Prevención con mujeres adolescentes en depresión 2004 1
CIJ Aguascalientes Tlalnepantla Xalapa Zacatecas Universo de trabajo y muestreo Se conforman 2 grupos por escuela secundaria y/o preparatoria, a partir de los resultados del instrumento de tamizaje. Se aplica el instrumento de tamizaje, (cuestionario para el diagnóstico de los cuadros depresivos, Dr. Calderón Guillermo), a mujeres de 12 a 17 años, que se encuentren estudiando en el nivel de secundaria y/o preparatoria. Objetivos General: Las participantes desarrollarán habilidades específicas que les permita afrontar estados emocionales de depresión en la adolescencia para evitar el inicio del uso de alcohol, tabaco y otras drogas. Específicos: Las adolescentes analizarán su condición de mujeres en el contexto social; conocerán y reconocerán sus habilidades y capacidades desde una perspectiva de género; reflexionarán acerca de los daños a corto y largo plazo que el consumo de drogas causa a las mujeres; el grupo identificará situaciones de riesgo como el consumo de drogas y la asociación con otros problemas de salud (comorbilidad); el grupo ensayará situaciones en las que implique la expresión de sentimientos y estados de ánimo. Además, las adolescentes identificarán escenarios en donde soliciten apoyo a personas o instituciones especializadas. Marco teórico Perspectiva de Género (Conway et. al., 1987) Modelo Social-Contextual Modelo de la Regulación Afectiva DSM-IV (Deficinión de depresión y distimia) Descripción de la intervención Estrategia de intervención: orientación; estrategias de trabajo: concientización, sensibilización y entrenamiento en habilidades sociales que les permitan afrontar y/o evitar el uso y abuso de drogas y afrontar la comorbilidad asociada, específicamente la depresión diseño: cuasiexperimental. Método 2
Taller de 12 sesiones (2 por semana) con duración de 50 minutos cada una. Contenidos Roles socialmente asignados Alcohol, tabaco y otras drogas Qué es la depresión Autoestima Evaluación Tipo: cuantitativa; técnica: encuesta; instrumento: Escala diseñada para específicamente para el proyecto, medición ordinal, destinado a los estudiantes (administrado tanto al inicio como al final de la intervención y del seguimiento), lo cual permite conocer la consistencia de los datos obtenidos y en esta medida, valorar los cambios de opinión y percepción sobre las tres variables dependientes del proyecto: Percepción de riesgo; autoestima y reconocimiento de habilidades y capacidades. Se realizó análisis de frecuencias, se aplicaron pruebas para dos grupos relacionados (Wilcoxon), antes-después, del grupo control y del experimental. Así como pruebas para grupos independientes (Kruskal Wallis y U de Man Whitney), para indagar las diferencias entre el grupo control y experimental en sus dos diferentes momentos. De igual forma se realizaron pruebas de comparación a los tres factores obtenidos, para identificar la presencia de diferencias por área entre los dos grupos y en sus dos momentos de aplicación. El análisis de la información se realizó a través del programa estadístico SPSS, tomando en cuenta sólo los casos validos, lo que implica la omisión de los casos que carecen de información, tanto en el análisis por reactivo como por factores. Se realizó un análisis descriptivo por reactivo, tomando en cuenta los porcentajes válidos obtenidos en el cuestionario, antes del programa preventivo, con el propósito de indagar en la tendencia de la respuesta de las adolescentes. Resultados En la diferencia por grupos no se encontraron datos estadísticamente significativos entre el grupo pre caso y el post caso. Con respecto al análisis por reactivo con la prueba de Wilcoxon, únicamente se pudieron constatar, en el rubro de desarrollo de habilidades y capacidades, los resultados de dos de las preguntas del cuestionario, mismas que se encuentran asociadas a desarrollo de habilidades y capacidades, en las que se nota un cambio a favor de que una dieta balanceada y lecturas positivas, como un apoyo para reducir estados de tristeza. Sin embargo, de la lectura de frecuencias, podemos observar, que hay puntos en los que se debe incidir de manera sistemática, por ejemplo, en la naturalización de atributos socialmente construidos como el sufrimiento, la amabilidad, la ternura, de 3
algunas mujeres adolescentes, ya que les impide establecer nuevas formas de comportamiento y de expresión. Con respecto a percepción de riesgo, las participantes consideran que hombres y mujeres tienen las mismas posibilidades de usar drogas, lo cual puede implicar un reconocimiento de la accesibilidad de sustancias, pero también muestra la permisividad social observada. Están en desacuerdo en que las mujeres sean más vulnerables ante los daños a la salud que causan el uso de drogas, este dato implica el desconocimiento de las diferencias y los riesgos biológicos que enfrentan las mujeres, situación que vuelve necesario incorporar en la actividad preventiva explicaciones sencillas que permitan incrementar su percepción de riesgo. La autoestima se abordó desde la perspectiva de género, donde destaca el arraigo en los atributos socialmente construidos, los cuales determinan a la mujer y lo que deben considerar natural, naturalizar determinadas emociones negativas como el sufrimiento, ser amable, tierna, paciente, etc. Estos datos hacen evidente que las adolescentes al asumirlos como tales les dictan un deber de la mujer, limitando la aceptación de otras formas de comportamiento y expresión. Se observó un porcentaje alto de pensamiento suicida, y si bien se dotó de elementos que permitan afrontar estos momentos de vida, hizo evidente la necesidad de incorporar en las actividades preventivas, mayores estrategias para el manejo de emociones y proporcionar información de instituciones que puedan apoyar estos casos. Recomendaciones Se requiere demostrar que la labor de orientación preventiva, focalizada en grupos seleccionados por particularidades impacta de alguna manera la percepción de riesgo de consumo de las personas y les da herramientas para desarrollar factores de protección. Partiendo de lo anterior, se necesita construir un instrumento que permita indagar sobre el impacto de los objetivos planteados para cada sesión, en la población objetivo y demostrar que hay un efecto positivo debido a la intervención preventiva. Durante la evaluación, también se debería realizar un seguimiento para conocer factores que afectan la validez de la información proporcionada por los encuestados, por ejemplo: disciplina académica, desmotivación de los alumnos y maestros en participar con CIJ y por tanto, en resolver el cuestionario. La importancia de crear conciencia para dar respuestas con veracidad y honestidad a cada reactivo y la trascendencia del mismo. En la dinámica de las sesiones, incluir procesos de recapitulación en términos reflexivos, para recuperar lo más posible la esencia de las sesiones realizadas. Con respecto a los instrumentos de tamizaje, se debe tener cuidado en la forma de seleccionar a la población, reduciendo el riesgo de estigmatización. En este caso se detectó una queja por la polémica generada al conocerse los resultados, en la que el grupo control definía a las mujeres del grupo caso, como las que están mal, lo cual posteriormente fue aclarado por la trabajadora social del CIJ. 4
Debió haber un registro del análisis de los datos estadísticos o en su defecto, los criterios para elegir a las adolescentes que presentaron entre ninguno y tres síntomas, como se plantea en los criterios de selección, para planear una devolución personalizada a la población intervenida que incluso, requiera de canalización a tratamiento. 5