Elección del método de inventario forestal. El inventario por conteo pie a pie. Índice



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Transcripción:

TEMA 12 Elección del método de inventario forestal. El inventario por conteo pie a pie. Índice 1. Introducción. 2. Tipos de masa. 2.1. Rodalización y mapa de rodales. 3. Definición de las superficies a inventariar. 3.1. Informe selvícola. 4. Elección del método de inventario para cada superficie a inventariar. 5. El inventario por conteo pie a pie.

1. Introducción.

En el planteamiento clásico, la complejidad de la ordenación de los montes objeto de los Proyectos de Ordenación era menor que en la actualidad y las alternativas de uso más limitadas, con un claro predominio del uso maderero, de forma preferente o en combinación con otros usos. En este marco, el inventario se orientaba preferentemente a la cuantificación del recurso madera, lo que, además, permitía obtener una valiosa y detallada información sobre los aspectos estructurales y dinámicos de la masa forestal, habida cuenta de la estrecha relación entre ambos aspectos. Hoy en día, la gran diversidad de sistemas forestales y de usos posibles que se pueden presentar, aconsejan plantear como norma general un modelo de inventario más versátil y flexible, que concentre los esfuerzos en lo esencial y cuyo diseño detallado se concrete en cada Proyecto de Ordenación o Plan Dasocrático de Ordenación, en función de los aspectos que sean relevantes para el mismo. La estimación precisa de dimensiones y crecimientos de los árboles que exige la gestión del recurso madera puede no ser necesaria en aquellos casos en que este recurso no sea de interés, pudiendo recurrirse a inventarios menos costosos sin que esto suponga una reducción de su eficacia para la planificación de la gestión.

Así pues, una de las novedades de este planteamiento actual es que no se propone un único modelo de inventario, sino que, cumpliendo unos mínimos que permitan el manejo adecuado del sistema forestal y su persistencia, será competencia de cada gestor, a la hora de elaborar el Proyecto de Ordenación o Plan Dasocrático del monte en cuestión, diseñar su propio modelo de inventario de acuerdo con los procedimientos que, para cada uno de los aspectos mencionados, se establecen en las IGOMA. La primera premisa a tener en cuenta es que el diseño del inventario se debe hacer, no sólo en base a las características intrínsecas del monte, tales como vegetación, fisiografía del terreno (altitud, pendiente, orientación), accesibilidad, etc., sino que depende, fundamentalmente, de los usos y objetivos que se planteen. Así, por ejemplo, no se puede enfocar del mismo modo el inventario forestal de un monte productor de madera de Pinus sylvestris que un hayedo cuyo principal objetivo es el protector, por poner un ejemplo.

A modo de resumen, los usos de producción de madera, de leña, de productos alimenticios (hongos, piñones, etc.), de otros bienes no alimenticios (resina, corcho, etc), de material de reproducción (semilla), uso pastoral o silvopastoral y uso cinegético se corresponden con los diferentes productos que pueden aportar los montes, es decir, son objetivos de producción. El uso recreativo y paisajístico contempla un uso eminentemente social, ya que antepone la necesidad de contar con zonas verdes de esparcimiento, a la obtención de cualquier beneficio entendido como renta de productos, es decir, son objetivos de uso social. Los usos de protección contra incendios, protección y mejora de hábitats, protección y conservación de suelos y la reserva biológica o medioambiental, son objetivos de protección estrictos (ya que la protección de la masa forestal está inmersa en cualquier otro objetivo), aunque en las instrucciones se separa el de reserva biológica (reserva científica en las IGOMA) de los de protección. Aunque se ha definido como un objetivo aparte, la mejora del hábitat está implícita en los demás usos, a excepción del de protección contra incendios, que puede derivar en la construcción o mantenimiento de áreas cortafuegos que obliguen al desbroce o eliminación de parte de la vegetación del rodal.

2. Tipos de masa.

La realización del inventario forestal y la planificación operativa de los tratamientos selvícolas requieren de unidades superficiales de un cierto tamaño. La división inventarial (cuarteles, rodales y subrodales) responde a este fin. Se entiende por tipo de masa cada una de las formaciones de vegetación existentes en el ámbito de planificación susceptibles de recibir un tratamiento selvícola diferenciado (clareo, clara, corta de regeneración, etc.). Dos teselas de vegetación muy parecidas y que serán objeto de idéntico tratamiento selvícola, deben englobarse en un mismo tipo de masa, simplificando de esta manera la tipología global del monte. De nada sirve atomizar (crear muchas teselas) en exceso esta cartografía cuando tanto el inventario forestal como la planificación operativa de tratamientos va a requerir unidades de un cierto tamaño. La tesela o unidad mínima cartografiable para los tipos de masa se ha establecido en 0,5 ha. Esta es una superficie muy apropiada para la escala a la que se va a representar cartográficamente (normalmente 1:10.000). La superficie de un mismo tipo de masa forestal puede exceder la del rodal (cantón).

Cómo formar los distintos tipos de masa Debemos de asignar a cada tesela, cada uno de los siguientes datos o información: Especie Estado de desarrollo Grado de cubierta Distribución de los diferentes estados de desarrollo Sotobosque predominante Para ello nos apoyaremos en el análisis visual e informático de toda la documentación cartográfica, como mapas de vegetación, ortofotos (color e infrarrojo), visión en 3D, etc. En cualquier caso, toda la información requerida se debe apoyar en un recorrido sobre el terreno de cada unidad inventarial.

Especie Se asignará a cada rodal de inventario (o tesela) la especie o especies que le correspondan, se recomienda utilizar una tabla con los códigos de las especies más frecuentes tal como proponen las Instrucciones Técnicas de Normalización de la Planificación Forestal (ITPLANFOR) de Castilla y León: Si no se señala lo contrario, se entenderá que las masas codificadas son de origen natural y que el método de beneficio es monte alto. Cuando sea preciso detallar que la masa procede de repoblación artificial se indicará con un subíndice r al final del código y para masas en monte bajo, el subíndice será t (de tallar ).

Estado de desarrollo Con el fin de estandarizar los criterios ITPLANFOR ha establecido la siguiente clasificación, la cual se ha tratado de relacionar con tratamientos selvícolas orientativos con el fin de que se tengan éstos presentes en la delimitación de los tipos de masa, tratando de no atomizarlos en exceso:

Estado de desarrollo Los diámetros, que se estimarán de visu en campo, hacen referencia al estrato dominante, que será el que condicione la selvicultura de la masa. Aunque, es evidente que la relación entre los intervalos diametrales y los estados de desarrollo varían con la especie, por ello se considera una clasificación media. En la práctica, la asignación a cada tipo de masa de un estado de desarrollo se intentará realizar mediante ortofotos y la capacidad de visión 3D.

Cubierta de arbolado (fracción de cabida cubierta) Se establecen las siguientes categorías de fracción de cabida arbolada: Estas categorías se han elegido por su significado biológico y selvícola, así como por la facilidad para detectar las fracciones de cabida cubierta que las caracterizan, ya que los intervalos son aproximadamente tercios a partir del 5 % que es el límite entre arbolado y desarbolado.

Cubierta de arbolado (fracción de cabida cubierta) Masas con fracción de cabida cubierta del 42 % (arriba) y del 81 % (abajo). A la izquierda, fotos aéreas originales; a la derecha imágenes binarizadas que permiten calcular automáticamente la fracción de cabida cubierta.

Distribución de las diferentes especies o estados de desarrollo Se utilizarán los siguientes símbolos para señalar la distribución de las especies en el caso de masas mixtas. También se utilizarán en el caso de masas monoespecíficas con dos estados de desarrollo claramente diferenciados. - : Masa mixta distribuida por grupos X : Masa mixta distribuida prácticamente pie a pie / : Un tipo sobre otro Nota: en algunas ocasiones interesará conocer el grado de cubierta de cada especie o estado de desarrollo por separado (pe: cuando se trate de dos estratos verticales claramente diferenciados) y en otras, el de la masa en conjunto. En el primer caso se asignará una cubierta para cada grupo, que estará separado por los signos de distribución, mientras que en el segundo se encerrarán ambos grupos juntos entre paréntesis y se indicará el grado de cubierta tras el paréntesis de cierre.

Distribución de las diferentes especies o estados de desarrollo Masa monoespecífica de pino laricio con fracción de cabida cubierta próxima al 35 % y distribución aleatoria de pies (origen natural).

Distribución de las diferentes especies o estados de desarrollo La distribución uniforme de los pies suele ser propia de masas artificiales. En la imagen, repoblación de pino carrasco (izquierda) y de piñonero (derecha).

Distribución de las diferentes especies o estados de desarrollo Los montes bajos suelen presentar una forma de distribución de los pies por grupos o agregados. En la imagen, monte bajo de encina (izquierda) y de castaño (derecha).

Distribución de las diferentes especies o estados de desarrollo La forma de distribución de los pies por grupos también es propia de los regenerados naturales. En la imagen, regenerado de pinar tras un incendio (izquierda) y grupos de regenerado bajo cubierta en un pinar adulto (derecha).

Distribución de las diferentes especies o estados de desarrollo Masa mezclada de pino piñonero y encina. La estructura vertical está constituida por dos estratos. La mezcla también es estratificada al ocupar cada especie (encina y pino) un estrato diferente.

Cubierta de matorral Conocer, entre otras cuestiones, el grado de cubierta de matorral es un dato importante de la vegetación a tener en cuenta y condiciona las posibles actuaciones de mejora (desbroces) a realizar, así como la intensidad de las mismas. Se utilizará la siguiente clasificación para caracterizar el matorral que aparece bajo la cubierta arbórea descrita hasta el momento:

Ejemplos de codificación de tipos de masa (PsF-QfLA)d/ma: Masa mixta de pinar de pino silvestre en estado de fustal (diámetro más frecuente 20-30 cm) mezclado por grupos o en bosquetes con Quercus faginea en estado de latizal alto. La cobertura conjunta (total de la masa mixta) es densa y se encuentra sobre un pastizal con matorral abierto. (PprFA/QpLB)d/ma: Masa de Pinus pinaster en estado de fustal adulto, sobre subpiso de Quercus pyrenaica en estado de latizal bajo, denso y sobre matorral abierto. r/p: Pastizal

Ejemplos de codificación de tipos de masa Tipo estructural: Monte bajo con resalvos mixto de cobertura incompleta Codificación: [(QiFA50-QfFA50)R / (QiTMb60-qfTMb40)IC]IC.

Ejemplos de codificación de tipos de masa Donde (de izquierda a derecha): Qi: Quercus ilex. FA: fustal alto. 50: ocupación de Qi en el estrato (en este caso el estrato superior) = 50%. -: indicador de mezcla de especies distribuidas uniformemente. Qf: Quercus faginea. /: indicador de un estrato sobre otro (biestratificación). R: cobertura (Fcc) del estrato: rala [10-20%]. T: Tallar (monte bajo). Mb: Monte bravo. IC: cobertura (Fcc) del estrato: incompleta ( 60%). Los paréntesis engloban los datos de cada estrato, los corchetes los de la totalidad de los estratos arbóreos presentes en el rodal.

Ejemplos de delimitación de tipos de masas Nota: Recordar que las Instrucciones Generales de Montes Arbolados de 1930 y las de la comunidad autónoma de Castilla y León de 1999 a la división inventarial permanente cantón la denominan rodal y, a la subdivisión inventarial temporal rodal la denominan subrodal.

Ejemplos de delimitación de tipos de masas

Ejemplos de delimitación de tipos de masas

Ejemplos de delimitación de tipos de masas

Mapa de tipos de masa

INVENTARIOS FORESTALES CON TECNOLOGÍA LIDAR AEROTRANSPORTADA 2. CARTOGRAFÍA DE TIPOS DE MASA Y ESTRATIFICACIÓN 2. CARTOGRAFÍA DE TIPOS DE MASA Y ESTRATIFICACIÓN - Teselado (tipos de masa). - Especie - Estado de desarrollo - Fracción de cabida cubierta (Fcc %) - Calidad. - Estratificación: Agrupación de teselas homogéneas en estratos.

2.1. Rodalización y mapa de rodales.

Como ya hemos visto en el tema 10 dentro de la división inventarial temporal el rodal (subrodal en las IGOMACyL) es una unidad territorial diferenciada dentro de un cantón (rodal en las IGOMACyL) no homogéneo, por tener diferente especie, edad, espesura y calidad de estación. Al respecto, Pita (1973) señala que el rodal es una unidad selvícola y dasocrática que se fija más en la masa que en el espacio territorial que ocupa. El rodal es la unidad básica en la silvicultura. Constituye un espacio forestal, de superficie variable y mayor de media hectárea, en el que existe constancia de características de estación y de masa, que puede tener un tratamiento uniforme en la medida en que tenga una única función preferente. La forma y extensión del rodal puede variar con el tiempo, y su superficie será como mucho tan grande como la del cantón (cantón con rodal único). El proceso de delimitación, definición y caracterización de los diferentes rodales de un espacio forestal se denomina rodalización.

Esquema del procedimiento seguido en la definición y delimitación de rodales forestales.

Comúnmente, la definición del mapa de rodales (Mapa C) se obtiene como la superposición de la capa del mapa de cantones (Mapa A) con la capa de tipos de masa (Mapa B). Los límites del monte y de los cantones son permanentes. Las características de los tipos de masa y de los rodales son cambiantes con el tiempo. Factores tales como la propia selvicultura, la dinámica del rodal o perturbaciones (incendios, derribos por viento, etc.) pueden provocar, con el paso del tiempo, notables cambios en sus límites.

Mapa de rodales

3. Definición de las superficies a inventariar.

Como ya hemos comentado en la introducción de este tema, la primera premisa a tener en cuenta es que el diseño del inventario se debe hacer, no sólo en base a las características intrínsecas del monte, tales como vegetación, fisiografía del terreno (altitud, pendiente, orientación), accesibilidad, etc., sino que depende, fundamentalmente, de los usos y objetivos que se planteen. De forma previa al diseño del método o métodos de inventario a aplicar, es necesario elaborar la División Inventarial (tal y como se recoge en las IGOMA, artículos 40 al 45) de la superficie a planificar en Cuarteles y Rodales, lo que nos permitirá definir unidades o superficies que serán objeto de un tipo de inventario diferenciado y cuyos datos se procesarán de forma independiente. Estas unidades o superficies, objeto de un tipo diferente de inventario, estarán formadas por: Cuarteles en función de una determinación de usos preliminar (productor, protector, recreativo ).

Unidades selvícolas de actuación (tipos de masas) por agrupación de Rodales en función de los tratamientos o intervenciones planeadas de mejoras y aprovechamientos (cortas de regeneración, claras, clareos...) Estratos de inventario por agrupación de Rodales con características homogéneas (tipo de masa, edad, densidad ), a efectos de realizar un tipo de inventario (inventario por muestreo estratificado) que facilita estimaciones más precisas de las variables dasométricas a menor coste. Ejemplos: - Un monte que se divide en dos cuarteles y ambos tienen la misma malla de inventario. Si el inventario se diseñó para asegurar el error al nivel del cuartel las parcelas se procesarán a este nivel, por lo que cada cuartel es, en este caso, una superficie o unidad inventarial distinta.

- Un cuartel se inventaría pie a pie en su tramo de regeneración, mientras que en las otras dos unidades selvícolas de corta o destinos se inventaría con un muestreo sistemático diseñado para cada uno de ellos. Los resultados de este inventario pie a pie se expresan por rodal, por lo que cada rodal es una superficie o unidad inventarial en este caso. En los otros dos tramos las parcelas se procesan por separado, por lo que cada uno de ellos es una unidad o superficie inventarial. - En un monte se inventaría mediante un análisis selvícola cualitativo en los rebollares, un muestreo sistemático de malla 250 m en pinar joven y malla 150 m en los pinares adultos. El inventario se diseña para asegurar un determinado error a estos tres niveles (comúnmente llamados estratos de inventario), independientemente de la división inventarial o dasocrática. Por lo tanto mediante la agregación de tipos de masa similares se constituirán tres unidades o superficies inventariales, una por cada tipo de inventario.

- En este mismo caso, si el inventario se hubiese diseñado a nivel de cuartel y existieran, por ejemplo, dos cuarteles en el monte, se crearían tantas unidades o superficies inventariales como tipos de inventario para cada cuartel existieran. El cuartel A se inventaría de tres formas distintas que se procesarán de forma independiente y por lo tanto se crean tres unidades o superficies inventariales. En el cuartel B sólo existen dos métodos de inventario y los datos se procesarán de forma independiente (se crean dos unidades o superficies inventariales). En este momento se considera adecuada pero no necesaria (si las unidades o superficies inventariales pueden ser reconocidas o evaluadas sobre fotografía aérea, ortofoto, visión 3D, cartografía temática) la realización de un INFORME SELVÍCOLA de cada rodal, de tal forma que visitando todos los rodales se pueda determinar la vocación de cada uno de ellos para englobarlos, al menos, en los diferentes cuarteles y evaluar la necesidad de intervenciones de mejora o regeneración para definir correctamente las unidades selvícolas de corta o destinos.

3.1. Informe selvícola.

El informe selvícola consistirá básicamente en la toma de datos cualitativos a nivel de rodal. Estos datos se consideran muy importantes para la toma de decisiones en la planificación y se incluirán en el apeo (descripción) de rodales. El informe selvícola debe ser realizado por el ingeniero redactor del proyecto, ya que de esta forma dispondrá de una visión clara de las características de los rodales de ordenación y podrá tomar decisiones acordes con la realidad. Así el redactor podrá determinar la vocación de los rodales, la urgencia de las intervenciones en los mismos o la necesidad de actuaciones de mejora. Los datos mínimos que se recogerán en el informe selvícola son los siguientes: Nombre de las especies principales. Rango de edad de cada especie principal en el rodal. Estado fitosanitario de cada especie principal en el rodal. Bueno. Malo. Regular.

Regeneración de cada especie principal (para distinguir cual regenera mejor o peor) Abundante y no viable. Abundante y viable. Escasa y no viable. Escasa y viable. Media y no viable. Media y viable. Nula. Especies arbóreas secundarias. Especies de matorral. Fcc Matorral (%) 0-25 % 25-50% 50-75% > 70% Especies herbáceas. Fcc herbáceas (%) 0-33% 33-66% 66-100%

Regeneración de las especies principales: distribución. (Homogénea/Localizada/Manchas) % de rodal colonizado. (0-33% / 33-66% / 66-100%) densidad (nº plantas/ha). (0-500/500-1.500/1.500-3.000/3.000/10.000/>10.000) Indicios de especies cinegéticas. Indicios de especies relevantes. Daños en el rodal. Plagas. (Elevados/Escasos/Medios/Nulos) Enfermedades. (Elevados/Escasos/Medios/Nulos) Daños ungulados. (Elevados/Escasos/Medios/Nulos) Incendios. (Elevados/Escasos/Medios/Nulos) Derribos viento. (Elevados/Escasos/Medios/Nulos) Otros.

4. Elección del método de inventario para cada superficie a inventariar.

En la elección del método de inventario podrá ocurrir que haya zonas en las que no se precise ninguna descripción, otras en las que baste con la tipificación de masas; descripción cualitativa con estimación cuantitativa de los parámetros fundamentales por hectárea, y otras zonas en las que sea necesario llevar a cabo un estudio cuantitativo detallado de las masas, por medio de muestreos estadísticos o, incluso, pié a pié. El sentido de realizar un cálculo sistemático de existencias crece a medida que aumenta el componente productivo en la masa, por lo que se puede hablar de la siguiente escala ascendente: zonas desarboladas o ralas, en repoblación, en formación, de mejora y de regeneración; siempre teniendo presente los usos y objetivos asignados. Dependiendo del uso y de las características de los sistemas forestales se pueden realizar (de menor a mayor intensidad de inventario) análisis selvícolas cualitativos, muestreos estadísticos o inventario pie a pie.

Se justificará el método de inventario elegido para cada superficie o unidad inventarial. Se entiende por superficie o unidad inventarial cada una de las superficies del monte que ha sido objeto de un diseño de inventario diferenciado y cuyos datos se procesan de forma independiente (recordar que en la práctica estas superficies están formadas por cuarteles o por agrupación de rodales de la división inventarial). Los tipos de inventario que se asociarán a cada superficie o unidad inventarial serán los siguientes: - Inventario pie a pie. - Muestreo estadístico. - Análisis selvícola cualitativo somero. - Análisis selvícola cualitativo intenso. - Proyección de existencias. - Análisis pastoral. - No inventariado

Los inventarios pie a pie se realizarán cuando se estime conveniente, si bien se seguirá lo dispuesto en las IGOMA. En general, en los Planes Dasocráticos no será necesario recurrir a inventarios pie a pie, salvo en casos muy concretos y siempre sobre pequeñas superficies donde el alto valor de la cosecha o el interés de cara a la investigación (construcción de tarifas o similar) pueda justificarlo. Los muestreos estadísticos son los métodos más utilizados, principalmente para reducir el coste del inventario. En los Planes Dasocráticos (que normalmente se redactan para montes homogéneos y con edades alejadas de la de madurez) en general se optará por muestreos medios o poco intensos. Esta intensidad viene definida, en el caso de los muestreos sistemáticos, por el lado de la malla elegido. La realización de muestreos intensos deberá justificarse adecuadamente, pudiéndose realizar de manera excepcional en zonas con un alto potencial productivo o en pequeñas superficies de gran interés en las que no se conseguirían los niveles de error exigidos con muestreos menos intensos.

En cuanto a los análisis selvícolas cualitativos se ha considerado conveniente su división en dos clases según su nivel de intensidad: Análisis selvícola somero: Es aquel que se realizará en aquellas zonas en las que, por lo general, no se tienen planeadas intervenciones (ni mejoras, ni aprovechamientos). Será el que se haga, por ejemplo, en zonas arboladas, zonas donde el uso social es prevalente. Para completar el análisis selvícola somero se estima conveniente la toma de fotografías que ilustren las masas que se describen. En los terrenos destinados a uso social o recreo se atenderá a lo dispuesto en el Art.78 de las IGOMA.

Artículo 78. 1. En los cuarteles de recreo, o en los rodales especiales de este uso, el inventario atenderá preferentemente a las condiciones que se ofrecen para el mismo. 2. Será preciso relacionar, en general: Lugares y paisajes de interés y accesibilidad a los mismos. Fuentes y zonas de descanso. Senderos y rutas de interés, a pie, en bicicleta o a caballo. Areas de posible práctica de deportes, especificando los mismos. Zonas aptas para la práctica de pesca. 3. La estimación de existencias maderables tendrá escaso interés, pudiendo prescindirse de ella o limitarla a un inventario extensivo que permita estimar el número de pies por especies. 4. Por el contrario, será preceptivo reseñar: El estado de la regeneración natural. El estado fitosanitario del arbolado.

En áreas ya utilizadas para el recreo, la evaluación de los posibles impactos del mismo: compactación del suelo, daños a la vegetación, importancia de los residuos, y la existencia de elementos de flora y fauna de especial interés que pudieran verse afectados por el uso recreativo. Análisis selvícola intenso: Se realizará en aquellas zonas en las que se tiene pensado intervenir durante la vigencia del plan especial y en las que, sin ser objeto de un aprovechamiento maderable importante (sino productos leñosos, etc.), sí se desea conocer de una forma bastante aproximada sus existencias. En un análisis selvícola intenso, se realizará 1 parcela de inventario cada 20 ha. Este será el caso, por ejemplo, de las masas protectoras, tal y como se recoge en el Art. 79 de las IGOMA.

Artículo 79. 1. En los cuarteles de protección, abiertos o cerrados, podrá prescindirse, si se juzga oportuno, de la división en rodales. 2. En los cuarteles de protección, los inventarios podrán realizarse por muestreo sistemático con mallas con lado de longitud doble de la empleada en los inventarios de los cuarteles de producción del mismo monte o de montes análogos. 3. Las parcelas de muestreo y los datos a tomar en las mismas serán las indicadas en los artículos 48 a 52, concediéndose mayor importancia a los referentes a regeneración natural y daños al arbolado. 4. Se admitirán errores de muestreo en volumen del 20 al 30 por 100 al nivel de confianza del 5 por 100, para el cuartel. 5. Los datos del inventario por muestreo podrán completarse con las estimaciones de la fracción de cabida cubierta obtenidos de fotografías aéreas recientes. 6. En los rodales especiales de protección podrá realizarse un inventario por conteo pie a pie, siguiendo las indicaciones del artículo 47 y con estimación adicional sobre daños al arbolado y estado de la regeneración natural. 7. En el proceso de datos, tanto en cuarteles como en rodales especiales de protección, se seguirán las indicaciones de los artículos 55 a 58.

La proyección de existencias, aunque no se trate de un método de inventariación propiamente dicho, se plantea como una manera más de cuantificar las existencias maderables, especialmente útil en caso de revisiones de semiperiodo, cuya utilización significaría una reducción de costes de inventario. La intensidad de los análisis pastorales variará en función de la importancia de este aprovechamiento en el área de planificación. Puede oscilar entre la determinación de alianzas pastorales y cuantificación de producciones hasta la realización de un completo inventario pastoral. Por último, se detallarán las áreas que no se inventariarán. A modo de resumen y de cara a la zonificación del monte en cuanto a la elección del método de inventario se puede establecer la siguiente clasificación orientativa:

A. Zonas desarboladas: no precisarán de inventario estadístico. Pedregales, canchales, suelos desnudos : Bastará con reflejarlos en el plano y analizar la posibilidad de repoblarlos o trasformarlos en pastizal. Se distinguirá si se trata de un terreno mecanizable o no. Se corresponde con el tipo NI (No Inventariado). Matorrales: Se analizará su composición específica y densidad. Se señalará si el terreno es o no mecanizable, de cara a la posible conveniencia de proceder a su desbroce con el fin de constituir un pastizal o repoblar. Se corresponde con el tipo NI (No Inventariado).

Pastizales: En montes con una producción pastoral baja o media, bastará con que los pastizales queden reflejados en el plano y se describa su calidad y posibilidades de mejora. En montes con una producción pastoral significativa, se clasificarán los distintos tipos de pastizal (clasificación de los pastizales naturales españoles de Allué u otras, indicándose cuál) analizándose su capacidad productiva de acuerdo con las publicaciones existentes. Se corresponde con el tipo NI (No Inventariado). B. Zonas arboladas sin necesidad de inventario estadístico. Zonas arboladas con objetivo de protección prevalente: El único método de inventariación que se recomienda para este tipo de formaciones es el análisis selvícola somero (AS).

Zonas arboladas en las que el objetivo es la producción prevalente silvopastoral, cinegética o micológica: Si la producción de productos derivados directamente de la masa (madera, leñas, fruto, resina, corcho...) es suficientemente reducida, bastará con el análisis selvícola somero (AS). Sin embargo, dentro de este caso, cuando existan subrodales donde se prevea la realización de cortas significativas (por ejemplo, se vayan a llevar a cabo cortas de regeneración) o cuando, por cualquier otro motivo, así lo considere el director de los trabajos, se llevará a cabo un análisis selvícola intenso (ASI), realizando 1 parcela cada 20 ha. En masas jóvenes susceptibles de claras no comerciales (clareos) incluidas las repoblaciones artificiales jóvenes, masas adultas con productos predominantemente leñosos (tanto en estaciones de buena como mala calidad): Se recomienda la realización de un análisis selvícola intenso (ASI).

C. Zonas arboladas con necesidad de inventario estadístico. Masas adultas susceptibles de claras comerciales y/o masas maduras susceptibles de cortas de regeneración o última clara con productos maderables comerciales de valor significativo: Por lo general, se realizará un muestreo (MS) de intensidad media o alta. En determinadas ocasiones podrá estar recomendado el inventario pie a pie (PP). En todo caso, se atenderá a lo contemplado en las IGOMA.

Ejemplo de métodos de inventario El inventario dasométrico o cuantitativo suele fundamentarse en el muestreo estadístico basado en el replanteo de una serie de parcelas definidas de forma aleatoria o sistemática sobre una malla de muestreo. Los lados de la malla de muestreo se establecen en función del tipo de masa, su variabilidad interna y los objetivos de gestión (Mapa D). En la imagen se ha superpuesto sobre el tipo de masa pinar una malla de muestreo rectángular y cuadrada con once parcelas de inventario dasométrico. Para los tipos encinar y robledal se definirá una malla de muestreo ajustada a sus características intrínsecas y objetivos de gestión.

Ejemplo de métodos de inventario

Ejemplo de métodos de inventario En la imagen anterior se muestran cinco rodales diferentes. En el extremo inferior derecho se aprecia un pinar fustal sobre el que se han marcado ocho parcelas de muestro dispuestas sistemáticamente sobre una malla de muestreo. En el centro de la imagen se distingue un rodal con arbolado disperso y fuerte pendiente. En este rodal la descripción categórica ( Encinar monte bravo con cobertura rala ) es suficiente para definir la selvicultura a plantear (no intervención). Los tres rodales situados en la zona llana (parte superior de la imagen) corresponden a tres tipología distintas de encinar mixto - monte bajo con resalvos. La diferencia entre ellos ha sido definida en campo atendiendo a la altura del tallar (sarda) y a la representación del roble quejigo. Se han replanteado en cada uno de ellos tres parcelas distribuidas aleatoriamente sobre una malla de muestreo de lado más grande que en el caso del pinar en el cual se plantea ejecutar claras comerciales por lo que se requiere una mayor precisión en los resultados. (Monte el Viejo, Palencia, España)

5. El inventario por conteo pie a pie.

El Artículo 46 de las IGOMA dice: 1. La estimación de las existencias maderables se efectuará tomando como base el conteo pie a pie (conteo completo) o los muestreos estadísticos. 2. Se utilizará uno, otro, o una combinación de ambos procedimientos, según el detalle de la información deseada, su costo y las características de las masas objeto del inventario. En la práctica los inventarios que se realizan suelen ser por muestreo ya que los inconvenientes de los inventarios pie a pie son entre otros: Consume mucho tiempo por lo que el coste es demasiado caro para el presupuesto disponible. No se conoce el error de inventario (algunos estudios lo sitúan entre el 5% y el 15%).

Por el contrario puede resultar necesario acudir a la enumeración completa (conteo pie a pie) en ciertos casos entre los que se pueden citar: La extensión de la superficie a inventariar es pequeña. El recurso a evaluar es de un alto valor económico y por ello requiere un conocimiento muy exacto del mismo (plantación de maderas valiosas como el nogal, etc.). El tipo de recurso lo requiere (por ejemplo cuando es preciso conocer las caras y entalladuras de un tramo en resinación). El método para procesar los datos de campo de los inventarios pie a pie y que nos permitirá, entre otra información, determinar la estructura de la masa y calcular sus volúmenes y crecimientos, será el mismo que apliquemos a los inventarios por muestreo, por lo que dejamos su estudio para posteriores temas, limitándonos para terminar a exponer lo que el artículo 47 de las IGOMA refiere a la toma de datos en los inventarios pie a pie.

Artículo 47. 1. En el inventario por conteo pie a pie se contarán, por rodales y por especies, los pies contenidos en todas y cada una de las clases diamétricas inventariables o métricas y al menos en una de las clases no inventariables, que recibirán la denominación de pies menores. En su caso podrán distinguirse, dentro de cada especie, clases sociológicas y tecnológicas, siempre que la diferencia sea clara. 2. En general la clases diamétricas tendrán una amplitud de cinco centímetros, pudiendo justificarse rangos diferentes. 3. El diámetro mínimo inventariable, límite entre las clases métricas y las no métricas, se fijará teniendo en cuenta las especies de que se trate, sus crecimientos y la posible utilización de sus productos. 4. Aparte del conteo y medición de diámetros normales se estimarán otros parámetros sobre muestras de árboles pertenecientes a clases métricas, elegidos objetivamente en cada estrato o grupo de rodales de los señalados en el artículo 44.7 y 8. Para la selección de la muestra puede recomendarse el siguiente criterio, aunque podría justificarse cualquier otro: Para las especies, y si procediese para las clases sociológicas y tecnológicas, con representación superior al 20 por ciento del número total de pies del estrato:

30 árboles de cada clase diamétrica que contenga más del 20 por ciento del total de pies de la especie o clase sociológica o tecnológica. 20 árboles de cada clase diamétrica que contenga entre el 10 por ciento y el 20 por ciento de dicho total. 10 árboles para el resto de las clases diamétricas consideradas conjuntamente, si ocupan un extremo de la distribución diamétrica; o 10 árboles en cada extremo en caso contrario. Para las especies, y si procediese para las clases sociológicas y tecnológicas, con representación inferior al 20 por ciento del número total de pies del estrato, un número deárboles por clases diamétricas igual a la mitad del caso anterior. 5. Los árboles de la muestra se localizarán en puntos de muestreo uniformemente repartidos por el estrato, procurando que cada rodal contenga al menos uno de estos puntos. Con un criterio objetivo se seleccionarán hasta 6 árboles por punto, procurando que se encuentren representadas todas las clases diamétricas. 6. Este muestreo podrá utilizarse también para evaluar simultáneamente el estado de la regeneración natural.

7. En cada árbol de la muestra, además de anotar su especie y clase, si procede, y medir su diámetro normal, podrán medirse, en pie, las siguientes variables: Altura total, altura de fuste y altura de copa viva o punto de copa, en metros; incrementos en diámetro normal de los últimos 10 años (especies de crecimiento lento) o de los últimos 5 años (especies de crecimiento medio o rápido), en milímetros; espesor normal de corteza, también en milímetros, y edad. Podrán estimarse además otras variables como proyección de copa,características morfológicas del fuste, longitudes del mismo según posibles despieces, etc. Eventualmente, también diámetros de alguna sección del fuste, dato necesario si se fuesen a utilizar tablas de triple entrada. 8. Podrá prescindirse de la muestra objetiva de árboles si se dispusiera de datos de árboles tipo de montes análogos y próximos. En este caso el estado de la regeneración natural deberá ser objeto de un informe selvícola basado en recorridos de los rodales y estratos que se juzgue oportuno visitar.

Fuentes: Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León: Instrucciones Generales para la Ordenación de Montes Arbolados en Castilla y León. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León: Instrucciones Técnicas de Normalización de la Planificación Forestal en Castilla y León. Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucia: Manual de Ordenación de Montes de Andalucia. Gonzalez J., Pique M., Vericat P.: Manual de ordenación por rodales. Gestión multifuncional de los espacios naturales. José Arturo Reque, Perez R.: Del monte al rodal. Manual SIG de inventario forestal. Eliecer Herrero: Apuntes de inventariación y dasometría