Gluten Free es el nuevo Fat Free
Entre los motivos por los cuales mucha gente decide comer sin gluten como un estilo de vida se encuentra la creencia de que es más saludable y que puede ayudar a bajar de peso. Mito o realidad? Para individuos que no tienen enfermedad celíaca, alergia al trigo o sensibilidad al gluten no celíaca no existe evidencia científica que sustente que una alimentación libre de gluten en la población general tiene beneficios adicionales en la salud. Por el contrario, llevar este tipo de alimentación puede tener implicancias negativas como sobrepeso u obesidad, dislipemias, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Estas enfermedades han sido identificadas en sujetos luego del inicio de una dieta libre de gluten. Estudios realizados en pacientes celíacos con dieta libre de gluten en los cuales evaluaron el aumento del Índice de Masa Corporal (IMC) luego de dos años del diagnóstico concluyeron que con el tratamiento, los pacientes recuperaron peso, llevando a muchos de ellos al sobrepeso u obesidad, con aumento de la morbilidad. A diferencia de lo que se cree, los alimentos libres de gluten suelen tener en su composición más cantidad de azúcar y grasa y, por lo tanto, de calorías debido a que al quitarlo de las recetas hay que sustituirlo por otro ingrediente que haga que los productos sean agradables al paladar. Una dieta libre de gluten no supervisada por un profesional podría conducir a deficiencias de vitaminas B, ácido fólico y hierro debido a la falta de fortificación de estos nutrientes en algunos alimentos libres de gluten. Este es el caso de la harina de trigo que por ley, en nuestro país, se encuentra enriquecida con hierro y vitaminas. De la misma manera, estos productos tienen una menor cantidad de fibra, la cual confiere múltiples beneficios para la salud, como en el mantenimiento de las bacterias intestinales beneficiosas que protegen al intestino de diversos tipos de cáncer, enfermedades inflamatorias y cardiovasculares. Por todo lo dicho, como Licenciadas en Nutrición recomendamos no iniciar este tipo de dieta sin la indicación médica y la supervisión de un profesional especializado, ya que además de innecesaria y económicamente costosa, podría ocasionar consecuencias negativas en la
salud. De la misma manera, desaconsejamos embarcarse en dietas de moda donde se demoniza y elimina un determinado grupo de alimentos, no cumpliendo así con una de las leyes fundamentales de la nutrición, la calidad, que establece que todos los alimentos deben estar incluidos en un plan de alimentación de manera balanceada. Sabías que 50 millones de personas en el mundo hacen la dieta porque creen que es más sano. 24 millones de personas en el mundo hacen la dieta porque creen que van a bajar de peso. 9 millones de personas en el mundo hacen la dieta porque presentan síntomas gastrointestinales que desaparecen con la dieta. 7 millones de personas en el mundo hacen la dieta por presentan síntomas extragastrointestinales que desaparecen con la dieta. 300 mil personas en el mundo hacen la dieta porque tienen el diagnóstico.
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